La etapa de infantil no debería tener contenidos académicos en sentido estricto y habría que trabajar en la idea de plantillas compensadas por sexo. Sería necesario ampliar los permisos paterno y materno de tal modo que los niños pasasen con la familia el mayor tiempo posible.
En mi opinión la clave de bóveda está en Primaria porque ahí es donde con más claridad está fallando nuestro sistema. De esa etapa los alumnos debieran salir con un buen nivel de lectura comprensiva y cálculo y con conocimiento de técnicas de estudio básicas: calidad de la letra, orden de los textos, sistemática de los apuntes, métodos de estudio, etc.
Aún cuando mi apuesta es por la escuela compartida entiendo que se hace preciso tener en cuenta los diferentes desarrollos psicológicos y emocionales de niños y niñas, a fin de integrarlos como pluralidad en una enseñanza personalizada sin pretender un modelo único y universal en base al comportamiento de las niñas. Los enormes avances de la neurociencia así lo reclaman por contraste el estrepitoso fracaso del modelo culturalista de la tabla rasa vigente de modo implícito en el actual.
Desde luego el conocimiento del idioma instrumental y el trabajo con el cálculo y las matemáticas debiera estar claramente fomentado. Son los instrumentos necesarios para cimentar cualquier otro saber. Habría que recuperar los dictados y la memorización de canciones, poemas o breves textos literarios. Desde Primaria habría que centrar los contenidos en las cuestiones académicas, aligerando los currículos tanto en esa etapa, como sobretodo en Secundaria.
También habría que realizar un importante esfuerzo para atraer a los hombres hacia la formación de los niños en los primeros años de vida, ya que parece claro que en la relación alumno profesor se aprenden muchas más cosas que la enseñanza formalizada y que el contacto con personas de los dos sexos es enriquecedor en ambos sentidos.
En la educación secundaria sería necesario aligerar ampliamente el currículo y conseguir una buena compensación de materias entre las ciencias y las humanidades además del o de los idiomas propios y una lengua extrajera. Parece que hay bastante coincidencia entre los profesionales de que 12 años es una edad demasiado temprana par llevar a los alumnos a los centros de secundaria, resultando mejor la de 14 años. Se haría necesario prolongar el BAC que en los dos años actuales resulta muy concentrado.
Por supuesto que el fracaso escolar y en particular el masculino deberían ser motivo de seria reflexión y de puesta en marcha de medidas para corregirlo en la perspectiva de su total eliminación. Seguramente harían falta un conjunto de medidas entre ellas contemplar grupos más reducidos en alguna etapa especialmente crítica y desde luego dotar a los centros de los mecanismos necesarios para evitar que los comportamientos disruptivos terminen impidiendo el desarrollo de las clases y la atención que se merecen los alumnos que van bien y mantienen una actitud correcta.
Otras cuestiones serían que la religión debería quedar fuera del currículo y Educación para la ciudadanía debería abandonar su carácter doctrinario y de género y sin embargo debería reforzar enormemente el conocimiento de nuestra Constitución y ordenamiento jurídico, y de la estructura y funcionamiento de la Unión europea. El conocimiento no debería quedarse en los aspectos más superficiales y debería profundiza en los mecanismos de financiación, y en el funcionamiento de la estructura política.
Chapeu por esta propuesta educativa...llena de campos de minas. Por ejemplo, la simple mención de educación diferenciada de entrada te hace acreedor de la etiqueta de machista retrógrado o simpatizante de alguna secta ultra católica. Suprimir EpC tal y como está ahora te retrata como un intolerante a ojos de ciertos sectores. Lo cierto es que es un acercamiento que está siendo experimentado con éxito en en las comunidades afroamericanas de EE.UU en colegios públicos...y apoyada sin complejos por Obama. La renombrada pedagoga sueca que expuso sus directrices ante la Generalitat tripartita tampoco condenaba este enfoque pedagógico...y fue crucificada por la corrección política de los diputados y diputadas catalanes.
