Twittear

07 noviembre, 2011

Declaración de Barcelona de los hombres profeministas


Después de haber colgado el documento de los hombres profeministas en el comentario a la última entrada http://www.cime2011.org/home/cime2011_DeclaracionDeBarcelona.pdf  he pensado que al igual que hicimos en la bitácora de Enric merecía la pena hacer otro tanto aquí y dar a conocer su contenido y las consideraciones que nos merece, analizando cada uno de los puntos. (En cursiva sus propuestas y en negrilla mi opinión)

1. Rechazamos el ejercicio del poder patriarcal y renunciamos a los privilegios que de él se derivan.

Que sientan la necesidad de cambiar de nombre, ahora se hacen llamar igualitarios,  es fruto del profundo desprestigio en el que se habían sumido como hombres profeministas, y ahora buscan la confusión hablando de una igualdad que niegan al pedir perdón por su masculinidad. 

Sería bueno que aclarasen a qué privilegios se refieren y si tal posición significaría la renuncia a cargos derivados de su adscripción ideológica, y a los jugosos puestos y subvenciones de las que ahora gozan.

2. Denunciamos todas las formas de violencia machista hacia las mujeres, fomentando la revisión crítica del sexismo interiorizado y desarrollando un trabajo de sensibilización y prevención de esta violencia entre los hombres; apostando por la defensa de los Derechos Humanos y la resolución pacífica de los conflictos.

En relación con la violencia mi pregunta será siempre la misma:  ¿por qué no contra todas las violencias: la que sufre el niño, el anciano, el discapacitado, la mujer, el varón...? ¿Por qué sólo contra una violencia con marca de sexo, que inevitablemente marca como sexista a quien promueve tal cosa?

3. Asimismo rechazamos otras violencias machistas (bullying,homofobia, transfobia).

De escándalo que sitúen esas formas de violencia como machistas excepto que lo único que se pretenda sea la confusión y seguir llenando las alforjas de la culpabilidad.

4. Promovemos la corresponsabilidad de los hombres y los cuidados  compartidos, con especial referencia a la responsabilidad de los hombres en nuestro propio cuidado y el de las personas dependientes y mayores, apoyando medidas de conciliación de la vida laboral y personal.

Estando de acuerdo con su formulación, ni conozco ninguna acción en esta dirección, ni que se hubiera protestado de alguna manera porque desde la Administración los puestos relacionados con la ayuda a los dependientes  se hayan reservado para las mujeres.

En cualquier caso debiera formularse un principio general, que por ningún lado se observa, de que hombres y mujeres si han de repartirse las tareas deberían ser todas no sólo las de casa, y en relación con las de fuera no debería admitirse la marca de género del mercado laboral.

5. Impulsamos la paternidad activa y responsable, fomentando la implicación de los padres y la mejora de las habilidades para la crianza, siendo incluidos en los cursos de preparación al parto, primeros cuidados y cuidado de la madre. En este sentido, reivindicamos que los permisos de maternidad y de paternidad sean iguales, intransferibles y pagados a cargo de la Seguridad Social al 100% del salario.

Curioso y significativo que no haya una referencia a la custodia compartida ni a la conflictividad de las separaciones  y divorcio siempre en perjuicio del varón.  Tampoco en relación con la idea según la cual los hijos son de las madres. Obsérvese a mayores que pareciera que la paternidad careciera de cualquier significación específica más allá de muleta o apoyo de la madre, y como si no existiese la relación directa del padre con el hijo o la hija.

6. Apostamos por la coeducación en la comunidad educativa para transmitir valores que ayuden a crecer, también a los chicos, como agentes activos de igualdad. Esto ha de servir para prevenir el abandono escolar, las conductas disruptivas, el maltrato entre el alumnado y las actitudes machistas que acaban perjudicando la formación de la población adolescente.

De nuevo un olvido imperdonable. Se habla de educación y ni se menta el fracaso escolar masculino y la inadaptación de los chicos a la escuela actual. 

7. Apostamos por un lenguaje igualitario, que no represente ni sostenga el modelo de dominación sexista.

Estando de acuerdo mucho me temo que en su caso suponga el apoyo a la neolengua que se promueve desde el feminismo institucional y de género

8. Defendemos las cuotas paritarias y de presencia de mujeres y hombres, tanto en los cargos de responsabilidad pública y empresarial, como en las tareas de cuidado y enseñanza.

