18 enero, 2011

¿El triunfo del género?

En el buzón de voz de Siglo XXI en Radio 3, una voz de mujer dejó el siguiente mensaje hoy, 18 de enero de 2011:
Los hombres matan a las mujeres, los hombres matan a los niños, los hombres matan a los animales. Todo por dinero. Pero, ¿qué os pasa?


10 comentarios:

  1. Humberto2:42 p. m.

    Seguro que si lo han escuchado Aído, Lorente, Pérez del Campo, etc. habrán dado un brinco de alegría. La cosa va bien, se dirán, ya vamos inculcando en la población el dogma de la maldad masculina. Ya hemos conseguido que se olviden de que "los hombres" en su inmensa mayoría no matan a nadie, los asesinos son un pequeño subgrupo. De que la mayoría de las víctimas de la violencia no son mujeres y niños, sino hombres. De que las madres matan a más niños que los padres. Y de que el dinero casi nunca tiene nada que ver en estos crímenes. Habría que dar la enhorabuena al aparato propagandístico del hembrismo, si no fuera porque su éxito lo pagaremos, y muy caro, nosotros. Han vuelto a demostrar que la frase de su amigo Goebbels es cierta: "una mentira repetida mil veces se termina considerando una verdad".

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  2. Humberto, el feminismo lleva décadas mofándose de la condición masculina en unos términos de una dureza que cualquier comparación con lo dicho por los hombres de las mujeres a lo largo de los siglos se queda corto y, los postulados misándricos de autoras como Andrea Dworkin o Catherine McKinnon, pero tantas otras: Naomy Wolf, Kate Millet, Lenore Walker, Barbara Findlen, Susan Faludi, Gloria Steinem, Marilyn French, Shulamith Firestone, Rosalind Miles o Robin Morgan, están en la base del pensamiento del feminismo institucional, es decir, del feminismo que nos gobierna.

    Una y otra vez el feminismo se viene pronunciado de forma absolutamente irresponsable, y sin reproche social alguno, sobre cualquier aspecto que caracterice al hombre o a lo masculino. Lo ha hecho cuando calificó al cromosoma Y de cromosoma degenerado, lo hizo cuando culpó de egoístas a quienes padecían de eyaculación precoz, lo hace cuando señala la narcolepsia postcoital como prueba de desamor e interés únicamente por el sexo, lo hace cuando nos señala como sexo agresor y dominador y explotador, y, lo hace cuando con el pretexto de no se sabe qué igualdad introduce en la ley y la sociedad todo tipo de desigualdades y privilegios.

    Que esto suceda una vez más, quizá no haga más que reflejar eso a lo que tú te refieres: la propaganda del feminismo dominante, pero también la ausencia de respuesta social a algo que se mire como se mire no puede merecer más que el reproche general y que si en lugar de a los varones estuviera referido a la raza o la religión, o cualquier otro colectivo socialmente caracterizado, sería motivo de preocupación general sobre el monstruo que se está creando y su repercusión sobre las bases que sustentan la convivencia.

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  3. Cuando las feministas desenterraron el hacha de guerra e iniciaron la guerra de sexos no hubo respuesta masculina, se las dejó hacer, cosas de mujeres...con lo que se transformó en una guerra con un solo contendiente: el feminismo. Ahora lo que no sé es como puede evolucionar una guerra así. Supongo que el único contendiente tendrá que asumir los papeles de ganador y perdedor de la guerra.

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  4. Anónimo11:40 p. m.

    Zeñora;

    Zi nosotroz matamoz por dinero y na más que por dinero a to lo que se mueve. En diluego, como tenemos musha pasta ustedas nos lo perdonan tó, pues ya se sabe que pa las femulas más vale pistolero forrao -que pone musho- que pasifista padrefamilia pringao.

    Ya lo diho er Kevedo:

    Toda mujer del mundo, aunque dama de alteza,
    págase del dinero y de mucha riqueza,
    nunca he visto una hermosa que quisiera pobreza:
    donde hay mucho dinero allí está la nobleza...

    Creaba los priores, los obispos, abades,
    arzobispos, doctores, patriarcas, potestades;
    a los clérigos necios dábales dignidades,
    de verdad hace mentiras; de mentiras, verdades...


    P.S. al ezcushar su dizcurso ideo o lógico, e penzao que a lo mejor fuimoz apañeros de universidá.

    El pastor de cabras del osbservatorio de jénero.

