18 noviembre, 2011

Vencen pero no convencen

Es verdad que no conseguimos arrancar ni una sola palabra sobre muchos temas: fracaso escolar masculino, custodia compartida, ley contra la violencia de género… al neofeminismo, en cualquiera de sus expresiones: feminismo institucional de género u hombres profeministas, pero eso, lejos de significar una derrota, representa a mí entender un importante paso adelante.

Quien rehúye explicar el contenido de sus propuestas y ya sólo se acoge al poder  que le brinda lo oficial,  está en lo que en su momento Miguel de Unamuno expresó como: vencen pero no convencen, y esa también es la primera forma de empezar a perder. Como pone de manifiesto la Declaración de Barcelona de los hombres profeministas, su argumentario -y hay que pensar que ya sólo enuncian algunos temas callando sobre otros como la custodia compartida, el  fracaso escolar masculino o la ley de violencia de género-  no resiste el más elemental de los análisis, ni la más pequeña de las críticas.

En relación con la cuestión de los libros para entender a las mujeres, estamos en la sempiterna cuestión de la subjetividad femenina que nos habla de un ser especial que  precisa, no de un  manual, sino de muchos libros para ser entendido, subjetividad  que en los últimos tiempos parece invadirlo todo: desde las relaciones interpersonales hasta la política y el  Derecho positivo y cuya llave de interpretación estaría reservada a ellas mismas. Es de ese modo que haya de interpretar, al menos en buena parte de sus manifestaciones, la violencia de género o el acoso sexual, como de forma un tanto esperpéntica se puso de manifiesto en el llamado Elevatorgate que en su momento comentamos en esta bitácora.

Pero más allá de esas y otras leyes, constituye como una marca de género que se traslada a todos los ámbitos de la vida y así una leyenda urbana como, la tantas veces desmentida y nunca probada,  discriminación salarial femenina cuando parecía que por falta de argumentos se había ido,  reaparece con el mismo vigor de siempre en el artículo que acompaña la entrada que aquí comentamos, pero también en un terreno tan aparentemente alejado de estas cosas como las candidaturas a la secretaría general del PSOE o la presidencia del Gobierno donde al parecer la forma de postularse no es en positivo, no es reclamándose en el derecho a hacerlo por los motivos que se estime oportunos, sino en forma de reto que se lanza a los demás para que demuestren lo contrario.



80 comentarios:

  1. Anónimo5:01 p. m.

    "Cárcel para dos padres por la ablación de su hija"

    http://www.publico.es/espana/407376/carcel-para-dos-padres-por-la-ablacion-de-su-hija

    El diario Público titula así la noticia sobre la sentencia de la Audiencia de Teruel sobre la ablación practicada a una niña.
    Ya ven, el feministísimo diario Público, siempre tan interesado en distinguir entre "padres" y "madres", en esta ocasión ha preferido usar el neutro "padres" referido a ambos progenitores. Misterios de la nueva gramática de género, que cuando conviene diferencia entre "miembros" y "miembras", y cuando no le interesa recurre al viejo y sexista lenguaje heteronormativo y patriarcal...


    Por cierto y en la misma línea. La otra noche contemplé la entrevista que cierta televisión le hacía a Cayo Lara, el candidato de Izquierda Unida. Este señor usó en varias ocasiones las expresiones "ciudadanos y ciudadanas", "parados y paradas", "trabajadores y trabajadoras". Sin embargo, también habló de los "especuladores" como culpables, según él, de la crisis, pero significativamente olvidó toda mención a las "especuladoras". Por lo visto el odioso capital no tiene patria, pero sí tiene sexo, el masculino, claro...
    José

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  2. Anónimo10:23 a. m.

    He visto los guiños de UGT y CCOO a PSOE e IU en la campaña y de repente me percaté de cuánto decayó su peso y su autoridad en los últimos años y pensando en el asunto me he dado cuenta que el sindicato que realmente se lleva el gato al agua, con el gobierno anterior, pero también con el que salga de la elecciones de mañana, sea cual sea el resultado de éstas, es el sindicato del feminismo.

    Y tiene su aquél porque no precisa dejarse ver, ni salir en compañía de nadie, ni hacer excesivos gestos.

    Alberto

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  3. Humberto8:29 p. m.

    Perdonad que meta este comentario aquí, como con calzador. Pero es que estoy perplejo: acabo de enterarme de que precisamente hoy es el Día Internacional del Hombre (del varón, no del ser humano). Pero los medios de comunicación no se han hecho eco de ello apenas ¡Qué raro!
    Si hubiera sido el Día de la Comadreja de Pernambuco, se le habría dado la correspondiente relevancia. Pero como sólo es el Día de Hombre, no merece la pena.
    Me pregunto ¿será legal en España?
    En fín, es una bonita casualidad que este Día coincida en España con la jornada de reflexión

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  4. Lo de la "subjetividad femenina" y "a las mujeres no hay quien las entienda" o "un libro para entender a las mujeres" no es más que la consecuencia de un punto de vista muy tradicional, según el cual se habla de "las mujeres" como se hablaba de "los nativos" o "los comunistas". O sea, hay una forma genérica, difusa y no marcada de ser un ser humano "normal", y luego hay, desde el punto de vista del que habla, que es una persona "normal", sin marcas, algunos colectivos pintorescos y peculiares, que son definidos por una sola característica, y cuyas cualidades individuales y ocupaciones varias en la vida no se tienen en cuenta, solo son siluetas intercambiables.
    Así, "los nativos son supersticiosos y amables" o "las mujeres son subjetivas".

    Yo creo que está todo el rato categorizando por género, eso mismo que dice rechazar.

    Siempre ha habido una especie de apartheid en los medios de comunicacion, en el sentido de que las publicaciones, secciones o artículos no categorizados por género se sobreentienden masculinos (no se dice expresamente porque eso es lo "normal") y luego hay la sección especializada en "lo femenino", como la hay sobre coches o sobre deportes.
    No es una novedad, y sobre todo no es una novedad feminista en absoluto, independientemente de que ahora la cursilería y la demagogia empleen un lenguaje que lo simule superficialmente.

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  5. Aloe, ¿Y si en realidad el discurso tradicional y viejo fuese el que tú expones? Porque pensar que un diario como El País hoy, aunque podríamos referirlo a cualquier otro medio, habla en masculino en las secciones no categorizadas es tanto como suponer que no existiría lo humano y todo pudiese reducirse a las categorías masculino y femenino, hombre mujer, sin zona de contacto, sin espacio común. Por ejemplo, cuando se habla de la brutal crisis económica que padecemos, de qué se habla del hombre o de la mujer, de lo masculino o de lo femenino y, las elecciones de hoy mismo con qué tienen que ver, más allá que cada uno de nosotros echemos en falta o nos sobren cosas…

    Lo que de verdad induce a engaño es la pretensión del neofeminismo de que la ciencia realizada por los hombres no es más que un producto masculino que responde a intereses masculinos y sirve para sostener el dominio de los hombres… Para dar cierta verosimilitud a lo que expones hablas de las secciones de coches o deportes, pero yo te pregunto y ¿las de moda, salud y crónica rosa? ¿esas en qué categoría estarían?
    Confundir las categorías gramaticales con las sociales es lo que tiene que finalmente se acaba sosteniendo que la ciencia, la informática o la política y observa que ambas pertenecen al género gramatical femenino, son espacios de “poder” que el hombre se reserva para sí como sostiene ese teorización feminista.
    Pero lo cierto es que eso no es así y el espacio específicamente masculino o bien es marginal, o es el que tiene que ver con la crónica negra.

    Quizá deberías explicar cómo encaja en tu modelo el hecho de que la programación de informativos y todo el resto de la parrilla de la televisión pública esté protagonizada por mujeres, o como entender que la sección de sociedad de El País en realidad constituya una revista más de las que en el quiosco están en la sección de prensa femenina, o el mismo hecho de que esa prensa ocupe mucho más de la mitad de los estantes. ¿Habríamos de suponer que todo lo demás caería en la categoría de prensa masculina?

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  6. Pero precisamente lo que yo digo es lo que me contestas tú.
    Es decir, para mi El Pais son las noticias o reportajes de política, sociedad, internacional, etc., y los pequeños ghettos, por mucho que se vistan de seda moelna y "reivindicativa", ghettos se quedan.
    Pero lo que yo señalaba es que eso es un resto de lo tradicional, lo que ha habido siempre.
    Cuando un columnista de la prensa, por ejemplo, escribía cosas como "Diga el amigo lector si no le pasa eso también a él con la parienta en casa" (si iba de gracejo y costumbrismo) o cuando La Marsellesa se pone estupenda y los ciudadanos cantan venganza contra los que "vienen a degollar a nuestras compañeras y nuestros hijos", dándose por sentado que los cantores patriotas son los ciudadanos... Yo leo prensa y bastantes libros desde pequeña y ese contexto sobreentendido me chocaba siempre. Lógicamente, un lector varón no se fijaría igual.

    O sea: no se trata de lo que se dice, sino de lo que tácitamente se da por sentado.
    Tampoco digo que las cosas sean así ahora tan claramente (la sciedad tampoco es así y las mujeres p.e. leen tanto o más las columnas de los periódicos, y los que escriben ya han interiorizado esa idea), pero que quedan restillos... vaya si quedan. Ahora se visten de "acción positiva" y de adulacion, pero lo siguen tratando como un "tema especial", aparte de las noticias normales.

    Fíjate que yo no digo que no sea normal que haya secciones de moda o deportes (que interesan más estadísticamente a un sexo que a otro, como otras secciones tendrán su público preferente por edad o por lo que sea). Lo que es un tratamiento tradicional, tipo ghetto, es considerar que hay una seccion "Mujeres" donde en definitiva se tratan noticias que deberían estar en "Política", "Sociedad", "Educacion" o "Cultura", pero que ah, como tratan de asuntos de mujeres... pues al ghetto, como si no fueran asunto de la sociedad en general, sino de un colectivo especial de ella.

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  7. Se me olvidaba comentar tu último párrafo:
    No entro a valorar si tu sentimiento de víctima oprimida tiene o no razon de ser, pero hay que puntualizar alguna cosilla:
    - Las locutoras de television son a menudo mujeres, pero no así los directores de informativos, ni los que cortan el bacalao. El locutor pone la cara, y si esa cara tiende a ser una cara de mujer joven y guapa (porque es así siempre) yo diría más bien que el espectador a quien eso más le atrae es el varón. Cuando la mayoría de las locutoras (alguna sí hay) sean señoras de físico normalito y cuarenta y tantos, que están ahí porque son redactoras, y además las mujeres acaparen la plantilla que no sale en antena y los puestos directivos, entonces igual empiezas a tener razón.
    Lo otro que dices en ese párrafo la verdad es que no lo entiendo. Los quisocos venden lo que la gente compra. Nunca me he fijado en las revistas que dices porque no las compro, pero si hay más será por una cuestión de mercado, porque dan dinero, son fáciles de editar, o lo que sea. Eso no es decision política. Quiza sea un retraso de las mujeres, que en cambio están menos presentes en internet.
    Lo de la sección de "sociedad" de la prensa (¿El País?) tampoco lo entiendo. Es la única sección de ese periodico que suelo leer on atención, porque las noticias "de verdad" para mi están ahí. Las andanzas de los jefes de los partidos no me interesan casi nada, ni los fastos oficiales tampoco. Pero nunca me ha parecido que hablen solo de mujeres, ni menos que vaya dirigido a las mujeres en particular. Quizá tu no te acuerdas de que la sociedad está compuesta por mitades por los dos sexos, y lo lógico y deseable de la prensa generalista es que no esté orientada a uno de ellos en particular.
    Cabe señalar, no obstante, que la sección "internacional" en toda la prensa está protgonizada casi en exlcusiva por los varones. Quizá no te hayas fijado.

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  8. Aloe, en relación al comentario de Emilio, centrado en la televisión pública, respondes: “Las locutoras de televisión son a menudo mujeres, pero no así los directores de informativos, ni los que cortan el bacalao”.

    Pues bien, los que han cortado el bacalao en la televisión pública estos últimos ocho años se han preocupado que su programación y el contenido de los telediarios presentados en su mayoría por mujeres reflejaran los dogmas de la ideología de género. Así, en la 2 se han programado documentales que hablaban del “machismo” de los animales en la sabana africana, los telediarios de la televisión pública han machacado a su audiencia con estadísticas tergiversadas para impulsar los aspectos más cuestionados de las llamadas políticas de igualdad, las series de tv y los culebrones producidos para la televisión pública han enaltecido sin cesar el heroico papel de la mujer en la Historia, arrinconando al varón a los episodios más cruentos…en definitiva, el feminismo institucional no ha tenido verdaderos motivos de queja con los que cortan el bacalao en la televisión pública de España pagada con los impuestos de hombres y mujeres. Por cierto, Pepa Bueno creo que se ajusta bastante al físico de mujer normal que reclamas, así como Ana Blanco y en general todas las locutoras de la televisión pública. Y con toda normalidad, siguiendo las directrices de sus jefes varones se han puesto al servicio de los intereses políticos del feminismo institucional.

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  9. Así informaba la Sexta del Día Internacional del Hombre:

    http://www.lasextanoticias.com/videos/ver/dia_del_hombre/516233

    Sobran, creo, comentarios.

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  10. Humberto5:17 p. m.

    Aloe, sólo un par de puntualizaciones. Ya existen casos de locutoras de más de cuarenta y no demasiado atractivo físico, por ejemplo Ana Blanco, Pepa Bueno, María Escario, en TVE.
    En cuanto a que la presencia en la pantalla de mujeres jóvenes y atractivas tiene como finalidad atraer o agradar al público masculino, lo niego taxativamente. Si fuera así ¿por qué todas las revistas femeninas traen mujeres de ese tipo en sus portadas? Y no sólo en las portadas; si las hojeas, verás que la inmensa mayoría de las fotografías muestran a chicas jóvenes y guapas. En la publicidad de productos femeninos ocurre lo mismo, salvo en los productos destinados específicamente a mujeres mayores.
    A ver si va a resultar que también vosotras sobrevaloráis la juventud y la belleza de las otras mujeres; eso que tanto nos habéis criticado a los hombres.

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  11. Aloe, tengo la impresión de decir cosas bien distintas a las que tú expresas, de hecho la coincidencia que señalas se acaba justo después de su enunciado porque a partir de ahí veo que discrepas en casi todo y a eso me atendré.

    Realmente curioso que donde aparece un hombre ahí está el poder masculino, donde aparecen montones de mujeres, sea en los programas de televisión o el quiosco, pues resulta que en realidad se trata de un espejismo ya que si las vemos ahí es porque quienes están detrás y mueven los hilos son los hombres y además para acceder a tales puestos hay que ser guapas porque eso es lo que atrae a los hombres.

    Es decir aunque vemos mujeres todo se hace para complacer al hombre sea el que está detrás como empresario o gerente sea el que está delante como espectador. Así puedo asegurarte que es fácil autoconvencerse de lo que una quiera… Tampoco ayudan a clarificar las anécdotas del gracejo y costumbrismo que mencionas, pues ten a buen seguro que podría llenar varios folios de anécdotas recientes en las que la burla va dirigida a los hombres.

    Observa en cualquier caso que algo has modificado tu posición ya que de entrada entendías que las secciones no categorizadas se sobreentendían masculinas y en este tu segundo comentario este aspecto, para mí central, se te ha olvidado completamente. Veo también que no te interesa nada lo del espacio común del que hablaba en el mío o de que ámbitos como la ciencia o la técnica que el feminismo tiende a identificar como sexistas están fuera de tal categorización.

    En cuanto al sentimiento de víctima oprimida del que hablas entiendo que estaría mejor dirigido si lo hiciese en dirección al victimismo feminista, aunque sólo fuese por cuestión del tiempo desde el que lo vienen practicando.

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  12. Humberto5:50 p. m.

    En cuanto a lo de los libros para entender a las mujeres, a mí me parece que es una forma indirecta de decirnos a los hombres que si no las entendemos es porque nos falta capacidad, o sea, es culpa nuestra. Esa capacidad necesitamos adquirirla leyendo libros que aumenten nuestra escasa formación. Sospecho además que esos libros estarán repletos de ideología de género, que como sabemos, "es la buena". Por otro lado, se nos dice constantemente que cuando ocurre lo contrario, que las mujeres no comprenden o aprueban nuestra forma de pensar, sentir o actuar, es porque somos unos impresentables y debemos cambiar para adaptarnos a sus esquemas (redefinir la masculinidad y esas cosas). Es decir, que vemos que en cualquier caso de discrepancia o asincronía entre hombres y mujeres, la culpa del problema y por tanto la responsabilidad de la solución recae en las espaldas masculinas. Vamos, el mensaje habitual.

    Pienso que las mujeres podrían, si quisieran, hacerse entender perfectamente por los hombres si abandonaran esa calculada e interesada ambigüedad a la que muchas (no todas, por supuesto) son adictas. Si nos dijeran claramente lo que piensan, lo que sienten y lo que pretenden lo entenderíamos perfectamente. Y son capaces de hacerlo, porque entre ellas parece que sí se comiunican con claridad y honestidad, sin rodeos ni tapujos. Pero claro, es mejor tener a los hombres desorientados y despistados, así controlan ellas mejor la situación. Es como una partida de póquer en la que el hombre debe jugar con las cartas al descubierto (nos exigen que seamos sinceros y expresivos), mientras ellas pueden ocultar las suyas.

