En otra bitácora he participado en un
debate que en su dimensión, en el pequeño microcosmos creado en él, aparecen
tantos hechos significativos que no me resisto a callarme algunos.
Por ejemplo, el efecto paralizante del dedo acusador
de la única participante femenina: Lucía, sobre Josu, el autor de la entrada
y la bitácora -persona por la que siento un gran respeto intelectual aunque
no siempre coincida con él- para quien ser tildado de machista representa lo
que para la mayor parte de los hombres: uno de los apelativos que con más
fuerza deseas que no te pueda ser aplicado nunca.
Obsérvese cuan en contraposición está ese hecho,
constatado una y mil veces en hombres de toda clase y condición, con la afirmación neofeminista de que los
hombres practicamos machismo casi en cada respiración y no nos mueve más que
una voluntad de dominación.
Saben efectivamente buscar donde duele y saben que el poso cultural es tan profundo
que parece formar parte de nuestra
naturaleza. ¿Cómo sino explicar lo acontecido en el Titanic y, el estoicismo
de una situación en que se acepta la muerte para respetar el mandato de las mujeres y los niños
primero?
Pero es significativo también como las posiciones de
Lucía ganan fuerza cuando ella se retira del debate y la defensa de la
encuesta la asumen otros varones. Es
una lección de este caso pero de casi todos: las feministas no tienen más que
dejar caer una estadística o una discriminación en el lugar apropiado, para que
un grupo de hombres inmediatamente estén dispuestos a disputarse el tema como
si de una pelota en el patio de una colegio se tratase.
Tened presente la situación: de lo que se habla es
de que según una encuesta, en USA, 1
de cada 5 mujeres sufre violación, es decir que aproximadamente 1 de cada 5
varones es un violador y, Lucía no precisa más que encender la mecha para que
un grupo de varones, de los que si buscásemos la proporción alguno debería pertenecer
al grupo de los violadores, se disputan
la idea, mientras ella desaparece de escena.
Haced el ejercicio de pensar cuantas otras
situaciones se resuelven de ese modo: Zapatero legislando para el género,
Lorente como Delegado del Gobierno para la violencia de género, los hombres
profeministas anunciando que los hombres deben sumar a lo ya conocido todo
cuanto otro mal existe en el mundo: bullying, homofobia, etcétera. Y tantos y
tantos que, desde todos los ámbitos, han asumido como tarea mostrar la
malignidad del género masculino, del que por supuesto se han autoexcluido
aunque no sabemos en base a qué.
Por eso a la hora de las responsabilidades el
neofeminismo aparece en muy contadas ocasiones, porque ha aprendido que nada
mejor que la interposición y el enmascaramiento para la defensa de los
intereses propios. Sea que se trate de los casos de hiyab, en otras ocasiones
aquí comentados, o de la supuesta discriminación salarial, o de más puestos
en la administración pública, la universidad o la prensa para las mujeres,
por citar sólo algunos ejemplos, siempre encuentran un grupo de esforzados
hombres dispuestos a satisfacer las demandas femeninas y darles cobertura
ideológica y de todo tipo.
En algunos casos, por ejemplo los sindicatos para que con la habitual ambivalencia del
neofeminismo se les acuse al mismo tiempo de instituciones patriarcales por
estar regidas por hombres. Ya no digamos en casos como el de I.U., que más
papistas que el Papa y para que no se diga, constituyen en el momento actual
quienes con más ahínco y sin ambages se oponen a la custodia compartida o
realizan peticiones como la de ese Ministerio de la Mujer y como si nada
hubiera cambiado desde el año 17 del siglo pasado, hablan de una Asamblea
nacional de mujeres y ponen en sus manos todo lo relacionado con la igualdad
de sexos, y todo ello cuando los votos y las estructuras que los sostienen
son muy mayoritariamente masculinas, y dos de sus principales cabezas
femeninas: Rosa Aguilar e Inés Sabanés se han ido de la organización y no con
la mejor sonrisa.
A veces me dan ganas de exclamar ¡qué falta de
autoestima!
Como veis, el debate quedó truncado y mi último
comentario sin contestación, pensaba añadir si me dieran ocasión que no
podemos seguir jugando a meter miedo, que no podemos seguir sembrando la
confusión sobre los temas y alimentando la confrontación y la guerra de sexos, que nadie pide que
no se sea todo lo riguroso que haya
que ser con la violación o cualquier otro delito, pero que por favor ya está
bien de criminalizar al género masculino, que ya está bien de datos,
encuestas y estadísticas que luego se demuestran falsas, o como mínimo
enormemente exageradas, que si hay que estudiar la violación se haga pero no
con una encuesta telefónica y un
cuestionario dudoso, sino con un
estudio sociológico profundo que combine diferentes fuentes de datos y que
busque una interpretación lo más completa y exhaustiva de lo que pueda estar
sucediendo y, sobretodo, que no se parta de la idea de que más que conocer la
magnitud de algo, lo que se pretende es la confirmación de una ideología.
