29 abril, 2012

Custodia compartida 2012


Si hay un tema donde el poder del neofeminismo se manifiesta en toda su fuerza ese tema es el de la custodia compartida. Ansiada por una inmensa mayoría de españoles, no solo ha conseguido con su obstruccionismo  y mentiras impedir una ley que la reconozca –con las excepciones conocidas y en las condiciones que se van a ver- sino que está obligando  a que el debate sobre la misma sea como en sordina y solo llegue a ámbitos de discusión muy reducidos.

Rompiendo esa torticera estrategia Padres divorciados lleva una temporada publicando muy interesantes noticias sobre la misma, desde el balance actual de la Ley aragonesa con su intento de boicoteo por parte de los equipos que emiten los informes psicológicos, pasando por  la propuesta de UPyD sobre una norma de carácter estatal o la asfixia política de la Ley valenciana.

Y aún cuando se apruebe una ley estatal que la reconozca habrá que estar muy atentos al trabajo realizado por el neofeminismo entre quienes intervienen en el largo proceso de decisión de las custodias, incluyendo los equipos psicosociales y quienes elaboran informes en base a los que se decide, pues hasta el presente se está demostrando que la beligerancia a favor de la custodia monoparental de la madre no sólo está en la ley sino en buena parte de las prácticas que se han ido consolidando en los últimos años de ímprobo trabajo ideológico desplegado con la aquiescencia y el apoyo de los poderes públicos.

Desde múltiples ámbitos se nos pretende presentar al neofeminismo como inocente intento de procurar la igualdad de hombres y mujeres, pero la realidad de las cosas no es así, no solo en lo de inocente, también en cuanto al poder desplegado, que por preferir la opacidad a la transparencia no siempre es fácil ver en el proceso aun cuando sea muy claro en el resultado. Cuál está siendo en todo este asunto el papel de los partidos políticos incluidos los de la izquierda es a mi modo de ver una de las contradicciones más flagrantes con cuanto predican sobre la igualdad de los ciudadanos ante la Ley.

26 abril, 2012

¿Qué izquierda?


Visto lo que ha sucedido en las pasadas elecciones francesas. Entre otras cosas, que buena parte de los obreros del cinturón industrial de París han votado a Marine Le Pen  después de que la disyuntiva fuese si votarla a ella o a los comunistas, quizá merezca la pena preguntarse qué está pasando y si esta izquierda nominal que hoy tenemos encarna unas políticas que se puedan  catalogar como tales y basta con el dualismo ramplón de  escenificar unas diferencias que cuando toca hacerlas realidad se quedan en nada.

La cuestión tiene más interés ya que la esperanza que puede representar Hollande de un giro en la política económica europea que vaya más allá de los recortes y las restricciones, se construye desde un partido que en su momento tuvo un importante papel en el rechazo a la Constitución europea.


Como creo que en este asunto no son válidos los cheques en blanco y venimos de una experiencia de dos legislaturas socialistas que  a mí modo de ver se saldan de forma bastante lamentable me gustaría lanzar algunas preguntas tratando de abrir interrogantes alrededor de algunas cuestiones.


¿Qué izquierda?

- ¿La que niega la custodia compartida?

- ¿La que ha ideado un sistema educativo que nos ha conducido al marasmo actual y después de más de una década de la constatación de su fracaso no ha sido capaz de reconocer su error y proponer algo alternativo?

- ¿La que vive indiferente al fracaso escolar masculino y otras graves deficiencias del sistema educativo desde infantil a la Universidad?

- ¿La que vive indiferente a los estragos jurídicos y de todo tipo que está causando la Ley contra la violencia de género?

- ¿la políticamente correcta y lo que promueve son las políticas neofeministas?

- ¿la del Ministerio de Igualdad y Bibiana Aído?

- ¿aquella a la que jamás ha importado la naturaleza dual del mercado de trabajo y que el paro se cebase en los más jóvenes?

- ¿la que prometió un estado laico y acabó concediendo a la Iglesia más privilegios que ningún otro gobierno de la democracia?

- ¿la que como herencia de igualdad nos deja un panorama en el que solo tres países: Rumanía, Estonia y Letonia tienen en Europa una más desigual distribución de la renta?

- ¿la que ha llenado las cárceles como no se conoce en ningún otro país europeo?

- … ¿Qué izquierda?

