En una página que sigo de aprendizaje de inglés:
canguroenglish, se cuenta una historia para extraer una metáfora sobre el
comportamiento de los humanos. La historia va de una mujer que en la noche se
cruza con un hombre que parece estar buscando algo debajo de una farola, la
mujer le pregunta que busca y este le dice que sus llaves del coche que las
perdió en el parque, la mujer asombrada le pregunta que si las perdió en el
parque por qué las busca allí debajo de una farola tan alejada del sitio y el
hombre le responde que debajo de la farola es más fácil mirar porque está
iluminado. La metáfora sirve para indicar cómo los humanos muchas veces por no
adentrarnos en la oscuridad nos contentamos con buscar donde hay luz aunque
evidentemente ahí no pueda estar lo que buscamos.
Algo parecido está sucediendo en nuestros tiempos con los
temas de género que siempre quedan solapados por algo que se interpone y jamás
llegamos a ellos prefiriendo hablar de: racismo, de “cancel cultura”, de
neomarxismo y posmodernismo, de censura e inquisición en la universidad, etc.
aun cuando los temas de género están
íntimamente conectados con todas esas cosas y quizás esa conexión sea la más
potente de todas ellas. Ahora le ha tocado la censura a Steve Pinker por unos
tweets que hablan de “delincuencia urbana” y “violencia urbana” expresiones
utilizadas por otros autores sin que los compañeros de quienes las usan hayan
pedido la exclusión de ninguna Sociedad, como han hecho con él los de la
Sociedad lingüística norteamericana.
Porque lo que en el fondo late no son las expresiones de
Pinker en esos tweets sino sus documentadas y en su momento rompedoras posiciones
en relación con la naturaleza humana en
el sentido de que los rasgos psicológicos y la inteligencia son hasta cierto
punto hereditarios, confrontando así con todas las corrientes, en particular el
feminismo que niegan tal cosa por atribuir todos esos rasgos a razones
meramente culturales. Aunque ahora mismo y paradójicamente por estas latitudes muchas
feministas parezcan haber descubierto el
peso de la biología en el hecho de ser hombre o mujer y confronten con la
teoría queer y su tabla rasa, por cuanto
se han dado cuenta que de otro modo todos tendrían acceso a las ventajas de las
que actualmente solo las mujeres disfrutan en el mundo occidental.
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