09 mayo, 2011

¿Paridad?

Hay quien fía el momento de la igualdad para cuando las mujeres jueguen al fútbol igual que los hombres, lo que a mí me parece que no dejaría  de ser una broma de mal gusto si de lo que se tratase fuera de la opinión de una única persona y lo contase entre los amigos, pero cuando donde se expresa es en la tribuna del periódico con más tirada y se sabe que lo que expresa es el parecer de un colectivo, me parece que la reacción no puede ser esa.


En la prensa de hoy se publica que el 69% de la nómina de la Xunta de Galicia es femenina destacando las siguientes magnitudes en tres de los más grandes servicios sociales: sanitario, educación y justicia.


"Por sectores, es el sanitario en el que la presencia de la mujer en Galicia resulta más relevante, al ocupar 25.461 plazas, un 74,1% del total. En el ámbito docente no universitario también resulta igualmente destacado, con 24.395 puestos, que son el 68,5% de las existentes en la comunidad, mientras que en Justicia las mujeres cuentan con el 70,2% de las 2.744 plazas."


A la vista de los anteriores datos: qué plazo habrá que esperar para que se produzca la paridad en dichos sectores ya que todo apunta a que esa tendencia no sólo continuará sino que en algunos casos lo hará con más fuerza y nadie en esta sociedad ha levantado su voz para exigir un poco de equilibrio. La pregunta a mi entender es: tendrá límite esta tendencia, es de recibo que tres servicios tan básicos para una sociedad presenten una composición por sexos tan desequilibrada, cuántas más sorpresas nos aguardan en esto de la composición del mercado laboral.



21 comentarios:

  1. Anónimo1:09 p. m.

    A los habituales de este blog: les recuerdo que la Xunta de Galicia ha estado practicamente toda su historia en manos del PP.
    Arturo

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  2. Humberto3:03 p. m.

    Yo pienso, Emilio, que el dato no es en sí mismo alarmante. Se supone que si hay mayoría de mujeres será porque con su esfuerzo habrán ganado esas oposiciones. A esto solo le pondría un pero en el sector educativo, donde el equilibrio de sexos de los enseñantes sí tiene importancia para los alumnos, que necesitan ambos modelos, como se viene diciendo en este blog. En el resto de sectores, creo que da lo mismo el sexo de quien haga el trabajo, con tal de que lo haga bien. De hecho, por los datos que da La Voz de Galicia, en el conjunto de la administración pública no hay demasiada diferencia entre sexos; lo que significa que algún sector habrá con marcada presencia masculina, lo cual tampoco me parece mal.
    Lo escandaloso es que cuando el resultado final es de mayor presencia masculina, enseguida salen las voces siempre airadas que claman al cielo por el machismo opresor que margina a las mujeres, y que hay que resolver sí o sí, y ya. Entonces ya no se tiene en cuenta que los méritos de esos numerosos hombres pueden ser mayores, o que se trate de una actividad que atraiga más al sexo masculino. Cuando las mujeres se quedan por debajo del 50%, es desigualitario, intolerable y bla, bla, bla; cuando lo superan, se mira para otro lado y a silbar. Lo escandaloso es el doble rasero, que tanto acostumbra a usar la ideología de género.

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  3. Mi intención inicial es señalar el doble rasero, en segundo lugar señalar que esa brecha tiende a crecer, en tercer lugar me parecen sectores suficientemente estratégicos como para que exista un mayor equilibrio, en cuarto lugar no puedes fiarte del cómputo global porque la media de edad de los varones es mucho más alta que la de ellas, es decir entre los profesores a las puertas de jubilación hay muchos más varones, sin embargo entre quienes acceden la diferencia es todavía mayor que la que señalan esas estadísticas.
    En relación con por ejemplo la justicia es muy relevante ese dato porque además tiende a concentrarse en determinados ámbitos como todo lo relacionado con el derecho de familia... Recuerdo una experiencia de un hombre que relataba una cierta sensación de irrealidad en un caso de separación de esos terribles, en que contaba como todo el personal con el que tenía que tratar había sido femenino, su abogada, la de su esposa, las funcionarias del juzgado, las psicólogas, la fiscal y hasta la juez.
    En fin, creo que es importante que se hable de estas cosas porque seguramente las perspectivas y las experiencias varían para cada caso. Creo además que en todo este asunto hay una componente inmaterial más y es la voluntad de las mujeres de ejercer como mujeres cosa que no sucede con los hombres. De todos modos no tengo ideas cerradas sobre el asunto y estoy dispuesto a escuchar todas las opiniones y modificar la mía si creo que no responde a los hechos.