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Las feministas de género dicen tener su razón de ser y su objetivo último en la conquista de la igualdad. Los hechos sin embargo no hacen más que desmentirlas. Quisiera desde este blog no solo denunciar la deriva neofeminista, también combatir la estigmatización de los hombres y reivindicar la dignidad de lo masculino.
No voy a tener tiempo de leer el debate al que aludes, pero quería comentar dos cosillas sobre esta entrada. Que una de cada cinco mujeres haya sido violada no implica que uno de cada cinco varones sean violadores; los habrá reincidentes, digo yo.
ResponderEliminarNo entiendo que es lo que explica lo del Titanic. Si se considera que las mujeres son menores de edad a todos los efectos, como ocurría en épocas pasadas y en ésta en algunas parte del mundo, tiene todo el sentido que se las haya tratado como a niñas, en este caso, para ponerlas a salvo en primer lugar junto a los auténticos menores.
Algunas cosillas como tú dices.
ResponderEliminarPrimero, lo de 1 de cada 5, es el resultado de una encuesta telefónica que guarda mucha semejanza con otra realizada en las universidades americanas en los años 80. Por tanto no se trata de la constatación de un hecho sino de la estimación de una encuesta, que yo, creo que legítimamente estoy en condiciones de poner en cuestión máxime si aporto reflexiones que cuestionan con fundamento tanto el método elegido, como la realización de la propia encuesta incluyendo cuestionario, etc.
Para no saber de que va el Titanic lo que escribes a continuación lo sobreentiende.
En relación con lo de niñas, me parece un escapismo terrible, por qué entonces habría que preguntaros porque aceptáis ser tratadas como niñas y si en realidad las políticas neofeministas van en la dirección de un ser mayor de edad y por tanto con derechos pero también con obligaciones o más bien esto último de los deberes lo obvian y un día tras otro comprobamos como se rehúyen las responsabilidades.
Pero observa bien lo que te digo Cristina, si ese es tu razonamiento, en base a qué podrías hablar de que la sociedad tradicional os discriminaba si cuando en una situación como la del Titanic, los hombres puestos en el dilema de salvar vuestra vida o la suya optaron porque las vidas que se salvaran fueran las vuestras. ¡¡Cómo personas que actuaron así pueden ser calificadas de opresores y explotadores!!
Se me olvidaba un detalle, observa que hablo de aproximadamente 5 varones y no no lo doy como un guarismo exacto aunque efectivamente en un número tan elevado de casos esas cifras tienden a igualarse.
ResponderEliminarPor cierto, no se trata de esa violación por asalto y protagonizada por esa figura del violador típica. Tendrías que leer algo de la encuesta pues en más del 90% de los casos el violador sería el marido o un amigo.
No hablan por tanto del concepto que más o menos todos barajamos como violación sino de un campo amplísimo en el que irían incluidos, por ejemplo, lo que las encuestadas consideraran intentos de violación y sexo consentido aunque bajo los efectos del alcohol.
Entiendo que si un 25% de mujeres violadas ponen un nº proporcionalmente ridículo de denuncias eso emplica que la violación está aceptada en la sociedad amenrica, que a la mayoría de las mujeres no les parece algo tan grave el ser violadas como para merecer una denuncia. Por otra parte, podemos estimar que los violadores reprresentan una proporción parecida. Es decir es una conducta que tienen 1 de cada 4 americanos, casi la mitad de los que tienen entre 16 y 60 años. Vamos, que es algo normal. Algo que escandalizará a la sociedad como lo hizo Kinsey al descubrir que conductas ilegales o irregualares (homosexulaidad y otras)eran totalmente normales, y, claro, no se puede encarcelar a la mitad de la población por hacer algo que parece inmoral pero resulta que es normal.
ResponderEliminarArturo
PD.: Espero que entendais que lo que quiero resaltar es la incongruencia, algo "no encaja" y no que defiendo la vilación...que sé que hay much@s dispuestos a aprovechar que si dije digo dije diego para tirar a dar y tergivbersar
Arturo
Hombre, Emilio, es indudable que ser tratado como un niño o como un incapaz tiene muchas ventajas (siempre que el cuidador o responsable sea buena persona, claro) pero, ¿tú querrías eso para ti? Y ¿quién dices que acepta ser tratada como una niña? Yo desde luego que no. La libertad puede llegar a ser una pesada carga pero todos tenemos el derecho a aspirar a ella... aunque eso implique hundirse con el Titanic. Me preocuparía que no lo vieras así.
ResponderEliminarY no discuto que la encuesta no se haya hecho con el rigor suficiente. Puede que los resultados no sean creíbles, efectivamente (ahora sí la he leído). Mi comentario fue más bien un apunte, digamos, matemático. Pero bueno, el que el violador sea el marido o un amigo y el que haya alcohol por medio no le quita gravedad a los hechos. También me preocuparía que no lo vieras así.
