12 marzo, 2010

Mujeres y hombres somos diferentes

A fuerza de nuestra debilidad y de la urgencia de dar unas mínimas respuestas a las propuestas del feminismo institucional, nos hemos olvidado de hablar de nuestro propio punto de vista. Y no estaría mal que comenzásemos a hacerlo si queremos alguna vez plantar cara a lo que viene sucediendo y ofrecer nuestra perspectiva de que entendemos por igualdad y no discriminación por razón de sexo.

En mi opinión los hombres y las mujeres somos diferentes y lo somos no sólo por razones culturales también biológicas y porque seguramente la naturaleza no se equivocó al diseñarnos con dos sexos y no sólo con uno. Es más, yo sostengo que es la idea que late en todas las políticas del feminismo dominante aún cuando en los papeles pretendan que nuestras diferencias son exclusivamente culturales. De no ser así la batalla que ahora mismo estaría dando este feminismo sería por el acercamiento entre los sexos y no por la primacía femenina y no me cabe duda que, al igual que yo, vosotros también interpretáis que lo que viene sucediendo tiene que ver con lo segundo -la primacía- y no lo primero -acercamiento de sexos-.

Como quiero invitaros a que hablemos de este asunto dejo aquí este pequeño apunte por si pudiera servir de acicate para vuestras propias reflexiones.

P.D. viñeta de Erlich

12 comentarios:

  1. Con la cuestión "diferencia/igualdad/ser lo mismo" cierto feminismo ha jugado a confundir los términos. ¿Es lo mismo luchar por la igualdad de género que luchar por los derechos de la mujer? Hace un siglo probablemente sí, ahora probablemente no. Con el truco de invocar lo primero se cuela lo segundo. En mi blog http://masculinitat.blogspot.com/ he traducido algunos artículos de Pelle Billing que habla de esto. Hoy he publicado una entrada irónica que también tiene que ver con esto.
    Respecto de las diferencias biológicas, con el abuso del constructivismo cultural de ese feminismo (que lleva a groseras contradicciones performativas de las que hemos hablado en otros posts) las niega rabiosamente, o mejor dicho, atribuye toda diferencia a la "opresión", abundando en ese victimismo que tanto le gusta (si toda diferencia se debe a la opresión, el embarazo y la lactancia también deben ser una confabulación del patriarcado...).
    En fin, la afirmación del título, en los tiempos que corren, es peligrosa, puesto que puede atraer todo tipo de descalificaciones, (algunas comprensibles), con lo cual pienso que hay que matizar bien lo de "diferentes" para no caer en ese newspeak orwelliano que tan bien usa el feminismo del resentimiento.

    ResponderEliminar
  2. Me remito al título de tu bitácora, Emilio. El sexo no es más que uno de los infinitos factores que influyen en un individuo, y ninguna política de igualdad que ignore este hecho será justa. Jamás. Tanto si hablamos de discriminación positiva para la mujer como para el hombre.

    ResponderEliminar
  3. Antes de nada agradeceros vuestras aportaciones, que confío, al igual que las mías, estén abiertas no sólo al debate y la discusión sino a la rectificación cuantas veces haga falta. Esa al menos es mi posición.

    Por cierto Enric la entrada de Pelle Billing me ha parecido genial. He tratado de dejar un comentario en tu blog y no sé si por mi conexión o por tu página no lo he conseguido. Me apetece colgar la traducción en alguno de los apartados de mi bitácora.

    Manu, no sé si te entiendo bien. Me gustaría que te explicases un poco más. En cualquier caso creo que no existe ninguna discriminación positiva hacia el hombre, más bien todo lo contrario. Me gustaría saber cómo crees que habría que abordar el asunto. La entrada de Pelle Billing muestra bien a las claras que si lo que uno pretende es dar la réplica al feminismo de género en su mismo terreno lo tendría bien fácil.

    ResponderEliminar
  4. Anónimo12:24 p. m.