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  4. ¿No hay alguna entrada en el blog Mujeres de El País, en la que pudiera ser pertinente recordar estos datos?.

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  5. Uno de los argumentos retóricos de la ideología de género es que cuando ellas tengan su justa representatividad las cosas funcionarán mejor. Habrá menos “mobbing” laboral. La economía funcionará sin ciclos, ya que ellas son mejores administradoras y no especulan salvajemente. La realidad en cualquier caso parece empeñarse en que lo femenino no es necesariamente garantía de mejora.

    En enseñanza, sanidad y justicia ya son mayoría absoluta en España, como queda claro en la entrada de Emilio. Simplemente, invito a los lectores y lectoras de este blog a que reflexionen sobre el estado de estos tres importantes pilares de la sociedad.

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  6. Anónimo11:52 p. m.

    Consiguieron colarnos la discriminación positiva (para ellas)con el argumento un tanto falaz de que en ningún sector debería haber menos de un 40% ni más de un 60% de cada sexo, si no sería síntoma de discriminación sexual. Y así se está colando en el cuerpo legal las diferentes medidas para reequilibrar los sexos. En cuanto ese argumento empezó a ser aceptado por la sociedad ya pasaron a hablar de discriminación positiva en beneficio de la mujer, lo que no se recoge en ninguna ley o norma legal (que yo sepa) pero si se aplica tal cual como todos sabemos. Igual que Humberto, creo que el sexo del que ocupa un cargo o un puesto de trabajo debe ser irrelevante salvo en educación y poco más. Pero ellas están logrando imponer su interés sin apenas oposición. Propongo aplicar lo de si no puedes con ellos únete a ellos y reclamar la total aplicación de la discriminación positiva en su formato original y único aceptado formalmente: la aplicación generalizada de la regla del 40/60. supuestamente los principales perjudicados seremos los "privilegiados" varones. No debería haber, en principio, ningún obstáculo, que si lo habrá. Si el legislador se ve obligado a aplicar la rgla del 60/40 de forma general, bien sea vía recursos legales, presión politica, presión social o por cualquier otra vía...sería más que interesante ver la reacción de las feminazis.
    Arturo

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  7. Anónimo12:42 a. m.

    Ya lo decía Elisabeth Badinter: lo del 60/40 % podía llegar a ser un arma de doble filo para ellas, al final resulta que puede ser cierto y posiblemente la única manera hoy por hoy de frenar el noventa y tantos % frente al exiguo dígito inferior al 10% de otras muchas situaciones dispares.
    Como por ejemplo, la de las custodias no ya monoparentales de los progenitores varones, si no simplemente frente a las compartidas -que por cierto ahora dicen ellas "impuestas" en sus manifestaciones, como si pudieran ser de otra forma dado el actual estatus de la cuestión-
    Luis

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  8. Anónimo8:14 a. m.

    Disculpad por si no suena muy fino pero tengo la impresión de que nos las están metiendo doblada

    Alberto

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  9. Anónimo8:19 a. m.

    Yo lo que no entiendo es cómo no somos más los que estamos por esta causa.

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  10. Humberto9:12 a. m.

    Si lo contemplamos desde el punto de vista de la pareja, parece que vamos hacia un modelo de mujer funcionaria y hombre empleado en el sector privado. Es decir, que el hombre "disfrutaría" por lo general de un trabajo más inestable, más incómodo, con jornadas más largas y menos posibilidades de conciliación, y para postre, con mayor siniestralidad. A cambio, tendría la ventaja de una mayor remuneración. Pero bien pensado, esta ventaja no es tal, porque en el habitual matrimonio de gananciales, ambos miembros tienen el mismo derecho a disponer de los ingresos familiares, de hecho sabemos que son ellas las que gastan la mayor parte. Para colmo, en caso de divorcio, el hombre deberá compensar, a menudo de por vida, a su expareja "para que no se vea perjudicada tras la ruptura". Y encima, sus quejas a nivel colectivo por la brecha salarial les proporcionan otras ventajas compensatorias. ¡Jugada perfecta! No me extraña que se dejen la piel estudiando oposiciones.

