10 noviembre, 2010

La culpa es del macho

De nuevo un artículo en El País en este caso de la magistrada Inmaculada González de Lara, vuelve sobre la supresión del ministerio de Igualdad. En este caso he optado por entresacar alguno de sus párrafos y que seáis vosotros quienes juzguéis.

 “Con la supresión del Ministerio de Igualdad naufragan las esperanzas que habíamos depositado en una España menos patriarcal, menos violenta con la mujer y más igualitaria.”

“Fue a partir de entonces –se refiere a después de la creación del ministerio de Igualdad- cuando, medio alcanzada la paridad, al menos de forma virtual, empezamos a soñar con romper el techo de cristal y hasta parecía alcanzable que en los altos Tribunales del Estado, cumbre institucional de la visibilidad, los dos sexos estuvieran representados de forma paritaria y que de verdad se pusiera en práctica la transversalidad que exige Europa, que se trabajara sin desmayo por la eliminación del lenguaje androcéntrico, por la educación en igualdad o por la creación de mecanismos interdisciplinares hasta lograr la eliminación de la violencia de género, atacando sus causas.”

“Siendo equivocada la supresión del Ministerio de Igualdad, lo peor es que vuelven a quedar sin bridas las fuerzas telúricas del poder masculino, que desde su sentimiento de expropiación ante los avances de la mujer, alienta el espíritu de la última remodelación de Gobierno, como desde aquí señalara Fernando Vallespín (Vuelve el hombre, EL PAÍS, 29 de octubre de 2010), porque resulta implícito que mientras se considera al Ministerio suprimido una frivolidad, se alimenta la tutela patriarcal, al encomendar la recuperación de la credibilidad del poder a lo más granado y sensato de entre nuestros mejores caballeros y paladines. Se podía haber hecho sin poner en riesgo las políticas de igualdad y sin devolver a la mujer a la invisibilidad.”

10 comentarios:

  1. Anónimo12:52 p. m.

    Casi siempre que hay una reacción agresiva, ya sea física o verbalmente, podemos apostar a que el motivo último es el miedo. Miedo a que te perjudiquen o te agredan, pero también miedo a perder privilegios, miedo a que se te cuestione, o a que salgan a la luz tus miserias.
    Por eso, aunque lo que dice esta persona es indignante (otra sarta de tergiversaciones y mentiras en su periódico lacayo), me agrada ver la virulencia de la reacción del lobby hembrista, porque significa que les ha dolido la desaparición de "su" ministerio. No entiendo por qué, y desde luego los motivos que expone son falsos. Yo creía que la "degradación" de la ministra a secretaria de estado era sólo un tema administrativo, y que podría seguir haciendo lo mismo desde la intacta "perspectiva de género". Pero se ve que estaba equivocado, algo importante han perdido cuando patalean tanto: quizá haya disminuido su capacidad de mangoneo en otros ministerios, no sé...

    Humberto.

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  2. Anónimo1:11 p. m.

    INTERESANTE NOTICIA:
    Un británico es reconocido como la primera persona sin géneroNació hombre, se cambió de sexo y más tarde decidió convertirse en neutro. Así lo certifica su partida de nacimientoPÚBLICO.ES Londres 16/03/2010 10:12 Actualizado: 16/03/2010 15:08
    May-Welby decidió después de muchos años solicitar al Gobierno australiano que no constara nigún tipo de distinción sexual en su partida de nacimiento.Norrie May-Welby, se ha convertido en la primera persona reconocida como neutro. Este británico de 48 años nació hombre, pero en 1990 decidió que se le hiciera una operación de cambio de sexo.
    Tras varios años como mujer viviendo en Australia siguió sin sentirse cómodo con su sexualidady solicitó a las autoridades que se le considerara neutro.
    El Gobierno australiano escuchó su caso y decidió modificar la partida de nacimiento declarándole oficialmente como una persona sin género, después de varios estudios médicos.
    May-Welby explicó que "los conceptos de mujer y hombre no encaja conmigo. La solución más sencilla es que no tenga ningún tipo de identificación sexual".
    La principal asociación sobre problemas de género en Reino Unido dio la bienvenida a la medida diciendo que "hay mucha gente a la que le gusta la idea de no tener identificación sexual".

    http://www.publico.es/301755/un-britanico-es-reconocido-como-la-primera-persona-sin-genero

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  3. Anónimo2:41 p. m.