    (No pretendo generalizar, ya sé que muchas mujeres no son así, pero otras muchas sí)

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  13. Anónimo8:11 p. m.

    Si hubiéramos de basarnos únicamente en los comentarios de Aloe para tratar desmentir lo de la subjetividad femenina, sudaríamos tinta y nos quedaríamos como habíamos empezado. Lleva toda la razón cuando nos dice que cuando se trata de asuntos de mujeres, se marca como algo no normal, como algo ajeno a lo genérico. Cuánta razón lleva esta señora. En efecto, cuando es la mujer la que comete un delito doméstico, el tratamiento que se le da informativa y legalmente no es el que se le da al hombre (a lo genérico según ella). Su delito está marcado con el sello del privilegio: recibirá la mitad de pena que el hombre. Cuando se trata de conceder la custodia del hijo, la mujer está marcada como privilegiada: ella tiene preferencia. Si es el chico quien fracasa en la enseñanza masivamente, nada se altera, porque no tal fracaso no viene marcado con ningún sello de distinción, prebenda o privilegio. Cuando se nos dice que el 90% de los accidente mortales en el trabajo los sufren los hombres, las feministas no se conmueven lo más mínimo: es que las tragedias o problemas de los hombres no vienen marcados con el sello del privilegio. Etc. Quizá se le pasa por alto a la señora Aloe que también está “marcado” un rey (o reina), un varón, un duque o un presidente del gobierno. Pero no, precisamente, para su perjuicio. La “marca” puede ser para estigmatizar o, al contrario, para privilegiar.

    Raus.

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  14. Por mi trabajo he leído bastantes libros sobre mujeres, hombres y educación emocional. Para resumirlo mucho, cuando una mujer se queja de que su hombre es poco emocional se refiere a que cuando ella está "tomada" por una emoción, él esté presente, comparta con ella, se muestre paciente y comprensivo, no la deje sola, ni la ataque ni se burle.
    Pero no se refiere a que el hombre pueda compartir con ella sus sentimientos de vulnerabilidad, especialmente si son negativos. Las explosiones emocionales (de ellos y ellas) suelen esconder otros sentimientos insconscientes que no se formulan (miedo al abandono, a no ser suficiente...). Los hombres, por el bien de su relación, tienen que andarse con cuidado cuando se les invita a “compartir sus sentimientos”, pues si expresa hacia ella sentimientos críticos (frustración, desaprobación, frialdad...), puede provocar una pérdida de atractivo hacia él, pues eso –aunque ellas no lo dicen- merma su atractivo masculino.
    Este es el drama de los “muchachos sensibles” (yo me he incluido :-)))))))))) : son excelentes “amigos”, comparten confidencias e intimidad, pero no hay sexo. Después, la chica, para el erotismo, se va con uno que parece un bruto. Recuerdo que así de explicito lo contó un profesor de yoga en un hilo de discusión sobre estos temas (lástima que no me acuerdo donde fue), era muy ilustrador y muy sincero.

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  15. Anónimo9:56 p. m.

    Perdón por el gazapo: donde puse "varón" quise poner barón. Espero que se haya comprendido la frase por el contexto.
    Raus.

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  16. Anónimo11:57 p. m.

    1.- Tal parece que los que por aquí andais no veis lo que se llman los títulos de créditos en la TV. Esos cartellitos que ponen muy rápido, al final de los programs. En ellos podemos ver que, al menos en la televisión pública, la mayoría de participantes, desde directores y productores hasta guinistas y personal técnico así como sus respectivos ayudantes, son mayoritariamente de sexo femenino. Lo de los jefes que mandan y ellas solo son caras bonitas inocentes, hace ya años que es historia.
    2.- Si un grupo se encierra voluntariamente, se pone un muro impenetrable para los que no son del grupo, se protege así de "los otros"...como hacen ciertos grupos de mujeres. Lo que no puede hacer es luego decir que está encerrado en un guetto...pero como hemos visto en muchas ocasiones, en cuanto les parece lo hacen...y hasta parece que se lo creen.
    3.- Ayer sábado, estuve en unas jornadas se sexología que se celebraron en la ciudad de Pontevedra. Allí tambien se comentó como las chicas querían tener buenos amigos dotados de valores muy femeninos pero luego se iban con los malotes. Tambien me hizo algo de coña que una chica que presentaba una ponencia sobre tratamientos a delincuentes sexuales pusiera como ejemplo de programa televisivo que transmite valores tradicionales machistas etc etc ni mas ni menos que a los Simpson, si eso dibujitos amarillos donde todos los varones son entre idiotas y totalmente gilipoyas y las chicas son las listas y las guais. Pues pasa como con los espacios cerrados que se transforman en guettos: si te interesa los acusas de machistas porque la niña es perfeccionista (mucha carga para las mujeres) y la madre lo perdona todo (tópico de la mujer buena...). Hablando de dibujos animados, teneis que ver unos de una familia de cerditos muy monos: padre que trabaja en casa pero tambien carga pesos y asume peligros o tareas engorrosas, además se sur torpón junto a madre lista y organizadora etc para que luego digan que son transmisores de no se que valores..vamos el rollo de siempr.
    Arturo

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  17. Arturo, gracias por tus comentarios sobre la televisión pública, que a mi me habían pasado inadvertidos.

    Sobre los Simpson, me sorprende el comentario de la ponente, cuando es un máximo exponente de corrección política, sobre todo en los discursos épicos que a veces suelta Lisa en contraposición a la estupidez de su padre o los confortamientos grotescos de su hermano. En las series costumbristas españolas, tipo Aída, se observe el mismo sesgo de género que comentas.

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  18. Han salido muchos temas y está todo un poco liado. Para empezar, creo que Aloe ha expresado muy bien lo que Simone de Beauvoir definió como alteridad: la mujer aparece como "lo otro", lo opuesto a lo masculino, siendo lo masculino lo normal. Por ejemplo, en lo que hablábamos respecto a la "feminización" de la enseñanza, que inconscientemente ustedes identificaron como un fenómeno anómalo hasta el punto de que consideraron conveniente ponerle la etiqueta de "colectivo feminizado". Sin embargo, no se les ocurrió decir que la banca o la empresa están "masculinizadas" porque era lo esperable. La idea queda bien ilustrada con la típica imagen de la evolución humana donde se representa a los homínidos en fila (siempre machos), de menos a más evolucionados. Lo mismo ocurre con las láminas donde se representa el cuerpo humano, siempre con la imagen de un hombre (a menos que se trate específicamente el tema de las diferencias sexuales o la gestación). O sea, que sin darnos cuenta identificamos lo masculino con lo normal y lo femenino con "lo otro". Yo a veces no puedo evitar hacerlo pese a ser mujer. Esto hace que con los temas de las mujeres y el feminismo se llegue a tener la misma sensación que a mucha gente le producen los adivinos: recuerdan sobre todo sus aciertos, precisamente porque son poco habituales, y al final se quedan con la impresión de que aciertan más que yerran y que por tanto tienen algún tipo de poder. Es el mismo mecanismo que opera en los que dicen que ahora sólo hay homosexuales en todos lados, simplemente porque hay algunos que son visibles en determinados medios. Creo que algo así pasa con las mujeres y lo femenino. No estoy tratando de justificar nada ni de quitar importancia a otros temas que la tienen. Simplemente quiero hacer notar un hecho que me parece innegable y que sin embargo a ustedes les ha pasado desapercibido. Me da mucha pereza caer en la típica conversación de "y tú más - pues tú peor" pero creo que datos como que en no sé qué cadena pasaron un documental sobre el machismo de los leones del Serengeti son anecdóticos y que si los recuerdan es precisamente por diferentes. No creo, sinceramente, que los medios y la sociedad estén tomados por el "feminismo radical"… como tampoco lo están por los homosexuales cuya presencia pública sigue siendo anecdótica (¿cuántas mujeres con relevancia pública conocen que sean abiertamente lesbianas? yo ninguna, pero aún así hay quien habla de lobbies gays). Y bueno, quien dijo que los Simpson eran machistas desbarró un poco, francamente. Sin embargo, está los pitufos, cada uno con su oficio menos la pitufina cuyo oficio es… ser hembra.

    Humberto, la presencia en la pantalla de mujeres jóvenes y atractivas tiene como finalidad atraer o agradar al público masculino, evidentemente. Hay datos: las operaciones de estética son testimoniales en el caso de mujeres lesbianas. De hecho, las mujeres lesbianas y los hombres heterosexuales son los colectivos con mayor sobrepeso (tenía una estadística al respecto pero no la encuentro), de lo que se deduce que a las mujeres no les importa tanto el peso de su pareja. Creo que está claro que si las mujeres "estupendosas" salen en las revistas de mujeres es en cuanto que modelos a seguir por las otras mujeres.

    Todo lo anterior no implica que la presencia femenina en todos los ámbitos no sea muchísmo mayor ahora que en épocas pasadas y que no haya mujeres que de una u otra manera intentan sacar provecho de su condición de mujer así como mujeres manipuladoras, agresivas, defraudadoras, timadoras, falsificadoras de moneda, asesinas, fanáticas, hinchas del atleti y todo lo que se les ocurra.

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  19. Humberto9:54 a. m.

    Cristina, insisto en que la presencia de chicas jóvenes y guapas no tiene como finalidad ataer al público masculino, o por lo menos no exclusivamente. No creo que el público masculino sea el objetivo de los anuncios de tampones, o de las portadas del Cosmopolitan, donde siempre, siempre, aparecen mozas de muy buen ver. En ningún momento me he referido a cómo las mujeres prefieren a sus parejas masculinas: ya sabemos que al atractivo físico anteponen otros factores, como el nivel económico. Yo me refería a cómo las mujeres jóvenes y bellas no son exclusivamente un reclamo visual para los machos superficiales y babosos: parece que también a las espirituales y profundas féminas les gusta contemplarlas, tanto en la publicidad como en los programas informativos o los de ficción. Y que conste que no lo digo como una crítica a las mujeres, pues encuentro perfectamente lógico que a todos nos agrade la juventud y la belleza; lo que me parece mal es que sólo a los hombres se nos reproche algo que también os pasa a las mujeres.
    Lo de que esas mujeres "estupendosas" salen en las revistas para hacer de modelo a otras mujeres, pues no sé, vosotras veréis a quiénes elegís como modelos. Nada os impide elegir a escritoras o científicas.

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  20. Cristina, tengo poco tiempo pero no quiero demorar mucho un comentario que quizá ampliaré un poco más adelante.

    Tengo la sensación de que cuando nos referimos a cuestiones con fuerte carga sexista antimasculina, tendéis y ahora ya no me refiero a ti exclusivamente, a pensar que hablamos de pequeñas anécdotas sin mayor trascendencia, cuando en realidad no es así.

    También me llama la atención la dificultad para asumir la reciprocidad en el trato de tal modo que por ejemplo consideréis la paridad imprescindible para la igualdad, pero luego solo pretendáis aplicarla cuando os favorece pero un asunto como el equilibrio de presentadores en televisión o de maestros en las escuelas os resulte una petición anómala.

    Lo dicho quizá amplíe un poco el comentario más adelante.

    Un saludo

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  21. Emilio, contestando a tu penúltimo comentario (el que me contesta a mi) yo creo que ves la vida en general, y mis comentarios en particular, demasiado en blanco y negro, de manera un poco maniquea.
    Me parece que queda claro en mis comentarios anteriores que yo hablo de un resto o supervivencia de una ideología tradicional, que si estuvo en vigencia al 100 por 100 hace treinta años, ahora quizá lo esté... que sé yo, al 40%. O si quieres, al 30% o al 20%. Por tanto, hablo tanto de lo que había tradicionalmente como de la inercia que (hasta cierto punto) queda ahora, pero no digo que todo sea lo mismo.
    Lo principal de mi comentario era señalar que, en mi opinión, el hacer guettos para mujeres y de mujeres no es ni feminista ni igualitario ni ná de ná. Es utilizar los mismos mimbres del ghetto tradicional pero ahora dándoles la vuelta en plan demagógico. Es decir, que yo vengo a darte parcialmente la razón, pero puntualizando en un aspecto de tu argumento.

    Lo demás que dices... son tus impresiones. Cuantifica y demuestra, porque si no, como lo mismo valen las mías que las tuyas, cada uno ve lo que quiere ver y cualquier diálogo es de sordos.
    Lo que a ti te parece intolerable propaganda feminista a mi solo me parece el habitual buenismo convencional (donde todos somos demócratas, todos igualitarios, todos solidarios, todos respetando la Constitucion a tope... los mundos de Yupi del bien-pensar). Por mucho que te fastidie, el igualitarismo entre sexos ha llegado a ser un lugar común tan automático como Constitución-buena-Batasuna-mala, democracia-buena-dictadura-mala, consenso-bueno-conflicto-malo, todos-somos-solidarios.
    (Luego eso es mentira, cuando la gente manifiesta con sus actos lo que cree de verdad, y los que mandan ni digamos, pero el convencionalismo público de nuestro tiempo es ese)

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  22. Emilio, y ahora querría comentar tu ultimo comentario.
    Primero: Hablas a Cristina, y a la vez la consideras algo así como un representante de algún colectivo (¿mujeres? ¿Mujeres feministas? ¿Quien sabe qué?). Dices por ejemplo: consideréis la paridad imprescindible (...) solo pretendáis aplicarla (...) un asunto como el equilibrio de presentadores en televisión o de maestros en las escuelas os resulte una petición anómala.
    ¿Por qué supones que Cristina hace esas cosas? o ¿Por qué supones entonces que las hacen todas las mujeres y todas somos como una sola clonada millones de veces? ¿Eso no es utilizar esos estereotipos de género que te molestan?

    Yo, por ejemplo, te afirmo con total contundencia que no pretendo en absoluto ni aplicar la igualdad solo cuando me conviene, ni nada parecido.
    Y, en concreto, la petición de que se apliquen las mismas reglas a los maestros de escuela y a los locutores de television que a las demás profesiones, oficios y empleos, la suscribo desde ya.

    Estoy casi segura de que Cristina abunda en las mismas afirmaciones respecto a si misma. Entonces ¿a que interlocutor te diriges? ¿a un hombre de paja que tú te haces? ¿a todas las mujeres, sin prueba de ninguna clase de que todas tengan la actitud que dices?
    Sería bueno que, ya que tu lema -muy elogiable- es "no categorizar por género" procuraras no hacerlo tú. Es comprensible, porque la polémica nos arrastra, pero te quita peso y argumentos.

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  23. En algún sentido tengo que darte la razón Aloe, pues tendría que matizar bien a quién me refería. Por supuesto no a la totalidad de las mujeres. La cuestión es que acabas de incorporarte a la bitácora y no tienes porque saber a qué me refería, pero es que hace muy poco en un reciente entrada, concretamente:¿Qué nos está pasando? recogía un grupo de manifestaciones en las que las mujeres citadas tendían, al menos desde mi punto de vista y de muchos más aquí, a considerar que vivían en un mundo donde todo conspiraba contra ellas y la discriminación por fuerza había de ser unilateral y en su contra, mientras que por el otro lado la sociedad no paraba de hacer regalos a los varones.

    Cosa que en buena medida a ti te ocurre. Relee sino tus comentarios y verás que descartarte con un argumento más bien peregrino lo de las locutoras de televisión, no concediste valor a que en el quiosco la prensa femenina fuera claramente mayoritaria y tardaste bien poco en hacer una frase como la siguiente: “No entro a valorar si tu sentimiento de víctima oprimida tiene o no razon de ser…”
    ¿¡Un poco fuerte no?! Máxime si tenemos en cuenta el historial victimista del feminismo. Por lo que quizá tampoco tú pareces escapar de esta manera unilateral de considerar las cosas. Está muy bien que digas que te parece bien lo de la paridad, pero entonces relees tus comentarios, y verás que no es lo que dices en ellos. En relación con lo de hacerlo extensivo a todas las profesiones, yo no quería llevarlo tan lejos, pero dudo que muchas mujeres opinen como tú y quieran hacerlo, más bien parecen rehuirlo con claridad, particularmente los oficios de cuello azul. Aunque quiero concederte el beneficio de la duda tengo la impresión de que se trata más bien de un recurso retórico para salir de la situación.

    En cualquier caso, quiero agradeceros tanto a Cristina como a ti, vuestras aportaciones. Me supongo que a todos nos falta un poco de práctica en esto de discutir de igualdad de una manera franca y abierta como aquí estamos haciendo.

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  24. Anónimo4:44 p. m.

    Cristina, que la escuela se feminice no encierra, en sí, ninguna anomalía. La hay cuando tal feminización es debida a la existencia de un mecanismo de selección sesgado que repudia lo masculino de manera clara y sistemática. Igualmente, que los hogares con hijos se hayan feminizado no sería ningún problema si no fuera por el pequeño detalle de que existe otro mecanismo de selección sesgado a favor de la custodia materna. Nadie está abogando en contra de la presencia de la mujer en la escuela o en los hogares, sino reivindicando la justa presencia del hombre en tales ámbitos. Yo lo dije muy claramente en mi artículo: no sobran mujeres en la escuela y en los hogares, faltan hombres. Lo anómalo aquí es que los mecanismos de selección tomen como criterio el sexo del individuo. Es, precisamente, la anomalía contra la que siempre lucharon las feministas de la igualdad.