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  5. Anónimo5:30 p. m.

    El mensaje de la "radioyente" condensa en sí el tópico antiguo y el nuevo sobre "el mal universal". Durante milenios la Iglesia culpó de todos los males de la sociedad al dinero, y este tópico fue continuado alegremente por los nuevos clérigos, los "progres": acusar al dinero permitía hacer un bonito sermón (religioso o laico) para explicar cualquier desgracia, fueran las inundaciones, fueran las guerras o la prostitución. Desde hace algunas décadas el feminismo ha logrado inculcar en la sociedad que la culpa de todo es de los varones: hay guerras porque gobiernan hombres, hay pobreza porque los banqueros son varones... La empanada mental de esta señora, en fin, no es más que el directo reflejo del caos que en la mentalidad colectiva ha provocado el abuso de tópicos y la falta de análisis.

    (Athini Glaucopis)

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  6. Arturo, pues no sé qué decirte. En este tipo de asuntos tiende a funcionar la ley del péndulo y cuando más alto suba a la ida, así subirá a la vuelta, y claramente tengo la sensación de que en nuestro país todo ha subido ya demasiado arriba.

    El mensaje de la radioyente si lo colgué es porque estoy convencido de que aunque no con la radicalidad que ella lo expresa, esta guerra de sexos está generando en la sociedad un sentimiento de rechazo entre los sexos que difícilmente puede conducir a nada bueno y que siempre es civil.

    Como sabrás, para mí uno de los puntos más oscuros de todo este asunto es la actitud de los hombres. No tengo claro su silencio justamente desde que el feminismo radicalizó su postura y de eso ya hace unas cuantas décadas, tampoco lo comparto, tengo la impresión de que demorar la respuesta que se haya de dar tampoco beneficia a nadie, y que si el feminismo no modera sus peticiones es porque los hombres se han dividido en dos: los que apoyan ciegamente sus peticiones y, los demás, que están mostrando una incapacidad total para ofrecer cualquier tipo de resistencia y de exigencia de respeto y consideración.

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  7. Keyser Söze10:57 a. m.

    Yo sería algo más positivo. El mensaje del buzón de voz me parece una memez; una bobada de esas que tanto se prodigan en estos tiempos por radios y televisiones; un ejemplo más, entre tantos, de cómo en este país hay todavía inmensas masas de analfabetos funcionales en espera de que alguien los rescate de la ignorancia. No creo que a una persona que profiere ese tipo de majaderías se le haya de prestar más atención que la necesaria para reírse de su petulancia.

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  8. keyser, no se trata de la radioyente, que en este caso no es más que un síntoma. Al día siguiente y en la misma emisora, el conductor de un programa se despachó en la misma clave y durante un buen rato un discurso realmente vomitivo. A las cosas no hay que darles más valor del que tienen, pero tampoco menos y que, en este terreno, hay una radicalización importante a mi entender es completamente claro.

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  9. Keyser, no lo he pensado hasta después. Pero luego me he dado cuenta de que sólo a un tío se le puede ocurrir que algo como lo que dijo esa señora es una bobada o una memez y quizá por eso de los tíos se dicen las cosas que se dicen y se hace con ellos las cosas que se hacen.
    Piénsalo bien una frase equivalente proferida por un hombre contra las mujeres, estaría ahora suponiendo que el programa y la emisora rindieran cuentas de algo así, y quizá alguna acción legislativa para tipificar tal cosa como delito.
    Lo he pensado bien y no es ninguna bobada lo que esa mujer dice y, sin embargo, lo que tú dices es significativo de que la manera en que algunos hombres estáis viendo este asunto y que finalmente nos está perjudicando mucho, porque supone la relajación de los derechos hasta que dejan de serlo.

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  10. Anónimo9:06 p. m.

    Zoy el pastor de cabras,

    Señor Emilio, yo le doy la razón en cuanto a la fealdad, gravedad y agresión que suponen las palabras de esa enferma generalizadoraL La chanza no viene a cuento a que no duelan estos comentarios lo que pasa es que cuando te tratan como te tratan, te discriminan y rebajan tus derechos, te insultan antes casi de nacer y no hay justicia para nosotros, solo nos queda el
    humor.
    El día que los hombres nos demos cuenta de que estamos en peligro y completamente ninguneados, arreglaremos este asunto, con permiso de los bancos y los grandes plutócratas, que son quienes lideran esta neo-cultura.

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