De nuevo otra formulación que se viene repitiendo como mínimo los últimos diez años pero de la que no se conoce concreción alguna.  Cuando desde esta bitácora y otras hemos pedido equilibrio de plantillas en las enseñanzas de preescolar y primaria su voz no se escuchó, como tampoco cuando protestamos por el hecho de que todos los informativos de TV1 estén encabezados por una mujer al igual que todos los magazines.

9. Reconocemos las diferentes formas de ser hombre, así como los derechos cívicos y humanos de las distintas expresiones de la sexualidad, superando la patologización, la homofobia y la transfobia.

En este sentido me gustaría escucharles decir que se oponen a seguir cuarteando y dividiendo a la sociedad en base al sexo y la orientación sexual con una ley  de violencia interpersonal específica para cada grupo, porque eso es lo contrario de la igualdad y no discriminación por razón de sexo u orientación sexual.

10. Revisamos las expresiones de nuestra sexualidad basadas en el dominio, para disfrutar de una sexualidad libre, respetuosa y consentida. Nos manifestamos, por consiguiente, en contra de la trata de seres humanos vinculada a la prostitución y a la explotación sexual de menores.

Totalmente de acuerdo. Aunque desde aquí debo pedir que cesa ese afán totalitario manifestado en múltiples ocasiones por el feminismo dominante de privar de voz a las prostitutas so pretexto de que son seres alienados incapaces para juzgar lo que les interesa. También solicitar que  cese la manipulación estadística que constantemente se produce en éste y otro temas relacionados con la violencia. 

11. Propiciamos la mejora de la salud física y emocional de los hombres, visibilizando los costes de las formas dañinas de ser hombre, que reducen nuestra esperanza y calidad de vida, además de generar graves problemas de salud pública.

Tampoco se conoce en este terreno ninguna iniciativa ni ninguna de las denuncias que desde estas páginas venimos realizando en relación con la ausencia de campañas de sensibilización dirigidas a la población masculina, así como en lo relativo al grave incumplimiento de la Adminsitración en relación con las propuestas de la sociedad española de psiquiatría en el tema del suicidio. 
También habría que mencionar la necesidad de una campaña de choque contra los accidentes laborales que cada año siegan la vida a más de 1.000 personas, la práctica totalidad varones.

Por supuesto y a mayores de todo lo anterior resulta significativo que no se diga nada en relación con la pérdida de igualdad jurídica de hombres y mujeres, ni en relación con una ley como la de violencia de género. 


En fin, quienes pretenden convertirse en el referente de la masculinidad realizan un vaciamiento tal de la figura masculina y del hombre, que les hace imposible concebirlo como alguien con sustantividad propia y de ahí la pobreza de sus análisis y propuestas. 

21 comentarios:

  1. Emilio, las propuestas que comentas están teñidos de cierto síndrome de Estocolmo...subvencionado. Por cierto, necesitan ir a algún patio de colegio de niñas adolescentes para tener una fotografía más completa del bullying. La agresividad verbal (y a veces física) que exhiben en sus comportamientos son todo un alegato contra la beatitud femenina que propugna la ideología de género. Aunque volverán a su explicación circular de siempre: se limitan a reproducir los patrones de violencia machista que impregnan nuestra sociedad.

    ResponderEliminar
  2. Humberto10:30 a. m.