    La banca o la empresa están masculinizadas. Pero esa no es la cuestión. La cuestión es si existe algún mecanismo culposo que impida a las mujeres ser banqueras o empresarias. Si una mujer quiere ser empresaria, ¿se lo impedimos los hombres? Porque, entre otras cosas, hay que considerar la posibilidad de que a las mujeres no les agrade, en general, ese tipo de profesiones o que prefieran no sacrificar la maternidad con ocupaciones de ese tenor. En el caso de la enseñanza, no podemos decir que la escasez de hombres esté causada por su desinterés por la enseñanza. Al menos cuando yo era niño, en una época tan machista como lo fue el franquismo, el número de maestros era superior al de maestras. Y se hace muy difícil creer que en a lo largo de la democracia los hombres estén menos interesados en la enseñanza que en décadas anteriores. Es decir, si acaso flotara en el ambiente la especie de que la enseñanza a niños es cosa de mujeres o que es poco masculino desear ser maestro, es obvio que tal idea tendrían una mayor fuerza y presencia en la época anterior a la democracia. Insisto, yo tuve más maestros que maestras en la EGB.
    Para entender por qué se ha feminizado la escuela hasta el punto en que lo ha hecho, y no sólo aquí en España sino en el resto de países occidentales, me parece que hay que considerar cuál es la idea vigente y dominante de la sociedad y de las instituciones acerca de la idoneidad de los dos sexos para cuidar y educar a los niños. Y la idea dominante es, a ojos vista, que los hombres no son aptos (o raramente aptos) para educar y cuidar a los niños. ¿Por qué? pues por todo aquello de que la mujer, al contrario que el hombre, está inclinada a las relaciones sociales, es más empática y comunicativa que el varón, propende a la colaboración y no a la competición (típicamente masculina), resuelve los conflictos a través del diálogo, etc. Insisto en que estas descripciones de hombre y mujer no me las invento yo, sino que están presentes en la literatura psicológica y psicométrica actual. Si son descripciones correctas o no es algo que puede debatirse, pero lo cierto es que están ahí, y creo que, quien más quien menos, las conoce y las acepta de una manera más o menos implícita. Son descripciones que, evidentemente, se pueden interpretar de manera sesgada o interesada, especialmente cuando no se tiene en cuenta que tanto hombres como mujeres podemos comportarnos racionalmente; es decir, de manera similar, más allá de los dictados de nuestras inclinaciones naturales.

    Raus.
    Sigue...

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  25. Anónimo4:45 p. m.

    Y me parece más que evidente que tales descripciones están detrás de las decisiones oficiales que alejan a los hombres de los niños tanto en la escuela como en los hogares de manera sistemática. Dime, Cristina, si no, a qué crees tú que pueda deberse que el noventa por ciento de las custodias se concedan a la madre. ¿No es lógico pensar que el retrato que se hace de hombres y mujeres tenga un peso decisivo en las decisiones de los jueces al conceder la custodia sistemáticamente a las mujeres? A mí me parece que sí es lógico. Y si lo es, nada nos puede extrañar, digo yo, que ese mismo retrato influya de manera determinante en la selección de maestros y maestras.
    En este mismo foro pude leer hace unos días que en Suecia a veces se organizan clases separadas para niños y niñas: en ellas, las niñas reciben clases de autodefensa, mientras que a los niños se les enseña las atrocidades que los hombres cometen a las mujeres (maltrato, uxoricidio, violación…). Pregunto: ¿acaso no es evidente que el peor y más maniqueo retrato que se pueda hacer del hombre está presente en la escuela sueca? ¿Y no es acaso plausible pensar que un retrato tan horripilante del hombre como ogro misógino tenga “algo” que ver con la feminización masiva de la escuela? ¡Lo extraño sería que la imagen que allí se tiene de los hombres no hubiera influido de manera capital en los procesos de feminización de la escuela sueca!
    Por muy similares razones, entiendo que nuestra escuela también se ha feminizado. En el modelo sueco no es sólo ya que se repudie la (típica) competitividad masculina o su dominancia o autoritarismo, sino que, a ojos vista, el hombre es presentado como un ogro misógino: violador y maltratador. He de decir que me asombra el hecho de que personas inteligentes como Cristina se nieguen a considerar que hay una manifiesta tendencia institucional a considerar al hombre como no apto para educar a los niños, o, incluso, en el peor de los casos, una tendencia a considerarlo peligroso para niños y mujeres.
    Las feministas basan su ideología de “género” en la creencia ambientalista de que los patrones machistas se transmiten de generación en generación. Que niños y niñas imitan los patrones sexistas de la sociedad patriarcal. Pues bien, si tal es la creencia de las feministas, parece más que evidente que ninguna feminista quiera que los hombres estén cerca de los niños y las niñas: los hombres actuarían como modelos de referencia machista, de modo que las nuevas generaciones de niños y niñas reproducirán los patrones sexistas del patriarcado. Hasta la fecha, he de decir que no he oído ningún argumento que refute esta tesis.

    Saludos.

    Raus

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  26. Finalmente he decidido escribir una entrada nueva que dirijo a Aloe pero creo que completa la que había dirigido a Cristina.

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  27. He entrado a matizar lo que es anecdótico y lo que no lo es en el debate de género, pero redundaría en el comentario que a este respecto ya ha publicado Emilio de manera preliminar y que parece ser quiere expresar de manera más extensa cuando su tiempo se lo permita. Lo de los leones “machistas” del Serengeti lo mencionaba en el marco de otras acciones que se han venido sucediendo en la cadena de televisión pública durante los últimos siete años y añadía unos puntos suspensivos para no hacer el anecdotario demasiado extenso.

    A mí tampoco me gusta “lo del y tú más”, y más tras una campaña electoral como la que hemos vivido. Simplemente reiterar que en la sociedad española existe un lobby de organizaciones feministas afines con la ideología de género. No digo nada que sea conspiranoico. Tales organizaciones y su acción en los últimos siete años para introducir leyes de género de dudosa eficacia es más que evidente y así lo han descrito periódicos como El País o El Mundo. De la existencia de un grupo de presión gay, lo mismo. %. En otros países también existen, aunque actúan con una mayor transparencia y se pueden conocer perfectamente sus fuentes de financiación.

    El que o la que quiera manifestar su homosexualidad, es una cuestión personal. Que haya homosexuales y lesbianas por todos los lados es bastante improbable. Los diferentes estudios al respecto indican que su prevalencia en la población de cualquier país no supera el 4%.

    A los pitufos, aparte de la evidente desigualdad de género que se describe (hace años que no leo el comic, en mi época todavía no había pitufina), también se les ha acusado de reproducir patrones de conducta nacionalsocialista. Efectivamente, nada que ver con la corrección política de los Simpson o de las series costumbristas españolas de los últimos años (no sé si os acordáis de una serie de Ana Obregón en la que ella, rodeada de hombres mononeuronales, se convertía en la primera mujer presidente de España. Era tan mala, que se mantuvo en antena sólo tres capítulos).

    Se ha aludido en esta bitácora a la sensibilización sobrevenida sobre temas sexistas que de repente padecen algunos varones. Creo que esta conciencia en realidad está bastante más arraigada. En muchos hombres y mujeres de mi generación surgió por la vergüenza ajena que nos producían las películas de Landa persiguiendo suecas en calzoncillos. Por ello leímos a Simone de Beauvoir, los escritos de Betty Friedman e incluso a Engels y su “Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”. Como ya he señalado, participamos en la reclamación de leyes más igualitarias. También se derogó la ley de vagos y maleantes, especialmente represiva con hombres y gays. Por eso, si criticábamos el sexismo de entonces, el que existe ahora a la inversa, de degradación de lo masculino con respecto a lo femenino, nos produce, a las mujeres y hombres de aquella generación, una franca repulsión.
    El nuevo sexismo no creo que deba ejercerse como compensación al anterior.

    Seguir con el discurso de la alteridad o la lucha de clases transformada en confrontación de género en la sociedad española del 2011 me parece un poco trasnochado (efectivamente, es mi opinión).

    Finalmente, no creo que poner de relieve las contradicciones del feminismo institucional de la manera que se hace en esta bitácora convierten a la persona en “machista retrógrado” o sujeto a un “complejo victimista”, de la misma manera que criticar los excesos de alguna banca o empresarios sin escrúpulos sea señal de esconder a un peligroso troskista. Tampoco transformo en “feministas radicales” a las mujeres, que de manera razonada, contribuyen a enriquecer el debate de esta bitácora. Ni todas las mujeres son Lidia Falcón ni Lidia Falcón representa a todas las mujeres.

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  28. Emilio, me gustaria que señalaras dónde me he puesto sesgada, estupenda, victimista u lo que sea.
    Yo estoy convencida de que no he hecho tal cosa, pero siempre hay que estar dispuestos a aprender.
    Tan dispuesta estoy, que cuando tenga un rato voy a ver si encuentro las plantillas de los informativos de la tele por algún lado, o esos títulos de credito (en youtube, alomejor, porque no los soporto y no voy a tener la paciencia de verme varios para eso). Para ver lo de las presentadoras, digo.
    En cuanto a lo de los quioscos, me parece que ahí eres tú quien se resbala un poco. Hace años, había un huevo de revistas de coches, de informática, de historia, de qué se yo... ahora esos intereses se cultivan mayormente en internet, y las revistas impresas se quedan para el sector tecnófobo o ignorante de la población. Podemos lamentarlo, pero es así.
    Y el sector tecnofobo y el sector ignorante de la población tienden a tener muchas mujeres entre sus filas.

    En cuanto al deseo de que las profesiones, oficios y empleos se repartan todos con igualdad y equilibrio, te puedo asegurar que es un deseo soncero y sin reservas. Incluyendo los trabajos de cuello azul. En Madrid se ven ahora cantidad de empleadas de la limpieza publica en la calle (o sea, basureras y barrenderas), y te puedo asegurar que ni me choca ni lo lamento. También tengo una amiga que trabaja en la línea de producción de Peugeot. Me parece muy bien.Deseando que cunda.

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  29. No tengo mucho tiempo pero trataré al menos de responder a Raus.

    "Y la idea dominante es, a ojos vista, que los hombres no son aptos (o raramente aptos) para educar y cuidar a los niños."

    Exactamente, Raus, esa es la idea dominante como no me he cansado de repetir en los foros donde hemos coincidido. Pero, ¡es que me hablas de la idea de toda la vida! Así pensaba mi padre, mi abuelo, mi bisabuelo… Ni neofeminismo ni neo-nada… ¡es algo viejo como el mundo! Los hombres con la llave inglesa y las mujeres con los biberones, vaya novedad. ¿Tú piensas que encasillar a la gente es absurdo y que cada cual debería llegar hasta donde sus ganas, su capacidad y su mérito le permitan independientemente de su sexo? Yo también y firmaría contigo donde hiciera falta. Al menos en este punto estaremos de acuerdo...

    Después dices que la expulsión de los hombres de la escuela es un fenómeno reciente porque te parece que en tiempos del franquismo había más profesores varones y pones tu caso como ejemplo. Si embargo, en mi caso, no fue hasta el instituto cuando tuve mi primer profesor varón. Antes, el 100% fueron mujeres (aunque ¿quizás soy algo más joven que tú?). La verdad es que no tengo datos sobre la distribución por sexo del profesorado en España a lo largo de la historia, pero es posible que efectivamente hubiera más hombres antes, no sé. De lo que te olvidas es de que durante el franquismo y antes, la única posibilidad que tenían los chicos más o menos brillantes de las clases populares para acceder a estudios superiores era mediante el magisterio o el seminario. Y esto atrajo a muchos muchachos porque era la única puerta que se les abría. Más adelante, la educación se democratizó (hasta cierto punto) y ya tuvieron la posibilidad de acceder a otros estudios. Las mujeres no han echado a los hombres de la carrera docente… creo que no admite duda.

    Pero después dices: "La cuestión es si existe algún mecanismo culposo que impida a las mujeres ser banqueras o empresarias. Si una mujer quiere ser empresaria, ¿se lo impedimos los hombres? Porque, entre otras cosas, hay que considerar la posibilidad de que a las mujeres no les agrade, en general, ese tipo de profesiones o que prefieran no sacrificar la maternidad con ocupaciones de ese tenor."

    No lo entiendo, si tienes esto tan claro ¿por qué piensas entonces que los hombres no pueden ser maestros porque se lo impiden las mujeres? ¿No pudiera ser simplemente que a los hombres no les agradase el tipo de profesiones que tienen que ver con los niños? Digo, sería la consecuencia lógica de tu razonamiento… a menos que estés aplicando un doble rasero.

    "En este mismo foro pude leer hace unos días que en Suecia a veces se organizan clases separadas para niños y niñas: en ellas, las niñas reciben clases de autodefensa, mientras que a los niños se les enseña las atrocidades que los hombres cometen a las mujeres (maltrato, uxoricidio, violación…)." Esto es una barbaridad. Los responsables de este despropósito han desbarrado totalmente. En cualquier caso, no creo que estas clases sean representativas de nada… afortunadamente. A este tipo de cosas me refería con lo de los hechos anecdóticos elevados a norma.

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  30. Pepa Bueno, siempre vigilante ante cualquier desviación de la ortodoxia de género, informaba en su telediario que el nuevo congreso no cumple la ley de paridad, que establece que nunca habrá más de un 60% ni menos de un 40% de representatividad de uno de los dos sexos. Parece ser que el numero de mujeres del nuevo congreso no llega al 30%. El partido más desviacionista es IU, justo el más radical en sus propuestas de género durante la campaña. Quizás como venganza, esta profesional de la información que se ha definido en varias entrevistas como "feminista progresista" ha metido a continuación una entrevista con Rajoy, en las que enumeraba a las cuatro mujeres que han sido clave en el éxito de su campaña.

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  31. Los talleres de género no son anecdóticos en Suecia y sólo en Suecia. De hecho, este tipo de talleres abundan también en el sistema educativo norteamericano, cuna doctrinal de la ideología de género. Y en España, a través de la asignatura de EpC en muchos colegios, especialmente en los públicos (no los juzgo por ello, simplemente tienen que seguir ferreamente los dictados del Ministerio de Educación. Como señaló Emilio en otra entrada la EpC puede adaptarse al ideario educativo de cada institución, lo cual al final está creando una EpC a la carta), se han establecidos talleres similares a los descritos por Pelle Billing en su blog, y que traduje en la entrada a la que se hace referencia.

    La fuente de inspiración de nuestra LOGSE/LOE es precisamente el sistema sueco, que, por cierto, en los diferentes rankings ha perdido terreno frente a sus vecinos nórdicos, especialmente Finlandia, que hace años se aparto del modelo implantado en España en los años 80. En cualquier caso, Cristina, me alegra leer que como educadora encuentres esos talleres un despropósito. Desgraciadamente no son episódicos anecdóticos, si no que forman parte del entramado educativo de los países occidentales. Y recuerdo que la carta remitida a Pelle Billing fue redactada por una madre francamente preocupada por los mensajes doctrinales que estaban recibiendo tanto su hijo como su hija.

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  32. Plutarco, así como no tengo problema en reconocer que la, digamos, filosofía LOGSE es a grandes rasgos un compendio de chorradas (mi blog trata básicamente de eso) creo que con el tema de la Educación para la Ciudadanía (EpC) muchos se han rasgado las vestiduras sin necesidad ninguna. Francamente, no creo que en España sean habituales los talleres como este sueco del que hablamos. Al menos en mi entorno, y he investigado el asunto porque es un tema que me interesa, en EpC se habla de cosas razonables como que se debe discutir sin gritar y sin insultar al oponente, que los homosexuales no son enfermos degenerados, que niños y niñas tienen los mismos derechos y obligaciones y cosas así.
    Y bueno… yo no soy educadora. Mi trabajo es más bien científico técnico pero he asumido con la edad que mi vocación es otra. Si en su día no me decanté por la educación creo que fue porque tenía la idea de que la carrera de Magisterio era para chicas de pocas luces (yo muchas luces tampoco tenía puesto que pensaba así - pero noten que esto fue antes de lo de las "políticas institucionales de género") e imagino que yo quería demostrar algo… así que en cierto modo, tratando de dar la vuelta, fui víctima del sexismo… pero quizás este es un tema para tratar con mi psicólogo :-)

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  33. Anónimo10:39 a. m.