    Biologica y psicologicamente hay grandes diferencias generadas durante 3 millones de años de cazadores-recolectores. La raza humana solo es sedentaria desde hace 11.000 años con el advenimiento de la agricultura. ¿ Es que todas estas feministas y feministos no estudian antropología ?.

    La mujer aprecia más colores que el hombre. Para la mujer el mundo es technicolor: para poder apreciar claramente el estado de salud de sus hijos.

    El hombre tiene mejor compresión y orientación espacial.

    La mujer es capáz de pensar y hacer varias cosas a la vez, el hombre no.

    La mujer ante problemas busca consuelo, hablando y hablando.

    El hombre ante problemas busca soluciones, aislandose en su piedra, pensando o solicitando consejo.

    El campo visual de la mujer es cercano y amplio. El campo visual del hombre es lejano y estrecho.

    El hombre tiene capacidad natural de orientarse, la mujer no.

    ...y otras más que no recuerdo.

    Al parecer cognitivamente están igual de equipados, pero unos se desarrollan en una dirección y las otras en otra.

    Todas estas son características a nivel de grupo estadístico, por supuesto que hay mujeres que saben orientarse y hombres que aprecian muchos colores.

    Por ejemplo: el contacto con la madre es determinante para el niño en los tres primeros años de vida. No puede ser "cualquiera de los dos" tiene que ser la madre. Es un tema biológico del que no hay escapatoria sin perjudicar al niño.

    Una cosa es que hombres y mujeres tengan los mismos derechos ante la ley, otra es que estemos enfrascados en esta tontería de que son iguales.

    ResponderEliminar
  5. Anónimo1:13 p. m.

    El presupuesto básico del feminismo "de género" es que las diferencias entre hombres y mujeres son producto de la educación, no de la naturaleza. Como tantas veces antes ha sucedido en la historia, esta teoría triunfa políticamente justo en el momento en el que los datos positivos demuestran su falsedad. En los años noventa, en efecto, apareció la tecnología que permitía obtener, en tiempo real, imágenes que mostraban el nivel de consumo de glucosa en las distintas regiones del cerebro. Las conclusiones pronto fueron concluyentes: gran número de tareas eran procesadas de forma diferente por el cerebro masculino y el femenino. Las diferencias de conducta entre hombres y mujeres, por tanto, no podían ser atribuidas exclusivamente a la educación, sino que tenían sólidas bases biológicas.

    Hay que subrayar, sin embargo, que estas diferencias son, básicamente, estadísticas: en general las mujeres están mejor dotadas para la comunicación verbal y los varones perciben mejor el volumen espacial..., pero hay mujeres tartamudas y varones que se expresan mucho mejor que la gran mayoría de las mujeres.

    La estadística, por tanto, no nos va a decir nada de cómo es cada uno de los individuos, aunque sí puede explicar el que, por ejemplo, determinadas profesiones sean preponderantemente masculinas o femeninas.

    El objetivo de una sociedad justa es, precisamente, que cada individuo pueda elegir su propia vida con la mayor libertad posible. La "igualdad" no debería ser un fin, sino un medio. La "igualdad" por la que tendrían que velar los poderes del Estado no debería ser la obligación de que todos pensemos igual, tengamos los mismos gustos y hagamos las mismas cosas, sino exactamente lo contrario, la garantía de que cada cual va a poder cultivar libremente sus propias diferencias, sin que la sociedad le obligue a manifestar determinadas preferencias o ejercer determinadas profesiones por el mero hecho de pertenecer por nacimiento a un determinado grupo estadístico.

