Lo que sucede con Zapatero es digno de análisis. Triunfador contra el Aznar rígido y de la derechona y llevando por bandera su “talante”: dialogante, conciliador, de consenso… ganó sus primeras elecciones con un mensaje: no es defraudaré. En línea con su rupturismo de formas quiso alejarse todo lo posible del PSOE de Felipe González, y no sólo formó un Gobierno con igual número de mujeres que de hombres, no tuvo empacho en que desde el Gobierno se organizase un pase de modelos de sus ministras para una revista de moda, incluso se pretendió un acto con la en aquel momento presidenta de Chile al que solo podrían asistir mujeres, acto que no llegó a realizarse por oposición de la señora Bachelet.
Para su segundo mandato a todo esto añadió su condición de “feminista radical” anunció que España había superado en PIB a Italia y que pronto nos igualaríamos en términos económicos a Francia y Alemania. Ahora ya mucho más presidencialista en el Gobierno y el partido, fue alejando de su círculo a todo aquel que mostrase peso específico: Caldera, López Aguilar, Jordi Sevilla, Pedro Solbes, Cesar Antonio Molina… El resultado fueron unos gobiernos que como mínimo habría que calificar de flojos y un partido donde cualquier disidencia o discrepancia desaparecieron hasta hacerse cero. Su actitud personal tampoco ha estado en consonancia con la imagen que siempre se quiso transmitir de él. Rehuyó en todo momento dar explicaciones directas a la ciudadanía sobre la crisis y en ningún momento puso su cargo de secretario general del partido a disposición de éste. No aparecer en la noche electoral tampoco lo deja a muy buena altura.
Aún cuando en todo momento sus formas dialogantes escondían una importante rigidez de fondo, no fue hasta el momento de la crisis económica que esta característica se puso claramente de manifiesto, primero negando que la hubiera, luego que estábamos en mejores condiciones que nadie para abordarla y finalmente que todo lo que en su gestión fue un desastre se debió a ella. Por medio sucedió, sin embargo, que cuando las cosas comenzaron a pintar feas y su electorado de base socialdemócrata comenzaba a dar signos de desafección no dudó en formar un segundo Gobierno donde ya el peso recaía de forma muy clara en destacados dirigentes del período de Felipe González, para acabar en una campaña electoral en la que el peso del ex presidente González fue muy superior al suyo.
Ahora y a pesar de la difícil situación de la ley de dependencia, de la importante crisis de la sanidad, o de que en ningún momento de su mandato las cifras de fracaso y abandono escolar mejoraron y se incumplieron todos cuantos objetivos se iban fijando para la misma, estuvieran establecidos desde el propio Ministerio, o desde la UE, insiste en que bajo su mandato se produjo una ampliación de las libertades y derechos sociales, por lo que teniendo en cuenta, que no se refiere a nada que tenga que ver con el paro o la distribución de la renta, la mirada ya solo cabe dirigirla hacia la legislación de género y el matrimonio homosexual.
En cuanto a esto segundo nada tengo que objetar aún cuando crea que se hizo todo lo posible para que el PP no lo aceptará y, en cuanto a la legislación de género en algún momento y fuera de la propaganda oficial, que es mucha y desde casi todos los frentes, algún día el PSOE deberá realizar un análisis sosegado sobre si impedir la custodia compartida, promover la desigualdad jurídica entre hombres y mujeres y algunas otras cosas contenidas en la legislación de género aprobada por sus Gobiernos debe entenderse como ampliación de derechos y libertades o, si más bien la única interpretación posible sea la de recorte de derechos en lo relativo a la custodia compartida e importante retroceso en lo relativo a la igualdad jurídica. Todo ello acompañado de la demonización de la figura masculina. Yo no tengo ninguna duda de cual deba ser la respuesta.
Declaraciones de Alfonso Guerra a la Cadena SER. Guerra opina que "siempre tiene que haber cambio de generaciones, pero no significa darle un plus al cambio por el cambio". En su opinión "esto de jovencitos al poder y las mujeres primero no es una buena técnica".
ResponderEliminarTengo la sensación de que Zapatero al igual que el Cid, ahora que parece se retira, ganará alguna batalla. Mientras mandaba no consiguió convertir al PSOE en el PFA (partido feminista radical); pero no es descartable que eso pueda pasar ahora teniendo en cuenta el estado en que se encuentra.
ResponderEliminarAlberto
A donde parece que no llegó la democracia fue a dictar una Ley de transparencia. España es el único país de Europa que no cuenta con una ley de este tipo
ResponderEliminarhttp://politica.elpais.com/politica/2011/09/09/actualidad/1315560735_983463.html
Observo más similitudes entre lo que dice en este artículo Antonio Elorza y lo que sostiene Emilio de lo que pudiera parecer, al margen de que la cuestión de género nunca parece existir en los medios oficiales.
ResponderEliminarhttp://www.elpais.com/articulo/opinion/Despues/caida/elpepuopi/20111205elpepiopi_5/Tes
Alberto
Si este: http://politica.elpais.com/politica/2011/12/02/actualidad/1322852481_241007.html
ResponderEliminares el relevo no va tan descaminada tu idea de un PFR Alberto