En el debate territorial y sobre las lenguas muchos autores sostienen (véase por ejemplo este artículo de Félix Ovejero) que los derechos no los tienen los territorios sino sus habitantes, ni las lenguas sino sus hablantes, pero presos de un extraño síndrome, en lo relativo al género, su posición ya es diferente y lo que no están dispuestos a reconocer a la nación con territorio, o a la lengua, sí están dispuestos a concederlo a la “nación” sin territorio que representan las mujeres. (Si se prefiere sustituyase la expresión nación, por la de clase, pueblo o la que se desee para señalar lo que, en la maniquea visión del género, constituye el bloque de las mujeres por contraposición con el bloque de los hombres). Nación de las mujeres que las agruparía a todas, juntas y revueltas, como si de un todo homogéneo se tratase y merecedor por tanto de idéntico trato en todas las situaciones...
La nación de las mujeres, como la nación de los hombres, que el género pretende un conjunto homogéneo y necesitado de la misma protección, de la misma consideración y apoyo ante la justicia o ante el acceso al mundo del trabajo, comprende mujeres pobres y ricas, ilustradas e iletradas, solteras, casadas, con hijos, sin hijos, en familias monoparentales o de las otras, con alto nivel de renta y con bajo nivel de renta, universitarias que renuncian a trabajar porque no encuentran el trabajo que desean, pero también proletarias obligadas a trabajar en lo que encuentran porque no tienen más opción, mujeres que han de bregar muy duro para sacar sus vidas y las de los suyos adelante y mujeres de vida fácil y relajada, y un larguísimo etcétera que sería interminable enumerar.
Mujeres que desarrollan sus vidas al lado de hombres ricos y pobres, ilustrados e iletrados, solteros y casados, trabajadores de cuello blanco y de cuello azul, hombres tan sujetos a los vaivenes de la vida como lo puedan estar ellas, y que, a veces, deben bregar duro, muy duro en oficios difíciles y arriesgados, y capaces, por qué no decirlo, de hacer todo eso por sus familias y aquellos a quienes aman... Mujeres que forman un conjunto que ni es una minoría, ni puede considerarse todo él como desprotegido, mucho menos si lo ponemos al lado de quien cabría entender como poderoso, la nación de los hombres tan variada y heterogénea como la suya. Nación de las mujeres que más que mediante un partido propio ha preferido actuar por medio de otros, en la izquierda y en la derecha, aunque siempre bajo la atenta mirada y supervisión del lobby femenino, atento a fijar la agenda y los procedimientos.
Por eso digo desde aquí que, si los derechos los tienen las personas el género no es una categoría tan alejada de la nación con territorio y que, si injusto sería dar ventajas económicas, políticas o de cualquier otro tipo a un territorio o a una lengua no es lo es menos darlo a una categoría como la que representa el género, porque encierra en su interior una heterogeneidad de personas cuyas situaciones en absoluto son equiparables, máxime si en el otro término de la comparación quienes están son los hombres, colectivo en el que no se produce una menor heterogeneidad y donde, al lado de posiciones de poder encontramos posiciones de absoluta carencia, y eso sin considerar que en una visión menos maniquea de los sexos y su historicidad, la común humanidad nos estaría hablando de un territorio compartido en el que, levantar el muro de separación del género no está más justificado que lo estuvo en Berlín o lo pueda estar en Palestina.
Sólo un pequeño ejemplo. En el reciente conflicto de pareja del Juez Decano de Barcelona con su esposa, hubo maltrato por ambas partes o así lo interpreta el fiscal del caso al solicitar para él nueve meses de cárcel y siete para ella. Al día siguiente, en la prensa ya sólo se hablaba de un maltratador: él, y se dejaba caer la pregunta de cuándo dimitiría como juez decano y se especulaba con la posibilidad de que tuviese que abandonar la función de juez. De ella, nada se decía aún cuando la manifestación más evidente de maltrato la mostraba él con un arañazo en la cara. No pretendo juzgar el caso, sólo quiero dejar aquí estas líneas (que espero corrijáis si necesario fuera) para observar cómo, lo que fue una disputa familiar en la que el fiscal aprecia maltrato por parte de ambos, las consecuencias para él no tiene nada que ver con las consecuencias para ella, ya no sólo ante la justicia, sino ante la opinión pública a tenor del trato dado al uno y a la otra en la prensa.
¿Alguien puede pensar que nos encontramos ante un trato equitativo? ¿alguien piensa que esta señora debe gozar frente a él de una protección especial y de un trato jurídico diferente? ¿alguien concibe que sólo él haya entrado en la categoría de los maltratadores? ¿es justo que el conflicto se manifieste en los términos que lo hace en los medios de comunicación, con un sólo culpable y donde sólo él parecería estar obligado a rendir cuentas?
