06 enero, 2010

El eterno retorno

Parece que el razonamiento circular se ha impuesto y nada hemos avanzado desde que El País, hace un tiempo, publicó en portada aquel titular: las mujeres cobran un 40 % menos que los hombres. Ayer tocaba publicación de los datos del paro de diciembre y los acumulados del año 2009, cuyo resumen más o menos puede ser éste:  

Por sexos, entre los hombres el paro subió en diciembre en 72.135 personas (el 3,72%), hasta sumar 2.012.536 desempleados, en tanto que entre las mujeres bajó en 17.478 (el 0,91% menos) y situó el total de paradas en 1.911.067. En el año 2009, el paro masculino subió en 436.069 personas (el 27,66%) y el femenino aumentó en 358.571 (23,10%).

A lo que añado yo que esta crisis ha supuesto no sólo la inversión de las estadísticas de paro masculino y femenino. Mientras que al inicio de la misma el paro femenino superaba ampliamente al masculino, ahora el masculino es superior y la tendencia es a que esa brecha se abra en perjuicio de los hombres a pesar de su mayor disponibilidad para ocupar cualquier puesto de trabajo. Todo lo cual habla bien a las claras de que si alguna diferencia cualitativa cabría destacar sería la de de la mayor calidad y estabilidad del empleo femenino.  

Pues bien,  que esta crisis haya supuesto la destrucción de mucho más empleo masculino que femenino, no sólo no ha sido destacado ni por la prensa, ni los poderes públicos incluidos los sindicatos, sino que la legislación sigue manteniendo como prioritaria la promoción de la contratación femenina, por eso se entiende menos el cambio de criterio de todos para, en lugar de señalar lo que esta crisis está suponiendo para el colectivo masculino se siga insistiendo en la sempiterna discriminación femenina aunque para ello haya que echar mano de estadísticas trucadas.

En este contexto, lo que ayer destacaba el diario El País era la discriminación salarial femenina con este titular: Discriminada por mujer (y más aún) por madre, sin que nos sea dado conocer qué hizo que ahora la discriminación salarial ya no sea del 40% sino del 20%, tampoco en qué sectores, actividades, edades, etc. se produce, ni por qué no interviene la inspección de trabajo. Evidentemente, todas esas cosas no se señalan porque sencillamente no pueden señalarse ni para el 20 % que se dice ahora, ni para el 40% que se decía ayer. En la hemeroteca del propio diario están los declaraciones  del entonces ministro del ramo: señor Caldera, pera desmentir tal discriminación.

Nos encontramos ante uno más de esos agujeros negros del pensamiento feminista en los que se hace una afirmación sin que nos sea dado conocer sobre qué base se sostiene, excepto la de la  repetición machacona hasta convertirla en una mentira estadística socialmente asumida. Y ya son demasiados los agujeros negros y las mentiras estadísticas de este pensamiento, tantos que de seguir así aparecerá todo él como un gran agujero negro.

Por eso quiero concluir esta entrada haciendo un llamamiento a que cese tanta irracionalidad y tanta desigualdad y  cambio de criterio según se trate de analizar lo masculino o lo femenino; pero mucho me temo que mi éxito no será mayor que si pidiese que se tratase de igual manera la muerte en Madrid de ese hombre a manos de una mujer, que se trató la muerte en Andalucía de una mujer a manos de su marido. Claro está que de nuevo estaríamos entrando en un agujero negro está vez referido al poder y  las relaciones da pareja. 

2 comentarios:

  1. Anónimo2:16 a. m.

    Muy bueno. Curioso que tu también hables de rebaño, igual que hacen aquí:

    http://pandiocia.blogspot.com/2010/01/postmachismo.html

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  2. Emilio, no se si lo has comentado, pero hace unas semanas el Instituto de la Mujer informo de 70 muertes por violencia doméstica (mujeres, los hombres nunca aparecen). A los dos días, para mejorar la estadística, el Ministerio de Igualdad rebajó la cifra a 65, señalando que descartaban cinco casos no probados de violencia de "género". Esas estadísticas son otro de los agujeros negros del feminismo patrio. Por cierto, el Instituto de la Mujer si mencionaba que más de la mitad de las victimas son inmigrantes, el de igualdad señalaba que el 60% de los asesinos son españoles.

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