31 marzo, 2008

Sexismo feminista

El feminismo con sus propuestas de que todo lo que atañe a la mujer (y lo que afecta a la pareja) debe ser discutido y aprobado en un aparte, lejos de la mirada de la sociedad y al margen de los procedimientos habituales, muestra su faz menos democrática pero también su cara más sexista que, sin embargo, termina aflorando cuando se propone un premio literario sólo para mujeres, o cuando desde las revistas femeninas se traslada la imagen de que si Hillary pierde las elecciones siempre será por la culpa de los otros, incluido en el presente Barack Obama para quien no se reparan epítetos denigrativos. Pero ese sexismo está inscrito en la propia concepción de sus organizaciones solo para mujeres y sin que su vida interna trascienda al conjunto social y, por lo mismo, sin necesidad jamás de fundamentar sus propuestas. Ni que decir tiene que en un sistema tal la autocrítica no tiene cabida, pues parecería que todo se resolviera de puertas adentro.
Y de ahí el hecho de que cualquier feminista considere cualquier crítica a sus postulados no como algo normal en democracia donde las propuestas culturales, políticas y sociales están para ser discutidas sin que nadie pueda considerar que las suyas gozan de inmunidad. No, el feminismo tan encerrado en su caparazón protector, es incapaz de entender que la crítica forma parte constitutiva de una sociedad democrática y no una anomalía. La anomalía es su pretensión de que desde la unilateralidad de su movimiento y sus propuestas se pueda configurar la sociedad en todos los planos: político, social y cultural. Sería importante que todos fuéramos conscientes de esta necesidad para no continuar instalados en un trágala que no puede durar eternamente.
El feminismo como cualquier otro movimiento social no puede permanecer en un limbo desde el que dictar cómo se deben hacer las cosas. El feminismo y las feministas que dicen que son como yo, gente normal, deben aceptar que entre la gente normal las cosas no se imponen como un trágala sino que se discuten y si no hay acuerdo se le da otra vuelta. No puede ser que se pueda remover Roma con Santiago porque una cofradía no admite como costalera a una mujer y sin embargo, las revistas para la mujer, los hoteles de mujer, los premios literarios para mujeres y tantas y tantas cosas que seguro cualquiera de los y las que me leéis podrías añadir, están ahí un día sí y otro también. Para las más recalcitrantes les plantearía la siguiente situación. Supónganse un Yo Señor (la revista masculina que se repartiría con un periódico de amplia difusión), donde las cuestiones que se abordan son masculinas, y en la que cuatro tertulianos (varones) discuten sobre las elecciones americanas y de esa tertulia sale un traje para Hillary Clinton en el que se la califica de demagoga, de enconar la vida del partido demócrata más allá de lo razonable, de no saber qué puede haber detrás de sus propuestas….. ¿Os imaginais algo así y que todo el mundo lo acepte como normal? ¿Cuánto duraría una situación de ese tipo? ¿Cuál sería la reacción del feminismo? Si todos imaginais como yo cuál sería la respuesta, por qué sin embargo cuando esa situación se plantea del lado feminista se considera normal? En fin, creo que la igualdad debe implicar equidad, reciprocidad, reversibilidad de las propuestas con independencia del sexo. Lo otro no es igualdad. Presuponer como hace algún feminismo que los hombres estamos incapacitados para criticar sus propuestas, creo que es algo que debiera pasar a la historia de lo que no debe ser.

1 comentario:

  1. Anónimo7:55 p. m.

    *(Fran) Y cuantos casos más habrá de este tipo, en el que el hombre, por verguenza o por lo que sea, no denuncia las agresiones y la violencia psicológica a la que está sometido por su pareja.

    La noticia ha salido hoy y es la siguiente:

    Código:
    Denuncia robo y agresión con arma blanca, pero le había herido su mujer

    AGENCIAS. 04.04.2008 La mujer le hirió, presuntamente, durante una discusión.Será acusada de un delito de lesiones.


    http://www.20minutos.es/noticia/366252/0/violencia/domestica/tenerife/

    Dicen que hay muchas menos denuncias de hombres que de mujeres por violencia doméstica, pero es que, no se hace nada para ayudar a que los hombres que puedan estar sufriendo violencia doméstica denuncien y todos los mensajes y ayudas son para que denuncien ellas a sus parejas. Con tamaña desigualdad y discriminación legal es normal que sean incomparables las cifras de supuestos malostratos que sufren unos y otras.

    "La obra maestra de la injusticia es hacer que algo parezca justo sin serlo." Platón

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