    (Athini Glaucopis)

    ResponderEliminar
  6. Hay diferencias , claro! pero no entiendo porque el debate de quien esta por encima de quien? somos exclusivamente importantes y diferentes. "un hombre no puede dar a luz, una mujer no puede inseminar" eso implica una cantidad de dinamicas biopsicologicas que influyen deteminantemente en nuestras diferencias, a lo que se suma las socioeducacionales.
    Yo considero que la mujer tiene funciones que ha querido desplazar por "igualarse en el mercado y la productividad" campo que en la mayoría de las culturas dominaba el hombre, mire que caos, social, cuantas enfermedades mentales, problemas de adaptacion, de comportamiento , etc... dejar de ejercer tan preciado rol de madre para sentirse importante en otros.. como si éste no fuera tan trascendente que influye en la salud mental del individuo y el colectivo.. no se que pensais, quizas creeis que soy de las antiguas.. pero yo pienso, al cesar lo que es del cesar, a Dios lo que es de Dios.. La mujer debe retomar mayormente su rol exclusivo de feminidad, eso no quiere decir que no saboree la superacion, la delicia de enriquecer su intelecto y aportar en muchos campos, pero la que decide embarazarse debe hacer pausa.. este mundo esta como loco!! mucho consumismo, parir para dejar los hijos solos en casa! yo no entiendo tal locura..
    Diferentes si! Interdependientes tambien! sin asfixiarse ni aplastarse.. eso pienso yo. saludos.

    ResponderEliminar
  7. Enrib Carbo, he leido tu articulo en tu blog. igual no se pudo hacer un comentario.. debes revisar tu blog para poder acceder a ellos.
    quiero apuntar que uff, me has dejado cavilando, por cierto,conozco que la lucha del hombre ante la femineidad se impone desde el vientre materno, si bien el destino sexual esta cromosomicamente determinado, hasta el dia 40 los embriones xy y xx son anatomicamente identicos ysexualmente bipotenciales. En el feto masculino la diferenciacion sexual empieza hacia el dia 40, cuando el gen SRY empieza a enviar señales quimicas para transformar las glandulas sexuales en testiculos y no en ovarios. Badinter, expone que en el macho el testículo fetal debe oponerse activamente a la realizacion de estructuras femeninas.. el macho se forma contra la feminidad primaria del embrion, convertirse en macho implica una lucha constante. Ahora proceden de figuras maternas.. esta lucha la entiendo,, pero tambien creo que madres y mujeres tenemos nuestra propia lucha contra el caracter discontinuo del varon... seguire cavilando, pues me has dejado pensando.. saludos.

    ResponderEliminar
  8. Perdón si mi comentario es confuso. Estoy trabajando en ello :)

    Lo que quería decir tiene que ver con lo que ha explicado Athini. Veo que corremos el riesgo de caer en el mismo juego de estereotipos masculinos y femeninos al que juega el feminismo, y así no conseguiremos otra cosa que atascarnos en el "Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus". Acabaremos entrando en un juego en el que como decía WOPR, la única forma de ganar es no jugar.

    Uno de los mayores problemas con los razonamientos del feminismo, y por lo que debemos evitarlos, es que las estadísticas siempre son incompletas y siempre hay un sesgo en su análisis. Por ejemplo, existen estudios estadísticos que demuestran que las personas de baja estatura y poco atractivas físicamente cobran menos que los altos y guapos. ¿Quien tendría prioridad en las políticas de igualdad salarial, una mujer alta y atractiva o un hombre bajito y feo? La ley debe tratar igual a lo que es igual y distinto a lo que es distinto. Pero... ¿quién decide cuándo una persona es igual a otra y cuando es distinta? La respuesta es que lo decide el grupo que haga más presión.

    No acabo de compartir la idea de Pelle Billing de que limitarse a defender los derechos individuales sea mantener una posición débil. Al contrario, yo diría que es justo la posición más fuerte, la que nos une y la que está en las raíces del feminismo, la que le permitió avanzar como una causa justa antes de que se convirtiese en la farsa que es ahora, como explica Wendy McElroy aquí.

    Si empezamos ahora a seguir el mismo esquema de denuncia de la "opresión" hacia un colectivo (los hombres en este caso), corremos el riesgo de caer en los mismos errores. Yo veo más útil algo como el contra-feminismo. Simplemente exponer el feminismo a la luz, tal como es ahora, debería ser suficiente para que se desmorone. Es ahí donde las comparaciones con la situación de los hombres tienen sentido, ya que exponen las contradicciones del feminismo.