ResponderEliminarEn Madrid, un ex candidato socialista (Simancas) prometió en campaña un modelo finlandés como el que propones..pero tras el field trip por aquellos lares...parece ser que lo consideró inviable y dejó hablar del tema.
Googleando "sigle sex educatión", se pueden acceder a multitud de artículos sobre el tema. Incluyo el enlace a la discusión del New York Times, periódico progresista que no se muestra taxativamente condenatorio con el tema, en especial en relación con la población afroamericana:
http://topics.nytimes.com/topics/reference/timestopics/subjects/e/education_and_schools/single_sex_education/index.html
Indudablemente, tener claros los valores constitucionales y reforzar una educación cívica sería una mejora importante.
Coda a mi anterior comentario: Y debería incluirse, en la asignatura que sustituyese a EpC, educación relativa a las instituciones financieras y concienciación sobre el uso de instrumentos crediticios, gestión de presupuestos personales y alentar a los alumnos sobre sus derechos como consumidores. En los países nórdicos se tratan estos temas, así como en UK. Obama lo ha incluido en su paquete de reformas económicas económicos, aunque la asignatura en Secundaria de Home Economics ya abordaba algunos de estos temas.
ResponderEliminarYo, como todas las personas son distintas, y los niños no lo son menos, propongo clases de un niño por aula. Esa seria la única manera de que la enseñanza se adaptara a cada uno.
ResponderEliminarPlutarco, hablo de educación diferenciada, no de separación de centros ni tan siquiera de grupos, aunque no me asuste para determinados casos la educación separada. Con la legislación actual tal cosa sería incluso no sólo posible sino lo que habría que hacer cuando se habla de personalización de la enseñanza reforzando aquellas áreas en que cada alumno o alumna muestre más dificultades. Lo que ocurre es que el enfoque culturalista actual impone que existe un único modelo a seguir y ese es el de las niñas y así se actúa.
ResponderEliminarSiguiendo su propuesta de que la Primaria sea más larga y el Bachillerato también sea más largo, nos sale una enseñanza Secundaria hasta los veintiun años.
ResponderEliminarComo ni la paciencia ni las arcas públicas están para eso, lo que se propone es que eliminemos la Secundaria Obligatoria, y que se pase directamente de la Primaria al Bachillerato. Como el Bachillerato no puede ser obligatorio, volveríamos a tener como enseñanza obligatoria solo la Primaria, hasta los 14 años.
Y con los alumnos y las alumnas debidamente separados.
Y con una asignatura de Formacion del espíritu constitucional.
Ups, espera... ¡vamos a volver al Plan del 57!
Espero que al menos sea sin Latín...
Lo único que falta aclarar es en qué se parece la propuesta de la entrada al modelo finlandés.
ResponderEliminarEs decir, en qué se parece que no se parezca al holandés, italiano, brasileño o comanche. Por supuesto en todos hay aulas, profesores y curriculos, lo que no deja de ser un parecido razonable.
Efectivamente, la educación diferenciada tal y como la planteas desde Primaria no equivale a separación de centros ni influye en la socialización entre sexos. Los colegios que realmente tienen implantada una enseñanza personalizada atienden las diferencias madurativas entre niños y niñas que indicas sin diferencias significativas en cuanto al fracaso escolar entre ambos sexos. Mi comentario simplemente señalaba los inconvenientes que para el enfoque culturalista/LOGSE/LOE una educación basada en el sentido común.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAloe, tengo la impresión de que la pasión te ciega y has decidido disparar contra todo lo que se mueva, o a ti te parezca que se mueve.
ResponderEliminarEducación diferenciada no es educación separada, que los alumnos no abandonen los centros de Primaria hasta los 14 años no quiere decir que la Primaria llegue hasta esa edad. Y ampliar los años de bachillerato no tiene porque hacerse por arriba, también se puede hacer por abajo. Los cambios que propongo no tienen nada que ver con los años de enseñanza obligatoria.