    Es obvio que si lo que se pretende es que el sexo sea una cosa de cada cual, sin más repercusión administrativa que el ser moreno, rubio o pelirrojo, lo único sensato sería que el Estado tuviese prohibido exigir la identificación del sexo de cada individuo en ningún tipo de documento. ¿Por qué tengo yo que declarar si soy hombre o mujer para matricularme en la universidad, sacar el examen de conducir o solicitar una beca? ¿Por qué en mi DNI tiene que constar el sexo, y se consideraría intolerable que constara mi religión o el tipo de prácticas sexuales a que soy aficionado? Sin embargo, nuestras "feministas de género", después de tanto afirmar que el "género" es algo autocreado y mudable, se opondrían con uñas y dientes a esta desaparición administrativa de lo que según ellas no existe: ¿cómo iban entonces a gozar de los privilegios de la discriminación positiva?

    (Athini)

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  4. En efecto, Athini, lo que las hembristas quieren es privilegios de sexo (discriminación para el hombre). Por eso lo que piden es "visibilidad".

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  5. A mí lo que más me sigue sorprendiendo es la facilidad con la que desde esta ideología se “razona” al margen de los hechos. Esta señora habla de que “Con la supresión del Ministerio de Igualdad naufragan las esperanzas que habíamos depositado en una España menos patriarcal, menos violenta con la mujer y más igualitaria.” Haciendo caso omiso a las cifras de violencia de género que para nada han disminuido en el tiempo de funcionamiento del mismo y en un año en que desgraciadamente se están batiendo récords. Ni que decir tiene que parece excesivamente exagerado el papel que se le atribuye a la existencia del ministerio.

    Pero también la facilidad para poner el techo de cristal allí donde interesa en cada momento. Ahora por lo visto está en los Altos Tribunales del Estado para los que se pide paridad como si de un asunto de colegas se tratase y la carrera judicial estaría bien aplicada a los varones que para las mujeres se reservaría el 50 % de las plazas porque ellas lo valen. Se trata de extender a otro ámbito la existencia de una doble norma, como ya existe una doble moral, según la cual los varones deberían seguir el turno que les correspondiese pero las féminas se lo pudiesen saltar.

    Hasta que fuesen mayoría momento en el que dejaría de existir el problema porque entonces ya no habría “discriminación de género” y en consecuencia nada que resolver, como sucede ya en los ámbitos en los que las mujeres conforman mayoría.

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  6. Anónimo7:05 p. m.

    ¡más visibilidad! Pero si ya la tienen. Veamos: hace poco estuvieron de aniversario los descubridores del ADN. por todo el mundo circuló la reivindicación y la foto de la Técnico de Laboratorio que sacó la foto de la que Watson y Crick dedujeron la estructura del ADN. Por lo visto la aportación de esta mujer, indudablemente una científica de alto nivel pues estaba en un equipo de lo más avanzado manejando un instrumento sofisticadísimo para la época (lo que demuestra que al ser buena no la discriminaron)pues parece que fue más importante que la de los propios Nobel, premio que, si no fu¡era mujer, por lo visto se lo darían a ella, que en el equipo tenía un papel de técnico operando un aparato, como otros compañeros de los que nadie sabe nada.
    Otro ejemplo: la primera mujer que voló en avión (así como la primea que lo hizo en cada país, ciudad etc.) se hizo muy rica y famosa por un hecho que ya era casi rutina en los hombres. Y así podríamos poner muchos ejemplos: primero pasan los hombres, algunos se quedan en el camino, pero cuando el camino ya está abierto empiezan a pasar las primeras mujeres que cosechan más fama y riquezas que otros hombres que las precedieron y que permanecen en la más absoluta invisibilidad a pesar de tener mayor mérito. No las mujeres no están invisibilizadas, de hecho son sobre iluminadas cuando aparecen, pues antes no están oscurecidas, si no en todo caso ocultas, escondidas en la seguridad de sus refugios, solo cuando la situación se vuelve suficientemente segura y favorable salen a recolectar...a veces fama y riquezas

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  7. Anónimo8:56 p. m.

