10 febrero, 2014

Si las mujeres gobernasen la economía...

Son demasiadas las ocasiones en que hemos oído eso de que si fuesen las mujeres quienes ocupasen determinados puestos el mundo no solo sería otro, sino mucho mejor. Pero lo que con más frecuencia se observa es que esa aseveración pierde toda su fuerza cuando de la constatación de los hechos se trata.

Esta entrada de  Nada es gratis, con un título tan sugerente como ¿Nos hubieran salvado las Lehman Sisters? a la que la propia autora responde: Desgraciadamente, no creo que las actuales Lehman Sisters nos hubieran ayudado a sortear la crisisvuelve a demostrarnos que los comportamientos de las mujeres son indistinguibles de los de los hombres en un tema de tanta trascendencia como la asunción de riesgos en el terreno económico y que pensar que esta crisis no se hubiera producido si las decisiones estuvieran en sus manos no es más que una mistificación de tantas a las que el feminismo de género nos tiene acostumbrados.  Pero como el peso de lo establecido sigue vivo me interesa analizar el siguiente párrafo:

"Cuanto mayores sean las barreras de género para acceder a ciertas carreras, mayor será la selección de rasgos más masculinos."

¿Si de una ocupación tradicionalmente masculina se trata podemos identificar como masculinos los rasgos que se le asocian? ¿No resulta esta una forma estereotipada de ver las cosas? ¿No debería decir determinados rasgos de un sector de la población teniendo en cuenta que puestos en situaciones similares los comportamientos tienden a igualarse? ¿O es que todos los hombres estamos dispuestos a asumir el mismo nivel de riesgo y no nos sucede lo que a las mujeres  que dependiendo de nuestra vocación y la posición que ocupemos estamos dispuestos a asumir uno u otro?

Por cierto, ¿podríamos hablar en consonancia con lo anterior de barreras de género para el acceso a cuidadores de guardería? ¿Existen barreras de género para el ejercicio de la paternidad? ¿Los derechos reproductivos está bien que correspondan a uno solo de los sexos? ¿No será que estamos juzgando a la población masculina con un estereotipo que de ningún modo aceptamos aplicar a la población femenina?

Resulta sorprendente que al analizar los roles masculino y femenino huimos de cualquier esencialismo cuando del referido a la mujer se trata, pero lo aceptamos sin dudar referido al hombre ¿No estaremos en un momento que esto necesita de una profunda revisión? ¿No será que un planteamiento así esconde una ventaja evidente  para uno de los sexos? ¿Será que ahora igual que antes lo que se pretende establecer es un sesgo cultural profemenino?



8 comentarios:

  1. Me he encontrado con este artículo http://www.mujerhoy.com/psico-sexo/pareja/donde-estan-hombres-764528022014.html que a pesar de su frivolidad (más bien gracias a ella) tiene miga. Da para muchos niveles de análisis; Buen exponente de a lo que conduce el neofeminismo pop.

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  2. De cuando en vez se me presenta la ocasión de echar una ojeada a este tipo de revistas y cada día me sorprende más el grado de "compromiso" con la causa neofeminista, antes parecía que reservado a la de "más nivel" pero ahora abarcando todo el espectro de revistas femeninas. Algunas con análisis y reivindicación de mundos "exclusivamente" femeninos como una experiencia africana en la que en torno a 70 mujeres se decidieron a fundar un poblado para ellas solas y donde los únicos hombres son unos cuantos que hacen la función de vigilantes nocturnos.
    Si hubiera tiempo quizá merecerían una mayor atención.

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  3. Gran artículo, como de costumbre. Y el del centro y la periferia estoy deseando leer la segunda parte. Una pena que últimamente el trabajo no me permita hacer comentarios a la altura del contenido.

    Dices: "¿No será que estamos juzgando a la población masculina con un estereotipo que de ningún modo aceptamos aplicar a la población femenina? "

    Esto es tan cierto que duele leerlo. No hay mejor forma de decirlo.