    Muy acertados y completos los análisis que hacéis de este documento, tanto Emilio en este blog, como Enric Carbó en el suyo. Habéis sabido desmenuzarlo a la perfección, y desenmascarado las intenciones que esconde.
    Por mi parte, me gustaría aportar una reflexión. Ya llevamos tiempo viéndolo, pero me sigue llamando la atención que, en una sociedad donde la gente se asocia para defender sus intereses, casi siempre en confrontación pacífica y legítima con otros colectivos que defienden los suyos, haya organizaciones de hombres constituidas única y exclusivamente para luchar por los intereses de las mujeres (o mejor dicho las feministas), olvidándose totalmente de los propios. Aparte de lo que dicen, que ya lo habéis criticado vosotros, es irritante todo lo que callan. No hacen ni la más mínima referencia a ninguna de las reivindicaciones que otros colectivos masculinos (como los padres divorciados) llevan planteando desde hace años. No defienden la custodia compartida, ni que se investiguen en serio las denuncias falsas de maltrato, ni que se estudie en profundidad y con fondos públicos el maltrato real que sufren algunos hombres, ni que se dediquen recursos a paliar el fracaso escolar masculino, o la mayor tasa de suicidios de los varones, o que se vigile la denostada figura del hombre en la publicidad, o un larguísimo etcétera que de sobra conocemos los asíduos de esta bitácora. Hablan como si los hombres, el colectivo al que presuntamente defienden o quieren representar, viviéramos en el Edén y no tuviéramos ninguna reivindicación digna de ser ni siquiera mencionada. Sólo reivindican causas feministas, como si ellas no se bastaran para hacerlo. De verdad, me indigna y a la vez me da vergüenza ajena esa claudicación tan humillante, esa docilidad y servilismo ante el poder hembrista. Me parece tan absurdo y ridículo como si viéramos a un sindicato pidiendo que bajaran el salario a los trabajadores, porque es conveniente que los empresarios se forren más. O como si en la actual campaña electoral, Rajoy pidiera el voto para el PSOE. Suena duro, pero sólo se me ocurre una palabra que califique este tipo de conductas: traición.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo10:58 a. m.

    Es decir, Plutarco, que este feminismo que tenemos es por completo infalsable: sea cual sea el resultado, la culpa es siempre del macho opresor, de modo que la teoría feminista siempre queda confirmada. Si viéramos a las niñas del colegio jugar amigablemente, la feminista diría que la mujer, a diferencia del hombre, es pacífica. Si las vemos reñir o insultarse, entonces es que reproducen los patrones de violencia machista incardinados en la sociedad. Y así con todo.
    Y si les dices que sus teorías son infalsables, lo mismo te acusan de frío y opresor racionalista, contrario a la intuición y emocionalidad femeninas, o lo mismo te acusan de construir un tipo de razonamiento y lógica machistas. Cuando en un sistema se acepta la contradicción, cualquier cosa es posible.
    Raus.

    ResponderEliminar
  4. Humberto11:55 a. m.

    Sí, Emilio, yo también oí al tal Calleja soltar ese topicazo. Ojalá puediéramos contestarle que 50 jueces no, pero que todos los años caen un buen puñado de hombres de variadas profesiones asesinados por sus esposas (creo que rondan la veintena) y no lo menciona nadie. Debe ser una extraña cuestión numérica: 50 asesinatos es un dato intolerable, pero 20 no merece la pena ni mencionarlo ¿dónde está el "límite de la importancia", en 29, en 37, en 43...?
    En cuanto a que el tema del terror machista, o como esté de moda llamarlo ahora, se tocó poco, es cierto, simplemente porque ambos candidatos mostraron una coincidencia absoluta en todos los dogmas de género; había poco que discutir, salvo ver quién se arrodillaba más ante las consignas del lobby. En un debate tan áspero, fue enternecedor verles así de unidos por la causa feminista. Daban ganas de gritarles "que se besen, que se besen". Qué extraña sintonía, exclusiva para este tema.

    ResponderEliminar
  5. Humberto, no sé si la palabra será traición o quizá autodio: la figura masculina de la que hablan es una sombra llena de lamparones condenada a pedir perdón por el mero hecho de existir.

    En la bitácora de Enric, Jordi M. realiza dos apuntes muy interesantes: uno en relación con lo del peloteo y el otro con el ventajeo a los que seguramente haya que dar la importancia que merecen.

    Después del debate de ayer anduve haciendo zapeo entre las distintas televisiones, y en un momento del que se producía en la primera una de las rondas versó sobre lo que había faltado en el debate, pues bien, un señor llamado Calleja lo que echó en falta fue que no se hablara del “terror femenino”: pues qué estaríamos diciendo si las muertes hubieran sido de 50 o 60 jueces…

    Como no era la primera vez que le escuchaba esta comparación que parece saltarse cualquier regla, me pregunté, si las muertes de mujeres son equiparables a las de jueces, las muertes de niños, ancianos y varones… a qué lo son, a las del tráfico, a las de los accidentes laborales, al suicidio… a qué serían comparables, pero para eso seguramente el señor Calleja ni tenga, ni le importe no tener, respuesta.

    ResponderEliminar
  6. Se ha producido una cosa curiosa, mi último comentario debería estar antes del de Humberto, pues como se ve el de él es en parte contestación al mío.