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  11. Me da la sensación de que volveremos sobre este asunto muchas veces, pero convendría ir tomando algunas notas:
    Es un modelo en el que ellas salen ganando. Tiene efectos importantísimos sobre la estabilidad de los ingresos: al albur de las circunstancias en el caso del empleo privado y con unas posibilidades de conciliación entre vida personal y laboral muy superiores en el caso del empleo público, a lo que hay que añadir que éste último no está sujeto a productividad. Cuando escribo esto se me viene a la cabeza que fueron ellas las que desde siempre optaron por la casa y los hijos y sin embargo lo que nos quieren vender es la idea de que todo fue imposición nuestra.

    En otro orden de cosas contrasta la crudeza y claridad de estas cifras con la pretensión de esos señores a los que gustaría que estuviésemos hablando de fútbol o de la mujer barbuda.

    Observad otra cuestión relevante: ¿os dáis cuenta que no tenemos interlocutor, que la estrategia de la retirada cuando no le interesa que practica el feminismo nos deja razonando entre nosotros algo en lo que sin embargo uno de los polos no está?

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  12. Humberto11:22 a. m.

    Creo que en este blog no tenemos interlocutor porque los hombres que aquí nos expresamos no cuadramos con el modelo que a ellas les interesa. Las hembristas prefieren tener enfrente a los clásicos energúmenos machistas fanáticos, que realmente son más fáciles de rebatir porque ellos mismos se descalifican (como lamentablemente vemos a menudo en otros foros). Perdonadme si peco de chovinista, pero creo que aquí solemos participar hombres que estamos por encima de ese nivel: damos argumentos razonados, manejamos información respetable, y discrepamos civilizadamente cuando se da el caso. Somos gente difícil de manipular o ridiculizar, que es lo que les gustaría. Por eso no les interesa participar en este blog, porque corren el riesgo de salir escaldadas. Y por eso creo que sería importante que nosotros saquemos nuestro punto de vista al exterior, participando también en otros blogs, por ejemplo los de mujeres de El País o El Mundo, que tienen muchos lectores.

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  13. Anónimo12:11 p. m.

    La razón es obvia, el título o nombre del blog que fue lo que a mi particularmente me interesó, es lo que a ellas o incluso otros ellos no les interesa, por que aboga, entiendo yo por la primacía de la persona frente al "género" que es la base sobre la que se asienta este nuevo y perverso (pues tergiversa el sexo) "paso" adelante hacia el "empoderamiento" femenino según reza el ideario actual del feminismo imperante.
    Luis

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  14. Entiendo que debatir en el blog Mujeres va a seguir siendo una necesidad, pero debemos ser conscientes de que a lo que deberíamos aspirar sería a crear un foro de opinión donde se pusieran a debate no sólo los temas que pueden interesar en un foro feminista, sino todos aquellos que como éste que en cuanto se plantean obligan a cambiar el chip, a virar el planteamiento con el que se abordan, a abandonar la perspectiva de que quien está en desventaja permanentemente es ella, porque como vemos cada día, en multitud de ocasiones, quien lo está es él.

    Como decía alguien por ahí haría falta que fuésemos muchos más, alcanzar ese umbral que permite un funcionamiento no dependiente y con capacidad para generar dinámica propia, porque no solo seríamos capaces de discutir también de hacer aflorar temas y realidades que ahora mismo permanecen en la sombra porque no interesa que se conozca la verdadera realidad de los sexos.

    Un foro en el que lo que se plantease fuese la necesidad de constituirse en sujeto político porque es en ese terreno en el que lo ha situado el feminismo institucional. Se hace preciso cambiar las inercias actualmente existentes en el sentido de que desde las Administraciones públicas no se puede seguir discriminando a los varones en base a crear y sostener organismos por y para la mujer cuando en realidad lo tendrían que ser a favor de la igualdad y por tanto atención a los dos sexos y no sólo a ellas.

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  15. Anónimo12:42 p. m.

