22 octubre, 2009

Cuando el género lo ocupa todo

Recientemente la ministra Salgado dijo en el Senado que la economía española estaba sometida a un “especial escrutinio” por parte de las instituciones internacionales y para ilustrar la afirmación dijo que le pasaba “como a las mujeres” que para demostrar lo mismo tenía que “trabajar el doble”.

A raíz del reciente debate sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2010 la señora Cospedal dijo que: Rajoy “estuvo muy correcto”, porque de haber sido más agresivo, al ser él un hombre, hubiera quedado como cuando “un chico le pega a una chica en el colegio”. Ahora la señora Salgado insta a Cospedal a que “mida sus palabras” y Soraya Saénz de Santamaría ve "lamentable que se recurra al machismo para justificarse".

Esto tenía que pasar. En una coyuntura como la presente la ministra de Economía, la portavoz en el Congreso y la secretaría general del principal partido de la oposición se enzarzan en una polémica a la que difícilmente se le puede ver algún tipo de utilidad ni para afrontar la crisis económica ni ninguna otra cosa. Me temo sin embargo que tendremos que habituarnos a episodios como éste en muchas otras ocasiones dado lo tentador que resulta para cualquier mujer recurrir al victimismo para justificarlo todo.

2 comentarios:

  1. No veas lo bien que lo paso en las contadas ocasiones en las que este tipo de argumentos feministas se muestran en primera plana, a la vista de todo el país.

    Cuando los periodistas vean que no pueden criticar a una mujer con responsabilidad política sin ser tachados de machistas, quizás se planteen empezar a denunciar por fin las incoherencias del feminismo.

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  2. Anónimo7:06 p. m.

    Pero algunos, como Juan José Millás, siguen insistiendo en la vieja consigna.

    Juan José Millás siempre ha sido un mero sicario a sueldo de Zapatero: no es casualidad que precisamente a él le encomendaran el amplio publirreportaje que el dominical de "El País" publicó en su día (con la evidente intención de que Zapatero olvidara el sarcasmo con el que lo trataron cuando parecía que no tenía la más mínima posiblidad de ganar las elecciones).

    Como buen cínico, dice exactamente aquello que sabe que al "jefe" le va a gustar leer: un ajuste de cuentas con la vieja guardia del PSOE (que últimamente ya andan diciendo por ahí bien a las claras que Zapatero y sus chicas son una pandilla de ineptos), y una referemcoa facilona al feminismo.

    Se ha dicho que el patriotismo es el último recurso de los canallas; en España hoy no se puede jamás hablar de "patria" (excepto, claro, para referirse a Cataluña, Galicia o Euscadi), y el feminismo ha pasado a sustituir al machismo en la función de comodín.

    (Athini)

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