Te pediría que leyeras lo que pone el texto y, no te leas y te contestes a ti misma, aunque solo sea porque ejercitar la facultad de escuchar o leer lo que otros proponen es muy saludable si uno quiere entenderse con los demás.
Aloe, googleo una vez más para completar el conocimiento que tienes sobre los temas. En el siguiente documento verás algunas de las semejanzas entre los propuesto en esta entrada y el sistema educativo finlandés:
ResponderEliminarhttp://www.minedu.fi/OPM/Koulutus/koulutusjaerjestelmae/?lang=en
Plutarco, sin ir tan lejos en esta misma bitácora hay varias entradas que hablan del tema, una de ellas ésta:
ResponderEliminarhttp://personasnogenero.blogspot.com/2011/04/finlandia-espana.html
Me parece una gran entrada que se hacía necesaria y que en sus grandes rasgos me parece muy acertada. El tema de la educación tiene una gran importancia para la sociedad para cualquier sociedad para ésta y en nuestro caso más si cabe porque además de tener unos muy malos resultados, el fracaso escolar de los chicos es abrumador. Que cunda el ejemplo.
ResponderEliminarDe las intervenciones de Aloe me sorprenden dos cosas: su virulencia y su desinformación.
Alberto
He tenido mucho trabajo últimamente y no mucho tiempo para blogs pero comento algo a grandes rasgos.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con lo de la etapa de infantil. A esas edades se aprende simplemente jugando. Poner a los críos a hacer palotes es como forzarlos a andar (que recordemos se intentó en una época con la moda aquella de las andadoras y ahora se sabe que son muy perjudiciales). Bueno, y ya sabes que no veo un problema fundamental que las plantillas no estén compensadas por sexo, en uno u otro sentido, pero daño no hace tampoco :-)
En cuanto a primaria, no sé de qué manera quieres "tener en cuenta los diferentes desarrollos psicológicos y emocionales de niños y niñas". La educación diferenciada no es una solución porque tiene más inconvenientes que ventajas. Además supongo que habría que tener en cuenta todas las diferencias… cosa que, si no imposible, es muy difícil. No sé, yo abogaría por grupos flexibles según capacidades y desarrollo… y no tanto por edad y menos por sexo. Sería una manera de hacer encajar el sistema a los niños y no los niños al sistema.
Los 12 años de la secundaria tienen que ver con los estados evolutivos de Piaget y en principio no veo mal que empiece a esa edad. Respecto al fracaso escolar y los comportamientos disruptivos, de nuevo, creo que quizás la respuesta está en los grupos flexibles o incluso distintos itinerarios según la edad. La verdad es que el sistema actual, en nombre de una falsa equidad, acaba siendo tremendamente clasista. No vería nada mal itinerarios especiales para chicos brillantes en diferentes áreas, a modo de escuelas de tecnificación de fútbol (que curiosamente sí están bien vistas por la sociedad - por qué no una Masía para críos con especial capacidad para las matemáticas, por ejemplo). A mi modo de ver es la única manera de que la escuela acabe sirviendo realmente de medio para la movilidad social, a parte de que tendríamos titulados mejor formados, lo que es un objetivo prioritario en si mismo, y jóvenes menos frustrados.
De acuerdo con que la religión esté fuera del currículo. En cuanto a la EpC, lamento meter de nuevo el dedo en la llaga, pero creo que debería tratar contenidos relacionados con la desigualdad, el sexismo y la sexualidad. Quizás, los profesores de instituto tengan más elementos para juzgar que yo, pero me espanta el retroceso que hay en cuanto a altos niveles de machismo y homofobia en adolescentes (niñas de 15 años que dicen que su novio no la deja vestirse de no sé qué manera, niños que dicen que tal niña es una guarra por tener una actitud x, y cosas así, no son raras en los institutos españoles - ya sé que has comentado un estudio fatalmente hecho al respecto que no es creíble… pero no significa que la realidad no esté ahí).
Como digo en la entrada la ausencia de la figura masculina en determinadas etapas de desarrollo está comprobado que empobrece y en muchos casos es gravemente dañina como en muchos otros post se tiene dicho y relata la experiencia internacional.