En el artículo arriba citado Félix Ovejero para acompañar su razonamiento dice que las mujeres sí son acreedoras a esa discriminación positiva en razón a su presencia política. Pero desconozco el porqué cuando se habla de las mujeres, o del feminismo, todos los matices se obvian, y así autores minuciosos en todo cuanto tratan, llegados a estas cuestiones entienden que los detalles sobran y basta con declararse a favor del feminismo o de las mujeres, como si fuese lo mismo el sistema de cuotas o la paridad, como si todos los feminismos fuesen una misma y única cosa, como si aún estando de acuerdo en aspectos parciales no se pudiera discrepar en nada, ni en los matices, como si no hubiese que estar atento a las consecuencias de lo que se hace y se dice...
Y aquí quiero traer a colación otro pequeño ejemplo. La Ley de Igualdad confiere privilegios a las mujeres y sus organizaciones en lo relativo a los medios públicos de comunicación, en teoría para evitar la publicidad sexista y para procurar la igualdad. Es verdad que no veo mucho la televisión y en particular la TVE1, pero el fin de semana pasado sí lo hice y en un telediario pude observar que en la mesa había dos presentadores: un hombre y una mujer sí, pero al lado había otra mujer que era la de la información deportiva y en todas las conexiones que realizaron y fueron ocho o nueve, con la excepción de una, todas las corresponsales eran mujeres... Espero me corregiréis si pensáis que se trató de una circunstancia fortuita y excepcional.
Quizá otro ejemplo interesante sería el educativo donde, incluso los más reticentes no están teniendo más remedio que admitir que el gravísimo problema educativo de este país lo están sufriendo, y de qué manera, los varones y de que aquellas que no se cansan de hablar un día sí y otro también de discriminación hacia las mujeres llegado el caso se olvidan de que los varones también existen y que si necesario es equilibrar plantillas en la Universidad no lo es menos en los otros niveles educativos, o que la componente de género no se puede usar como prebenda femenina. Añadir también que mi interés por la noticia tiene más que ver con la necesidad de abrir un debate, que por las opiniones que en ella se vierten, con muchas de las cuales no estoy de acuerdo, y de igual modo pienso que el debate sobre la separación por sexos aunque pertinente no me parece ni el más urgente ni el más relevante. Aprovechar también para señalar la deshonestidad y cortedad de miras de un feminismo capaz de ver la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio, y cómo no, preguntar si quizá un pomposo Ministerio como el de Igualdad, no sería de éste del primer problema que tendría que estar ocupándose.
Pero, retomando el hilo habría que decir, que aún admitiendo el planteamiento general, cabría preguntarse por ejemplo por las consecuencias de una decisión como la paridad en las listas electorales si tenemos en cuenta que, no mejoró la representación que las mujeres tenían en el Parlamento antes de dicha medida y sin embargo, es indudable que añade un elemento más de dificultad a un sistema de representación, que ya muchos situaban y sitúan en crisis, al introducir en la confección de las listas electorales y la vida política en general un juego de componendas poco estimulante para quienes con su voto desean elegir a quienes creen que mejor los representarán. Pero también cabe traer a colación el fenómeno Obama para mostrar cómo, quizá las vías directas sean las mejores para la salud y el vigor del sistema y, para observar hasta qué punto, es posible saltar barreras que se consideraban imposibles, en un corto espacio de tiempo. Porque cuántos hubieramos pensado hace unos años en un Presidente negro en la Casa Blanca; sin embargo ahí está, sin necesidad de cuotas, peleando la nominación en su propio partido con una mujer y una mujer de la talla política de Hillary Clinton, para ganar luego al contrincante republicano y consiguiendo ilusionar no sólo a muchos americanos también a muchos otros en el mundo.
Los atajos no siempre señalan el mejor camino, en algunos casos ni tan siquiera el más corto. Si cuestionable es el género, mucho más lo son algunas de sus medidas. Proceder frente al feminismo y las mujeres con un: sí bwana, ante todo y para siempre, no es la forma más equitativa, ni la más inteligente de afrontar un serio problema como el que representa la igualdad, y no discriminación por razón de sexo, de hombres y mujeres.
Lo mismo que comentas sobre Félix Ovejero lo llevo pensando yo mucho tiempo sobre Rosa Díez.
ResponderEliminarElla y su partido afirman que Cataluña no tiene derechos, sino sus ciudadanos. El Euskera no tiene derechos, sino los ciudadanos que lo hablan. Un razonamiento creo que perfectamente lógico, y que comparto.
Sin embargo para ella el sexo sí tiene derechos.
Por alguna causa, dejamos de aplicar la lógica en cuanto hablamos de la categoría "sexo". ¿Será una trampa del lenguaje? ¿Resulta tan complicado ver que hablar de los derechos de la mujer es lo mismo que hablar de los derechos de Cataluña?