    Las feministas estaran contentas al ver vuestra reaccion, seguro que os consideran muy primitivos, muy machistas, misoginos, si vosotros protestais es que ellas lo estan haciendo muy bien, constatan que os estan haciendo daño, hablo de vosotros, minoria de hombres que se quejan de los favores que se les conceden a las mujeres, por supuesto que es lo que les corresponde legalmente, teneis que pagar hasta cuando ellas quieran todos esos siglos de opresion y crueldad, teneis que pagar por vuestra masculinidad caduca, violenta y criminal,

    a ellas no les importa contradecirse, ser incoherentes, ser injustas y parciales, tener opiniones disparatadas sobre los hombres, siempre son perdonadas y justificadas, ahora se favorece mas al que siempre fue mas desfavorecido, da igual que no haya pruebas de las diferencias salariales por sexo, solo importa el espiritu de cuerpo, ser una sola mujer defendiendo los intereses del grupo, la potente piña femenina desplegando todo su poder, amedrentando a los hombres, coaccionandolos y amenazandolos,

    y ahi les teneis, acobardados ante millones de mujeres que parece que les esten vigilando en todo momento, todo lo que dicen y hacen, para que no cometan actos machistas, para que no defiendan a otros hombres, para que sean serviles y generosos con la causa feminista, es la causa de todas las mujeres, todas se benefician, ellas no pueden oponerse a la injusticia del equilibrio,

    reciben mas y asi debe ser, los hombres valoran menos la vida, se matan en las guerras, se matan en las calles, sus vidas valen menos, merecen menor atencion y proteccion, asi fue siempre y asi seguira, cualquier defensa al colectivo de los hombres es innecesaria, dañina para las mujeres, sospechosa de fomentar el patriarcado, incluso queda ridicula dada la gran supremacia y poder y omnipotencia de los hombres,

    porque la queja de los hombres es desagradable, injusta, peligrosa, perpetuadora del crimen, atenta contra los intereses de las mujeres, por eso debe ser aplastada, se debe amenazar y coaccionar al que la esgrime aunque sea de un modo pacifico y racional, se inventan terminos para estas nuevas reacciones masculinas, sin duda motivadas por ese ancestral odio a las mujeres que llevamos dentro,

    cualquier significado de la justicia que conocieramos anteriormente ya no sirve, la justicia ya no es la razon, no es la coherencia ni el argumento logico, no es la verdad ni el dato irrefutable, no señores, la justicia es corregir el desequilibrio que la mitad de la poblacion quiera corregir aun en perjuicio de la otra mitad, otra mitad que no tiene derecho a la queja ni a la protesta pacifica,

    otro colectivo de estigmatizados y eternamente sospechosos, un grupo de seres inferiores a los que corregir desde su nacimiento, interviniendo no solo en sus conductas, tambien en sus genes, en sus mentes incorrectamente masculinas, y ahi tenemos al hombre aterrado por la gran masa que le apunta con el dedo, que no le deja ni siquiera pensar, que le frena y le oprime, un hombre que no puede defender a su colectivo, que no puede solicitar mejores condiciones para su colectivo, que no se atreve casi ni a respirar

    señores, asi estamos y asi seguiremos mientras sigamos teniendo miedo a esta brutal represion nunca conocida hasta entonces, pensar con claridad esta muy bien pero ya va siendo hora de oponerse con mas fuerza y de superar las trabas mentales que nos impiden ver esta nueva realidad diseñada en nuestra contra.

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  16. Si así fuera dejaríamos bien claro que no tenemos ningún odio, que no actuamos así por odio o por revancha, sino porque nos entendemos ciudadanos con derechos y el primero intervenir y decir cómo queremos que sea nuestro futuro y el de las sociedades en que vivimos.

    Que además estaremos siempre por los métodos pacíficos y no violentos porque pensamos que la mayor derrota para el feminismo revanchista es quitarles el velo, cosa que hay que reconocer no es fácil porque procura esconderse siempre que se sabe perdedor, pero situada en el terreno de la inteligencia y no de la fuerza.

    Estoy convencido de que dentro de lo minúsculo de nuestra fuerza las feministas no pueden estar contentas porque hasta el presente las batallas que les libramos se las estamos ganando y sino repásese la historia de un espacio como Mujeres.