    También me llamó la atención esto que dices en el comentario:

    "70 mujeres se decidieron a fundar un poblado para ellas solas y donde los únicos hombres son unos cuantos que hacen la función de vigilantes nocturnos".

    Ahora hablo sin conocer todo el contexto, sólo lo que has puesto aquí:

    Que los hombres estén excluidos de esta experiencia feminista y sin embargo sean buenos para hacer de guardias nocturnos me parece que habla volúmenes de lo que se entiende por liberación aquí. Las mujeres sí, los hombres a cumplir con su rol de género (protector), que ese nivel la igualdad ya no interesa tanto. Así claro que quienes utilizan la violencia acaban siendo los mismos. Y a ser posible, que su labor sea invisible.

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    1. El gran problema de nuestro tiempo, o uno de los grandes problemas de nuestro tiempo, es que la distinción entre opiniones y hechos se ha diluído, en algunos momentos de forma tan escandalosa que, lo que a veces se nos dice es que a lo que no hay que prestar atención es a estos últimos. Y así frente a un discurso que no para de hablar de igualdad, que incluso nos dice que desea la desaparación de los roles de género, la tozuda realidad nos recuerda cada día, que tal desaparición es una quimera que los hechos desmienten una y otra vez, a lo que hay que añadir que constantemente se nos recuerda que el rol masculino si interesa para la protección, sí interesa para los trabajos de riesgo y esfuerzo, sí interesa para todas aquellas cosas que el neofeminismo nos quiera asignar y el recorte solo venga para las limitaciones en la paternidad o la definición de cómo haya de ser la sociedad.

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    2. Humberto7:02 p. m.

      Me gustaría saber cómo explican las neofeministas que crear espacios vetados para los hombres es un paso hacia la igualdad. Y, si bien el caso que menciona Emilio, un poblado sólo para mujeres, es muy infrecuente, sí es cierto que es una tendencia en alza: ya hay gimnasios sólo para mujeres, piscinas, hoteles, espectáculos, sex-shops (en algunos sólo dejan entrar a hombres si van acompañados por una persona responsable, o sea, una mujer), orquestas, taxis, cursos, etc. Imaginad lo que ocurriría si fuera a la inversa.

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  4. Ya se ha tocado este tema alguna vez en la bitácora. Este artículo, acompañado, eso si, de una foto sexista, nos recuerda uno de los efectos colaterales del desempleo masculino: el divorcio.

    http://www.elpulso.es/Sociedad/Analisis/La-masculinidad-quebrada.htmlhttp://www.elpulso.es/Sociedad/Analisis/La-masculinidad-quebrada.html

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  5. Humberto6:49 p. m.

    No es el caso del artículo que aporta Plutarco, que trata el tema con seriedad y respeto. Pero siempre me ha llamado la atención que los medios de comunicación que le hacen al caldo gordo al neofeminismo (casi todos) presenten la masculinidad bien como una losa opresora de la que es casi imposible librarse (la llaman hegemónica) o bien como algo que las mujeres ya han hecho añicos, que ya prácticamente no existe o está en un vertiginoso declive. Otra incongruencia más, y van...

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  6. Leyendo el post de Humberto donde da cuenta del cada día mayor número de espacios de exclusividad femenina:piscinas, hoteles, gimnasios, etc. me acordé de una noticia de no hace mucho tiempo sobre los esfuerzos de la escuela alemana para obligar a la niñas musulmanas que se resistían a compartir la piscina con los niños, lo terminasen haciendo aunque sea con bañadores que les cubren todo el cuerpo. Y eso por supuesto se presentaba como un indudable avance de civilización. Como pienso en los detractores de la escuela separada por sexos y las enormes ventajas civilizatorias y en favor de la igualdad que de la coeducación derivan. De lo que se oye hablar menos es de que eso finalmente pueda desembocar no solo en esos espacios de exclusividad femenina, cada día más, sino en las enormes dificultades de las parejas para cualquier tipo de "compromiso", bien comprensible por otro lado teniendo en cuenta el porcentaje de uniones que fracasan antes de los 18 meses.

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