02 septiembre, 2010

Educación

A través de la web Cultura 3.0 he seguido alguna de las conferencias (quien quiera aún puede hacerlo en la citada página) que con ocasión del encuentro: Las Dos culturas 2010, tuvieron lugar, a finales  del curso pasado, en la Universidad de Cádiz y que, en buena medida, versaron sobre el sistema educativo de nuestro país.

Quiero expresar desde aquí mi decepción porque dos personas por quienes tengo un importante respeto intelectual como son: Fernando Savater, encargado de la conferencia de  apertura, y José Antonio Marina, de la de clausura, hayan coincidido de una forma tan clara con la posición oficial sobre la educación en nuestro país, al coincidir ambos en rechazar los informes PISA como medidores válidos del sistema educativo, pues según su opinión dejan fuera la educación en valores, aunque al mismo tiempo, también los dos, coinciden en que la medición de tal cosa no resulta nada fácil.

Lo cierto es que Fernando Savater  rechaza los informes PISA ya que  un país como Singapur que no respeta los derechos humanos obtiene una buena clasificación y José Antonio Marina hace lo propio, pero en este caso el ejemplo elegido es el de Finlandia –justamente el país que mejores resultados obtiene y del que ni se puede señalar su lejanía de la democracia, tampoco la falta de reconocimiento de los derechos de la mujer- y lo hace por dos motivos, porque el índice de suicidios de gente joven en Finlandia es superior al de España y, porque la violencia de “género” también es mayor. Para José Antonio Marina los informes PISA lo que prueban es que ellos saben hacer las multiplicaciones mejor que nosotros.

Cuando la tutora de mi hijo el curso pasado, en reunión con los padres, nos comentó que más importantes que los contenidos académicos era el formar buenas personas, me quedé pensando que se trataba de una idea personal que no tendría más virtualidad que ser su opinión en aquel momento determinado. Ahora tengo muy claro que es la filosofía que inspira nuestro sistema, conseguir "buenas personas", aunque no esté claro ni el cómo, ni quién se encargará de medir tal cosa, y mientras tanto los resultados en lectura comprensiva, matemáticas, idiomas… nos sitúan muy lejos de la expectativa que un país como el nuestro debe tener.

5 comentarios:

  1. Anónimo9:10 p. m.

    Tradicionalmente el cometido del sistema educativo era impartir conocimientos, en tanto que la transmisión de valores era competencia de la familia. En la actualidad el sistema educativo está consagrado a imponer valores, en tanto que la adquisición de conocimientos queda limitado a aquellos cuya familia pueda pagárselos.

    http://diariorc.com/ensayos/28-politica/561-ensenanza-espanola-y-regimen-politico.html

    (Athini Glaucopis)

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  2. Me parece que lo has resumido a la perfección.

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  3. Bueno, el "buenismo" hace tiempo que goza de predicamento en nuestra sociedad. Yo también respeto tanto a Marina como a Savater (creo que su artículo de hoy en El País 7/9/2010), curiosamente, también sufrí una decepción sobre Marina cuando vino a dar unas charlas al colegio de mis hijos en defensa de Educación para la Ciudadanía. Las críticas que le hicimos varios padres y madres sobre el peso de la ideología de género en los programas del Ministerio de Educación fueron refutadas de manera simplista y condescendiente. Curiosamente, también mencionó a Finlandia, pero por el peso que las mujeres tienen en la rama ejecutiva de aquel país. Debo añadir que lo que a veces, desde la corrección política se entiende como "buenas personas", esconde líneas de pensamiento totalitarias que aspiran a controlar todos los aspectos de la vida personal de los ciudadanos.

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  4. Otra matización: el ataque tanto de Savater como de Marina al informe PISA, que sólo evalúa conocimientos y no "buenismo", quizás se deba a su implicación en defensa de la asignatura de Educación para la Ciudadanía y la elaboración de materiales para ella (el manual que blandió ZP en el Congreso para defender la asignatura era el de marina).

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  5. Sea como sea, resulta extraño que se minusvalore tanto la función propia de la escuela, como si la diferencia entre saber multiplicar o no, fuese baladí, pero también que se establezcan relaciones causales que se saltan tantas cosas, como mezclar sistema educativo y suicidio de esa forma simple, cuando se sabe que en general en todos los países del norte y con pocas horas de luz solar, hay un mayor número de suicidios y eso independientemente de la bondad del sistema educativo, y en fin que lo que sí está probado es el fracaso de nuestro sistema educativo en lo relativo a matemáticas, lectura compresiva y otras materias y todavía están por demostrar sus virtudes en el plano de los "valores". Yo al menos por ningún lado he leído que en ese sentido nuestro sistema sea superior a los de los países bien situados en los informes PISA.

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