    En fin, es verdad que hasta el presente las reacciones del feminismo van en la dirección de amedrentar e impedir cualquier debate ideológico en condiciones de igualdad pero también estamos seguros que eso no puede tardar, Pelle Billing lo está haciendo en Suecia y Warren Farrell en EE.UU, me supongo que aquí también pronto se hará. Es más, muchas mujeres están descubriendo la cara oscura de este feminismo y no se muerden la lengua al calificarlo.

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  17. Keyser Söze4:34 p. m.

    La paridad, tal y como nuestro hembrismo institucionalizado la entiende, es un sinsentido. No hay por dónde cogerla y sólo cabe rechazarla en su totalidad.

    La composición paritaria tiene sentido en el caso de órganos representativos en que distintas posturas han de tener un mismo número de miembros para evitar desigualdades (o para facilitar la toma de acuerdos que satisfagan a algo más que a una mayoría). A esos miembros se les exige algo tan sencillo como que tengan capacidad de trabajo y sean válidos para las funciones de representación que les han sido encomendadas.

    En la paridad hembrista no existe este componente de validez. Da igual que las mujeres sean inexpertas; que sean favoritas de algún sátrapa de comunidad autónoma; que no tengan más méritos o currículo que inteligencia un mosquito. Resulta difícil concebir cómo, si no es en términos de cuotas de poder, se puede entender una paridad fundada en que las mujeres son un bien válido por si mismas. Claro está que es un sistema espléndido para que personas que en otras circunstancias habrían carecido de toda oportunidad medren sin frenos. Es un sistema perverso que únicamente satisface las ansias y deseos de esas inútiles, porque a cualquier mujer inteligente le gusta que la aprecien por algo más que por su mero sexo. La paridad desprecia los principios de igualdad, mérito y capacidad que normalmente deben inspirar el funcionamiento de las Administraciones.

    Hay, claro está, un segundo componente de esta paridad. El hembrismo está muy satisfecho de que su igualdad se base en el principio de que hombres y mujeres son diferentes. Como he dicho en alguna otra ocasión, el modus operandi del hembrismo es de que allí donde la mujer es inferior al hombre hay que protegerla porque es inferior; mientras que allí donde la mujer es superior al hombre, hay que expulsar al hombre porque, al cabo, es inferior. Toda una declaración de guerra sucia de sexos.

    No quería centrar, sin embargo, en la inadmisible igualdad sino al hecho de que cuando los hembristas hablan de paridad están declarando que, de alguna forma, hombres y mujeres son grupos distintos; de suerte que en donde hay demasiados órganos la mujer, el sexo femenino, está subrepresentado. Da igual de qué estemos hablando (de bomberos, de policías, de militares, de poceros...); si no hay suficientes mujeres, la feminidad no está suficientemente representada. Más que en sexos distintos están pensando en especies distintas de homínidos: ellas, mulier superior; nosotros, homo neanderthalis.

    De lo contrario, no se entiende cómo cierta ex-ministra han llegado tan lejos. Seres que constituyen la máxima representación del porque tú lo vales (y que se han dejado adular, querer y obsequiar sin pudor por los patriarcas de su partido, en lugar de rechazar su nefasta protección para abrirse camino por ellas mismas) son la máxima expresión de la estupidez a la que puede conducir la aplicación insensata (la verdad, en este contexto, la única posible) de un principio ya por si nefasto.

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  18. Keyser Söze, hasta ahí habíamos llegado, sabemos que la paridad no es un buen instrumento, pero resulta que ahora mismo en nuestro país es derecho positivo, que lo mismo vale para las listas electorales, que para hacerse con el control de la televisión pública (aquí más bien la discriminación positiva), que para formar parte de los consejos de administración de las empresas, que para promover a mujeres a puestos de catedráticas, investigadoras, rectoras, etcétera.

    El feminismo se ha saltado en todo esto la fase deliberativa y pasó directamente a las leyes, en lo que aquí estamos tratando, básicamente la Ley de Igualdad, aunque todas las demás leyes de género estén dando el marco necesario en el que entenderla.