ResponderEliminarEn principio la educación ha de ser diferenciada siempre puesto que se pretende una educación personalizada y más allá de eso estadísticamente se observan diferentes rendimientos de chicos y chicas en según qué cosas, por ejemplo lectura comprensiva, pues bien se trataría de no hacer normal que los chicos quemen etapas sin alcanzar determinados estándares de lectura, incluso de oralidad. Por lo demás en esa etapas es sabido que el desarrollo psicológico y emocional de las chicas es superior.
Lo de los 12, lo he puesto ya que uno de los graves problemas observados en nuestro sistema es el salto de los centros de Primaria a Secundaria que según casi todas las experiencias -y aquí me refiero al profesorado que cubre esas etapas- se produce demasiado temprano lo que por otro lado se refleja en los resultados escolares.
En relación con tu último párrafo te sugeriría que leyeses la entrada: El sesgo que no cesa, para diferenciar lo que sucede en realidad de lo que nos quieren hacer creer que sucede. Pero también preguntarnos ¿cuándo deberíamos empezar a notar mejoría, si cada día que pasa hay más campañas, más talleres, más actividades, más folletos, más materiales de todo tipo incluida esa asignatura y los resultados en lugar de ir a mejor van a peor?
Hola, Emilio. He estado meditando sobre las propuestas de tu entrada para mejorar la educación. Como sabes, yo soy firmante del Manifiesto que redactó Deseducativos, el cual, pienso, está en consonancia con tu punto de vista en varios aspectos importantes. No obstante, tú abordas cuestiones que no recoge el Manifiesto y que son, desde luego, de suma importancia.
ResponderEliminarPor no extenderme demasiado, voy reflexionar aquí sobre los aspectos más controvertidos de todo lo que propones y sobre los que yo tengo más dudas.
Para empezar, diré que, de entrada, lo de la "enseñanza personalizada" me deja algo dubitativo. Como sabes, el constructivismo logsiano está a favor de personalizar la enseñanza, precisamente porque parte de un subjetivismo-relativismo que niega la posibilidad del conocimiento universal y de los mecanismos intelectuales para aprehenderlo. El deseo del sistema de adaptarse al niño nos ha traído todo un elenco de medidas que, en realidad, forma parte de la escuela asistencial que tenemos. Estoy pensando en las llamadas "adaptaciones curriculares". En términos generales, es obvio que el sistema tiene que adaptarse al alumno, pero no lo es menos que éste debe adaptarse a los requerimientos y exigencias de un sistema educativo que busque la excelencia. Y esto es lo que no se ha hecho. Un buen sistema de enseñanza será aquel que, dentro de un marco ético, más haga trabajar provechosamente a sus alumnos. La escuela logsiana piensa que es el sistema quien únicamente debe esforzarse y carga sobre él todas las culpas del fracaso del alumno. Negar la responsabilidad del alumno ha sido una de los más graves errores de la escuela asistencial.
Doy por hecho que tú, Emilio, entiendes otra cosa por enseñanza "personalizada". Que lo que deseas es aprovechar los conocimientos de las neurociencias sin que ello suponga facilitar o regalar el aprobado. No obstante, tengo dudas sobre si ello es posible.
Es cierto que los niños maduran a un ritmo diferente al de las niñas. Sin embargo, yo -y creo que me entenderás- no utilizaría el sexo del alumno como criterio para establecer grupos diferentes con los que trabajar. La razón es sencilla: hay niñas que pueden madurar al ritmo de los niños y niños que pueden madurar al ritmo de las niñas. Serán la excepción, desde luego, pero con seguridad se dan. Un niño más maduro que el resto de compañeros no tendría por qué ser seleccionado en función de su sexo. Ni una niña menos madura que sus compañeras habría de recibir el tipo de clases que éstas. La única solución es medir caso por caso (persona por persona, alumno por alumno) el nivel de maduración intelectual. Es decir, tomar el nivel de madurez como criterio para seleccionar y "separar" (separar no en sentido físico). Ahora bien, es cierto que emplear ese criterio sería poco económico o menos económico que el método de diferenciar según el sexo del alumno. Pero yo creo que es lo que hay que hacer siempre que sea posible: mirar la capacidad de la persona con total independencia de su sexo. Pienso que puedes estar de acuerdo en este punto.