P.S. En mi opinión lo que con más claridad refleja esta crisis es lo poco que conocíamos, y seguimos conociendo, a esta sociedad y en el caso de que algunos supieran algunas cosas la facilidad del establishment (la mayor parte de la clase política, el feminismo institucional y la representación institucional de los trabajadores y los empresario) para impedir que tal cosa se generalizase, al tiempo que su capacidad para darnos la visión del mundo que deseaban.

Éramos la octava potencia económica mundial, representábamos un ejemplo para el mundo de ampliación de derechos sociales y políticos, nos atrevíamos con lo que pocos lo habían intentado: violencia de género,  todo tipo de discriminaciones positivas y paridades, teníamos el mejor sistema educativo de nuestra historia, crecíamos vertiginosamente y nuestro mercado laboral creaba más del 50% del empleo de toda la U.E. y éramos capaces de acoger y dar derechos a todos cuantos llegarán por aquí…

Lo de crecer económicamente no solo era compatible con todo tipo de fiestas y lujo, parecía que ambas cosas necesariamente deberían ir juntas tanto, como que la escuela fuese un lugar para divertirse y aprender jugando: había que romper con antiguos  clichés sobre la autoridad y las normas. El esfuerzo y el respeto por los horarios pertenecían a épocas pasadas cuando no directamente al residuo franquista. Nuestras posiciones en todos los consumos de drogas eran francamente de las mejores del mundo. Hay un dato que a mí me parece aterrador y que, por ningún lado he visto desmentido: la obesidad mórbida se multiplicó por 2, hasta alcanzar a 1.000.000 de personas, ¡en los últimos 5 años!

Ahora no solo sabemos que vivíamos sobre un modelo imposible también, que las variables cualitativas le eran completamente ajenas: educación de calidad y para todos, investigación y desarrollo, desarrollo institucional sostenible, capacidad para el emprendimiento, salud y hábitos sociales y culturales, cumplimiento de las obligaciones fiscales y de todo tipo, mientras florecían con una inmensa facilidad  todo tipo de especulaciones, incumplimientos y corrupciones. Y a pesar de que la palabra igualdad estaba por todas partes el saldo no puede ser más negativo.

Es por eso que los cambios en el terreno económico son absolutamente imprescindibles pero no lo es menos que si no somos capaces de hacer una sociedad más transparente, donde los contrapoderes existan y funcionen,  lo que supone no solo otro estilo de clase política también de poder e influencia institucional del resto del establishment, difícilmente habremos aprendido algo de esta espantosa crisis. Y no deberíamos olvidar que las estadísticas sobre los más variados asuntos políticos, sociales y culturales forman parte de esta necesidad: las de género que hasta el presente nos hemos visto obligados a tragar representan la antítesis de lo que estoy diciendo.

Quizá podría resumirse todo diciendo que nos encontramos ante la paradoja del consenso que  para lo que sirvió fue para imponer como un absoluto lo políticamente correcto y no dejar asomar ni la más leve crítica a lo que estaba sucediendo. La discrepancia legítima de quienes alertábamos de lo que sucedía en la educación, la economía  o los derechos de los acusados en base a las leyes de género, sencillamente fue apagada cuando no tildada de reaccionaria, machista o perteneciente a otra época. Ahora los resultados están ahí y pocos son los que niegan que en todos esos campos no haya que restablecer principios y normas sin los cuales una sociedad como la nuestra no puede sobrevivir mucho tiempo.     


21 abril, 2012

Brecha educativa niñas-niños (adenda)


En relación con la entrada anterior yo llamaría a reflexionar sobre determinados aspectos.

Ya el informe PISA de 2003 alertaba de las enormes carencias de nuestro sistema educativo, tanto en lo relativo a nuestros escasos niveles en matemáticas y lengua, como a la ausencia de excelencia, también que la brecha de género del fracaso escolar era mayor a la del resto de los países europeos hasta el punto de que en el nuestro la masculina duplicaba a la femenina.

La actitud oficial (y esto comprende a la mayor parte del arco parlamentario y los sindicatos) consistió, sin embargo y  básicamente, en explicar que la razón del fracaso educativo había que buscarla en los más variados motivos pero todos situados fuera del ámbito de la escuela y del modelo educativo. Se fueron citando como causas las nuevas formas de familia, el nivel de estudios de los padres, el boom de la construcción, etc.  dejando de ese modo correr un tiempo precioso y que se agravaran todos los datos negativos del sistema incluido el fracaso y abandono escolar hasta el estallido de la crisis en que la tendencia al abandono escolar revierte moderadamente pero sin que haya tocado ninguno de los elementos estructurales que está haciendo del nuestro un modelo fracasado.