    Lo que está claro es que tal como están las cosas se aplica siempre la norma que más nos perjudica, donde ellas llegan peor: discriminación positiva y paridad, donde se pasan es porque lo valen.

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  19. Anónimo6:31 p. m.

    No existen tales masas de feministas. Como ya hemos manifestado Humberto y otros, son una absoluta minoría sospechosamente mantenida por las instituciones. Ya lo decía Emilio, nuestro anfitrión, hace pocas fechas: son una militancia pagada. Y siempre ha sido así. Cada partido, sindicato o grupo de acción política de cualquier índole, ha impulsado su “sección femenina”. Y la pregunta es a qué intereses responden, porque algo huele a podrido en feminilandia.
    Pienso que su función es distraer al personal, puede que haya otras, pero desde luego, la de distraernos con tonterías con la que está cayendo parece bastante evidente. Nos liamos a pelearnos con la guerra de sexos (y ya hemos visto que aunque no entres al trapo te guerrean igual) y mientras tanto los poderosos de este mundo haciendo de las suyas, a neoliberalazos sin oposición y encima pagando la factura 1º de la fiesta de otros y luego de los cacharros rotos en plena euforia…y el personal liado a discutir de miembras monoparentales y otras estupideces.
    Esto me recuerda cuando a mediados de los 60 empezaban en USA las protestas contra la guerra del Vietnam y las universitarias estudiantes de clase media americana empezaron a quemar públicamente sus sujetadores para protestar por la tremenda opresión que representaban esos sujetadores ofreciendo un magnífico espectáculo de juveniles transparencias cuasi porno para los estándares de la época…y mientras tanto a sus compañeros de pupitre los estaban reclutando par ir a morir y a matar en la selva, vamos, una nadería comparado con la tremenda opresión de los sostenes (cuya fabricación y venta, por cierto, sigue siendo un gran negocio…pobrecillas)
    Arturo

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  20. Quizás sería interesante, ahora que los partidos están a la caza del voto, crear una especie de “marcador de la iguladad” (equality scoreboard) desde un punto de vista masculinista. Es algo utilizan diferentes grupos en los países anglosajones para medir el grado de compromiso de cada partido con sus reivindicaciones. Así, se podrían evaluar las propuestas de los diferentes partidos en España con relación a los siguientes parámetros:

    - Educación: ¿Qué medidas contempla su programa para paliar el fracaso escolar masculino?
    - Trabajo: Ahora que hombres y mujeres sufren las mismas tasas de paro, ¿qué medidas específicas se van a adoptar en los sectores que han castigado especialmente a los hombres?. ¿Y sobre accidentes laborales?. ¿Cómo se posiciona el programa en el tema de la paridad forzada?
    - Familia: ¿Qué papel se otorga a la custodia compartida?. ¿es partidario de que la LVG pasa a llamarse Ley sobre la Violencia Doméstica?

    Y así con diferentes aspectos en los que los hombres han sido particularmente excluidos…aunque según voy escribiendo esto, me doy cuenta que las diferencias de los partidos españoles en estos temas serían apenas perceptibles. Es una idea que lanzo en cualquier caso.
    Lo de participar en los foros abiertos en otras publicaciones, aportando datos y sensatez, quizás sea lo más viable a corto plazo.

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  21. Arturo, yo distinguiría dos cosas: la militancia en sentido estricto que puede que sea minoritaria, y en ese sentido no se distinguiría mucho de la masculina, y la conciencia de género, que no tiene nada que ver para ellas y para nosotros.

    El feminismo se mueve en este sentido de modo bien diferente a otros movimientos sociales, de ahí seguramente la confusión. El papel que no juegan esas "masas" feministas es sustituido con ventaja por un montón de publicaciones hechas por mujeres y para mujeres, por la militancia en partidos políticos y sindicatos donde el único género que existe es el femenino, etc.

    En esto conviene tener cuidado y no pensar que al feminismo las cosas le vienen llovidas del cielo porque no es así, el entramado feminista sin ser un movimiento de masas al estilo clásico, tiene tentáculos en los más importantes niveles de decisión: políticos, sindicales, de medios de comunicación, onegés, etc. etc. Observarlo desde esta perspectiva es lo que permite apreciar la enorme distancia entre el feminismo y los brotes más que verdes del masculinismo.

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