    Cristina:
    1. Niego la mayor. Aunque de siempre ha existido la idea de los hombres son menos aptos para la crianza que las mujeres, también siempre ha existido la idea de que la presencia de los hombres eran necesaria para la correcta educación del niño (y necesaria, evidentemente, también la madre). Hoy, sencillamente, no. Hoy son muchos los jueces (la mayoría) que entienden que la custodia y educación de niño puede recaer exclusivamente en las manos de la madre. Desde siempre ha existido la idea en nuestras abuelas y madres de que la (en general) mayor autoridad del padre era imprescindible para corregir al niño díscolo o desobediente. Y siempre ha existido la expresión “buen padre de familia”.
    2. El rigor, la disciplina y la autoridad (típicamente masculinos) se consideraban por completo necesarios para el desarrollo cabal de los niños, sobre todo de los varones. Por eso se decía que “en la mili los hacen hombres”. Ojo, no entro a valorar la veracidad o bondad de esta creencia: sólo me limito a transmitirla en orden a refutar lo que dices.
    3. Otra expresión provecta es la “cabeza de familia”. Siempre se creyó que las familias necesitaban de un hombre que proveyera a la prole. Hoy, no. Por eso, hoy se habla sin empacho de “familias monoparentales”: en general, madre e hijos, excluido el padre.
    4. ¿Cuándo ha habido, Cristina, una propaganda oficial que marque y estigmatice al hombre como maltratador de mujeres? Nunca. Esa propaganda ha hecho posible la promulgación de leyes por las cuales, ante el mismo delito doméstico, los hombres paguen el doble de pena que las mujeres. No sé si esto te parece “anecdótico” o esencial.
    5. Como te he dicho, una idea central del feminismo de género es que los hombres imponen y enseñan patrones conductuales sexistas-machistas. Que son los transmisores culturales de dichos patrones. Consecuentemente, a quien hay que alejar de los niños es al hombre, no a la mujer, principal víctima del patriarcado. En la mentalidad feminista radical, la presencia del hombre en casa y en la escuela, sólo servirá para reproducir los patrones y relaciones patriarcales de toda la vida.
    6. A ti, Cristina, te parece anecdótico lo de Suecia. A mí no. A mí me parece que para que algo tan tremendo sea posible, hace falta un caldo de cultivo muy abundante y fértil. Algo tan gordo no puede ser anecdótico. Si alguien propusiera dar clases a los niños sobre las virtudes de la ideología nazi, ¿tendría éxito la propuesta o, más bien, sería motivo de escándalo? Lo segundo. Para que una tal propuesta no llegara a escandalizar y fuera puesta en práctica con toda la normalidad del mundo, tendría que pre-existir una propaganda pro-nazi de mucho calado. Para que sea posible dar esas clases en Suecia, debe pre-existir una propaganda feminista-radical de mucho aliento.

    Sigue...
    Raus

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  34. Anónimo10:39 a. m.

    7. Y permíteme que sospeche que tú misma y muchas otras mujeres más o menos feministas se escandalizarían sobremanera si en nuestras escuelas se enseñara a las niñas a ser buenas amas de casa. Apostaría a que no te parecería algo anecdótico.
    8. Por tanto, Cristina, son muchas las novedades que hay aquí. De hecho, sería absurdo pensar que en décadas o siglos anteriores, el patriarcado pintase al hombre como nocivo para la educación de los niños, pues, PRECISAMENTE, era el hombre (así lo creen las feministas de género) el principal transmisor de los valores y orden patriarcales. Sería una tremenda contradicción que el patriarcado excluyera al hombre de la educación de los niños. Obviamente, el hombre estaba más o menos apartado de la crianza de los niños de teta y de poca edad, pero no para los críos de edades posteriores.
    9. Pero es que, incluso en el caso en que toda esta propaganda andrófoba no existiera y fuera cierto lo que tú dices (que la creencia de que los hombres no son aptos para educar viene de largo), estaríamos obligados a culpar al feminismo de género de haber ADOPTADO la creencia sexista de que los hombres no valen para educar. Si el feminismo no quiere ser culpable de reproducir los mismos patrones sexistas que dice combatir, tendrá que practicar con el ejemplo. No vale achacar al sexismo tradicional las ideas que el feminismo acoge de buen gusto por su propio interés. Porque, Cristina, lo que tú pretendes es exonerar al feminismo de todo lo malo o cuestionable que hay en él, como si es que las feministas que están detrás de las actuales leyes sobre custodia o maltrato doméstico fueran unas infelices irresponsables que no tuvieran capacidad para responder de sus actos. Si yo adopto y acepto una creencia falsa o inmoral, yo, y sólo yo, como mayor de edad, soy responsable de adoptarla y aceptarla.

    Raus.
    Sigue…
    Podría darte, si lo quisieras, el nombre de los maestros y maestras que yo tuve en la escuela (y, si fuera necesario, probar su existencia). Sospecho que sí, que soy algo más viejo que tú.
    Si tú misma dices que “la única posibilidad que tenían los chicos más o menos brillantes de las clases populares para acceder a estudios superiores era mediante el magisterio o el seminario”, tú misma estás dando la pista sobre la mayor presencia masculina en las escuelas en décadas pasadas. Yo nunca percibí que los maestros hicieran peor su labor que las mujeres. Nunca percibí que fueran, digamos, menos vocacionales que las maestras. Si estaban allí porque no les quedaba otro remedio es algo que ignoro, porque no se les notaba a disgusto por ejercer de maestros.
    “Las mujeres no han echado a los hombres de la carrera docente”.
    Totalmente de acuerdo. No han sido las mujeres, sino las ideas y creencias feministas las que han vedado el paso a los hombres en la escuela, o los han expulsado como co-educadores de sus hijos en los hogares. Si hombres y mujeres tuvieran otras ideas a las hoy imperantes, la escasa presencia de los hombres en la educación familiar y escolar no se vería como normal.

    No, Cristina, aunque la profesión de maestro pueda gustar más a las mujeres (y así lo dije en el artículo de Deseducativos), aquí hay algo más. Hay propaganda y leyes exclusivas contra el hombre, eso no lo puedes negar ni tú ni nadie. Seguramente, los jueces de este país (partidarios en su mayoría del feminismo reinante) creen que a los padres no les importará estar alejados de sus hijos, por eso conceden la custodia a la madre en la inmensa mayoría de las ocasiones.
    No voy a repetir lo ya dicho. A mi entender sí hay un mecanismo culposo que aleja a los hombres de los niños. Un mecanismo que antaño no existía, pues había más respeto por el papel del hombre, del padre y del maestro en la educación de los niños y, en general, en la sociedad. Ignoro que haya un mecanismo culposo, claro y explícito, que explique que en la banca o en la empresa haya más hombres que mujeres. Si tú lo conoces, soy todo oídos.
    Saludos.
    Raus.

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  35. Por aclarar un poco, intentaré dejar claras las idea que yo defiendo no vaya a parecer que apoyo una postura que no es la mía. Yo creo que hombres y mujeres son igualmente aptos para cuidar y educar a los niños. Los hombres pueden ser cariñosos y las mujeres firmes, etc., así que en mi opinión los niños no tienen por qué necesitar una figura masculina y una femenina para crecer equilibrados... siempre que se les dé amor y una buena educación, claro. Lo anterior implica que, bajo mi punto de vista, los menores pueden crecer sin problemas con parejas homo y heterosexuales, con hombres y mujeres solos, con tríos y lo que se tercie. Por eso estoy a favor de la custodia compartida... siempre que los progenitores sean capaces de ponerse de acuerdo en las cuestiones básicas de la educación y no se pongan a caer de un burro mutuamente delante del niño (cosa que desgraciadamente es habitual). Si no hay acuerdo entre los padres, no me parecería mal que se diera la custodia al padre y no a la madre. También me parece que a muchas mujeres les han vendido una falsa idea de igualdad haciéndoles ver que quedarse en la casa con los niños es degradante y por eso las propias mujeres, al hablar de conciliación, piden guarderías en lugar de reducciones de jornada y/o permisos de maternidad. Creo que dejar a los niños desde muy pequeños en instituciones sí que es perjudicial para los pequeños. Que haya mujeres que hayan adoptado valores tradicionales, los adornen (o les den la vuelta en otros casos) y lo llamen feminismo... pues puede ser... pero obviamente no es mi caso.

    Dicho esto, es cierto, que las ideas patriarcales clásicas han considerado que la figura de un varón es necesaria para la educación, sobre todo de los varones, por aquello de la disciplina y tal, y también es cierto que se ha distinguido entre cuidados y educación, dejando lo primero en manos de las mujeres y lo segundo no tanto. Lo que ocurre, es que tradicionalmente a la educación Primaria no se la ha dado mucha importancia: enseñar a leer, escribir y las cuatro reglas lo puede hacer cualquiera, también las mujeres, y ya pondremos firmes a los niños más adelante (o en la mili) - no es que yo piense así, pero este ha sido el pensamiento imperante. Por eso, socialmente estaba aceptado que las mujeres fueran maestras, hasta que se casaban, pero tenían vetado casi todos los otros trabajos. Además, de lo que comentaba del magisterio como medio de movilidad social (ahora también hay menos curas - y no creo que sólo por razones de creencias) no podemos olvidarnos de que antes había segregación por sexo en las escuelas. Pero vamos, que el punto que trato de defender es que el hecho que la educación Primaria esté en manos de mujeres tiene raíces históricas... y no hace falta que me des los nombres de tus profesores, te creo :-) He comentado otras veces que cuando estudié Física muchos profesores decían que las mujeres no estaban hechas para las ciencias. Pues bien, te aseguro que en Magisterio jamás he oído nada semejante respecto a los chicos y su supuesta incapacidad para educar... y mira que he escuchado tonterías de todo tipo en esa facultad. Por eso, también soy toda oídos si me dices que mecanismos culposos alejan a los hombres de las escuelas :-)

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  36. Cristina, obviamente mi lapsus al adjudicarte la profesión de educadora obedece a que te asocio con el magnífico blog que sobre esos temas editas y tus lúcidas críticas a la LOGSE/LOE. Ahora recuerdo que en alguno de tus post has aclarado ese tema.

    La EpC también me afecta, como padre de un hijo, ya universitario, y una hija que cursa 4 de la ESO. Te anticipo que no pertenezco a ningún grupo religioso conservador fácilmente reconocible, de esos que se rasgan las vestiduras. En su día invitamos a José Antonio Marina, uno de los principales impulsores de esa asignatura, a que diera una charla al APA. Habló de derechos universales y de la Constitución Española como principales núcleos de la asignatura. Libertad, igualdad de oportunidades, fraternidad…nada que objetar. Todo esto fue antes de la aprobación de la reforma educativa que impuso esta asignatura. Lo cierto es que el proyecto que nos presentó nada tiene que ver con el temario y manuales que han impulsado los diversos grupos de presión, que ya hemos tratado aquí, a través del Ministerio de Educación del ex presidente Zapatero. Sus manuales y temarios, incluso el de Marina, que blandió Zapatero en el Congreso para defender la asignatura, están teñidos de ideología, no sólo de género. La sexualidad del individuo es fruto de una elección personal y obedece a los constructos de género. Literalmente, uno es hetero, bi, o transexual porque él o ella lo vale, independientemente de su realidad biológica u hormonal. Todas esas llamadas opciones son respetables, pero presentarlas como un constructo de género no es que vaya contra la sociedad “opresora-patriarcal”, es que es acientífica y tan peregrino como el llamado “diseño inteligente”. Esas teorías, difundidas en plena explosión hormonal de la adolescencia, reconocerás, que cuando menos, generan confusión. Es legendaria también la ilustración de uno de los manuales que presenta a un señor con bigote franquista como exponente de “educación tradicional” y una mama´, ataviada con vestimentas de estética hippie como “educación tolerante”. Pero el componente ideológico de la asignatura no se ciñe al aspecto de género. Liberalismo, caca, estatalismo, bueno…y así un montón de anécdotas más.

    Afortunadamente, como ha sido la regla del gobierno ZP, hecha la ley, hecha la trampa. Los colegios pueden adaptar los contenidos de EpC a su ideario educativo. Así, en el nuestro hemos eliminado los aspectos más delirantes de la ideología de género, fomentando el respeto a las diferencias de pensamiento y religiones, los valores constitucionales, e introduciendo horas de dedicación en diferentes ONGs. Otro ejemplo de adaptación, en 4 de la ESO, es que el temario dedicado al individuo y el Estado se han introducido textos de “1984” (Orwell) que nos advierten sobre el intrusismo del estado en la conformación de la personalidad e ideas del individuo.

    Cristina, en otros colegios, talleres como el sueco existen (http://www.uv.es/ipla/archivos/articulos/Informe_taller_genero_ISFA.pdf, el primero que me ha salido en Google al poner “taller de género” . He leído otros que me consta se han impartido en diversos colegios públicos de Madrid, centro teórico del neoliberalismo conservador en España) y los criterios para evaluar al alumno en esta asignatura son, temo repetirme, orwellianos, como lo acreditaba la madre sueca. Un párrafo elegido al azar del taller del link en la primera página que he mirado: “Un enfoque GED debe acompañar este criterio de una serie de actividades que favorezcan no solo el acceso de las mujeres a determinados espacios, sino intervenciones que mejoren la posición de las mujeres con relación a los hombres.” ¿Te imaginas un taller masculinista con semejante propuesta?.

    Por cierto, si tu vocación es la educación, olvídate de las explicaciones sexistas, mantente alejada de psicólogos/as y demás ralea...y opta por lo que te produzca mayor auto realizazión. Te lo dice alguien que ha padecido el mismo "síndrome"...:)

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  37. Anónimo5:54 p. m.

    Cristina, me temo que repetir las mismas ideas una y otra vez no me hará ser ni más ni menos convincente para ti.
    Pero no me importa volver a ellas si así llegamos a algún mayor entendimiento. Lamento tener que extenderme tanto, pero no veo manera de explicarlo con menos palabras.
    De momento, veo que admites que siempre se ha entendido como necesaria la presencia de hombres en la educación de niños. Una cosa es dar biberón o cambiar pañales y otra, muy distinta, educar en ciertos valores e imponer ciertos hábitos y conductas. Creo que esto es un paso. Yo también he dicho, como tú ahora, que las mujeres (las madres) pueden ser firmes y autoritarias cuando hace falta con los niños. Permíteme que te cuente algo relativo a mi vida. Mi mujer, brasileña, tiene diez hermanos más. No hará falta que te diga que las prácticas educativas que empleó su madre para criar una prole tan numerosa no son las que prescribe la progresía occidental (espíritu de la LOGSE, ya sabes). Efectivamente, mi suegra daba mucho amor (todos los hijos la adoran), pero cuando había que dar una zurra o soltar el sermón muy seria, lo hacía sin problemas (al igual que hacía aquí, alpargata en mano, las madres de décadas pasadas). En general, haciendo uso de una sabia combinación de mano firme y amor, no tuvo mayores problemas. Los mantuvo a raya. Ahora bien, cuando había problemas especialmente serios, mi suegra recurría a su marido. Mi mujer me cuenta que su madre les llegó a sentar la mano en algunas ocasiones, sin embargo, le tenían más respeto (o miedo, si lo prefieres) al padre, aunque éste no les hubiera zurrado la badana nunca o casi nunca. La mayoría de los problemas que tienen hoy las madres (pero también los padres) para que sus hijos obedezcan y hagan lo que les corresponde (deberes, tareas domésticas, portarse bien…) se deriva, principalmente, de que adoptan una forma permisiva de tratar con los críos. En tal caso, el niño sale malcriado tanto si es la madre como si es el padre quien los trata de educar. Ahora bien, los datos acerca de las consecuencias de criarse sin el padre, que ya transcribí en Deseducativos, son de escalofrío. Copio y pego:
    Según, El Departamento de EE.UU. de Salud y Servicios Humanos, Administración para Niños y Familia, el Centro Nacional sobre el Abuso y Negligencia Infantiles,1996, en contraste con los hijos que conservan el trato con su padre, los hijos que crecen sin conservar el contacto y relación con su padre, son:
    -5 veces más propensos a cometer suicidio.
    -9 veces más propensos a abandonar los estudios.
    -10 veces más propensos a abusar de substancias químicas y drogas
    -14 veces más propensos a cometer actos de precocidad y abuso sexual.
    -20 veces más propensos a tener desórdenes de conducta.
    -20 veces más propensos a acabar en prisión.
    -32 veces más propensos a irse de casa.

    Raus...

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  38. Anónimo5:55 p. m.

    Tú, Cristina, eres una persona reflexiva, de modo que estas cifras no puede ser que se te pasen por alto o te sean indiferentes. ¿Cómo es posible que la ausencia del padre sea tan catastrófica para los niños o para tantos niños? ¿No reciben amor de sus madres? No creo que sea eso. Tú dices que las mujeres saben imponer orden y disciplina si hace falta. Bien, entonces, ¿cómo explicar esas cifras? Veo dos posibilidades, en realidad no incompatibles entre sí:
    1. Las mujeres occidentales no están sabiendo educar a sus hijos con la necesaria autoridad (insisto en que no será amor y cariño lo que no sepan dar a sus hijos).
    2. Incluso en el caso en que sí supieran educar con bastante autoridad, la presencia del padre sigue siendo necesaria, principalmente cuando, en la adolescencia, los chicos (en especial los varones; véase Brizendine) se rebelan contra la autoridad. Quizá en esos momentos sólo los padres varones, en general, sepan imponer la disciplina que es menester. Podría remitirte a enlaces en los que se cuenta que la mayor parte de las veces en que los padres (él y ella) se deciden a denunciar al hijo por maltrato, es el padre quien tiene que dar el paso. Las madres, en general, no se deciden, no se atreven. Te lo digo esto como una prueba más de que a las madres, en general, les resulta más difícil que a los padres llegar a imponer ciertos niveles de dureza y disciplina con los hijos. Hablamos de grados, pero esto también es importante.
    Repito: creo que ambas posibilidades son compatibles. Ahora bien, la primera posibilidad es, de todas todas, segura, real. Si hiciera falta y fuera posible, a mí no me importaría demostrarte de qué manera la inmensa mayoría de las madres actuales malcrían a sus retoños, aunque yo creo que tú ya lo sabes. La pregunta es: ¿por qué los malcrían? ¿Por qué no actúan con la necesaria autoridad, ni siquiera con un mínimo de autoridad? A mi entender porque la autoridad, la disciplina y el castigo parecen cosas trasnochadas, propias de otros tiempos, cosas nacidas del macho opresor, cosas propias del patriarcado. En cambio, las llamadas “relaciones horizontales” son, o parecen, propias de la progresía. Y lo que nos dicen, tanto la tradición como los estudios psicológicos actuales, es que las mujeres están más inclinadas al diálogo, la empatía, la colaboración, las relaciones igualitarias y la resolución pacífica de conflictos que los hombres. Con otras palabras: las madres actuales malcrían a sus niños porque quieren alejarse de las pautas de crianza trasnochadas de antaño, cuando los hombres imponían orden y disciplina en los hijos por la fuerza, el castigo, la intimación o la presión.
    Cristina, haz el siguiente experimento, si quieres:
    Plantea a cuantas personas te parezca la siguiente cuestión:
    Dígame cuál de los siguientes rasgos le parecen propios del machismo (o patriarcado) y cuáles propios de una ideología anti-machista y progresista:
    1) Amor
    2) relaciones igualitarias
    3) relaciones despóticas y jerárquicas
    4) colaboración
    5) imposición
    6) competitividad cruel y selectiva
    7) Diálogo
    8) Empatía, compasión
    9) Indiferencia hacia el sufrimiento ajeno
    10) Dar más oportunidades para alcanzar el éxito
    11) Presión
    12) seducción

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  39. Anónimo5:57 p. m.