Cristina, quien primero habló de ser tratadas como niñas fuiste tú. Esta expresión es tuya:
ResponderEliminar"Si se considera que las mujeres son menores de edad a todos los efectos, como ocurría en épocas pasadas y en ésta en algunas parte del mundo, tiene todo el sentido que se las haya tratado como a niñas, en este caso, para ponerlas a salvo en primer lugar junto a los auténticos menores."
Yo desde luego no participo de esa opinión, porque a mí me tratarán de menor de edad si yo me dejo, pues de otro modo yo dejo claro cuál es mi estatus.
En cuanto a la ambivalencia que aplicas para justificar una cosa y la contraria en lo que dices, me he expresado más de una vez en esta bitácora. Pero no has contestado a si puede ser considerado como opresor quien antepuso la vida de las otras a la suya propia, porque entenderás que algo chirría en la pretensión de sostener las dos cosas al mismo tiempo.
Como parece que hace falta repetírtelo lo que yo pongo en cuestión es el estudio y los datos que de él se derivan, no que la violación sea una conducta absolutamente rechazable y que deba estar penada. Como sé que esto lo planteas porque soy varón, te diré que Elisabeth Badinter, sostiene si no las mismas muy parecidas razones para criticar este tipo de estudios.
Emilio, lo de ser tratadas como niñas lo decía para explicar qué pasó en El Titanic: las cosas eran así, para bien o para mal, y la verdad no entiendo qué estás tratando de explicar con este caso ni para qué lo has sacado a colación ahora. Creo que nadie que tenga dos dedos de frente puede negar que los hombres quieren a sus hijas, esposas, hermanas y a otras muchas mujeres. Aquí y en la China... y hasta supongo que en Afganistán, fíjate. "Oprimir" (este verbo lo has usado tú, no yo) no es dar con un palo en la cabeza cada día. Oprimir es también tratar a las mujeres como menores de edad como ocurría en España hace no tanto tiempo y como ocurría en todo el mundo al principio del siglo XX que es cuando se hundió el Titanic. Entonces, repito, no sé qué quieres demostrar recoradando lo de 'las mujeres y los niños primero'. ¿Que los hombres son capaces de realizar actos altruistas? Pues evidentemente sí, nadie lo niega. Pero no se trata de eso. Se trata de recordar que una sociedad que infantiliza a la mujer no es ni mucho menos una sociedad ideal.
ResponderEliminarRespecto al estudio. Vuelvo a decir que es posible que no esté hecho con rigor. Parece que hay fallos metodológicos y las conclusiones pueden no ser creíbles. De acuerdo. Ahora bien, me parece muy desafortunado insinuar que una violación cometida por alguien de tu entorno tiene menos importancia. También me parecen desafortunadas las palabras de Arturo al decir que hay violaciones que no se denuncian porque la propia víctima no le da importancia. No, Arturo: hay violaciones que no se denuncian porque se piensa que nadie te va a creer; porque se siente vergüenza, culpa, o miedo a ser juzgada; porque denunciar a un agresor de tu entorno puede tener consecuencias en el ámbito familiar o cercano; porque no se tiene fuerza para pasar el mal rato en una comisaría y por mil motivos más. No frivolicemos.
Por último, Emilio, no creo haber hecho juicios a priori sobre lo que tú piensas porque eres varón. No me merece más respeto la opinión de una mujer, por ser mujer, que la tuya. Ya expliqué un día que si escribo aquí es para tratar de comprender ciertos puntos de vista, que evidentemente no son los míos, pero que en muchas ocasiones me han hecho pensar y hasta replantearme ciertas posturas. Si no pensara que estos debates son enriquecedores no participaría en tu bitácora.
Tampoco vamos a hacer problema de aquello en lo coincidimos ¿no te parece? Celebro además que haya más puntos de acuerdo que de desacuerdo.
ResponderEliminarLo de la opresión quien la señala el neofeminismo, si tú no te sientes identificada con esa idea, bienvenida, aquí es lo que pensamos la mayoría.
En relación con lo último que dices solo pretendía dar respuesta a esa coletilla que pusiste al final de cada párrafo: "Me preocuparía que no lo vieras así."
Trate de disiparte cualquier duda en relación con mi posición que entiendo es clara, estoy en desacuerdo con la metodología de una encuesta, es más me parece que incluso mejor realizada no es el método para unos resultados fiables, y quería dejarlo claro por si hubiera dudas, es en eso en lo que estoy en desacuerdo no en relación con que sea un tema que haya que estudiar en profundidad y darle la respuesta que corresponda.
Agradezco tu participación en la bitácora y mi impresión es que, en lo que conozco, eres una mujer con muchas cosas claras, y que mantienes una posición que no se corresponde con lo políticamente correcto, por otro lado, tan extendida entre una gran parte de la población. O sea que quedemos con lo que es más que son los acuerdos que con la diferencias, por otro lado lógicas en un tema tan espinoso.
Solo decir que cuando escribí la entrada el hilo se había detenido en el comentario 33 y que fue posteriormente que se retomaron los comentarios.
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