No sé si os habréis dado cuenta pero en
los medios, ante la opinión pública, en
una crisis tan larga y profunda como ésta, apenas si aparecen estadísticas por
sexo referidas al paro, la ocupación, etc. como era costumbre antes de la misma
y como el neofeminismo se encargó que se fijase como obligatorio para algunas
de las oficiales. Quizá resulta más
llamativo si observamos el celo que se pone en aquellas que atribuyen toda la
violencia a los hombres o a los chicos, en donde es tanto el énfasis que solo
aparecen ellos.
¿A qué será debido que no se resalte este
aspecto en las socioeconómicas como siempre se había hecho con anterioridad? ¿A
qué lógica tan caprichosa responderá esta extraña forma de proceder que en un
momento hace imprescindible la diferenciación por sexo y al siguiente nada de
eso hace falta? ¿Por qué a los medios no
les interesa la ocupación por sexos?
¿Podría ser porque mientras la práctica totalidad de los marineros, los albañiles,
o la industria son varones, estas cifras se invierten entre quienes imparten
docencia en las escuelas, los institutos, las escuelas de idiomas y el resto de
los empleos de esos centros: administrativas, conserjes y limpieza? ¿Alguien sabe qué porcentaje de
hombres y mujeres trabajan en las bibliotecas?
¿Quién decide cuando es importante hacer
público y objeto de debate la composición por sexos de algunas actividades pero
no de otras? Si el neofeminismo no aporta datos desagregados por sexos ¿estos
no llegan a la opinión pública? ¿Es costumbre por parte de este feminismo
mantener una actitud de cierta neutralidad
y sacar a la luz datos sin importar a quién beneficien o más bien al
contrario solo saca unos determinados y siempre con el mismo sesgo? ¿Qué todo esto
suceda del modo que está sucediendo nos estará indicando un cierto poder o se
puede concebir que esto suceda sin necesidad de importantes palancas de
influencia?
Lo que se muestra es importante, pero no
lo es menos lo que se oculta. El negativo de lo que llega a la opinión pública
comienza a ser tan o más importante que lo que se nos ofrece como la
actualidad. Vivimos en una sociedad que a pesar de pregonar las ventajas de la
publicidad y la transparencia camina a toda velocidad en la dirección de la
opacidad y el secretismo. ¿Por qué se oculta a la opinión pública que el empleo
neto creado desde el comienzo de la crisis es casi todo público y casi todo ha
sido ocupado por mujeres siendo varios cientos de miles? ¿Por qué se legisla
sobre educación desde el Ministerio de sanidad? ¿Estamos en el principio de:
mejor que de algunas cosas la sociedad no se entere?