    Me juego lo que sea a que la mayoría de los encuestados te dirá que 1, 2, 4, 7, 8, 10 y 12 son rasgos de una ideología anti-patriarcal y progresista; y que 3, 5, 6, 9 y la 11 se relacionan con el patriarcado o machismo. Estarás de acuerdo conmigo que, por definición, no hay ideología más anti-patriarcal que la feminista.
    También puedes preguntar: “de la siguiente lista, ¿qué rasgos o características le parecen a usted más femeninas (o masculinas)?”
    Podemos afinar más. Plantea esta cuestión a cualquier persona partidaria de la LOGSE, a ver qué te dice.
    Ahora sólo nos queda atar cabos.
    1. La idea dominante en la sociedad y, en especial, en las personas progresistas es que la autoridad, la imposición, el castigo y la competición son cosas propias de regímenes patriarcales o machistas (o sea, dictatoriales). El progresista querrá evitar todo eso.
    2. La competitividad, la autoridad, la disciplina, el castigo y la severidad son rasgos más propios (o eso se piensa) del hombre que de la mujer, quien, históricamente, nos dice el feminismo, ha sido víctima pasiva del machismo misógino, del patriarcado.
    3. Si ningún progresista quiere una escuela competitiva, impositiva, sancionadora o autoritaria y resulta que los hombres suelen ser descritos y tenidos como más competitivos, impositivos, dominantes y punitivos que las mujeres, y si resulta que cualquier progresista-feminista piensa que los hombres son quienes más transmiten a los niños los patrones sexistas, ¿no será lógico pensar que todo progresista preferirá una escuela más femenina que masculina?
    4. Como quiera que los socialistas (progresistas) fueron los fundadores de la LOGSE, ¿no es lógico pensar que la escuela progresista que ellos desean sea, precisamente, la escuela femenina que tenemos? (Ojo, insisto en que el problema no es que sea femenina, sino que sea, sobre todo, feminista; es decir: una escuela que repudia los rasgos típicamente masculinos. Una escuela con muchas más mujeres que hombres no tendría por qué repudiar la disciplina ni la presencia de hombres).

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  40. Anónimo5:58 p. m.

    5. Más de veinte años de LOgsE dan para mucho, Cristina. Dan para que se haya consolidado y establecido firmemente la idea de que las mujeres son quienes mejor pueden educar a los niños, y que los hombres deben hacerse a un lado. Te podría hablar de amigos que, cuando desean imponer respeto a sus hijos por medio de la autoridad y el castigo moderado, sus mujeres se interponen y oponen, aduciendo que ellos no saben de críos, que no entienden de cómo educar con las sutiles armas de la psicología. Y da para que, a lo largo de estas dos décadas, los opositores a maestro tengan menos probabilidades de ser seleccionados que sus compañeras. Te podría presentar a un amigo maestro, interino desde hace muchos años, que me contaba que difícilmente le darían la plaza mientras tuviera que competir con alguna compañera. Lo que desean los seleccionadores de la LOgsE, me explicaba, es un tipo de maestro lúdico y divertido (tú lo sabes bien, Cristina), y que ese tipo de maestro se aproxima mucho al perfil de cuidadora de guardería. Y, en general, nadie (al menos eso se piensa) como una mujer para manejarse en esos requerimientos.

    ¿Por qué se ha llenado la escuela pública y la televisión pública de mujeres? No te quepa duda, Cristina: porque la presencia mayoritaria de mujeres da una sensación refrescante, de tolerancia, de aires nuevos, de modernidad y renovación. Quienes están detrás de la escuela y la televisión que tenemos saben que si quieren dar una imagen progresista al mundo, lo mejor que pueden hacer es contratar a mujeres. Y eso es lo que han hecho. Disculpa, de nuevo, la longitud de mi respuesta. Así pues, el mecanismo culposo reside en todas estas creencias que, al fin, desembocan, en criterios de selección de personal sexistas, en criterios que no miden la capacidad del individuo o sus méritos, sino su sexo o cuánto se amolda tal individuo a la ideología dominante.
    (Amigo Plutarco, yo, hace años, leí bastante a Marina. Aprendí mucho de él. No obstante, varias de sus declaraciones respecto a cuestiones de “género” me inducen a pensar que él comparte la idea de que en este país las mujeres están sojuzgadas por el hombre y que existe eso que se ha dado en llamar “violencia de género”.)
    Raus.
    Saludos.

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  41. Anónimo9:08 a. m.

    Cristina, he empleado muchas palabras, quizá demasiadas, para intentar hacer ver lo que, a mí, desde luego, me parece evidente.
    Intentaré explicarme de una manera más clara, con una construcción silogística.

    1. Podemos afirmar que, más allá de toda duda razonable, la LOGSE es partidaria de una enseñanza contraria al autoritarismo, las relaciones jerárquicas y no igualitarias, la competición, la disciplina y la sanción.
    2. Podemos afirmar que cualquier socialista pro-LOGSE considera que el machismo es contrario a la letra y espíritu de la LOGSE, pues, indubitablemente, cualquier machista encierra una suerte de dictador. Rechazar el autoritarismo, la jerarquía, la no igualdad, la competición, la disciplina y la sanción es tanto como rechazar al machista. Todo machista encierra un déspota o dictador dentro de sí.
    3. Podemos afirmar, más allá de toda duda razonable, que los fundadores y partidarios de la LOGSE son feministas de género.
    4. Podemos afirmar, más allá de toda duda razonable, que los fundadores y partidarios de la LOGSE que la mayoría de los feministas piensan que es el hombre quien establece, impone y transmite patrones sexistas-machistas a las nuevas generaciones. La mujer es víctima y agente pasivo de dicha transmisión. No reside en ella el germen del machismo.
    5. Por tanto, una manera de curarse en salud, una manera de cortar con la transmisión de valores y patrones sexistas-machistas y fundar una escuela nueva y hondamente reformada, es tratar de alejar al hombre (como mínimo, presunto machista) de hogares y escuelas; es decir, de los lugares donde se moldea culturalmente la mentalidad de los niños.
    Pienso que, mientras no se me muestre lo contrario, estos cinco puntos pueden afirmarse apodícticamente. Por supuesto, estoy dispuesto a atender cualquier objeción que refute, cuestione o desmienta cualquiera de estos puntos.

    Saludos.

    Raus

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  42. Anónimo10:20 a. m.

    Perdón, en el punto 4 hay un error. Donde dice: "4. Podemos afirmar, más allá de toda duda razonable, que los fundadores y partidarios de la LOGSE que la mayoría de los feministas piensan que es el hombre quien establece, impone y transmite patrones sexistas-machistas a las nuevas generaciones" debería decir:
    4. "Podemos afirmar, más allá de toda duda razonable, que los fundadores y partidarios de la LOGSE y la mayoría de los feministas piensan que es el hombre quien establece, impone y transmite patrones sexistas-machistas a las nuevas generaciones"

    Raus

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  43. Una breve estadística: las unidades familiares regidas únicamente por una persona (en su gran mayoría, por mujeres) tienden a experimentar más episodios de violencia familiar y maltrato a menores (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/2817087. Este link es uno de los muchos que han aparecido al poner “single-parent families,violence”. Tengo que recurrir al Inglés porque en España, y más en los últimos siete años, los estudios serios sobre temas de violencia doméstica son inexistentes). Así mismo, aparte de los datos aportados por Raus, prácticamente extrapolables a todos los países occidentales, son las familias mono parentales regidas por un varón (muy pocas) aquellas que registran menos episodios de conflictividad familiar y en las que los hijos e hijas adolescentes tienen menos problemas con drogas o embarazos prematuros. Animo encarecidamente a ojear el meta estudio en la web absurdistan para disipar los muchos prejuicios que a este respecto existen.

    Sobre la adecuación de cualquier modelo familiar para la crianza de hijos e hijas y lo accesorio que resulta el padre o la existencia de una figura paterna, una vez más las palabras se dan de frente con los hechos (si, ya sé, quizás lo anecdótico). En la zona de Bay Area (San Francisco) llevan décadas experimentando con todo tipo de modelos familiares, siendo la cuna principal así mismo de algunas de las corrientes de feminismo más radicales (nota personal: vivi en aquella ciudad muchos años y añoro bastante el carácter de sus gentes, su tolerancia y espíritu emprendedor). La zona del Bay Area muestra estadísticas de violencia intrafamiliar y abusos a menores sensiblemente superiores a los del resto de California y el resto de la nación. Es en esa zona también en la que los estudios señalan que las parejas con un mayor nivel de violencia domestica son las formadas por mujeres (no se si incluyen aquí los tríos). Adjunto el link del gobierno de California listando los servicios para atender a las victimas e violencia domestica homosexuales, lesbianas y transexuales. En España por cierto prácticamente se niega este tipo de violencia ya que se da de narices con lo enunciado en la LIVG, en la que la victima es la mujer y el victimario, siempre, es el hombre heterosexual. El link:
    http://www.permanente.net/homepage/kaiser/pdf/7138.pdf

    Como los americanos lo estudian todo, es precisamente en un estado de marcada cultura patriarcal (Utah) aquel en el que existe una menor conflictividad intrafamiliar y de abuso y maltrato a menores (no soy mormón y estoy alejado de cualquier práctica religiosa).

    Personalmente, como cada cual organice sus relaciones me es indiferente y mi círculo de amistades diría que más bien tiende hacia lo no tradicional.

    En su día leí la biografía de Barack Obama. Hace unas semanas la de Steve Jobs. En ambos personajes la ausencia de la figura paterna ha sido (negativamente) determinante en la configuración de su carácter y ambos lo reconocen. Ambos, por esa razón, han buscado la creación de sus familias de forma tradicionalmente estructurada y son y han sido un ejemplo de figura paterna positiva para sus hijas e hijos.

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  44. Anónimo6:53 p. m.

    Plutarco:
    en unos cursos de sexología impartidos por personas progres y muy PCs (políticamente correctos)también nos comentaron que las mayores tasas de violencia en las parejas se daba en las parejas de lesbianas (hablamos de España). este dqato es de hace unos 8 años, osea anterior a la LIVG
    Arturo

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  45. Esto se está poniendo muy intenso y yo no tengo mucho tiempo de responder. Intentaré ser breve. Primero, como dije en un comentario anterior, no creo que un niño necesite necesariamente una figura masculina y otra femenina para criarse sano, feliz y educado: pese a que hombres y mujeres somos diferentes, para criar a un niño hace falta básicamente amor, tiempo y sentido común y eso no depende del sexo. Obviamente, si uno está solo más problemas de orden práctico tendrá pero no creo que sean insuperables. De hecho, esta es una reivindicación que con frecuencia se trata en esta bitácora (en lo que respecta a que los hombres también son aptos para educar niños) así que no entiendo ahora este empeño en hacer ver que una mujer sola no puede criar niños sanos. ¿No es esto lo que dicen las "feministas radicales" pero al revés? ¿Y un hombre solo? ¿Y una pareja de homosexuales? Yo no tengo razones para dudar de que sus hijos pueden crecer tan equilibrados como los de cualquiera, francamente. Además, la gente se divorcia y a veces en muy malos términos, ¿es mejor tener al niño saltando de casa en casa entre dos padres que se odian o que viva tranquilo con un progenitor? Es probable que lo segundo.

    Segundo, lo de que los niños necesitan una figura paterna para tener disciplina, no lo pienso yo, he dicho que es lo que tradicionalmente se piensa. A mí el concepto de disciplina no me termina de convencer. Llámame hippy-flower si quieres… pero pegar es maltratar… siempre. De lo que trata la educación es de que un niño haga el bien porque sepa distinguir lo que está bien, no por miedo a un grito o a un soplamocos, y esto tiene más que ver con hacerle caso y no dejarlo delante de la tele, que con tener una figura masculina en casa. Además, si es por zurrar y meter miedo, las mujeres también pueden ser campeonas en el maltrato infantil, como tristemente sabemos todos. Has criticado la política de género porque atribuye ciertas características fijas e inamovibles a cada sexo y ahora estás usando los mismos argumentos para defender tu postura. No se sostiene. Y lo de la figura paterna respetada… ¿es por ser hombre?¿o por su rol en la familia?

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  46. (sigue del anterior)

    Yo creo que el que haya niños malcriados (que evidentemente los hay) no tiene nada que ver con este berenjenal de sexos y géneros. Probablemente esté más relacionado con el sistema económico que tenemos que obliga a los padres a dejarlos desde que son bebés en instituciones. ¿Puede un cuidador atender a 10 bebés del mismo modo que lo haría una persona sola con su bebé? ¿Se puede delegar en un maestro toda la educación ética y cívica de los chiquillos? Evidentemente no. Si esto lo aderezamos con valores hedonistas varios, la mezcla puede ser explosiva. Y bueno, es esto o padres parados lo que tampoco debe ser muy edificante para sacar adelante una familia.

    Respecto a las estadísticas que has mostrado sobre los hijos que crecen sin conservar el contacto y relación con su padre… no me las creo. Es posible que los números sean ciertos pero no se puede sacar conclusiones alegremente sin analizar las miles de circunstancias que tiene la gente. Todos esos hijos desgraciados… ¿lo han sido por haberse criado solo con su madre o por venir de ambientes degradados? ¿se trata de madres solteras, divorciadas, abandonadas por sus parejas, maltratadas o qué? ¿de que entornos socioeconómicos hablamos? Otro tanto con lo de la violencia en las parejas de lesbianas. En caso de ser ciertas (hay estadísticas de todos los colores sobre todos los temas), ¿a dónde quieren llegar? Ahora resulta que las mujeres no son lo suficientemente firmes y por eso necesitan que los hombres vengan a imponer disciplina… pero al mismo tiempo son más violentas que nadie. Vaya, que combinación más pintoresca… a la par de desafortunada. Tampoco me creo las estadísticas sobre las parejas homosexuales con hijos por motivos parecidos. Aunque en algunos lugares (como España) ya no haya discriminación legal, la homosexualidad no está ni mucho menos normalizada así que no creo que los datos se puedan analizar sin tener en cuenta las dificultades adicionales que puede encontrar una familia no tradicional (falta de apoyos de la familia extensa, por ejemplo). A mí me parecen más perjudicial el divorcio para el equilibrio infantil… y no creo que nadie se plantee volver a ilegalizarlo.

    No tengo nada en contra de la familia tradicional ni mucho menos. Pero que la familia tradicional funcione (que a veces no, pero bueno) no significa que otras combinaciones no puedan funcionar también.

    A lo de la LOGSE y los valores feministas contestaré en otro comentario porque se me ha hecho muy tarde.

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  47. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  48. Así es, el debate está adquiriendo una cierta intensidad y quizás los participantes estamos cayendo en ese famoso “y tú más” que por otra parte declaramos rechazar. Tampoco dispongo de mucho tiempo, sólo una matizaciones sobre anécdotas, datos y estadísticas. Cuando se presentan hechos en esta bitácora, se tratan de meras anécdotas (ej.: talleres de género suecos que supuestamente no existen en España), cuando se presentan datos sistematizados, son mentiras (si, ya se hay mentiras, grandes mentiras y estadísticas).

    Sin embargo las estadísticas han sido uno de los principales instrumentos del neofeminismo (quizás este término levante menos ampollas), para, por ejemplo, impulsar leyes que castigan más al hombre porque su comportamiento obedece a supuestos patrones de dominación patriarcal. El ministerio de Igualdad sometió a una muestra de mujeres españolas a un cuestionario similar a este (Murphy y Oleary, 1989):
    http://www.slideshare.net/silvianoguera/cuestionarios-sobre-violencia-de-genero

    Si este cuestionario fuera administrado a una muestra de hombres, ¿no creéis que arrogaría cifras de maltrato similar a la de las mujeres?. Aquí también podeís ver una encuesta que se paso en un colegio andaluz a un grupo de niñas, una de tantas de la Junta de Andalucía:
    http://www.csi-csif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_16/CARMEN_M_GUTIERREZ_1.pdf
    Otra estadísticas impulsadas por el neofeminismo son conocidas por los lectores habituales de esta bitácora, como la famosa diferencia salarial entre hombres y mujeres (30%-20%-16%, los porcentajes suelen variar, incluso en lapsos de apenas un mes) por el mismo trabajo.