    En realidad las mujeres son la abrumadora mayoría en los niveles iniciales e intermedios de la carrera judicial, pero a nadie se le ha ocurrido proponer que se apliquen medidas de "discriminación positiva" a favor de los varones para que haya "paridad de género" entre quienes aprueban las oposiciones a judicatura o son contratados interinamente.

    Y en lo que respecta a los resultados obtenidos por las disparatadas políticas contra la "violencia de género", a la vista está que actúan como lo han hecho siempre los embaucadores: "si no se le ha curado la gripe con las dos sangrías que le he hecho no se debe a que las sangrías no curen la gripe, sino a que sólo hemos hecho dos y deberíamos hacer diez o veinte".

    (Athini Glaucopis)

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  8. Sin necesidad de ser sociólogo, cualquier persona avispada sabe que más importante todavía que el dato puede ser la tendencia. Y si algunos datos son demoledores como el de universitarias versus universitarios, o altos cargos de la administración del Estado femeninos, o la misma carrera judicial, la tendencia es a que en unos cuantos años las mujeres copen no sólo la mayor parte de los puestos de la Administración, también de la judicatura, y que la tendencia que ya se está produciendo en los medios de comunicación se agudice todavía más.

    En la administración pública ya son mayoría y en alguna comunidad las empleadas en ellas representan más del 30 % del total empleo femenino, como muestra este trabajo de Wonkapistas http://wonkapistas.blogspot.com/2010/06/asalariados-publicos-por-nacionalidad.html. Y hay otro dato al lado de éste que merecería mayor atención de la que se le está prestando, y es que donde las mujeres consiguen la mayoría terminan convirtiéndola en absoluta sin aparente remisión, léase por ejemplo, enseñanza sobre todo primaria y secundaria y las profesiones relacionadas con la salud particularmente enfermería.

    Lo que pasa es que debido no ya al doble rasero y la doble moral que se aplica al análisis de lo masculino y lo femenino, sino a que realmente también la norma es doble, es decir, cuando la mujer es minoría hay que denunciar el abuso, incluso apelar a una inexistente connivencia masculina que imposibilite el acceso a tales puestos a las féminas (techo de cristal) pero cuando es mayoría que nadie piense que algo semejante se aplicará a la situación para explicar el que ahora la minoría la constituya el varón pues desde ese momento la norma deja de tener vigencia. Es decir, aplico la norma que mejor me va en cada caso, pero al tiempo soy la campeona de la igualdad.

    En fin estamos en aquella igualdad que cuando es ella se expresa como: ningún hombre será más que yo, cuando es él se expresa como: ninguna mujer será menos que yo. Tengo para mí que la mejor manera de seguir la pista de lo que hará el feminismo es atender a lo que denuncia del machismo.

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  9. Anónimo4:02 p. m.

    Os dais cuenta que cuando habla de ministerio de Igualdad lo pone en constante relación con la visibilidad de la mujer. Da por supuesto que las políticas deben ir dirigidas a la mujer y lo debe presidir una mujer.

    Y yo digo, por qué continúan utilizando la palabra igualdad para referirse a intereses de la mujer. Por qué no la honestidad de hablar de ministerio de la mujer e intereses de la mujer en lugar de mezclar la palabra igualdad con algo que no tiene nada que ver con ella.

    ¿Por qué el feminismo no es claro ni un sus políticas ni en sus intenciones?

    Alberto

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  10. Anónimo10:36 a. m.

    Alberto, si el feminismo radical (hay otro más respetable) fuera claro en sus intenciones, veríamos claramente que es un nuevo tipo de pensamiento totalitario, paradójicamente similar al machismo, que pretende la división de la Humanidad en seres superiores, las mujeres (a quienes se reservaría la hegemonía y el dominio social), y otros seres inferiores, los hombres (relegados a papeles secundarios en la familia y la sociedad y la cultura).
    No se lo pueden permitir, sería como si un político corrupto expusiera sus verdaderas intenciones en un mítin, nadie le apoyaría.

    Humberto.

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