09 agosto, 2018

Lenguaje inclusivo



Padres helicóptero, apisonadora, bocadillo, guardaespaldas… Así son los ‘hiperpadres’


Tengo que reconocer que los temas de género últimamente lo que con más frecuencia me producen es hastío y cansancio, pero también una cierta frustración cuando observo las toneladas de hipocresía y deshonestidad con que se manejan y la ausencia de voces críticas para denunciarlos como se merecen.

Un día te puedes desayunar con tres varones delante de un cartel que dice NOSOTRAS, otro con un “parlamentario” que trata de usar el femenino como genérico y no es capaz, pero sigue adelante porque él no, ya que se traba constantemente, pero la HUMANIDAD sí estuviese dando un paso adelante.

Has oído hasta la saciedad lo del machismo en el lenguaje, y cuan anulador de la figura y la personalidad femeninas es el masculino genérico, también las miles de campañas de denuncia de la invisibilidad de las mujeres llevadas a cabo por el feminismo y la prensa militante. Como sabes de la figura del padre ausente. Mejor, sabes que el padre casi por definición es una figura ausente, cuando no un tirano o un abusador.

Pero hete aquí que leyendo la prensa descubres que el padre está por todas partes y está en exclusiva, por una vez él es el protagonista de la educación de los vástagos con el siguiente titular: “Padres helicóptero, apisonadora, bocadillo, guardaespaldas… Así son los ‘hiperpadres’. Y cuando ya no es posible mentar lo de “machismo del lenguaje” porque en este caso sí parecía perfectamente normalizado el uso y la diferenciación por sexo: el padres y madres, niños y niñas, hijos e hijas, resulta que es ahí, justamente ahí, que se crea un genérico hiperpadres para denunciar las conductas lesivas de padres y madres hacia hijos e hijas. 

Y te preguntas dónde están las del lenguaje inclusivo, las que organizan campañas de denuncia del lenguaje sexista, las que creen que hay que suprimir el masculino genérico para sustituirlo por una abstracción en femenino o el femenino como genérico. Pero al tiempo sabes que este no es un tema cultural, ni de respeto por las personas, sino un espacio más de la batalla por el poder y te das cuenta que lo más probable es que en éste como en tantos otros temas el feminismo una vez explotado lo que en él pueda haber de rentabilidad política lo abandonará a su suerte como viene sucediendo en tantas otras de sus batallas.