Mientras tanto sorprende que, en un modelo en el que el número de materias y la carga horaria es máxima, no fuese posible,  a la hora de discusión de la LOE y posteriores leyes educativas y,  cuando estaban frescos los datos de PISA, añadir una hora más a matemáticas para hacerla diaria, sin embargo se desperdicien horas y horas en asignaturas de dudoso contenido.

Como sorprende lo señalado por Carlos Elías en relación a Ciencias para el mundo contemporáneo. Me dolió que desde el Ministerio me dijeran que no podía poner (era el coordinador del texto de la citada asignatura) ninguna ecuación, ni ninguna fórmula, que eso no lo iba a entender nadie  y que todo debía estar en lenguaje literario…”

De este modo no es difícil llegar a lo que Pseudópodo señala en esta entrada: http://pseudopodo.wordpress.com/2012/03/07/albiac-la-desaparicion-de-la-universidad-y-un-servidor/ que ruego encarecidamente leer, no solo por la cita de Albiac también por lo que dice en relación al nivel en matemáticas con el que  acceden los alumnos.

Para que no se crea que somos los únicos que nos hemos deslizado por esa pendiente aquí van los datos que Inger Enkvist ofrece sobre su país en su último libro: La buena y la mala educación, "...para Suecia, lo sucedido en el mundo de la educación es un cuento de horror. Los informes TIMMS (Trends in International Mathematics and Science Study) constatan que, en matemáticas, Suecia tenía el puesto número 5 en 1995 y en 2007 había bajado al puesto número 12; la puntuación ha bajado de 540 a 491. En ciencias naturales, Suecia estaba en 1995 en el puesto número 4 y en 2007 en el número 12, lo cual en puntos corresponde a un descenso de 553 a 511. Tal como andan las cosas, en la próxima medición es probable que Suecia siga bajando. En la recogida de datos de 2007, ningún país de los 18 que participan en TIMMS había perdido tanto." 

En el mundo de la educación es importante observar el detalle, pero también lo es el tener una visión global si no se quiere perder de vista el resultado conjunto del mismo. Tenemos un sistema que no solo no es capaz de corregir en ningún momento el desfase de partida de los alumnos varones, y conseguir un nivel razonable de alumnos excelentes, tampoco de orientar a los alumnos hacía carreras de Ciencias cosa que, más temprano que tarde, terminaremos pagando, si no lo estamos haciendo ya.

15 abril, 2012

Brecha educativa niñas-niños


Recientemente en Nada es gratis se abordó con esta entrada el efecto del mes de nacimiento en el rendimiento escolar, observando que los nacidos en diciembre sufren por esa circunstancia un gap con el resto de los alumnos que, en muchos casos, conduce a peores resultados académicos. Pues bien, llegado un momento del debate yo planteé que había que poner sobre la mesa que ese gap de maduración cognitiva era de una magnitud muy superior si de lo que hablábamos era de niños y niñas, por lo que se hacía imprescindible su estudio y análisis a fin de un acertado diagnóstico de nuestra escuela. Lo que va a continuación pretende ser una primera aportación esa dirección.

Lamentablemente, llevamos mucho tiempo instalados en el paradigma feminista y culturalista que no sólo niega las diferencias naturales entre los sexos por atribuirlas a la educación y el proceso de socialización, sino que las combate ferozmente al entender que es ahí donde tiene origen la discriminación de la mujer lo que obliga a corregir las reacciones espontáneas de los varones, ya que cualquier manifestación de masculinidad se interpreta como negativa para la causa de la igualdad y el progreso de las mujeres y las niñas. En el fondo se opera como si hubiera un cerebro unisex, pero confeccionado con las características propias de las niñas y, en consecuencia, toda manifestación de un varón que se salga de ese estereotipo debe ser corregida de inmediato a efectos de evitar males mayores en el futuro.