La tabla rasa nos dejó como herencia el determinismo ambiental, según el cual el sujeto es una marioneta de sus circunstancias ambientales o sociales. La escuela logsiana, haciendo de Prometeo, ha tratado de hacer frente a las circunstancias materiales y sociales del alumno, de suerte que, de antemano, lo ha ido dividiendo según ciertas categorías sociales ("atomismo ambiental o circunstancial"): alumno inmigrante, alumno gitano, alumno de barrio marginal, alumno de clase obrera... Y ha tendido a considerarlos como alumnos con necesidades educativas especiales. Ahora estamos en una situación algo diferente: tenemos una neurociencia pujante que nos habla de las diferencias cerebrales entre los alumnos en función de su sexo u otras cuestiones de origen biológico.
sigue...
Raus
Pero cuidado, porque el riesgo es aproximadamente el mismo que el que nos trajo la tabla rasa: podemos caer en una especie de "atomización biologista", podemos, análogamente, incurrir en un determinismo biológico nada provechoso. Ambos determinismos (el ambiental (tabla rasa) y el biológico) son nocivos en la medida en que niegan la capacidad del ser humano para guiarse autónomamente por la razón y voluntad. Ambos convierten a la persona en títere de algo, bien del ambiente, bien de lo biológico. Y esto es un gran error. Creo que hay empezar a cambiar el discurso: empezar a decir que el ser humano, asistido de razón y voluntad, es capaz de ser libre y de sobreponerse a las dificultades y condicionamientos ambientales o biológicos (dentro de un orden, claro).
ResponderEliminarEn algunas escuelas, por ejemplo, se está teniendo en cuenta el ciclo menstrual de las alumnas a la hora de imponerles la fecha de ciertos exámenes. Dado que la mayor concentración de estrógenos en sangre es la causa de un menor rendimiento matemático y espacial, en algunos centros se fija la fecha del examen para cuando la chica ya no esté bajo tal influjo hormonal. Francamente, creo que este tipo de providencias es, cuando menos, cuestionable, y que nos mete de lleno en un terreno muy resbaladizo, cuando no en un callejón sin salida. En este caso concreto, diría que la intención es echar un capote a las alumnas. Por razones análogas, debería tenerse en cuenta que los chicos, por su naturaleza, son, en general, más inquietos que las chicas, o que suelen tener más dificultades con el lenguaje que las niñas. O también debería tenerse en cuenta que un alumno, varón o mujer, que ha sufrido la separación de sus padres se halla en condiciones cerebrales (biológicas) menos aptas para el estudio que aquel alumno cuyos padres se mantienen unidos. Como todos sabemos que cuando hay una separación matrimonial, los hijos (de uno y otro sexo) rinden menos en los estudios. ¿Pero para cuándo posponer el examen a un alumno que acaba de sufrir la separación de sus padres y, encima -cosa harto común- se le priva de ver a su padre? No creo que los estrógenos mermen más la capacidad espacial de la alumna que lo que mermará el rendimiento académico la separación de los padres (para chico y chica).
Dicho con otras palabras:
- ¿qué circunstancias ambientales y qué condiciones biológicas ha de considerar la escuela de manera sistemática, según un plan previamente establecido?
- ¿Qué criterios utilizar para no caer en una taxonomía terapéutica desbordante?
- ¿Qué criterios arbitrar para evitar resbalar hacia una escuela ortopédica y asistencial que, como sabemos, niega la voluntad del alumnado y provoca deserciones masivas?
- ¿Debemos cambiar la fecha del examen de física a la alumna que sepamos que tiene el periodo?
- ¿Debemos dar más tiempo para preparar el examen al alumno cuyo cociente intelectual sea algo menor que la media?