    Aclarar que no abogo por el maltrato físico a los hijos (sobre este tema, las estadísticas también rompen algunos de los prejuicios del neofeminismo). Cuando mencioné el libro de EpC que mostraba a un señor de bigote regordete como arquetipo de educación tradicional y por otro lado a una mamá de vestimenta moderna como modelo de educación abierta simplemente quería poner de relieve el mensaje ideológico que se quiere trasmitir desde esa asignatura.

    Soy padre de un hijo y una hija; efectivamente el cariño y el respeto a sus personalidades es la bases de crecimiento equilibrado pero debo decir que ambos agradecen la firmeza que sobre ciertos temas hemos mantenido su madre y yo. Totalmente de acuerdo con el factor hedónico de nuestra sociedad como rémora a un desarrollo equilibrado de personalidades. No he establecido una causa directa entre modelos familiares y el impacto que pueda tener sobre los hijos, simplemente he mencionado estudios, no precisamente auspiciados por el Vaticano, que señalan que los nuevos modelos familiares no son tan idílicos como el neofemnismo nos quiere hacer creer, lo cual no significa el rechazo por mi parte, como ya he señalado. El que las familias formadas por personas del mismo sexo sean cuatro veces (más los homosexuales que las lesbianas) más propensas a la separación (de manera no siempre amistosa, igual que sucede entre las heteros e incluso entre militantes del Opus) y al establecimiento de nuevas parejas estoy seguro que tiene una gran incidencia en los niños y niñas pequeñas que hayan adoptado o parido y el ir saltando de casa en casa de sus diferentes progenitores. Por cierto, en EE.UU están proliferando los blogs de niños y niñas educados en ese entorno, sobre todo en las famosas comunas de la costa oeste años 60 y 70 y su relato no es muy alentador. No podré ningún link porque temo que será tratado de algo anecdótico. Tengo más comentarios sobre tus dos últimos post, Cristina, pero voy dejarlos, de momento, en suspenso, para bajar la temperatura del debate.

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  49. olo quería aclarar, a raíz del comentario de Plutarco, que si es por estadísticas, siempre las podremos encontrar que supuestamente confirmen una hipótesis y la contraria. Efectivamente también las hay que apoyan algunos de los postulados más peregrinos del "feminismo radical"... y hasta del racismo. Tenemos que ser cautelosos, simplemente. En concreto, recuerdo algún estudio de los que enlazó Raus en el famoso artículo de Deseducativos donde al analizar ciertos datos se decía "... y esto se explica por el comportamiento inmoral y el desequilibrio psicológico de las personas homosexuales". Como comprenderán, no puedo tomarme en serio un estudio así.

    Yo no soy representante de ningún "feminismo radical" ni soy portavoz de ninguna política institucional de género. De hecho, tampoco es que sepa mucho de teoría de género, la verdad. Hablar de género como constructo cultural (los papeles que la sociedad nos impone en función del sexo) me parece razonable... hasta cierto punto, porque los condicionamientos biológicos son muy importantes (si fuera sólo un constructo no habría persona transexuales, por ejemplo). De todas maneras, me da a mí que ni los más radicales defienden ya que la identidad de género y la sexualidad son resultado únicamente de la cultura. Me pierdo. Lo que desde un principio he pensado y he tratado de explicar (con más o menos vehemencia y más o menos acierto) es que el que haya igualdad legal entre hombres y mujeres (ustedes dirán que ya no la hay por la ley de violencia de género - y pueden que tengan razón) no significa que haya igualdad real en el día a día, ni muchísimo menos que hayamos pasado al extremo donde se discrimina a los hombres. ¿Qué en nombre de un (falso) feminismo hayamos provocado situaciones injustas y/o absurdas para los hombres? Cierto... y aquí tienen todo mi apoyo. ¿Qué el machismo de toda la vida tiene una cara B que perjudica también a los propios hombres? Cierto también. Lo que pasa es que sigue habiendo muchos hombres que ejercen violencia sobre las mujeres, y mujeres que lo aguantan, porque ambos responden a los tópicos de género que de una u otra manera les ha transmitido la sociedad. Sigue habiendo muchas mujeres explotadas sexualmente por lo mismo (el tráfico de mujeres sigue siendo uno de los negocios más lucrativos que existen). Y no, aquí si que no hay equiparación posible con la realidad masculina. Y por supuesto que hoy en España, año 2011, la vida de muchos se sigue viendo condicionada por el sexo con el que le ha tocado nacer y sigue habiendo mucha inercia y muchos valores patriarcales tradicionales de toda la vida agazapados (quizás ahora maquillados y reformulados). Creo que hay que seguir diciéndolo aunque la ley de violencia de género nos parezca desafortunada y el Ministerio de Igualdad un sinsentido.

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  50. Lo de la manipulación estadística por parte del feminismo de género es proverbial, desde el 1 de cada 4 de las radicales americanas de los 80, pasando por Bibiana Aído cuando transformó el 1 de cada 7 de la ONU (referido a las mujeres que ejercían la prostitución de modo forzado) en un 90 %, pasando por las encuestas de violencia o acoso confeccionadas exclusivamente con los datos aportados por las mujeres, es decir que presuponiendo que tal cosa solo puede ser ejercida por lo varones y tantas, tantas que no pararía de enumerar.

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  51. Anónimo1:18 p. m.

    Ciertamente este debate se está poniendo un poco espeso de más, y esto no lleva a ningunaparte. Se está discutiendo demasiado sobre los orígenes de todo, lo que puede rersultar de gran interés académico pero poco más. Lo que de verdad importa es lo que hay ahora y como resolverlo o, al menos, mejorarlo.
    Se está cayendo mucho en el si dije digo o dije diego y, claro, cuando se dice tanto y con tanto ardor, se acaba diciendo lo que no se quiere decir...y luego te sientes atrapado por tus palabras...quieres defenderlas...en fin, un lío. Es cierto que de tanto tratar temas de discrimnación y sexismo es fácil acabar haciendo lo que se critica. Es más, es dificil no caer de vez en cuando cuando el ambiente está tan resbaladizo, y aquï si que pongo el acento en el feminsimo que inició y mantiene viva su unilateral guerra de sexos, enconando todo mucho más de lo que de natural ya tiene.
    Por lo demás, me da la impresión de que los debatientes, todos y todas, están bastante cerca en lo fundamental en ser personas antes que géneros, en querer ser iguales con las diversidades de cada cual admitidas y respetadas, y par para no contribuir a espesar y no acabar patinando y diciendo lo que no quiero decir.
    Arturo

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  52. Apunte final. Los estudios y estadísticas que he mencionado sólo describen, no juzgan, del mismo modo que tampoco lo he hecho con mis palabras. Estudios sobre modelos familiares realizados por el Departamento de Asuntos Sociales del Estado de California, me ofrecen mucha más credibilidad que los que pueda hacer el Vaticano. En España apenas existen, pero gran parte de los mencionados creo que son perfectamente extrapolables. Desde luego el que mencionas sobre homosexualidad yo también lo hubiera cuestionado. Que aluda al discurso del neofeminismo y sus manipulaciones estadísticas no significa que te asigne a ti ninguna corriente de pensamiento, Cristina. Espero que tu tampoco consideres mis críticas a la ideología de género y sus políticas como expresión de un neomachismo naciente, expresión acuñada en su día desde el Ministerio de Iguadad por el Sr. Lorente para estigmatizar a las voces disidentes.

    El objetivo de uno de los talleres de género españoles que mencioné proponía, como ya indiqué en la correspondiente entrada, lo siguiente: “Un enfoque GED debe acompañar este criterio de una serie de actividades que favorezcan no solo el acceso de las mujeres a determinados espacios, sino intervenciones que mejoren la posición de las mujeres con relación a los hombres”. Tal planteamiento refleja meridianamente la corriente de pensamiento del neofeminismo y de las instituciones que se han creado para propagarlo.

    En la sociedad española (y occidental en general) de hoy en día, ¿las madres pueden afirmar que el sistema de enseñanza trata por igual a sus hijos e hijas?. O ¿qué el sistema sanitario asigna sus recursos con total equidad de sexo?. ¿Pueden afirmar las hermanas o madres que sus hermanos o hijos que estén en proceso de separación contenciosa recibirán un trato justo ante la ley?. Son sólo algunos ejemplos, no una lista exhaustiva.

    El dimorfismo sexual sigue siendo un anatema para el neofeminismo, incluso el menos radical. Rompe de manera taxativa el esquema meramente ideológico sobre el que se asienta.

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  53. Anónimo8:12 p. m.

    He suprimido gran parte de mis réplicas a Cristina, con el fin de aligerar la discusión. Considero, no obstante, que si lo que necesitamos es debatir unos y otros, no hay más remedio que gastar muchas palabras. Yo no encuentro otra manera de tratar estos temas.
    Cristina, si pegar a un niño con la frecuencia o fuerza que sea, es, para ti, maltrato, dudo mucho que haya madre, de hoy o de ayer, de aquí o de allá, que no merezca el calificativo de maltratadora de niños. ¡Quién me hubiera dicho a mí que mi madre es una maltratadora o, al menos, que me maltrató! ¡Quién lo hubiera dicho de mi suegra! Por ese camino que has emprendido de no distinguir brisa de huracán, te metes directamente en un callejón sin salida: insisto, pocas serían las madres –hablamos de millones y millones- que se librarían de la etiqueta de maltratadora. Si estuvieras dispuesta a pensar en este asunto en los mismos términos que piensas el maltrato de hombre a mujer, te verías obligada, obligadísima, a reclamar una ley específica contra el maltrato de madres a hijos. Francamente, no creo que estés dispuesta a la llevar tus ideas sobre maltrato hasta sus últimas consecuencias lógicas. ¿O sí?
    Autores tan pocos sospechosos de ser apologistas del maltrato infantil como Javier Nart, Javier Urra (que fue defensor de menor) o José Antonio Marina admiten la necesidad de que, en algún momento, el niño reciba un azote o un manotazo. Urra, ante las cámaras de televisión (antena 3), especificaba que con un azote en la vida era suficiente. Imagino que, según tú, este defensor del menor hacía apología del maltrato infantil. El manotazo (dice Marina) suele ser necesario para que el bebé no meta los deditos en enchufe.
    Raus.

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  54. Anónimo8:14 p. m.

    Me temo que confundes agresividad con disciplina o autoridad. Perdona que te diga, pero yerras el tiro por completo. Ser agresivo no es lo mismo que tener autoridad. De hecho, la agresividad de muchos padres de hoy (y, especialmente, de las madres) para con sus hijos, se deriva del hecho de que no saben mostrarse autoritarios. Precisamente, de la falta de autoridad, de la ausencia de firmeza, brotan, al final, los episodios de violencia. Las madres –especialmente las madres, dicho en general- son poco o nada firmes con sus hijos (hablo de las madres de hoy y aquí). Es decir, son poco o nada autoritarias. El niño, como no ve límites firmes y claros, desobedece a la madre una y otra vez. Ella lo quiere convencer a base de buenas palabras (que es lo que tú propones, creo). Pero como esto es ineficaz, al final, esa madre, acaba de los nervios y, harta de la desobediencia del crío, monta en cólera y pasa a los gritos y a las manos. He visto muchas veces a madres amantísimas fuera de sí y, si fuera posible y necesario, podríamos comprobarlo sobre el terreno. Sé de lo que hablo. Y sabe de lo que habla Robert J. McKenzie, psicopedagogo y terapeuta norteamericano que se las ve todos los días con padres permisivos. Y nos dice McKenzie que el estilo permisivo (únicamente basado en la palabra y el intento de diálogo) acaba habitualmente en gritos y violencia paterna (de padres y madres), aunque sea una violencia que no necesariamente yo la calificaría como “maltrato”.
    Quede clara mi opinión: si los padres se mostraran firmes y autoritarios con sus hijos, rarísima vez haría falta el azote. Comúnmente, lo que los padres necesitan si el niño no cumple con su parte, es castigarlo con la privación de algún privilegio (quitarle un juguete, privarlo de salir o jugar, llevarlo a “tiempo fuera”…). Ahora bien, si una madre o padre le da un azotazo aparatoso en el culo al crío porque éste, por ejemplo, le ha propinado una patada en la espinilla al abuelo, yo, por eso, no considero maltratador al progenitor. Obviamente, estoy hablando de un azotazo aparatoso acompañado de una buena reprimenda verbal, no de ninguno que cause lesiones, sangre, cardenales… Estimo –qué cosas tengo- que sigue siendo necesario distinguir brisa de huracán.
    Raus

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  55. Anónimo8:15 p. m.

    Dices:
    “Yo creo que el que haya niños malcriados (que evidentemente los hay) no tiene nada que ver con este berenjenal de sexos y géneros. Probablemente esté más relacionado con el sistema económico que tenemos que obliga a los padres a dejarlos desde que son bebés en instituciones.”
    No es así. Yo he tenido en consulta a muchos padres cuyos hijos está atendidos a tiempo completo por la madre. Sencillamente, no es así. Las madres de pasadas décadas y centurias apenas tenían tiempo para atender a sus hijos salvo en los aspectos vitales, pues las tareas del hogar eran mucho más duras y absorbentes que en la actualidad. Las madres (también padres) consienten y malcrían por muchas razones, pero no porque se vean obligados a trabajar fuera de casa. Los padres varones de antaño no veían tanto al hijo como las madres. Por tanto, según tú, los padres de entonces deberían ser más permisivos y consentidores que las madres. El padre, o madre, puede estar ausente del hogar gran parte del día y, sin embargo, no malcriar al retoño a la hora de estar con él. Es lo que ha sucedido durante la mayor parte de la historia humana.

    Dices:
    “Y bueno, es esto o padres parados lo que tampoco debe ser muy edificante para sacar adelante una familia”
    Nada de esto. Hoy malcrían a los hijos por igual padres con altas rentas como padres con rentas medias o bajas. Si me apuras, más lo de altas rentas, pues, precisamente, son quienes más caprichos pueden conceder al hijo (ya has dicho tú, y es verdad, que nuestra época es hedonista.
    Raus

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  56. Anónimo8:16 p. m.

    Dices:
    “Respecto a las estadísticas que has mostrado sobre los hijos que crecen sin conservar el contacto y relación con su padre… no me las creo. Es posible que los números sean ciertos pero no se puede sacar conclusiones alegremente sin analizar las miles de circunstancias que tiene la gente. Todos esos hijos desgraciados… ¿lo han sido por haberse criado solo con su madre o por venir de ambientes degradados?...”
    Sin embargo, parece que sí te crees las estadísticas que nos ofrecen las instituciones feministas sobre maltrato machista o de género. Es decir, que cuando sale la presentadora del telediario (o Matías Prats, tanto da) para anunciar al mundo un “nuevo caso de violencia de género”, tú, sin más averiguaciones, das por sentado que se trata de un caso en el que el perpetrador odiaba o sojuzgaba a todas las mujeres. En esto no te hace falta conocer el estado mental del hombre, ni las concretas circunstancias en que aconteció el delito, ni de si el hombre procedía de ambientes degradados, era pobre…nada de nada. Sin embargo, cuando de lo que hablamos es de las estadísticas sobre los trastornos infantiles causados por la ausencia del padre, ahí haces un alto en el camino y exiges conocer el ambiente de crianza, si la madre era soltera, divorciada, abandonada, maltratada, si hablamos de un entorno socioeconómico u otro… Cristina, se te ve el plumero.
    Ahora bien, yo no he dicho en ningún momento que los críos criados con madre ausente no sufran lo suyo, ni que no padezcan trastornos psicológicos y conductuales. Al contrario, he afirmado que ambas ausencias son, en general, terribles, y que privar a un niño de alguno de sus padres es igualmente cruel.

    Raus

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  57. Anónimo8:17 p. m.

    Dices:
    “Otro tanto con lo de la violencia en las parejas de lesbianas. En caso de ser ciertas (hay estadísticas de todos los colores sobre todos los temas), ¿a dónde quieren llegar? Ahora resulta que las mujeres no son lo suficientemente firmes y por eso necesitan que los hombres vengan a imponer disciplina… pero al mismo tiempo son más violentas que nadie.”
    Lamentable confusión, que ya he comentado. Confundes agresividad con firmeza. O sea, para ti, alguien firme es alguien agresivo. No nos puede extrañar que cuando algunos pedimos más firmeza a la hora de educar a los niños, las personas que piensan como tú se escandalicen como lo hacen: en su mente traducen “firmeza” como “agresividad”. Dicho de otro modo: para ti las expresiones: “hay que educar con más firmeza” y “hay que educar con más agresividad” son sinónimas, intercambiables. Perdóname, pero me parece una confusión lamentable de todo punto.

    Dices:
    “Tampoco me creo las estadísticas sobre las parejas homosexuales con hijos por motivos parecidos”
    ¿Te crees las estadísticas sobre maltrato que nos ofreció en su momento el Instituto de la Mujer? Parece que de éstas no dudas, o nada has dicho. Cuando quieras, hablamos de su credibilidad (fiabilidad y validez científicas). Tú pones en duda la credibilidad de uno de los estudios sobre la violencia entre homosexuales que incluí en mi artículo. Admito sin ningún problema que tal estudio dice cosas que lo hacen poco o nada creíble. Debí inspeccionar mucho mejor su contenido. Acepto el error: por mí, prescíndase de tal estudio. Ahora bien, un par de cosas más: si realmente te interesa la cuestión, no creo que debas conformarte con despachar dicho estudio y emitir sentencia sin más pesquisas, porque no todos tienen que ser igual de no creíbles. Y repito que los sesgos y aberraciones lógicas que incluyen las encuestas y estudios estadísticos del Instituto de la Mujer, son, sencillamente, de traca.
    Raus

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  58. Anónimo8:19 p. m.