Pero, como dice Louann Brizendine: “No existe un cerebro unisex. Si en nombre de la corrección política intentamos refutar la influencia de la biología en el cerebro, empezaremos a combatir nuestra propia naturaleza.” O en palabras de María Calvo: “La identidad de los sexos es una de esas falsedades que sin embargo, la ciencia ha venido a desenmascarar con sus últimas aportaciones y descubrimientos. Décadas de investigación  en neurociencia, en endocrinología genética, en psicología del desarrollo, demuestran que las diferencias entre los dos sexos, en sus aptitudes, formas de sentir, de trabajar, de reaccionar, no son sólo el resultado de unos roles tradicionalmente atribuidos a hombres y mujeres, o de unos condicionamientos histórico-culturales, sino que, en gran medida, vienen dadas por la naturaleza”.

Siendo sin embargo que la escuela  adopta como patrón de medida el modelo femenino de desarrollo cognitivo, se olvida de que ambos sexos maduran a edades cronológicas distintas y con aptitudes que no siempre son las mismas. Y en esta dinámica los niños llevan todas las de perder, no sólo porque como la ciencia ha demostrado su desarrollo cognitivo es más lento, también porque el área del lenguaje está más desarrollada en el cerebro femenino lo que hace que las niñas manejen en edades tempranas un vocabulario mucho mayor que el de los niños lo que unido a su mayor capacidad en lectoescritura termina estableciendo una brecha entre ambos sexos que para muchos varones será decisiva en su devenir académico.

Como dice de nuevo María Calvo: “En las escuelas, la precocidad femenina en lectura y escritura dota a las niñas de una evidente ventaja desde el primer momento, generando cierto agravio comparativo con los varones. Esta habilidad femenina, en infantil y primaria, tiene una enorme trascendencia pues las asignaturas más importantes en estas etapas escolares son precisamente las relacionadas con el uso del lenguaje. Además esta facilidad en el aprendizaje femenino provoca una preferencia del profesorado hacia las niñas que parecen más aplicadas e interesadas, cuando en realidad están jugando con las ventajas biológicas de las que les dotan sus cerebros femeninos.”

Hasta el punto de que por ignorar esas diferencias entre los sexos: mayor lentitud en el desarrollo cognitivo de los varones y mayor necesidad de desarrollo físico,  muchos de ellos son tachados de vagos, lentos o se les diagnostican problemas de aprendizaje en realidad inexistentes. "La psicóloga Susan Pinker, llega a la conclusión de que lo más habitual en las aulas mixtas es que las profesoras se vean abrumadas por el comportamiento y forma de reaccionar de los varones, más revoltosos en general que las niñas, y suelen reaccionar con frustración, regañando y castigando al subgrupo de chicos. Si se favorece a alguien con atención positiva suele ser a las niñas, cuya conducta resulta más controlada y manejable para el profesorado femenino."

De nuevo María Calvo dice: “Las profesoras siguen pautas típicamente femeninas de actuación, prefieren la colaboración a la competitividad; la tranquilidad a la tensión y confrontación en el aula; la relación amistosa con los alumnos a la jerárquica; la quietud frente al movimiento… Lo que sirve perfectamente para las niñas pero ocasiona graves perjuicios a los muchachos que precisan de otro estilo de aprendizaje. Los varones necesitan retos, tensión, confrontación, competición; factores que se han extirpado en general del sistema escolar, donde los colegios se inclinan por ser centros de socialización y de expresión. Se quiere implantar en las escuelas el ideal femenino: niños sentados en filas ordenadas, escuchando las lecciones en silencio y tomando pulcros apuntes."

El resultado todos lo conocemos y los informes y evaluaciones de los sistemas educativos lo ponen de manifiesto, la gran mayoría de los sistemas educativo del mundo occidental están en grave crisis y en todos ellos el  fracaso escolar masculino es muy superior al femenino. La escuela se ha convertido, para un cada vez más numeroso grupo de chicos, en un lugar extraño al que se asiste forzado y con desgana hasta el punto de llegar a identificar lo que allí se hace con cosa de chicas y establecerse una competición para ver quien se aleja más del modelo que en ella se propone. Al no verse reconocidos, muchos chicos terminan reaccionando con rechazo. “Como afirma Donna Laframboise, en relación con las niñas todos estamos pendientes de los fallos del sistema educativo, del acoso en las escuelas, de la faltas de estimulación de los padres, de los roles y los estereotipos que la sociedad les impone. Pero en el caso de los niños se les echa la culpa a ellos de su propio fracaso, no a las circunstancias, al modelo educativo o a la sociedad. Esto es injusto y trae nefastas consecuencias.”
Las citas están tomadas de la obra de María Calvo: La masculinidad robada. Almuzara 2011