A lo mejor es que al utilizar palabras como "Cataluña" o "Euskera" es inmediato ver que no nos referimos a ninguna persona, sino a una comunidad autónoma y a una lengua. Pero si hablamos de "mujer" la imagen que se forma en nuestra mente es precisamente la de una persona, cuando en realidad nos estamos refiriendo a un sexo, o género, o como se llame.
Me da a mi que en UPyD no le están dando la importancia suficiente a estos temas. Están permitiendo que gente como Pilar Heredia ejerza su influencia y van a conseguir que lo que parecía un partido prometedor acabe siendo como todos los demás en materia de género.
Si por lo menos consiguiesen cambiar la ley electoral e instaurar las listas abiertas...
En el artículo de El País sobre el mayor fracaso escolar masculino se despacha el autor con la siguiente frase: "Es una noticia incómoda, incluso, excéntrica, pero tan persistente que ha acabado por romper el pudoroso corsé de la corrección política." ¿Por qué el autor la considera incómoda o excéntrica?. Quizás es una grieta en la percepción progresista del mundo pensar que el hombre está siendo maltratado por el sistema.
ResponderEliminarEn cualquier caso, es curiosa la aparición de noticias sobre el gap de género en la educación, especialmente en El País. La revista Quo también lo saca en portada este mes. En todos los artículos se introduce el tema de la educación diferenciada, cada vez menos asociado a la derechona o colegios del Opus, ya que suelen sacar a expertos independientes y mencionan los éxitos en este terreno de otros países progresistas. A continuación, estos artículos concluyen con las opiniones de sindicatos o feministas oponiéndose a cualquier replanteamiento pedagógico en aras de la sacrosanta igualdad.
Si bien la enseñanza diferenciada representaría tan sólo una medida más hacia la excelencia educativa, creo que la insistencia que empiezan a hacer en ella medios progresistas es una manera de ir haciéndola más aceptable, sobre todo si hace que más chicas estudien carreras de ciencias, esa espinita que parece tener clavado el feminismo de género.
El artículo de El País, para salvaguardar la patina progresista que pregona su libro de estilo, termina con esta conclusión explicativa: "el machismo todavía latente en tantos hogares españoles".
Sin embargo hay una frase interesante también en el cuerpo del texto, que araña levemente en como se va labrando el fracaso masculino en ESO y Bachillerato: La expresión "son un horror", referida a los niños, más indisciplinados, desordenados, inconstantes, se escucha, sobre todo, en Primaria de boca de un profesorado abrumadoramente femenino. De ahí, que, especialistas como el propio Matamala, propugnen reequilibrar la composición por sexos del profesorado. "Hay profesoras que como no logran entender los comportamientos de los niños varones corren el riesgo de incurrir en falta de empatía", señala.
Para Manu: Creo que tienes demasiadas esperanzas puestas en UpyD. En mi opinión, y sin conocer muy a fondo lo que ahí hay, conozco las posiciones de Fernando Savater que oficia un poco como ideólogo del grupo, y la verdad, en el tema del género tengo la impresión de que comparte todas las simplezas de lo políticamente correcto.
ResponderEliminarEn lo que respecta al problema más de fondo que planteas: de si la lógica acaba donde comienza el género, estoy contigo y, aunque apunto algunas cosas en la entrada, reconozco que la sensación que me queda es de que ahí hay materia para un análisis más en profundidad, que en algún momento habrá que hacer. Y aquí, vuelvo a Forges. A los pocos días de la viñeta del día mundial de la esclavitud citada en otra entrada, encabeza una nueva con un “Pepiño” para referirse a José Blanco, que le hace a uno preguntarse, si sería capaz de hacer lo mismo con un “Esperanzita”, o si es que ya olvidó la enorme polvareda que se armó con ocasión del uso de esos diminutivos. Otro ejemplo nos lo da Juan José Millás en El País semanal de ayer, quien sobre una foto de dos dirigentes del PP valenciano escribe el siguiente titular: MUÑECOS DE ESCAPARATE. Lo primero que se me ocurre es que ninguno de los dos se habría atrevido a hacerlo referido a mujeres, pero si tal cosa sucediera puedo asegurarte que tendríamos revuelo para muchos días. En ambos casos, además de la diferente consideración que ante los sexos muestran, me da la impresión que llegan a lo personal en un estilo que el periódico del que forman parte presume de no practicar.