- ¿Y dar más tiempo para hacer el examen al alumno intelectualmente mediocre?
- ¿Debemos hacer algo similar con el niño cuyos padres se han separado?
La lista de excepciones podría superar la lista de la regla.
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Raus
No estoy proponiendo una escuela insensible a las circunstancias adversas o las condiciones biológicas de los alumnos, mas no puedo menos que llamar la atención sobre los problemas, injusticias o contradicciones que, a mi juicio, podrían derivarse de tratar de igualar o compensar los efectos de aquellas circunstancias y condiciones.
ResponderEliminarCreo que, en caso de que la escuela se decantase por ese tipo de ponderaciones y compensaciones, debería establecer unos mínimos académicos invariables para todos los alumnos, de forma que al final de la escolarización todos los alumnos tuvieran un bajage de conocimientos y habilidades común y parejo.
Por tanto, resumo telegráficamente lo aquí expuesto:
1. Creo que no debemos tomar el sexo del alumno como criterio para establecer una enseñanza diferenciada.
2. Tengo muchas dudas sobre si es factible, provechoso y justo que la escuela pondere circunstancias y condiciones biológicas del alumno: mi temor es que se incurra en algún tipo de determinismo, bien ambiental, bien biológico. Y mi temor es que terminemos teniendo un sistema asistencial.
3. En caso de que, pese a todo, se estime conveniente ponderar y compensar circunstancias y condiciones biológicas, el sistema debe mostrarse inflexible respecto a los niveles mínimos exigibles en orden a alcanzar una escuela excelente.
Huelga decir que estoy dispuesto a escuchar razones y pruebas sobre la necesidad de diferenciar por sexos o por otras circunstancias. Creo, en cualquier caso, que hay que ser muy cauto en todo esto. Pienso, por lo demás, que el mayor fracaso masculino no es debido a que niños y niñas reciban las mismas enseñanzas. Mientras dura Primaria, habrá desajustes entre el rendimiento de niños y niñas causados por variables biológicas. En Secundaria, sin embargo, podría ocurrir más bien al revés, al menos en ciertas asignaturas. Por ejemplo, el 75% de los superdotados son varones al llegar la adolescencia (las feministas, por supuesto, achacan esta diferencia al machismo). Aunque los chicos vayan algo retrasados durante algunos años de escuela, creo que, al final, los niveles promedio de rendimiento entre chicos y chicas serán muy similares, tal y como cabe esperar del hecho de que el CI es similar (algo superior en las chicas).
En fin, espero que estas reflexiones sirvan para estimular un debate que creo necesario.
Saludos.
Raus
Raus tú dices:"La única solución es medir caso por caso (persona por persona, alumno por alumno) el nivel de maduración intelectual"
ResponderEliminarA eso yo le llamo enseñanza personalizada y no por capricho sino porque eso es lo que significa esa expresión.
Partiendo de ese hecho entiendo que lo que contestas no responde a mi propuesta sino a una lectura biologicista que no está en mi escrito, aunque enfatice el diferente ritmo de maduración de niños y niñas sobretodo en los primeros años de vida.
Emilio, lo que quiero decir es que, a mi modo de ver, sería preferible medir alumno por alumno que proponer un criterio basado en el sexo. Por otro lado, creo que se desprende de mi escrito que todas esas ponderaciones hay que sopesarlas mucho. O dicho de otro modo: en principio, yo no soy partidario de una enseñanza personalizada (aunque tampoco la rechazo si se me dan pruebas de su conveniencia). Los mecanismos del aprendizaje humano son universales.
ResponderEliminarCon todo, si quieres hacer una enseñanza personalizada, insisto en que no creo que sea conveniente utilizar el sexo del alumno como criterio de selección.
Francamente, esperaba que al menos en esto estuvieras de acuerdo.