P.S. La diferencia biológica de los sexos no solo es lo que la neurociencia constata con los mecanismos propios de las disciplinas científicas más rigurosas y de la contrastación empírica, es también coherente con lo que en todos los sistemas educativos del mundo se viene observando  en relación con las diferentes aptitudes y actitudes de niños y niñas. Por el contrario lo que nunca ha podido ser demostrado a pesar de amplia aceptación social son los postulados culturalistas. Bien es verdad que hoy por hoy nadie asume su defensa, al menos en los foros públicos, aunque efectivamente siguen vigentes y con qué fuerza en nuestras leyes y prácticas educativas.

brecha educativaEn relación con que esas diferencias conduzcan necesariamente a la separación por sexos en la enseñanza me parece más que discutible, pero en cualquier caso lo que no tendría sentido sería esconderlas para que ésta siga siendo  mixta. Para Stephane Clerget en esta entrada sería preferible a la situación actual, en la que se condena sin paliativos a los niños a aceptar un sistema que en buena medida los anula.  En mi opinión, sin embargo,  el sistema mixto podría perfectamente mantenerse pero evidentemente realizando cambios imprescindibles en el modelo y promoviendo la participación masculina en los primeros tramos de la enseñanza, y desde luego con un cambio de actitud en relación con los contenidos y las prácticas educativas que dejen sin efecto el rechazo de la masculinidad.

Me sorprende mucho que en relación con promover la participación masculina en los primeros tramos educativos y, en general, de los varones con sus hijos y los niños, se observe tanta prevención por parte de quienes sin dudarlo apoyan todo tipo de cuotas, paridades y promociones especiales para garantizar la presencia de las mujeres en determinados ámbitos. Me sorprende tanto, como que quienes con más fuerza se oponen a la custodia compartida sean las organizaciones feministas, que luego no dudan en culpar al patriarcado de cargar sobre sus espaldas el peso de los hijos y la casa. Francamente, se trata de una ambivalencia que me desconcierta absolutamente por lo que tiene de contradictoria, pero también por lo que de ausencia de reciprocidad con el varón representa.

Quizá ratificar que aún cuando efectivamente la aptitud de los chicos hacia las matemáticas es mejor que la de las chicas y que en éstas lo que es superior es su aptitud para la lengua y la lectoescritura, sería un error pensar que estamos hablando de cosas  que más o menos se compensan, ya que como dije en uno de los comentarios: sin matemáticas se puede y de hecho se hacen, y con buen currículo, montones de carreras. Sin lengua o con un grado muy deficiente de ella no se acaba ni la ESO que es lo que está sucediendo con montones de chicos. Se hace necesario enfatizar que esa ventaja de partida de las niñas por su más temprano desarrollo cognitivo y emocional va a condicionar de forma importante el futuro académico de ambos, más allá de que en alguna materia sea mejor una u otro.

11 abril, 2012

Unos cuantos porqués


¿Por qué los tópicos sexistas del feminismo militante son admitidos con tanta facilidad?
¿Por qué no se cuestionan sus verdades a medias y sus mentiras? 
¿Por qué parece aceptado por todos un trato en relación con el sexo (masculino claro)  que dispensado para hablar de las razas o cualquier otro colectivo humano resultaría inadmisible? 
¿Por qué para el feminismo las excelsas cualidades de las mujeres por relación con el hombre forman parte de un futuro que nunca acaba de llegar… y llevamos así 150 años? 
¿Por qué hablan de la maravilla que constituiría su presencia allí donde son minoría, pero se olvidan analizar allí donde son mayoritarias? 
¿De verdad se observa ese vuelco fantástico en la educación, la sanidad,  la justicia, la Administración o el propio periodismo que según ellas tendríamos que estar percibiendo? 
¿Qué decir por ejemplo del arrinconamiento creciente de personas como Verdú, Savater o Muñoz Molina, no digamos ya Empar Moliner y la total ausencia de voces críticas con el neofeminismo?
¿Cómo habrá que interpretar que dos grandes bitácoras que pretenden dar respuesta a los problemas de la educación y la economía (respuestas para todos, no de género) como son Deseducativos y Nada es gratis, por citar solo dos, estén constituidas muy mayoritariamente por hombres?
¿Cómo interpretar la escasísima presencia de maestras en los debates sobre el modelo educativo y su elevado fracaso escolar, a pesar de ser Primaria una etapa clave en el devenir escolar de los alumnos?
¿Por qué jamás aplican el principio de reciprocidad y la empatía parece que se quede entre ellas porque nunca llega para considerar aquellas circunstancias homólogas en que el minoritario es el varón? 
¿La igualdad en relación con los hijos a la hora de la separación no debería llamarse custodia compartida? 
¿Y el reparto del patrimonio conyugal no debiera ser igualitario y paritario? 
¿Por qué tan pronto entienden que la conciliación sólo va con ellas, cómo, llegado el momento, la consideran un lastre que los hombres quieren cargar sobre sus espaldas? 
¿Con qué cuajo se puede decir y admitir que cuando las mujeres participan en determinados ámbitos de mayoría masculina los “humanizan”? 
¿Hasta la humanidad se nos discute?

