11 abril, 2014

Por qué neofeminismo (y III)

Lo cierto es que ese gran poder por parte del neofeminismo no conoce ningún contrapoder que lo modere convirtiéndose en una fuerza indiscutida e indiscutible, un poder sin crítica ni autocrítica, que como acostumbra a ocurrir con todos los poderes de ese signo no solo acaba tomando malas decisiones, sino corrompiendo y corrompiéndose. Un poder mimado por todas las fuerzas políticas a tenor de los aparentes buenos resultados que reporta, hasta el punto de que para alguna corriente como la socialdemocracia europea se está constituyendo en su principal componente ideológica y su más importante seña de identidad, pero al que asimismo aspiran el resto de fuerzas políticas en un mundo en el que casi nada nuevo y diferente son capaces de ofrecer.

Un poder que aunque dice perseguir la igualdad, más bien parece usarla de señuelo, ya que no solo instaura la desigualdad jurídica en la legislación de género -como ponen de manifiesto las sentencias citadas en la entrada anterior-, sino que basándose en que las brechas de “género” que la sociedad ha de atender son solo aquellas que ese mismo feminismo ha decidido que merece la pena considerar, no les importa incurrir en contradicciones tan manifiestas como denunciar a no sé qué campo de golf restringido a señores, pero callar ante los gimnasios, hoteles, piscinas, taxis… y sobre todo foros culturales, científicos y políticos en los que la única presencia permitida es la de la mujer, o que el estudio del impacto de género de los Presupuestos generales del Estado no sea eso un estudio en el que se observen qué y cuánto se gasta en hombres y mujeres, sino atender determinadas peticiones de las asociaciones feministas y de género para que sean financiadas con cargo al erario público. ¿Qué decir cuando el empleo público desde el inicio de la crisis se ha vetado a los varones y la creación neta del mismo que se ha producido ha sido toda para ellas?

Un feminismo que considera que los escolares varones no pueden sufrir acoso de sus compañeras, ni los novios y los maridos maltrato de sus novias y esposas, o que los trabajadores no son susceptibles de ser considerados víctimas de acoso sexual y moral en la empresa. Un feminismo que ve bien un sistema que educa a las mujeres en la hipersensibilidad hacia el varón y guarda para estos la educación en la resiliencia frente a las frustraciones y los desengaños. Un feminismo al que en consecuencia habría que preguntar: quién promueve machitos, quién educa a los varones en la negación de sus emociones y sentimientos. ¿Quién educa y forma en los roles de género? ¿No se está produciendo un rechazo muy selectivo de aspectos del patriarcado pero manteniendo sus grandes lineamientos que, oh casualidad, favorecen objetivamente a la mujer? ¿No se promueve el mantenimiento de una sociedad que impone que los empleos a la intemperie y los de riesgo y esfuerzo son para él, y los hijos y la casa jurisdicción femenina? ¿Y todo ello se pretende que ni tan siquiera pueda ser discutido?



12 comentarios:

  1. Anónimo1:47 p. m.

    buen ejemplo de ello el de ayer en el último debate de La Sexta Noche. No sé si lo visteis.

    Arivalioa

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  2. Podías ser un poco más explícito. No sé a qué te refieres.

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  3. Dices: "Lo cierto es que ese gran poder por parte del neofeminismo no conoce ningún contrapoder que lo modere convirtiéndose en una fuerza indiscutida e indiscutible, un poder sin crítica ni autocrítica, que como acostumbra a ocurrir con todos los poderes de ese signo no solo acaba tomando malas decisiones, sino corrompiendo y corrompiéndose."

    Esto que acabas de señalar es clave. Y en lugar de pensar que las perspectivas de género alternativas que están naciendo en blogs como éste son una respuesta a los excesos de una ideología sin oposición, lo interpretan como "el hombre quiere volver a sus privilegios", pese a que no haya nada en el discurso que puede llevar a dichas conclusiones.

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  4. Anónimo6:44 a. m.

    el tema era que en Valencia se había preferido, en un sector en el que los hombres estaban infrarrepresentados, en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres, a los hombres. No me acuerdo ahora de qué sector era. Y, desde luego, Pablo Iglesias, Elisa Beni, Antonio Miguel Carmona y la otra persona que les acompañaba en su bando, quedaron retratados.

    Arivalia

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  5. No he visto el debate pero seguro que te estás refiriendo a esto: http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2014/04/07/534193a9ca474142218b4573.html

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  6. Anónimo4:31 p. m.

    sí. Eso mismo.

