19 febrero, 2018

15 febrero, 2018

Censura y código penal


Que vivimos tiempos de oscurantismo y regresión moral debiera ser claro para todos: miles de firmas para retirar el cuadro de Balthus, Thérèse dreaming, del  Metropolitan Museum of Art de Nueva York, la retirada efectiva cuadro  Hilas y las ninfas, de J. W. Waterhouse, de  la Manchester Art Gallery, porque en opinión  de su directora esa pintura convierte a la mujer en objeto y puede inspirar sentimientos de acoso sexual. La puesta en cuestión de Egon Schiele por su forma de representar la sexualidad femenina y que sus cuadros fueran censurados  cien años después.

Y tantos otros episodios del mismo signo que se suceden a nuestro alrededor como algo inevitable y en silencio, porque como siempre ha sucedido ¡ay! de quien se atreva a poner en cuestión que ese debe ser el orden natural de las cosas. Ese silencio es más significativo en aquellos que, sin embargo, se han distinguido por el ruido que han montado cuando esa censura lo era sobre algún espectáculo que no pasaba de panfleto infumable, pero al parecer  más acorde con sus criterios estéticos y sus posicionamientos políticos. 

Algo más casero pero no menos significativo sería esa pretensión de algún medio de comunicación de convertir a Pablo Motos en la bestia negra del feminismo por atreverse a realizar preguntas a las invitadas de El Hormiguero, que según las dueñas de la moral le delatan como feroz machista. Llama la atención lo indefensa que está la sociedad frente a esta epidemia de censura y represión al parecer absolutamente justificada por el bien que se trata de proteger, argumento no menos obtuso que el dado en cualquier otro momento de la historia para justificar acciones de las que todos más tarde dicen sentir vergüenza.    

En relación con la actual discusión sobre la prisión permanente revisable quienes ahora se oponen son sin embargo quienes  azuzan al endurecimiento de penas para los delitos sexuales y de violencia de género y, lo cierto es, que  el sistema penal se viene endureciendo desde los inicios de la democracia con gobiernos de la derecha y de la izquierda, y si ahora lo hace con Rajoy antes lo hico con Zapatero, con el resultado de que tenemos el régimen penitenciario más duro de toda la U.E. con el agravante de que la presunción de inocencia para unas se ha convertido en presunción de veracidad y para los otros en presunción de culpabilidad.




10 febrero, 2018

Modelo de la venganza y superioridad moral


Os ayudará a entender a esa izquierda posmoderna que ha abrazado todas las causas identitarias abandonando definitivamente su mejor seña de identidad: la lucha a favor de los desfavorecidos y por la igualdad. Y cómo, transmutada, ha dado paso a esa otra cuya aceptación callada de la pérdida de derechos tantas otras veces reivindicados: presunción de inocencia o garantías jurídicas para todos, resulta tan difícil de entender.


La izquierda en esa constante pérdida de esencia, ahora mismo se mantiene callada ante la censura si esta viene de la mano del feminismo y lo políticamente correcto.  Acepta y promueve la imposición de formas de pensamiento único desde el poder, algunas encubiertas bajo el formato de lenguaje no sexista. Una izquierda así debiera preguntarse al servicio de quién se ha puesto y si no resulta una impostura seguir reclamando una historia con la que nada parecen tener que ver. 

P.S. El episodio protagonizado por Irene Montero y su "portavoza" y las reacciones de destacadas "miembras" del PSOE quizá ayude a ejemplificar de qué hablamos cuando hablamos de posmodernos y posmodernas y la distancia sideral entre sus propuestas y aquellos a quienes dicen querer representar. 


06 febrero, 2018

Efectos colaterales

Ojo a esa directora de la Manchester Art Gallery que ha ordenado descolgar y esconder el cuadro  Hilas y las ninfas, de J. W. Waterhouse
Se trata de un cuadro de asunto mitológico del siglo XIX y debe ser retirado de las paredes del museo porque muestra a unas jóvenes desnudas.


