Esta información
de María Pazos en El País echa por tierra todo lo que el feminismo
institucional ha venido diciendo desde el inicio de la crisis: que de nuevo las
perjudicadas de forma diferencial eran ellas, que las políticas a arbitrar
tenían que ser a favor de la mujer, que si la pobreza tenía rostro femenino,
etc. En todo eso es diferente, en otras cosas particularmente el tono veremos que no. Implícitamente se reconoce que en España se
ha producido en apenas 30 años un proceso de incorporación de la mujer al mundo del trabajo
que en muchos otros países no se ha producido o que en los más avanzados llevó varias décadas más,
que los niveles de paro son semejantes a los masculinos y que las tasas de actividad se mueven
en la dirección de confluir, aún cuando es claro que un importantísimo número
de mujeres prefieren no incorporarse al mercado de trabajo por muy diferentes
motivos.
Pero
eso en absoluto hace necesario para la autora rebajar el nivel de exigencia o
el tono reivindicativo, en ese punto no se aparta ni un milímetro de lo que
viene siendo política neofeminista de
hoy y de siempre. Y, por supuesto, no modifica ni lo más mínimo la mirada de género, es decir, a los otros que los parta
un rayo, porque el tono usado al hablar de que el índice de actividad masculino
desciende mientras se incrementa el femenino o que el nivel formativo es menos,
torna todo lo que antes era vindicación en algo como que no fuera de su incumbencia, algo ajeno, lo de otros, no de los que nos importan
sino de esos que están en la otra trinchera. Y cuando esto lo practican grupos
ajenos a la Administración es criticable, pero cuando desde la Administración hace
suyos estos planteamientos, es francamente inadmisible.
En efecto la mirada sigue siendo "de generada": "Así que ha llegado la hora de la igualdad. Los derechos para el cuidado deben extenderse a todas las personas trabajadoras; y para ello esos derechos tienen que cambiar. Los hombres nunca se han acogido extensivamente a excedencias ni a reducciones de jornadas por cuidados..." Su igualdad no viene por que hombres y mujeres debamos poseer iguales derechos, si no para paliar efectos secundarios indeseables de una ventaja de la mujer. Eso sí, aunque los hombres hayan tenido más dificultad para acogerse a ese derecho (de ahí la necesidad de extenderlo) la culpa es de ellos, pues no se han acogido extensamente...¿o sí, tenemos el mismo derecho? entonces no habría que extenderlo, solo convencer a los hombres de que se queden en casa cuando sus mujeres están ardiendo en deseos de dejar a sus bebés para volver a la felicidad del curro.
ResponderEliminarHablando en serio, el derecho a ser cuidado es del bebé, y debe ser ejercido en igualdad por ambos progenitores, quienes se deben repartir el tiempo legalmente establecido según su conveniencia. Lo que es un sinsentido jurídico es la situación actual, en que la mujer puede pasar parte de SU baja maternal al padre. Vamos, como si yo,que tengo bastante aguante, le pasara parte de MI baja por gripe a mi mujer, que le vendría muy bien.
Arturo
Es revelador que el penúltimo párrafo se inicie como: “Así que ha llegado la hora de la igualdad”. Entonce, ¿en qué fase estábamos hasta el presente?. En mi opinión Arturo lo propuesto constituye un brindis al Sol con nulas posibilidades de prosperar. Pensar que en un contexto como el actual sea posible ampliar el permiso paterno, hasta multiplicar por 3’5 veces el actual, recuerda más a eso que a cualquier otra cosa. Hay muchísimas otras cosas que se podrían hacer y no se están haciendo como la custodia compartida que no tropezaría con esa dificultad y contaría con el apoyo entusiasta de la mayoría, o cambiar de registro y no interpretar la paternidad como un auxilio a la madre sino como el apoyo y cuidado del padre a la criatura y desde luego cesar en el ataque despiadado a la paternidad que desde esos círculos se produce. Pienso además que la cita de Alain Touraine no es retórica sino la expresión más sincera del sentimiento de la mayoría de mujeres en este tema. Como tampoco es retórica lo que recoge Louann Brizendine de ese estudio de la universidad de Ohio
ResponderEliminarLo que sí me parece un tema relevante es el de los horarios y la conciliación, ésta última dirigida a los dos progenitores y no como hasta el presente en que parece que se sigue dando por sentado que ha de ser la mujer quien debe gozar de esa opción y no ambos. Si bien lo observas los hechos contradicen las pretendidas intenciones porque cuando se trata de concretar posibilidades en las que sería posible avanzar en todo momento también en este de crisis: custodia compartida, disfrute de la vivienda después de la separación, conciliación, permisos… las propuestas neofeministas son siempre propuestas de género es decir velando por los intereses de la madre en detrimento de los padre, para luego tratar de lavar la cara con una osada propuesta de igualación de permisos, que más bien lo que trata es de conseguir nuevas prebendas en el terreno laboral con el pretexto de la baja natalidad pero sin ceder ni un ápice en todas las cuestiones planteadas más arriba y que claramente inciden en las posibilidades de igualdad de ambos progenitores en lo relativo a los hijos.
Sentencia pionera que trata el tema de la custodia compartida. Como siempre la "izquierda", el PSE en este caso, en contra de la custodia compartida.
ResponderEliminarhttp://padresdivorciados.blogspot.com.es/2012/03/el-padre-esta-tan-capacitado-para-la.html