    El motivo de que aparezcan movidos se debe a que he vuelto a reescribir el mío para hacer unas correcciones lingüísticas y al final el resultado es el veis.

    O sea que mejor leer primero el 5 y luego el 4. Disculpas y un saludo

    ResponderEliminar
  7. Anónimo3:52 p. m.

    "3. Asimismo rechazamos otras violencias machistas (bullying,homofobia, transfobia)."


    En mi caso soy feminófilo (travesti heterosexual). Los feminófilos somos varones que amamos a las mujeres, y al mismo tiempo nos gusta vestirnos como ellas. Pero a pesar de que somos millones, los ideólogos de la "liberación sexual" parecen habernos olvidado. Porque ni somos homosexuales, ni lesbianas, ni bisexuales, ni tampoco transexuales (conjunto heterogéneo que por motivos políticos engloban dentro del colectivo LGBT). En esta ocasión esa "invisibilización" se repite en este texto, pues no somos víctimas de homofobia ni transfobia (que se refiere a la que padecen los homosexuales y los transexuales). La visibilidad y hasta prestigio del que gozan en la actualidad los homosexuales ("mi mejor amigo es gay", nos dirán muchas feministas y mujeres en general) es algo impensable para los feminófilos, hasta tal punto que prácticamente ninguno de ellos puede "salir del armario". ¿Hace falta decir quiénes son los sujetos que no admitirían en ningún caso que sus parejas masculinas se vistiesen como a ellas sí les es permitido hacerlo? Por eso me hierve la sangre al leer esa alusión a las "otras violencias machistas", como si el desprecio que recibimos los travestis viniese exclusivamente del lado de los varones.


    José

    ResponderEliminar
  8. No, los "hombres por la igualdad" no son traidores; simplemente, están alienados por un discurso feminista que asumen de forma acrítica. Tanto que ni siquiera se dan cuenta de que su actitud ante las mujeres se corresponde a los estereotipos de la caballerosidad ancestral.

    Por cierto, las apostillas de Emilio a su declaración son muy parecidas a las de Enric Carbó y se complementan perfectamente con aquellas. Están en la misma línea de pensamiento.

    ResponderEliminar
  9. José, comprendo tu situación. Eres víctima de un reduccionismo absurdo que, en lo sexual, nos ha acostumbrado a la dicotomía homo/hetero con una pequeña intersección en los bisexuales y un cruce en los transexuales, y no comprende que la sexualidad humana es mucho más rica y compleja que solo esto. Hay un montón de parafilias difíciles de clasificar.

    Para muchos será una sorpresa que te declares travesti heterosexual (el mito popular es que vestirse de mujer es de mariquitas), pero yo, como fetichista, lo tengo bien asumido y considero el travestismo (sea homo o hetero) como una rama del fetichismo. Si prefieres llamarte feminófilo, perfecto. El caso es que no te sientas discriminado ni perseguido por tu orientación sexual, aunque los que te discriminen no sean machistas.

    ResponderEliminar
  10. Anónimo4:46 p. m.

    Jeipi. Es cierto que en la mitología popular el travestismo se asocia a la homosexualidad, pero ya desde hace más de un siglo los estudios sobre la sexualidad masculina evidenciaron que el travestismo es cosa propia de varones heterosexuales. A los gay en general, y salvo algunas excepciones, no les va para nada vestirse de chica, pues su mundo consiste en buena medida en un culto a la virilidad. En cualquier caso creo que lo importante en este caso es hacer notar que la ideología de género, especialmente en su vertiente izquierdista, pretende unir fuerzas de colectivos supuestamente "oprimidos" (mujeres, niños, homosexuales, transexuales, inmigrantes, ecologistas) para formar un frente amplio que oponer al "patriarcado", asumiendo de hecho que los varones blancos heterosexuales son "dominadores patriarcalistas", y obviando lo que es evidente: que las mujeres, los homosexuales y otros grupos no son colectivos homogéneos con posición social similar, e idéntico sistema de valores. Que de igual manera un inmigrante (que el mundo de lo políticamente correcto nos presenta como caracterización del "buen salvaje") o una mujer pueden ser inmensamente más "machistas" que un hombre blanco europeo heterosexual. Y que en lo que se refiere a intolerancia respecto a toda forma de sexualidad que se aparte de lo socialmente aceptado, son las mujeres las que por regla general no admiten aquellas, siendo los varones mucho más liberales respecto a toda forma de transgresión sexual.
    Sorprende, además, que los mismos que se presentan como supuestos "defensores" de las minorías sexuales, se comportan como represores de otras sexualidades alternativas, de tal manera que mientras bendicen el matrimonio gay (nada que objetar por mi parte) se escandalizan ante la existencia de agrupaciones amorosas formadas por 3 ó más personas, lo que les lleva a no admitir la poligamia (ya sea poliginia o poliandria), así como a censurar otras modalidades de sexualidad alternativa, como el travestismo o el BDSM. ¿Por qué ese visto bueno del feminismo mayoritario y dominante a la homosexualidad, mientras que abomina de las otras sexualidades?
    Reconozco que no tengo respuestas para ello.