    Dices:
    “Lo que pasa es que sigue habiendo muchos hombres que ejercen violencia sobre las mujeres, y mujeres que lo aguantan, porque ambos responden a los tópicos de género que de una u otra manera les ha transmitido la sociedad. Sigue habiendo muchas mujeres explotadas sexualmente por lo mismo (el tráfico de mujeres sigue siendo uno de los negocios más lucrativos que existen). Y no, aquí si que no hay equiparación posible con la realidad masculina. Y por supuesto que hoy en España, año 2011, la vida de muchos se sigue viendo condicionada por el sexo con el que le ha tocado nacer y sigue habiendo mucha inercia y muchos valores patriarcales tradicionales de toda la vida agazapados (quizás ahora maquillados y reformulados). Creo que hay que seguir diciéndolo aunque la ley de violencia de género nos parezca desafortunada y el Ministerio de Igualdad un sinsentido.”

    Deduzco de tus palabras que la sociedad nos enseña a los hombres (porque si el agente transmisor del machismo es la sociedad, entonces todos los hombres, pues todos vivimos en sociedad, recibimos la enseñanza machista) a prejuzgar a las mujeres o, quizá, a maltratarlas. Antes al contrario, pero, como ya me he alargado mucho, vamos a dejarlo aquí.
    Pero, si acaso queremos llegar a algún entendimiento, te pediría que respondieras a estas preguntas. Y te agradecería que fueras clara y evitaras ambigüedades.
    1. Si una mujer mata a su marido, ¿estás de acuerdo en que el caso reciba el mismo trato informativo que cuando un marido mata a su mujer, sí o no?
    2. Si una mujer mata a su marido, ¿merece la misma pena que el hombre que mata a su mujer, sí o no?
    Raus

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  59. Las estadísticas sobre criminalidad o personalidad asocial en relacion con el hogar de crianza tienden a producir un artefacto estadístico bastante fácil de ver: los hogares monoparentales tienden a ser de mujeres como adulto responsable, y tienden a ser en promedio más pobres y con menos tiempo de atención a los hijos (porque hay una sola persona para trabajar y cuidar, y ganando poco dinero). Y de los hogares pobres, en malos barrios y con pocas oportunidades tienden a salir en mayor medida los delincuentes.
    Si la causa fuera la ausencia de un padre por sí misma, la tasa de hijos asociales o criminales sería también mayor en los hogares monoparentales de buen nivel de vida, buenos barrios, buenos colegios y tiempo de atencion materna suficiente: y no es así.
    La estadística es una herramienta muy potente, pero con la que es muy fácil cometer desaguisados o llegar a conclusiones falaces.

    Con respecto a las estadísticas de violencia entre hombres y mujeres:
    Independientemente de cómo se retuerzan los números, e independientemente de que la atención a todos los crímenes y agresiones no sea la misma (dando más importancia a las agresiones de género, que parece que son la mayor parte de los delitos y no lo son), hay un hecho indiscutible, rotundo e inatacable de puro sabido:
    EL 90% DE LOS HOMICIDIOS LOS COMETEN VARONES
    EL 90% DE LOS DELITOS VIOLENTOS LOS COMETEN VARONES.
    Eso es así en España y en Estados Unidos, y que yo sepa, en todas partes.
    Y ahí no caben falacias estadísticas, porque es un hecho bruto, no una conclusion a través de correlaciones.

    otra cosa es que el 70% de las víctimas son tambien varones, y el 30% mujeres (redondeando). Eso no debería perderse de vista, porque se da a unos actos violentos más importancia que a otros.

    Que eso sea la biologia irremediable o bien tenga arreglo, es otra cosa sobre la que yo no me atrevo a decir nada concluyente, no sabemos algo con seguridad.
    Estas cifras descalifican de entrada muchas falacias estadísticas que se quieran colar.

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  60. En general, otro sesgo común en la interpretación de las estadísticas de género es que las que desfavorecen las posiciones del noefeminismo obedecen a que no se han considerado otras variables, normalmente socioculturales e historicas. Por otro lado, aquellas que refuerzan sus dogmas pueden surgir de dudosos cuestionarios, que gracías al refuerzo mediático, se convertiran en la verdad mil veces repetida de Goebbles. La incidencia de la violencia en los hombres, por ejemplo, y más en la sociedades avanzadas está claro que obedece también a factores históricos y socio culturales, pero leyes como LIVG parece que la consideran un hecho irremediable para todos los varones, independientemente de sus circunstancias.

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  61. Anónimo12:53 p. m.

    Se hace difícil de creer, pero lo cierto es que la misma persona que en un comentario a otra entrada nos recuerda que el 90% de los asesinatos los comenten los varones, nos diga, en otro comentario, pero casi simultáneamente, que “cada caso es cada caso, que cada persona es cada persona”. Por un lado nos sugiere pensar en términos estadísticos con la clara intención de advertirnos de que el sexo malo es el masculino y, por otro, nos exhorta a pensar caso por caso, haciendo hincapié en que sólo son promedios.
    Luego, eso sí, formando parte del mismo comentario sobre las estadísticas sobre el porcentaje de delitos, nos dice la autora, casi como el que no quiere la cosa, como si la cosa fuera el epifenómeno antes que el fenómeno, que el 70% de las víctimas masculinas son hombres. Acabáramos.
    ¿Pero con qué intención nos trae la autora las cifras sobre criminalidad masculina? Parece evidente: la intención es darnos un toque de atención: nosotros podemos venir aquí con argumentos y estadísticas para defender que hombres y mujeres sean iguales ante la ley (y que la ley sea igual para hombres y mujeres), podemos venir con lo que queramos, sí, pero las estadísticas sobre criminalidad no dejan lugar a dudas sobre cuál sexo es el malo o el peor: el masculino. Punto. ¿Y con esto qué hacemos? Cuando tenemos a un hombre y una mujer asesinos, ¿debemos cargar más culpas sobre el hombre por el hecho de que pertenezca al sexo “malo” o peor, o debemos hacer completa abstracción de su sexo y juzgarla únicamente como persona (caso por caso)?

    También podemos poner sobre el tapete las cifras sobre maltrato infantil perpetrado por mujeres. Aquí las estadísticas también son claras. Son las mujeres quienes maltratan significativamente más a los niños. Algo así como el doble. Pero, mira por dónde, estas cifras y proporciones no nos sirven para mucho ni prueban gran cosa: hay que estudiar qué poderosas variables psicosociales o económicas llevan a una pobre mujer a maltratar a su hijo, porque las madres, recordémoslo, son buenas por definición. Cuando considerábamos las estadísticas sobre delito masculino, nada de estudiar o tener en cuenta variables extras: importaba sólo señalar que, nos pusiéramos como nos pusiéramos, las cifras cantaban: el sexo con más delincuentes es el masculino. ¿No nos sirven, señoras feministas, las cifras sobre maltrato infantil materno para promulgar una ley que persiga especialmente el maltrato de las madres?

    Lo que Harry Potter consigue con una varita mágica, lo consiguen las feministas con dos varas de medir.

    Raus

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  62. Anónimo1:15 p. m.

    Aunque el 90% de los delitos los cometan hombres eso no significa que el 90% de los hombres sean delincuentes. Esta confusión la cometen las leyes (LIVG) y los políticos y medios de comunicación.
    Aparte está el hecho de que esto sea por biología por fenómenos sociales más o menos concomitantes con fenómenos biológicos o. incluso, por ocultación de la delictividad femenina, que también se da*.
    * os recuerdo que las terroristas etarras, en tiempos, solían librarse por el recurso simplón de argumentar que ellas eran solo sus novias y no sabían ná de ná. Y que decir de la Sra de Oubiña el narco. En la comarca todo el mundo sabía que ella era el verdadero cerebro organizador y se comentabas sus bolsas de la compra llenas de billetes. Tambien os recomiendo buscar un antiguo documental de TV que se llamaba "las mujeres de la mafia".
    Como no lo encuentro, mientras os dejo esto:
    http://www.belt.es/noticiasmdb/home2_noticias.asp?id=8998

    http://www.elpais.com/articulo/ultima/ITALIA/mujeres/Mafia/mandan/elpepiult/19970210elpepiult_1/Tes

    Arturo

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  63. Aloe, y en relación con tu afirmación: “Si la causa fuera la ausencia de un padre por sí misma, la tasa de hijos asociales o criminales sería también mayor en los hogares monoparentales de buen nivel de vida, buenos barrios, buenos colegios y tiempo de atencion materna suficiente: y no es así”.

    Lamentablemente, si es así. Los comportamientos conflictivos en hogares monoparentales de buen nivel de vida (en ocasiones, resultado de separaciones contenciosas con resultados económicos nefastos para el padre ausente, así como manifestación del SAP) también son evidentes. Quizás no se muestren asaltando licorerías o trapicheando con drogas, pero la incidencia de abusos de drogas o bajo rendimiento escolar se disparan.
    Google es el amigo de todos, efectivamente. Googleando “asocial behavior, father absence” me han salido un monton de documentos que controlan por las variables estadísticas que tu comentas (perdona mi fijación con el inglés, pero en España hay una especie de omertá sobre este tipo de estudios). Adjunto uno con un pequeño cuadro resumen de los efectos de la ausencia del padre en la educación y crianza de los hijos:

    http://www.amchp.org/Calendar/Documents/Father%20Factor%20in%20Children's%20Health%20Outline.pdf

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  64. UPyD parece que va en serio con el trato discriminario que reciben los padres. Declaraciones de Toni Cantó:

    "—Tiene tres hijos de tres relaciones y siempre ha defendido los derechos de los padres separados.

    —En nuestro programa se pide la custodia compartida. En un día como hoy (ayer), que se define como el Día Mundial Contra la Violencia de Género, creo que es hora de decir que se trabaje con los hombres, no contra los hombres. En eso el PSOE ha sido muy sectario, ha creado una ley que nos criminaliza a los hombres y nos pone en indefensión jurídica. Eso sólo puede generar más violencia. Estamos en contra de eso y a favor de la custodia compartida".

    La entrevista completa:

    http://www.abc.es/20111126/estilo-gente/abci-entrevista-toni-canto-201111260109.html

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  65. La noticia publicada en la última entrada de Padres separados nos recuerda que hay conflicto con los protocolos aplicados en los casos de violencia de género

    http://padresdivorciados.blogspot.com/2011/11/el-cop-denuncia-anomalias-en-los.html

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  66. Como veo que se han reactivado los comentarios en ésta entrada y la siguiente os pediría a todos, primero, que se rebaje el tono cuanto se pueda, las cosas se pueden decir igual sin necesidad de calificativos gruesos o excesivos, y en segundo lugar que aunque contestemos a alguien procuremos no personalizar.

    Cuando el debate se convierte en trifulca pierde su razón de ser y desde luego desde esta bitácora sabemos que de lo que hablamos es de cuestiones de largo recorrido en las que necesariamente habrá que avanzar paso a paso. No estamos por lo tanto interesados en esa estrategia que solo puede ir en contra de las ideas y los planteamientos que aquí defendemos.

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  67. Comentario de Arturo de las 1:18PM

    Arturo, si lo de digo digo y digo Diego va por mí… eres libre de revisar mis comentarios y leer que fue lo que dije en cada caso.

    Comentario de Raus de las 8:12

    "Cristina, si pegar a un niño con la frecuencia o fuerza que sea, es, para ti, maltrato, dudo mucho que haya madre, de hoy o de ayer, de aquí o de allá, que no merezca el calificativo de maltratadora de niños."

    Pues es probable, sí. No soy nadie para juzgar y no lo haré. Ahora, si me preguntas, creo que no se debe pegar a un niño bajo ningún concepto. Si se hace, lo entendería como evitación de un mal mayor (separar la mano para que no meta los dedos en el enchufe) o como manifestación puntual de impotencia no justificable. Nunca, como acción educativa. No voy a seguir por aquí porque se desvía del tema de la bitácora y además tengo razones que no vienen al caso. Solo decir que efectivamente los niños necesitan más protección ante el maltrato adulto. Si no hay una ley específica para ellos es probablemente porque los menores no votan.

    Comentario de Raus de las 8:14

    "Me temo que confundes agresividad con disciplina o autoridad. Perdona que te diga, pero yerras el tiro por completo."

    Creo que no lo he confundido yo. Has sido tú quien, hablando de tu suegra, dijo algo como que no dudaba en mostrarse firme y que soltaba la mano si hacía falta (lo hubiera citado textualmente pero hay tantos comentarios que no lo encuentro).

    "Las madres –especialmente las madres, dicho en general- son poco o nada firmes con sus hijos (hablo de las madres de hoy y aquí). Es decir, son poco o nada autoritarias."

    Creo que lo mismo se puede decir de los padres. Para afirmar que los padres tienen derecho estar con sus hijos y viceversa, no te hace falta caer en este tipo de simplificaciones y prejuicios. Ya tenías razón sin necesidad de criminalizar a las madres.

    Comentario de Raus de las 8:15PM

    "Por tanto, según tú, los padres de entonces deberían ser más permisivos y consentidores que las madres. El padre, o madre, puede estar ausente del hogar gran parte del día y, sin embargo, no malcriar al retoño a la hora de estar con él. Es lo que ha sucedido durante la mayor parte de la historia humana."

    No entiendo que de mis palabras se deduzca eso. En fin. Lo que está claro es que la sociedad ha cambiado. Es cierto que antes las mujeres estaban absorbidas por las tareas de la casa pero era más frecuente que se conviviera con la familia extensa o que las relaciones con los vecinos fueran más cercanas permitiendo que los niños se criaran en pequeños clanes, por decirlo así. En cualquier caso, nunca los niños han pasado tanto tiempo institucionalizados como hoy en día. Hay críos que desde los tres meses van a guarderías donde pueden pasar más de ocho horas y los hay cuya agenda está más llena que la de un ejecutivo y que salen de casa por la mañana y regresan por la noche. Antes al menos comían en casa y compartían ese rato con la familia. En cierto modo, la vida de muchos niños de clase media se parece cada vez más a la de niños de hospicio. Antes tampoco todo el monte era orégano pero creo que la vida de las familias estaba centrada en los niños.

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  68. Comentario de Raus de las 8:16PM

    "Sin embargo, parece que sí te crees las estadísticas que nos ofrecen las instituciones feministas sobre maltrato machista o de género."

    Yo no he hablado de estas estadísticas. En cualquier caso, es innegable que este tipo de violencia existe. ¿O vamos a negar esto ahora también?
    En cuanto a los niños privados de la figura paterna y las estadísticas que has citado, como sabes, correlación no significa causalidad. Eso fue lo que dije y no me voy a repetir. Mi hipótesis es que tanto hombres como mujeres son igualmente válidos para educar un niño. Por ahora no puedo decir que haya hechos que la desmientan. Si me quieres decir que es cruel separar a un niño de su padre, te doy la razón. De hecho, me he mostrado a favor de la custodia compartida siempre que los padres sean capaces de un mínimo acuerdo. Ahora bien, para defender tu postura no te hacía falta criminalizar a las mujeres y decir que ellas solas son incapaces de criar hijos.

    Comentario de Raus de las 8:17PM

    "Confundes agresividad con firmeza."

    No, yo no confundo agresividad con firmeza. Hacía notar que cuando quieren presentan a las mujeres como agresivas, a veces como dóciles, a veces como poco firmes… según la postura que se esté tratando de defender. Menos mal que somos "personas, no géneros"

    "Y repito que los sesgos y aberraciones lógicas que incluyen las encuestas y estudios estadísticos del Instituto de la Mujer, son, sencillamente, de traca."

    Pues vale. Yo no las he sacado a colación en cualquier caso.

    Comentario de Raus de las 8:19PM

    "Deduzco de tus palabras que la sociedad nos enseña a los hombres (porque si el agente transmisor del machismo es la sociedad, entonces todos los hombres, pues todos vivimos en sociedad, recibimos la enseñanza machista) … "

    Todos los hombres y todas las mujeres, sí. Vamos a redescubrir la rueda otra vez. A ver, están los valores tradicionales patriarcales que otorgan a los hombres un papel activo de proveedores, responsables y en cierto modo salvadores de las mujeres (príncipe azul) mientras que deja para las mujeres un papel pasivo de ser débil, dependiente, que necesita protección (princesa rosa). Esto nos lo enseñan a todos y todas (cada vez menos, sí… y no a todos, etcétera…). Algunos hombres (que no, que no todos) educados así se sienten dueños de sus parejas y cometen abusos… abusos que en muchos casos las mujeres consienten porque también han sido educadas así. Este tipo de comportamiento dominante, que en muchos casos desemboca en malos tratos, es más habitual en los hombres que en las mujeres. Repito por enésima vez: no, ni muchísimo menos todos los hombres son así y tampoco pienso ni remotamente que todos los hombres sean intrínsecamente malos, etcétera. Es una cuestión de educación. ¿Quién educa? Pues las mujeres y los hombres. Obviamente también las mujeres pueden ser transmisoras del machismo.