En opinión de la directora esa pintura convierte a la mujer en objeto y puede inspirar sentimientos de acoso sexual. 
¿Qué está sucediendo para que un cuadro que había superado el filtro de la moral victoriana ahora mismo no sea capaz de escapar a la rígida moral feminista? 



05 febrero, 2018

Entrevista a Jordan Peterson

Un poco por casualidad he descubierto a Jordan Peterson un psicólogo clínico canadiense y profesor en la universidad de Toronto que habla con enorme solvencia sobre los hombres jóvenes de hoy y la necesidad que tienen de madurar -jóvenes que en muchos casos no han escuchado una palabra de aliento en su vida-, pero también de brecha salarial, posmodernismo, igualdad de género etc. y ha sido todo a través de este video:  https://www.youtube.com/watch?v=aMcjxSThD54 , video que se ha vuelto viral y a estas alturas lleva más de seis millones de visitas. Que lo disfrutéis.

Hay una versión subtitulada que contiene publicidad de un grupo chileno. Supongo que no es un peaje muy alto si se puede disfrutar de las explicaciones de Jordan Peterson y la mala leche de las preguntas de la periodista que a mi entender no sale bien parada del intento de hacerlo descarrilar. La página es: https://medium.com/@Carnaina/por-qué-la-gente-no-puede-oír-lo-que-dice-jordan-peterson-e04493db8eed


Por supuesto tengo intención de profundizar en el conocimiento de este señor y sus posiciones en relación con los temas citados más arriba y otros. De momento he encargado su último libro. Para cuando lo haya leído procurare dar cuenta  de mi opinión a través del blog. Lo dicho, que lo disfrutéis.  



03 febrero, 2018

Machismo: ventajosa confusión

En pocos casos se consigue una ideología tan elástica e imprecisa que sirva para denunciar por el mismo motivo una cosa y su contraria. El feminismo sin embargo lo ha conseguido. Cuanto todo parecía indicar que la prohibición de azafatas en la F1 iba en la dirección correcta véase  esta información: http://www.lavanguardia.com/gente/20180201/44455087106/azafatas-formula-1-machista-miss-barcelona.html

El término machista lo mismo vale para un roto que para un descosido. Si eres mujer y algo no te gusta con toda tranquilidad puedes decir que es “machista” en la completa seguridad de que estarás acertando, después de todo el principio de no contradicción fue formulado por un machista, en una civilización machista. O sea que para el feminismo, al menos el posmoderno, no rige.
Alguien puede alegar que la opinión de más arriba es la de una persona, pero no hay problema  buceando un poco cualquiera puede encontrar  multitud de otros ejemplos, como este:

Del que se desprende que es machista porque la mayoría de los currantes de ese sector a lo largo de la historia han sido varones, lo que en reciprocidad nos llevaría a preguntarnos, si el mundo del motor es machista por el predominio de hombres el desfile de Victoria’s Secret  qué sería… Vaya, también para este caso la respuesta es: machista.

Aunque a mí me faltan muchas otras fotografías como esa referidas a tantas otras profesiones ¿machistas? como  puedan ser las relacionadas con la construcción, el trabajo bajo los plásticos o tantas otras. Me temo, sin embargo, que al igual que sucede con la petición de paridad por arriba, también en este caso, esa petición será compatible con la aceptación callada de una profunda disparidad por abajo.


Y ahí tenemos a toda la intelectualidad biempensante, dando cobertura a esta nueva conglomerado de afirmaciones interesadas e inconexas bajo el paraguas de principios como la igualdad o el ensanchamiento de las libertades. En esta asfixia de posmodernidad en que vivimos todo eso y mucho más es posible.  Las políticas de identidad son peligrosas como observamos para el caso catalán, aunque me temo que hay demasiados interesados en no extraer todas las lecciones del experimento.