Echadle una ojeada a este artículo de María Sahuquillo. Claro que si se quiere una visión diferente del mismo tema pero también con protagonista femenina, en este caso Rosa Mª García, presidenta y consejera delegada de Siemens-España, y que antes lo había sido de Microsoft, podéis escuchar en este enlace una interesante entrevista que le ha hecho Juan Ramón Lucas en Días como hoy. 


04 abril, 2012

Brecha salarial de género ≠ Discriminación


Decía hace unos días, en esta entrada, que vista la ausencia de cualquier respuesta con fundamento a la argumentación contenida en el informe sobre sexismo lingüístico de Ignacio del Bosque lo que faltaba para acabar de desmontar el inmenso e inconsistente tinglado construido por el neofeminismo en torno a la discriminación de la mujer era: “…. esperar que por parte de representantes cualificados de la economía se haga otro tanto en relación con la discriminación salarial femenina y la judicatura reconsidere lo contenido en la LIVG (…)”

Y aunque lo contenido aquí no es exactamente lo que yo pedía, tengo la impresión de que sí se aproxima bastante a un desmentido sobre la pretendida discriminación salarial femenina, piedra de toque del victimismo feminista desde hace muchas décadas en lo que hace al mercado laboral. En la referida entrada  y a pesar de hablar de brecha salarial de género –lo que cualquier ciudadano, incluido el citado Ignacio del Bosque identificaría como discriminación salarial de la mujer- y a pesar de un párrafo como éste:

El hecho de que la estimación de la brecha salarial de género sea del 14% nos hace pensar que las mujeres NO reciben el mismo pago por el mismo trabajo, y en consecuencia debemos alertar sobre la necesidad de avanzar hacia la igualdad de género en el mercado de trabajo.”

En el que si no habla de discriminación todo hace que lo parezca; a pesar de eso digo, la autora nos aclara a lo largo del hilo que se cuida muy mucho de llamar a tal cosa discriminación, por ejemplo, en las respuestas a los comentarios de Roberto y Emilio (yo mismo) aunque igual de significativa sea la ausencia de respuesta al comentario de Manu Oquendo. Por ejemplo, en la respuesta a Roberto dice: “Fíjate que yo en todo el post no he mencionado la palabra “discriminación”, sino diferencias salariales o brecha salarial, porque creo que es preciso ser muy cauteloso con lo que decimos que medimos.”

Es decir, después de tantos años de denunciar discriminación salarial por ser mujer, después de tantos años de decir que las mujeres cobran menos por el mismo trabajo, -en la última terminología cobran menos por un trabajo equivalente- finalmente se nos aclara, que las diferencias de salario no tienen por qué deberse a discriminación. Francamente para un viaje así no hacían falta esas alforjas.

No hablaré ni de hipocresía ni de deshonestidad intelectual, creo que lo he hecho ya muchas veces y quizá no merezca la pena hacerlo una vez más.  Ahora ya solo queda esperar que alguien cualificado en el mundo del género nos clarifique que en relación con la violencia de género y la custodia compartida nunca se pretendió hacer distingo penal entre la violencia ejercida por la mujer y el hombre en las relaciones heterosexuales o que lo de la custodia compartida no salió adelante en la actual Ley por algunos errores cometidos a última hora en la votación en el Senado.