    José

    ResponderEliminar
  11. José, encuentro muy interesantes tus comentarios sobre filias sexuales que no se ajustan a los patrones de la ideología de género.

    Dices que el feminismo (o la izquierda) es reticente a no admitir las relaciones poligámicas. Diría que depende. En EE.UU, la serie Big Love ha retratado durante cinco temporadas las vicisitudes de un matrimonio mormón desde una óptica feminista. Leyendo artículos sobre esa serie, hay ciertas autoras feministas que avalan la poligamia mormona, sobre todo si, asombrosamente, el patriarca es un hombre de recursos como el de la serie que llega a permitir que cada una de sus tres mujeres encuentre su camino (si lees Inglés, lo puedes leer aquí, en The Atlantic, revista progresista por excelencia: http://www.theatlantic.com/entertainment/archive/2011/03/big-love-finale-even-mormon-polygamists-fight-about-gender-politics/72669/). Sobre la poliandria, y a la luz una vez más de algún documental de la 2 que glorifica las practicas matrimoniales de las pocas tribus que lo practican (en China hay una que hace relamerse a Lidia Falcón), diría que no mantienen (las feministas), una crítica frontal a ese modelo de organización familiar.

    Sobre el BDSM, siempre que sea ella la que domina en la práctica sexual, tampoco tienen reparos en admitirlo. Así también lo atestiguan algunos reportajes emitidos por la 2 y La Sexta, en los que como ejemplos de dominación, en lo que llaman juego, siempre aparece una Dominatrix, a pesar de que el deseo de sometimiento es una fantasía que parece ser más recurrente en las féminas (seguro que existe alguna explicación de género al respecto).

    Así mismo te recuerdo que el presidente de un gobierno que declaró era rojo y feminista proclamó una Alianza de Civilizaciones con países que cuelgan a los homosexuales de grúas o lapidan a las infieles, en los que la poligamia es práctica habitual (ya se que se apartan de las verdaderas doctrinas del Islam).

    ResponderEliminar
  12. Hace un tiempo un estudio, creo recordar que del Instituto de la Juventud, realizado en los centros de enseñanza, no llegó a publicarse porque la oposición a la homosexualidad era superior entre las chicas que entre los chicos.

    En terreno de la sexualidad, como en el de la violencia, lo lamentable es que no existan estudios de calidad y estemos a expensas siempre de la información que suministran organismos e instituciones de orientación neofeminista a las que sólo interesa la información si es para usarla como arma arrojadiza contra el varón y para ocultar o ignorar los aspectos no deseados de la imagen beatifica que de las mujeres quieren transmitir.

    Sin buena información no es posible la toma de buenas decisiones, y en nuestro país, lamentablemente, la estadística se ha convertido en el arma de una ideología y sea para hablar de estos u otros temas como diferencias salariales, ocupación del tiempo y dedicación al trabajo dentro y fuera de casa, distintas violencias... lo que se publica y conocemos viene con un sesgo de género que la invalida como elemento de interpretación de la realidad en que vivimos.

    ResponderEliminar
  13. Anónimo7:11 p. m.