    Respuesta a tus preguntas: sí y sí.

    Comentario de Plutarco de las 2:42PM

    De nuevo, correlación no significa causalidad. ¿Crees que de haber estado esos niños con sus padres en vez de con sus madres hubiera sido diferente? ¿Y pasando semanas alternas en casa de cada progenitor? Yo simplemente lo dudo mucho.

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  69. Cristina, me supongo que no hace falta decir que la responsabilidad de las opiniones vertidas en la bitácora son exclusivamente de quien las emite.

    Yo valoro muy positivamente tu posición en relación con la custodia compartida y otros asuntos algunos relacionados con la educación y no me gustaría que aquí se crease la sensación de que esto es una cosa de hombres contra mujeres o mujeres contra hombres, porque entiendo que lo que combatimos son posiciones ideológicas que como las del neofeminismo comparten mujeres y hombres, como también sabemos que muchas mujeres están del lado de los hombres que combatimos esta ideología y al igual que a nosotros les repugna la LIVG o la negación de la custodia compartida.

    Lamento no haber participado más en este hilo pero es que francamente no
    he tenido tiempo material.

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  70. Cristina... la causa de todas las injusticias que sufre la mujer española/occidental no es una supuesta conspiración del macho desde tiempo inmemorial para mantener sometida a la hembra. Establecer una correlación entre el análisis histórico marxista de la lucha de clases y la evolución natural de nuestra especie como un proceso de lucha de géneros es tan falaz como el “creacionismo inteligente”.

    Hay muchos estudios sobre la importancia del padre. Los más cercanos a posiciones neofeministas radicales, prácticamente le relegan a la función de donante de semen. Los cercanos a posiciones tradicionales le otorgan un papel tan o más importante que la madre. Hay un término medio, ¿no crees?.

    El gobierno de EE.UU es pragmático. Es consciente de que la ausencia del padre es costosa en muchos sentidos (incluí un enlace a un cuadro resumen asociado a esos costes). Y está gastando cantidades ingentes de dinero para corregir una situación especialmente preocupante entre los afroamericanos. Paradójicamente, a esa situación se ha llegado por medidas sociales que reforzaban la proliferación de familias monoparentales. Políticas que sustituían al padre biológico por el Padre Estado. No sé, quizás este sea el signo de los tiempos.
    Creo que la custodia compartida resolvería muchas situaciones penosas. También lo cree una escritora que he mencionado más arriba y numerosos estudios de campo. Numerosos gobiernos de Europa, de corte o tradición socialdemócrata trabajan con medidas que potencien la participación del padre en la educación de los hijos.

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  71. Cristina, por otra parte comparto el contenido del último post de Emilio.

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  72. Anónimo11:09 p. m.

    Cristina: con lo de dije digo y dogo diego no me refería a ti si no a todos (incluyéndome yo mismo que apenas he participado). Cuando se dicen tantas cosas se acaba sacando punta a lo que hemos dicho o dejado de decir y a lo que los otros han dicho o dejado de decir o el tono o momento o lugar o, o, o ...Al final acabamos hechos unos bizantinos discutiendo sobre el "género" de los ángeles.
    Arturo

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  73. Por cierto Cristina y Raus, me gustaría algún comentario vuestro aunque fuera breve sobre los Apuntes para un nuevo sistema educativo. Para mí como sabéis es un tema de gran importancia y aunque solo habla de grandes líneas tengo la impresión de que introduce algunas novedades importantes en relación con lo que es habitual leer sobre el tema.
    Un saludo

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  74. Anónimo1:53 p. m.

    Para Cristina.
    “Pues es probable, sí. No soy nadie para juzgar y no lo haré. Ahora, si me preguntas, creo que no se debe pegar a un niño bajo ningún concepto. Si se hace, lo entendería como evitación de un mal mayor (separar la mano para que no meta los dedos en el enchufe) o como manifestación puntual de impotencia no justificable. Nunca, como acción educativa. No voy a seguir por aquí porque se desvía del tema de la bitácora y además tengo razones que no vienen al caso. Solo decir que efectivamente los niños necesitan más protección ante el maltrato adulto. Si no hay una ley específica para ellos es probablemente porque los menores no votan.”

    Estas en un error, Cristina. El propósito del manotazo no es sólo evitar un peligro al niño (que se electrocute). El propósito principal es condicionar al niño para que, en lo sucesivo, no tenga la tentación de meter los dedos en el enchufe, para que APRENDA que no debe hacerlo. Y se le condiciona asustándolo. Y cualquier padre sensato asustará a su hijo con un azote el culo y una reprimenda cada vez que el niño esté a punto de hacer algo que le pueda costar la vida o la salud: cruzar corriendo la carretera sin mirar, jugar con la espita del gas, arrimarse mucho a la chimenea con fuego, subirse por la barandilla del balcón, adentrarse en la selva (plagada de serpientes, arañas, etc.), irse con desconocidos, etc., etc. Se condiciona al niño para que gane en autonomía y sobreviva, en especial cuando los padres han de estar en mil cosas al tiempo y el entorno es, para colmo, muy peligroso. Cuando el niño comprende que su padre o madre se enfadará mucho con él si no le obedece y hasta le puede caer un azote en el culo, ya rara vez contravendrá sus órdenes (no metas la mano en el enchufe, no te subas por la barandilla, no te adentres en la selva, no cruces la carretera solo…), con lo cual, en lo sucesivo, las palabras del padre será suficientes, por fortuna, para educar al niño. Evitar por todos los medios que el niño incurra en conductas peligrosas y hacerlo más autónomo y cauto, sí forma parte de la educación. Alcanzará la autonomía si y sólo si se le enseña a obedecer al adulto. La autonomía a través de la heteronomía (de esto ha hablado mucho Marina).
    Dime, por favor, Cristina, qué harías tú si un niño de tres años se te suelta de la mano y, haciendo caso omiso a tus palabras, cruza la carretera corriendo.

    Raus

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  75. Anónimo1:55 p. m.

    “Creo que no lo he confundido yo. Has sido tú quien, hablando de tu suegra, dijo algo como que no dudaba en mostrarse firme y que soltaba la mano si hacía falta”


    Hasta donde yo sé, mi suegra recurrió al azote en situaciones como las descritas anteriormente; es decir, para condicionar a sus hijos de la manera que he explicado. De modo que donde tú ves agresividad, yo veo firmeza. Ninguno de mis cuñados considera haber sido maltratado jamás por su madre, ni muchísimo menos. Ningún biennacido se complace en asustar a un niño. Cuando no se hace gratuita o sádicamente, sino por evitar peligros graves, está plenamente justificado.
    Exagerar los significados de las palabras hasta la hipérbole es una práctica absurda. Un niño realmente maltratado por su madre (o padre) presenta síntomas característicos que lo diferencian del niño no maltratado. Tu forma de entender qué es maltrato, convierte a todos o a casi todos los niños en maltratados por sus madres (o padres). Es decir, tanto a quienes sí presentan síntomas como a quienes no los presentan. Esto lo han hecho mucho las feministas de género: se han dedicado a decirles a cualquier mujer que su marido o novio la maltrata, aunque ellas (las supuestas víctimas) no se enteren de ello ni tengan la ni la más mínima conciencia de ello. Convertir brisa en huracán o el grano de arena en montaña es, además, lo que han hecho esas mismas feministas cuando, en el colmo del disparate, alertan a la población de mujeres de que la mirada de un hombre, mantenida unos segundos, constituye acoso sexual, o cuando resuelven que todas las mujeres casadas son objeto de violación. La hipérbole es sólo una perversión más del victimismo que hoy sufrimos.

    Raus

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  76. Anónimo1:56 p. m.

    “Creo que lo mismo se puede decir de los padres. Para afirmar que los padres tienen derecho estar con sus hijos y viceversa, no te hace falta caer en este tipo de simplificaciones y prejuicios. Ya tenías razón sin necesidad de criminalizar a las madres.”

    Tu manera de retorcer los conceptos alcanza el esperpento. Es tu estilo exagerar las cosas y llevarlas a un extremo irreconocible. Me acusas, ahí es nada, de CRIMINALIZAR a las madres; es decir, de atribuir carácter criminal a las madres. Y me acusas tú, precisamente tú, que has metido a la mayor parte de las madres en el saco de las maltratadoras. Incluso aunque yo creyera que las madres de hoy no están educando bien a sus hijos, o que éstos necesitan también de la presencia del padre, nada justificaría tu absurda acusación, pues dar, por las razones que sean, una educación permisiva o deficiente, no es ningún crimen. Puede llegar a ser contumacia y necedad, pero no crimen. Muchas veces he dicho que los padres de hoy hacen todo lo que pueden por hacer feliz al hijo. Otra cosa es que partan de ideas erróneas y acaben, por tanto, practicando un tipo de educación insolvente. Y sí, digo y afirmo que las madres de hoy, en general, tienden a ser menos firmes y más permisivas con sus hijos que los padres.

    Raus

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  77. Anónimo1:57 p. m.

    “Yo no he hablado de estas estadísticas. En cualquier caso, es innegable que este tipo de violencia existe. ¿O vamos a negar esto ahora también?
    En cuanto a los niños privados de la figura paterna y las estadísticas que has citado, como sabes, correlación no significa causalidad. Eso fue lo que dije y no me voy a repetir. Mi hipótesis es que tanto hombres como mujeres son igualmente válidos para educar un niño. Por ahora no puedo decir que haya hechos que la desmientan. Si me quieres decir que es cruel separar a un niño de su padre, te doy la razón. De hecho, me he mostrado a favor de la custodia compartida siempre que los padres sean capaces de un mínimo acuerdo. Ahora bien, para defender tu postura no te hacía falta criminalizar a las mujeres y decir que ellas solas son incapaces de criar hijos. “

    Vamos por partes.
    1. ¿En qué te crees que está basada la promulgación de la ley integral contra la violencia de género? Se basa en la existencia de estadísticas. Si tú aceptas la bondad de tal ley, es porque, implícitamente, estás aceptando la bondad de las estadísticas en que se fundamenta. Si ahora resulta que no aceptas dicha ley, es novedad para mí.
    2. Si las estadísticas y estudios hechos para conocer el alcance de la violencia machista están mal hechos, y lo cierto es que lo están, en modo alguno puedes conocer tal alcance. ¿Existe la violencia machista? ¿Existen hombres que desprecien a las mujeres y las sojuzguen? Yo no lo dudo. Como tampoco dudo de que haya mujeres que odian y sojuzgan a los hombres. La cuestión es si esos misóginos que pueden llegar a maltratar o matar a las mujeres constituyen número suficiente como considerarlos “lacra social”, como dicen las feministas de género, o si su número y proporción en nuestras sociedades justifica la aprobación de una ley de “género” que conculca la presunción de inocencia de media humanidad.
    3. Si te interesa especialmente la violencia que sufren las mujeres por parte de los hombres pero no te preocupas de la fiabilidad y validez de los estudios que se hacen sobre esa violencia, corres el riesgo de hacerte una idea errónea de lo que está ocurriendo de verdad. Una idea que encajará con tus prejuicios pero no con la verdad.
    Cargas de nuevo con lo de criminalizar. Mixtificar conceptos no nos ayudará a construir un mundo mejor.

    Raus

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  78. Anónimo1:58 p. m.

    “Todos los hombres y todas las mujeres, sí. Vamos a redescubrir la rueda otra vez. A ver, están los valores tradicionales patriarcales que otorgan a los hombres un papel activo de proveedores, responsables y en cierto modo salvadores de las mujeres (príncipe azul) mientras que deja para las mujeres un papel pasivo de ser débil, dependiente, que necesita protección (princesa rosa). Esto nos lo enseñan a todos y todas (cada vez menos, sí… y no a todos, etcétera…). Algunos hombres (que no, que no todos) educados así se sienten dueños de sus parejas y cometen abusos… abusos que en muchos casos las mujeres consienten porque también han sido educadas así. Este tipo de comportamiento dominante, que en muchos casos desemboca en malos tratos, es más habitual en los hombres que en las mujeres. Repito por enésima vez: no, ni muchísimo menos todos los hombres son así y tampoco pienso ni remotamente que todos los hombres sean intrínsecamente malos, etcétera. Es una cuestión de educación. ¿Quién educa? Pues las mujeres y los hombres. Obviamente también las mujeres pueden ser transmisoras del machismo.”


    O sea, que enseñar al hijo que debe proteger a su hermana o a su novia es, según tú, el caldo de cultivo del machista maltratador. Hasta la fecha, proteger y maltratar eran antónimos. Ahora resulta que son sinónimos o que de lo uno se pasa a lo otro por arte de birlibirloque.
    Dices que ni muchísimo menos todos los hombres somos así. Menos mal. ¿Pero cuántos sí son así? ¿Más de la mitad de los hombres, menos, una minoría? Imagino, o espero, que estés de acuerdo que los hombres potencialmente maltratadores o uxoricidas son una minoría. Porque si acaso crees que lo somos la mayoría, sería el colmo de la exageración. Y si crees que los hombres maltratadores son una minoría, ¿cómo se explica que sean una minoría si TODOS han sido educados para sojuzgar a las mujeres machistamente? Si solo hay una minoría de maltratadores (aunque siempre demasiados, claro) pese al hecho de que TODOS los hombres recibimos una educación machista, la conclusión no puede ser otra que ésta: la educación (machista) es ineficaz, no consigue su propósito, no consigue que cale en la mayoría de los hombres las actitudes del maltratador.
    Dicho de modo más gráfico:
    1. Si el maltratador machista es producto de la educación machista (es lo que decís las feministas)…
    2. Si TODOS los hombres y TODAS las mujeres recibimos una educación machista
    3. Pero sólo una minoría de hombres tiene actitudes de maltratador de mujeres
    4. ENTONCES, la conclusión no puede ser otra que ésta: la mayor parte de los hombres hacemos caso omiso de la (supuesta) educación machista recibida. Es decir, somos refractarios a maltratar a las mujeres. PESE a que se nos enseña a sojuzgar y maltratar a las mujeres, no lo hacemos.
    Otra cosa es, como digo, que sí que creas que la mayor parte de los hombres estamos inclinados a maltratar a las mujeres (pero esto está reñido con tus propias palabras: “Repito por enésima vez: no, ni muchísimo menos todos los hombres son así y tampoco pienso ni remotamente que todos los hombres sean intrínsecamente malos, etcétera”.

    Raus

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  79. Anónimo1:59 p. m.

    “Respuesta a tus preguntas: sí y sí.”


    Fenomenal. Por tanto, te muestras a favor de derogar la ley integral contra la violencia de género. Y entiendo que, según lo ves, no encuentras razones para condenar más el delito del hombre que el de la mujer, ni para darle más cobertura informativa ni más importancia. Yo diría que el resto de tu discurso no se compadece con todo esto, pero, en cualquier caso, me alegro de que consideres que hombres y mujeres deben recibir el mismo trato judicial e informativo.

    Raus

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  80. Anónimo2:04 p. m.

    “De nuevo, correlación no significa causalidad. ¿Crees que de haber estado esos niños con sus padres en vez de con sus madres hubiera sido diferente? ¿Y pasando semanas alternas en casa de cada progenitor? Yo simplemente lo dudo mucho.”

    1. Cuando tú pides conocer si la madre que cría sola al hijo (y éste se descarría) es soltera, abandonada, divorciada, maltratada, lo que estás haciendo es pedir correlaciones, ni más ni menos.
    2. ¿Para qué te crees que se utiliza la correlación en ciencia? pues para hallar relaciones causales entre sucesos, entre variables. Una determinada correlación puede no indicar causalidad. En otras ocasiones, hay correlación porque hay también causalidad.
    3. La correlación o concomitancia de dos o más sucesos no significa que entre ellos haya una relación de causa-efecto. Cuando hay correlación pero no causa-efecto, el suceso A puede preceder o suceder indistintamente al suceso B. Por ejemplo, puede observarse una alta correlación entre la llegada de turistas a las playas españolas y el consumo de helados por mi parte. Lo uno uno nada tiene que ver con lo otro. El suceso A es independiente del B, de modo que puede ocurrir antes o después de B. Sin embargo, en los estudios sobre el efecto de la ausencia del padre la correlación entre trastornos infantiles y ausencia del padre indica causalidad. Es posible observar que el trastorno del niño sucede a la ausencia del padre y no al revés (esto es, el trastorno del niño precede a la ausencia del padre). No puede ser más lógico y natural. Una orientadora (podría darte nombres y apellidos) de instituto nos dijo que cuando un niño sufría un bajón en los estudios, no hacía falta preguntar: sus padres se estaban separando. Y como lo normal es que se queden con la madre, lo que siente el niño es la ausencia del padre y el mismo hecho de que sus padres ya no se quieran o no quieran estar juntos.
    4. Estoy por completo seguro de que la ausencia de la madre también supone graves trastornos para el niño (en especial si su ausencia es injustificada o por desamor de sus padres). No puedo decir si sería igual, peor o menos malo. Ahora bien, la realización de estudios sobre los efectos de la ausencia del padre y el hecho de que yo y otros los pongamos sobre el tapete NO persigue, como tú me imputas, la CRIMINALIZAICÓN de las madres (de eso ya te encargas tú), sino hacer un llamado de atención a una sociedad y gobiernos que conceden la custodia del hijo a las madres y apartan a los padres de sus propios retoños. Por eso es PERTINENTE hacer y traer aquí esos estudios.

    Raus

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