Para quien fue militante de la izquierda
seguir la peripecia de los grupos que así se denominan no puede causarle más
que perplejidad y, por supuesto, rechazo. A decisiones como no apoyar la
modificación de la legislación sobre custodia de los hijos con el argumento de
que eso sería imposición, se unen unas prácticas políticas y parlamentarias que
no sólo echan por tierra su discurso sobre la igualdad de las personas y la
defensa de los derechos y garantías jurídicas de todos, también ponen al
descubierto la utilización del Parlamento para escenificar en terrenos como el
económico - incluso con gran dureza - unas diferencias que luego todos sabemos
que no existen.
Aunque resulte curioso por inexplicable, califican
como imposición la modificación de la actual legislación del régimen de
custodias, incluso advierten del peligro de un cierto automatismo, ocultando
que esos dos términos a lo que mejor se ajustan es a la situación actual donde,
salvo excepciones muy contadas y para situaciones en que la madre ha más que
demostrado su incapacidad, justamente lo que funciona es el automatismo de la
custodia de los hijos a favor de la madre y, en la que si de alguna imposición
cabe hablar es la de hacer que todos los caminos desemboquen en la custodia
materna.
En algún otro momento hemos hablado de
una izquierda que es nacionalista en según qué comunidades y que en alguna otra
pretende su invención, que ha pasado de puntillas sobre la crisis y olvida su
responsabilidad echando balones fuera
como si nada hubiera tenido que ver con, por ejemplo, el gobierno de las Cajas de Ahorro y, en fin,
una izquierda cuya mejor caracterización quizá sea la de aferrarse a cualquier
instancia de poder para no ser barrida por los aires de la historia. En ese contexto es en el que entiendo que quizá sería conveniente que comenzara a
reinventarse.
La izquierda ha de plantearse qué pasa
con los sistemas educativos de su cuño, los casos español y sueco podrían
servir de ejemplo, del mismo modo que debe preguntarse qué ha pasado para que
en las décadas que de más poder ha gozado en toda Europa la distribución de la
renta se haya hecho más desigual – el caso español es particularmente alarmante
– y en general si resulta explicable que la política en relación con la igualdad
hombre-mujer coincida con la preconizada desde posturas tan misándricas como las que en su momento mantuvieron
personas como Catharine MacKinnon o Andrea Dworkin.
No deben tener la conciencia muy tranquila porque todo su esfuerzo se centra en que su posición en estos temas no llegue a la opinión pública.
ResponderEliminarFernando
Para que no todo sean ideas y denuncias. Un poco de fútbol
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=i8ov2oNbkvo
A mí lo que más me gustan son los árbitros.
Eliminar(Athini)
Ojo a por dónde va Griñan y el PSOE en Andalucía
ResponderEliminarhttp://politica.elpais.com/politica/2012/07/06/actualidad/1341606824_069067.html
Griñán alertó a los suyos de que con la excusa de la crisis, “hay un riesgo cierto” de que renazca un “centralismo insolidario que se propone volver a los privilegios y las desigualdades entre los españoles”. “No os hablo de fantasmas ni de fantasías, sino de un riesgo que cada vez estoy viendo más cerca y cada vez hay más riesgo de que se produzca”, dijo. Frente a ello, Andalucía será “un escudo” y “una factoría de alternativas políticas de España”. El socialista sostuvo que ser leal con España en momentos de crisis es también denunciar la privatización de la sanidad, la amnistía fiscal o los recortes en educación.
Lo dejó escrito Enric Juliana en: La deriva de España, el PSA es la CIU de Andalucía.
Elvira Lindo desbordada
ResponderEliminarhttp://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/07/06/actualidad/1341577468_556429.html
Alberto