    Yo creo que los "hombres por la igualdad", más que "traidores" (que es una opción legítima) o "caballeros" (que sería un piropo), son "teloneros" en lista de espera de alguna plaza vacante de libre designación, o bien aspirantes a entrar en el cupo de alguna lista electoral del partido político que los amamanta o apadrina. Porque ese tipo de colectivo me recuerda a esas "organizaciones de consumidores y usuarios", asociaciones juveniles, sindicatos, asociaciones de vecinos, colectivos de mujeres, y otras tantas ONGs, que, en la práctica, no son otra cosa que correas de transmisión de los partidos políticos que las han parido. El objetivo es doble: de una parte adoctrinar a los ingenuos que puedan captar, y de otra parte chupar subvenciones de dinero público que, de hecho, va a parar a lo que no dejan de ser filiales del partido político de turno en el poder.

    José

    ResponderEliminar
  14. Anónimo9:28 p. m.

    Plutarco. En el feminismo hay escuelas para todos los gustos, y en materia de sexualidad tenemos feministas libertinas y feministas mojigatas. Pero en el contexto donde nosotros nos movemos (la España actual), el feminismo oficial que tenemos (y padecemos) parece participar mayoritariamente de esa doble moral a la que antes me refería: abiertamente admirador del mundo homosexual, y al mismo tiempo hostil a las otras sexualidades. En cada manifestación del día del orgullo gay no faltará en primera línea de la marcha algún miembro del gobierno en el poder haciendo lo imposible por salir en la foto. Pero, ¿se imaginan acaso a Leire Pajín presentando un proyecto de ley para el reconocimiento de la poligamia en España? Me atrevo a decir que por ausencia de demanda social no sería, pues entre los cientos de miles de inmigrantes africanos no faltarían interesados. Sin embargo, mucho me temo que ese supuesto nunca lo veremos.

    En el caso del BDSM comercializado sucede lo mismo que en el de la prostitución convencional, donde la clientela es fundamentalmente masculina, y en aquel caso en busca de mujeres dominantes. Ese dato puede llevar a tener una visión distorsionada de la realidad, porque como ya se ha apuntado más arriba, las fantasías de sumisión parecen darse más entre las mujeres que entre los hombres, con la diferencia de que ellas no pagan por eso. No obstante, sospecho que al igual que ha habido "talleres de masturbación" financiados con dinero público, es difícil imaginar que alguna institución oficial promocionase talleres de bondage (juego sexual con ataduras, que, por otra parte, no conlleva el riesgo de enfermedades de transmisión sexual, ni embarazos no deseados), sencillamente porque ello sería percibido por nuestras feministas como una incitación a la violencia y a la dominación patriarcal, y a la conversión de la mujer en un "objeto" (para los casos en que ella fuese la atada, claro). Permitir unos modelos de sexualidad, y al mismo tiempo condenar otros, es una costante de todas las religiones (ya sean teocráticas o laicas). El feminismo mayoritario, que tiene mucho de religión de sustitución, no podrá nunca aceptar la existencia de sexualidades cuyo florecimiento pondría en cuestión el conjunto de dogmas en los que se basa. Constatar que no a todos los varones les entusiasma la posibilidad de ser líderes, o que a muchas mujeres les seduce gustosamente ir de paquete en el asiento trasero de la moto, detrás de un hombre siempre más alto que ellas, supone dudar del carácter histórico de la pretendida "dominación patriarcalista", así como los supuestos privilegios derivados de la masculinidad. Por motivos obvios, nunca un rey abdicó para voluntariamente convertirse en siervo. Nunca un general le cambió gustosamente su puesto a un soldado. Si hay varones que gratamente se sienten liberados vistiéndose como lo harían sus mujeres es que hay algo o mucho en la teoría feminista que falla. Supongo que las feministas preferirían que no hubiese travestis, porque ello confirmaría el afán de dominación masculino. La realidad es otra...


    José

    ResponderEliminar
  15. Anónimo11:17 p. m.

    Acab o de ver en la 2 el documental "El amanecer del hombre" de la serie: "Los orígnes de la humanidad" producida por France TV. Es, a grandes rasgos, la historia y el aprendizaje del hombre contemporáneo. En ella comentan que, en los orígnes de la escritura y frente al tópico establecido,las mujeres NO estuvieron apartadas de la escritura "...quizas escribieran menos técnicamente que los escribas profesionales..." comentan. He buscado el programa en tv a la carta para poner el enlace pero no lo he encontrado. La serie está muy bien y es muy interesante. La recomiendo (si la reponen)pero no creo que afecte al tópico (del apartamiento de la mujer desde el inicio de la escritura) pues sabemos que el mito es mucho más rsistente que la razón.
    Arturo

    ResponderEliminar
  16. En relación con este asunto Arturo, tengo la sensación de que mientras el feminismo no admita que la primera gran división de los roles masculino y femenino tiene que ver con el hecho de que ellas se reservaron la casa y la crianza de los hijos avanzaremos poco. Los ámbitos público y privado no los estableció el varón, al menos no en exclusiva.