    Arivalia

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  7. @Carlos,
    Lo de la venda antes de la herida es algo que practica con gran asiduidad el neofeminismo. Denunciar la reacción del otro antes de que se produzca parece que les va bien y el proceso de deslegitimación del hombre para opinar de la igualdad ha sido lo suficientemente extenso e intenso que ha convencido incluso a algunos varones.

    @Arivalia,
    Lo de la reciprocidad es un valor que el neofeminismo niega. Su concepción de la igualdad es bastante pintoresca y podría formularse como hemos de ser iguales allí donde yo lo diga, en lo demás es legítimo que la mujer ocupe una posición mejor para algo somos el lado luminoso de la humanidad.

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  8. Anónimo1:13 p. m.

    Muy necesarios los espacios de debate y discusión como este. Felicidades.

    Esta nueva religión laica cuyo precepto esencial es "el pecado original del hombre por el mero hecho de haber nacido hombre", que no admite críticas ni practica la autocrítica, que se defiende de cualquier "ataque" (o simple cuestionamiento") con el manido apelativo de "machista!"... hay que neutralizarla con la razón, haciéndole ver que es eso, una simple religión, y que debería tener la humildad de otras religiones: aceptar que el otro pueda ser agnóstico (o practicante de otra religión).

    Para muestra un botón de lo que se cuece incluso en ámbitos donde la Razón debería ser el único dogma, entre los que se autoconsideran "libertarios", paladines de la lucha por la libertad y contra todos los prejuicios:

    http://www.alasbarricadas.org/forums/viewtopic.php?f=10&t=57244

    Me gustaría que le echara una ojeada y comprobase hasta qué punto el argumentario es pura bilis y los disidentes son lapidados. Ya ni entre las filas de los (supuestos) libertarios hay esperanza de que triunfe el sentido común y la justicia (social y en general).

    Un saludo!

    manel c.

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  9. Conozco el argumentario. En todas partes es el mismo. Y se resume en lo que tú dices una religión donde al parecer nada hay que discutir, ni nada que deliberar. Christine Lagarde y Angela Merkel se lo agradecen profundamente. Un saludo

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  10. y lo que no deja de ser sorprendente: el patriarcado siempre son los otros.

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  11. Anónimo9:10 p. m.

    Como si los hombres fuésemos inmunes a ese patriarcado. como si no sufriésemos "imposiciones" de roles sociales del tipo "es una vergüenza para un hombre no ganar suficiente dinero para su familia" por parte de madres, abuelas (además de padres);... o no sufriésemos, en la adolescencia, la consideración de "nenazas" si no destacas en el deporte o no te gusta el fútbol o, con 17, años "aún no te has estrenao"... Aparte de que, claro, antes de nacer, incluso de concebirte te consulta no sólo si quieres ser concebido sino, además, si quieres nacer en un capitalismo - patriarcal o en un falansterio siendo hombre o mujer,... No, el patriarcado es algo de lo que debemos rendir cuentas el 100% de los hombres, como si viene un actual aborigen sudamericano a pedirme cuentas por las atrocidades de los conquistadores españoles porque mi DNI reza "nacionalidad: española".

    Hay mucho trabajo que hacer en la buena dirección de la verdadera iguladad de oportunidades y mucho que deconstruir y refutar de todo ese discurso no ya pseudoprogresista sino totalitario sin paliativos.

    Saludos again.

    manel c.

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  12. En mi opinión de lo que se trata es justamente de que interioricemos la idea de culpa. El ejercicio se practica de mil maneras, pero la intención es siempre la misma: convertir la masculinidad en un problema en sí misma.

    Recientemente y en un blog de temas muy diversos y en principio sin connotación de género una mujer, de forma sutil es cierto, sin que pareciese la intención del artículo, y a propósito de la moda decía lo siguiente:

    “De todos modos, sigue habiendo mujeres que eligen vestir con prendas incómodas y poco prácticas, especialmente para “salir”, incluso hay lugares a los que no las dejan entrar si no cumplen determinados niveles de incomodidad. Curiosamente el “examinador” suele ser un hombre perfectamente cómodo en sus pantalones y zapatos bajos.”

    En el artículo también se hacía referencia a la depilación de las piernas por parte de los hombres, pero por supuesto sin hacer mención a ninguna culpa ajena. Claro que hay quien nos responsabiliza de los desnudos de Miley Cyrus y en este caso se trata de un varón. La cuestión como decía otro comentarista es: por qué el hombre siempre es culpable y la mujer nunca.

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