    Una vez caído el feminismo será cuando habrá que avanzar, centrandonos en lo que nos une. Habría que intentar eliminar todos los obstaculos artificiales, impuestos por la sociedad, que impiden que una persona alcance su potencial, y no sólo los de género.

    ResponderEliminar
  9. Manu, aunque puedo entender algunas de las cosas que apuntas no tengo la seguridad de estar completamente de acuerdo contigo. No puedo imaginarme al feminismo cayendo de esa forma mágica que dices. Porque, aunque sólo fuera, para la mínima acción de exponerlo a la luz de la que hablas, se hace necesario algo que vaya más allá de la pura individualidad.

    Desde luego ni los medios de comunicación, ni los partidos políticos, se darían por enterados de que tú piensas que el feminismo va por mal camino. ¿Cuántas decisiones arbitrarias más habría que soportar? ¿Cuántas leyes de género más? ¿Cuántas campañas publicitarias más, pintando al hombre como un monstruo? ¿Cuántas más denuncias falsas por violencia de género o, cuántas sentencias más de divorcio en las que el hombre se queda como un adán vagando por el mundo? ¿Para cuándo una reforma educativa que tenga en cuenta el insoportable nivel de fracaso escolar masculino?

    Si lo piensas bien, lo que apuntas, es lo que ha venido pasando durante todo ese tiempo que el hombre ha estado callado, viendo como el feminismo se hacía más y más fuerte y atacaba con más y más saña. Hoy el feminismo es un poder de unas dimensiones mucho más que respetables y que a fuerza del silencio de los hombres se considera en el derecho de hacer y deshacer a su antojo y sin muchos miramientos.

    Es más se ha establecido en la sociedad de forma tan absoluta que las opiniones de Athini y mías en este debate le parecen a esta señora de otro mundo; pero si quieres más puedes leer en esta entrevista hasta donde llega la internacionalización de este feminismo que propone lo mismo aquí, que en Estocolmo, que en Costa Rica (por cierto de esta entrevista hay un comentario interesante en Jugo de ladrillo)


    En cualquier caso no creo que nadie proponga el juego de caer en los estereotipos de género, tampoco Pelle Billing, quien justamente lo que hace es demostrar lo fácil que sería pagarle al feminismo con la misma moneda victimista, sencillamente con darle la vuelta a sus eslóganes. Aún cuando espero poder abordar en otra entrada este asunto un poco más a fondo, creo que existe una enorme distancia entre reconocer la dimensión social del ser humano, asunto creo que indiscutible, y el juego perverso de la endogamia de género que practica el feminismo. Pero como digo dejo esta cuestión para una nueva entrada.

    ResponderEliminar
  10. De la entrevista a la "experta" costarricense en género a la que se accede por el enlace de más arriba, saco una información sorprendente:

    "–¿Cuáles son los delitos que afectan en mayor medida a las mujeres en la región?

    "–Todos los que tienen que ver con la violencia sexual, que van desde la violación hasta los piropos en la calle."

    ¿Los piropos, delito de violencia sexual equiparable a la violación? ¿Acaso están tipificados de este modo en el código penal de su país, o de cualquier otro? ¿Y cuál es la pena aplicable?

    Me temo que esta señora no sabe la definición jurídica de delito. O tal vez sí, y más que describir la situación actual está expresando un deseo...

    ResponderEliminar
  11. Jeipi, no quiero alarmarte pero también en nuestro país está considerado violencia de género, más en concreto acoso sexual. Con fecha 5 de mayo de 2006 escribí cuatro entradas consecutivas sobre esta asunto en la bitácora y aquí
    te remito a la que aborda ese asunto en concreto

    ResponderEliminar
  12. Vaya, sí que siento que no pudierais dejar comentarios en mi blog (hacía dias que no volvia a visitar este). No entiendo por qué, misterios de la informática. Por suerte veo que Liliana sí que pudo dejar después su comentario. En fin, veo que el debate está animado, y además con altura e inteligencia. Todo un placer.
    Saludos

    ResponderEliminar