Por otro lado, la propuesta que haces sobre separar los sexos (no en sentido físico) sí está basada en un hecho biológico: el diferente ritmo de maduración de chicos y chicas. Quizá quieras explicarme cuál es la diferencia entre lo que propones y, por ejemplo, lo de poner el examen a la alumna en un momento diferente que a los demás por considerar el hecho biológico de que los estrógenos le merman el rendimiento en matemáticas. Creo que ambas cosas están basadas en el mismo criterio biológico.
No tendré ningún problema en aceptar tu propuesta si me dan razones que despejen mis dudas y temores. No he venido aquí a sentar cátedra. Sólo a dar mi opinión razonada.
Raus
Raus me supongo que me explico mal o tú me entiendes mal, porque yo hablo de educación personalizada y tu le llamas de otra manera y dices que estás en desacuerdo, eso es lo que me despista.
ResponderEliminar"La única solución es medir caso por caso (persona por persona, alumno por alumno) el nivel de maduración intelectual" esta expresión que ya recogí en el anterior comentario es tuya y yo estoy completamente de acuerdo con ella. Si tu ahora me dices que no estás por la educación personalizada y hay una mecanismo universal de aprendizaje ahí ya disiento.
Las diferencias de sexo son reales, pero no son una constante física y por tanto no cabe pensar que se pueda trazar una linea que separe dos mundos que no tienen nada que ver el uno con el otro, sino que se producen en una escala y además los atraviesan.
Etadísticamente son constatables esas diferencias pero no quiere decir que se den en cada persona de manera exactamente igual o que entre los sexos no existen claras transiciones de tal modo que una característica que en principio corresponden con más frecuencia a un sexo se da en muchas personas concretas del otro, hay quien habla incluso de un cierto porcentaje 80%-20%, es decir que determinadas características de un sexo no se dan más que en un 80% del sexo al que se refieren y sin embargo se encuentran en un 20% de personas del otro sexo.
Por eso, yo no hablo de ningún tipo de separación y hablo de educación personalizada quiere decir que será el profesor quien aprecie las dificultades de cada persona más allá de su sexo, pero tendrá presente que niños y niñas no son exactamente iguales y que cuando se les propone un juego de rol ellas van a estar más cómodas y ellos menos (con todas las salvedades señaladas más arriba) o que por término medio ellos van a tener más dificultad para la lectura y la escritura y ellas más con el cálculo o que ellos necesitan más las técnicas de estudio, pero también que a los chicos les estimula cualquier juego competitivo, cosa que a las chicas les sucede menos.
Lo que resulta una verdadera barbaridad es la pretensión de prohibir cualquier tipo de competitividad. Me supongo que conoces la anécdota de aquella experiencia en la que se hacía saltar a la cuerda (sin cuerda) a los alumnos para que nadie se sintiera menos que nadie.
Las diferencias entre niños y niñas son reales y los procesos de aprendizaje no pueden obviarlas. Si asumimos los trabajos de Pinker no podemos luego decir que hay un método universal y válido para todos, porque no sólo es que existan estas diferencias por sexo es que esta diferencias lo son para cada persona y es a cada persona a quien el maestro o profesor ha de procurar sacar adelante.
¿Eso quiere decir que le tenga que regalar algo? No, significa que busca el mejor procedimiento para cada uno porque eso además es lo que siempre se procuró en la escuela y es por ejemplo el método utilizado por la escuela finlandesa que tiene como objetivo no dejar atrás a ningún alumno. Estos aspectos son cruciales en la enseñanza infantil y primaria y van perdiendo peso con el paso del tiempo.
Para no repetir indefinidamente argumentos quizá merezca la pena una visual a esta entrada antigua:
ResponderEliminarhttp://personasnogenero.blogspot.com/2011/04/finlandia-espana.html
Y para contrastar con otro punto de vista bien diferente pero ampliamente contestado en los comenarios este otro:
http://www.fedeablogs.net/economia/?p=16438
Emilio, disculpa. He debido de sufrir un desmayo de la lucidez. Me fui por los cerros de Úbeda, desbarré. Estoy de acuerdo en la mayor parte de lo que dices. Luego, con más tiempo, diré algo más.
ResponderEliminarRaus.