06 febrero, 2018

Efectos colaterales

Ojo a esa directora de la Manchester Art Gallery que ha ordenado descolgar y esconder el cuadro  Hilas y las ninfas, de J. W. Waterhouse
Se trata de un cuadro de asunto mitológico del siglo XIX y debe ser retirado de las paredes del museo porque muestra a unas jóvenes desnudas.


En opinión de la directora esa pintura convierte a la mujer en objeto y puede inspirar sentimientos de acoso sexual. 
¿Qué está sucediendo para que un cuadro que había superado el filtro de la moral victoriana ahora mismo no sea capaz de escapar a la rígida moral feminista? 



1 comentario:

  1. Anónimo6:28 p. m.

    Al releer esta entrada me doy cuenta de que el cuadro en cuestión es el mismo que utilizo yo todos los años para explicarles la historia de Jasón y los Argonautas… Sólo falta que alguna de las numerosas feministas de guardia que pululan por todos los centros educativos se entere, para que tampoco pueda explicar este mismo, del mismo modo que, años atrás, hubo que renunciar a representar obras de Plauto, porque la feminista de guardia consideraba que eran machistas.

    Lo más curioso es que la directora debería conocer el mito que hay detrás del cuadro: Hilas es un joven bellísimo, antiguo esclavo y ahora amante (homosexual) de Heracles. Cuando Hilas, por orden de su amo, va a buscar agua a un manantial, las ninfas que habitan allí, admiradas de la belleza del joven, lo llevan al fondo de las aguas, obligándolo a quedarse con ellas para siempre. En otras palabras: un caso claro de cómo un grupo de mujeres, aprovechándose de su mayor jerarquía, convierten a un joven varón en un mero juguete sexual, apartándolo para siempre del resto de los mortales…, incluido su amante homosexual.

    Me malicio que la señora directora, cuando hablaba de la "cosificación de la mujer", en realidad estaba tratando de ocultar la clara cosificación del varón a manos de la mujer que ejemplifica el mito.

    (Athini Glaucopis)

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