Para Plutarco: Aciertas con las cosas que destacas sobre el reportaje de El País, aunque no entiendo por qué pretendes considerar que el problema del género y lo políticamente correcto es sólo cosa de progresistas cuando en realidad todos los días vemos que unos y otros participan de lo mismo. El reportaje parece, que estaba más destinado a ofrecer carnaza para provocar muchos comentarios que a otra cosa, ya que se trataba de un conglomerado completamente deslavazado de cosas de las que era difícil extraer cualquier opinión razonada. Pero tienes mucha razón al destacar la consciencia de quien lo relataba de que estaba levantando alguna alfombra que por alguna razón “alguien” había decidido que debería permanecer sin airear. En cualquier caso algunas cosas se pueden deducir del mismo: que el fracaso escolar masculino representa un escándalo que no puede permanecer por más tiempo escondido; que quienes con más asiduidad hacen uso de las estadísticas de género parece que para este caso han renunciado a las mismas; que pretenden que el problema es: si educación diferenciada o no, cuando hay muchas otras cosas que deben abordarse; y que, si hay que consultar a la autoridad en materia educativa encuentra que ésta está residenciada en la UGT y la presidenta del Instituto de la Mujer quien, haciendo gala de cuánto importan al género los varones y lo masculino, el único problema que encuentra es el éxito o fracaso de las chicas en matemáticas y ciencias.
Emilio, creo que entre los seguidores de este blog y la gente concienciada sobre la influencia del lobby feminista existe el consenso de que utiliza las vías políticas más propicias según la coyuntura. En la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, por ejemplo, mima a los ideólogos de género y el PP, cuando se aproximan elecciones, promete estrechar el famoso e inexistente gap salarial que nos sepra "por el mismo trabajo realizado". Lo que tampoco podemos negar es que la dialéctica de género se asemeja al discurso progresista de clases oprimidas como también ha apuntado alguien en este mismo blog, y es ese sector progresista el más hábil a la hora de manipular los sentimientos de las clases oprimidas (un millón de votos de mujeres separan al PP del PSOE). En cualquier caso, no hay que perder el foco de atención y se deben mostrar las inconsistencias del feminismo de género como movimiento independiente, como lo viene haciendo este blog, cada vez más columnistas en diferentes periódicos o mi modesta bitácora.
ResponderEliminarEn mi opinión creo que no se trata de los votos que uno saque a otro, sino de que no existen diferencias en cuanto al género ni en los partidos políticos, ni en los medios de comunicación, sean estos de izquierda o de derecha, como tú bien sabes, y por tanto el apoyo a uno u otro vendrá motivado por otras consideraciones pero no por las del género.
ResponderEliminarLo ideal sería, sin embargo encontrar quien defendiese propuestas en línea con lo que aquí propugnamos.
Creo que el avance hacia una igualdad de persona no basada en la dialéctica de género está en manos de la sociedad civil. Hoy he leído la siguiente noticia sobre custodia compartida por defecto en la la comunidad valenciana, ley reclamada por muchas asociaciones de aquella comunidad y, por supuesto, rechazada por el feminismo de género. Es bastante más clara que la catalana y similar a la que se quiere implantar en Euzkadi. Son comunidades con diferentes orientaciones políticas, con los mismos lobbys de género, pero en las que la sociedad civil no parece encontrarse tan narcotizada como en otros lugares de la piel de toro.
ResponderEliminarEmilio, he sacado el tema porque me ha llamado la atención que el discurso de Félix Ovejero coincida palabra por palabra con el oficial de UPyD. No lo he buscado pero no me extrañaría que fuese afiliado o simpatizante.
ResponderEliminarEs cierto que tenía ciertas esperanzas en este partido ya que su discurso en defensa de los derechos individuales es muy claro, pero me ha decepcionado porque sigue manteniendo esa excepción lógica de la que hablamos y que sufren todos los partidos. De todas formas, su propuesta de listas abiertas (si es que la sigue manteniendo todavía) me parece muy interesante. Podría facilitar el poder hacer responsable a cada diputado de las leyes que vote y reducir así el aplastante poder de los partidos.
En relación con este asunto publica en El País de hoy http://www.elpais.com/articulo/cultura/Pugna/identidades/elpepicul/20090414elpepicul_6/Tes?print=1
ResponderEliminarun artículo Fernando Savater y como comentáis que sucede en otras ocasiones parece ignorar el debate existente sobre las identidades como si ni filosófica ni jurídicamente nada hubiera cambiado en los últimos años, en particular en nuestro país.
Alberto
Queridos amigos, no os podeis perder el vídeo de la intervención de Inger Enkvist, una especialista sueca en educación, ante el Parlamento Catalán.
ResponderEliminarEste es el vídeo de su primera intervención
http://www.parlament.cat/portal/page/portal/pcat/IE04/IE0406/IE040603?p_cp1=301573&p_cp2=301746&p_cp3=4&p_cp22=cerca
Y este el de las respuestas que dio a las cuestiones que le planteaban los políticos asistentes:
http://www.parlament.cat/portal/page/portal/pcat/IE04/IE0406/IE040603?p_cp1=301573&p_cp2=301798&p_cp3=4&p_cp22=cerca
(Athini Glaucopis)