    No tengo duda de que la pauta actual de los roles la está marcando el feminismo y la mujeres y siguen aferrándose a esos dos elementos pero también tienen la clara vocación de que lo público sea de ellas, cosa que están consiguiendo a pasos agigantados. De nuevo vuelve a haber un adentro y un afuera, y quienes parece que no tengamos nada que decir somos los varones, el ámbito de la economía privada nos es asignado y el de la pública y los poderes que conlleva se los reservarían para ellas.

    En ese contexto no es que ellas concilien más, es que para los varones el margen de conciliación no existe. Por eso resulta doblemente sintomático que hayamos de apandar con la responsabilidad de que las mujeres no concilien, al tiempo que la única conciliación que no interesa y por la que no se está haciendo nada es la nuestra.

    ResponderEliminar
  17. Anónimo6:27 a. m.

    Realmente penoso el papel de estos profeministas tratando de usurpar el espacio a favor de la verdadera igualdad y el igualitarismo que con tanto esfuerzo están consiguiendo justamente quienes denuncian y se enfrentan al todopoderoso lobby feminista.

    En cualquier caso a todas luces es manifiesto que su edificio igualitario es sólo una fachada de cartón piedra como demuestra un Manifiesto, copia de otras copias anteriores, donde lo que por ningún lado se ve es que los hombres estén presentes salvo como dianas contra las que disparar las flechas que constituyen cada uno de los puntos de tal documento.

    Un documento más para la historia de la infamia de la lucha por la igualdad y los derechos de los hombres.


    Alberto

    ResponderEliminar
  18. ¿Qué opinión les merece a estos igualitarios la violencia de la que habla esta información:

    http://www.diariocordoba.com/noticias/sociedad/ancianos-maltrato-mas-oculto_677001.html

    ¿quizá la actitud correcta consista en cerrar los ojos, olvidarnos de que existe porque parece que no está en el ideario del profeminismo?

    Pero, es que otro tanto podríamos decir de violencia contra los niños.

    ¿Quizá no interesan porque es practida mayoritariamente por el género femenino?

    Cuado los derechos humanos se fraccionan y se aplican en unos casos sí y en otros no, para unas personas de una determinada manera y para otras de otro modo, lo que hacemos es abrir la puerta a la discreción y el privilegio, todo lo contrario a lo que tantas veces pregonado cuando se simula reivindiar igualdad.

    ResponderEliminar
  19. Emilio, creo que tu pregunta sería igualmente pertinente con respecto al maltrato infantil dentro del ámbito doméstico y recibiría el silencio más estruendoso por las mimas razones que apuntas.

    En relación a la violencia de género y la tercera edad, si he observado estos años cierto sesgo informativo. Matrimonios de personas mayores con serios problemas de salud y negligencia de cuidados familiares suelen llegar a pactos de suicidio. Si es ella la que sobrevive, se habla de comportamiento piadoso, Si es él, de violencia de género.

    ResponderEliminar
  20. Anónimo4:16 p. m.

    Excelente análisis del documento y gran discusión posterior.

    Poco tengo que añadir salvo que este documento demuestra, una vez más, que aquello de que "el feminismo también es para hombres" es una soberana mentira, salvo que se refieran sólo a hombres que quieran luchar por las metas del feminismo.

    El manifiesto, además de entonar un vergonzoso mea culpa, relega los problemas masculinos al último lugar, como si fuera que lo han puesto para evitar críticas, porque el punto está vacío de contenido. Cuando al feminismo se le presentan los problemas que realmente tenemos los hombres, se cubren los ojos o miran para otro lado, no vaya a ser que la realidad les rompa su dogma.

    ResponderEliminar
  21. Anónimo6:09 p. m.

    Quisiera saber, simplemente por curiosidad, de los hombres que se autoproclaman feministas cuales son sus OFICIOS.
    Sí, cuantos de ellos trabajan en oficios donde se pierden dedos, piernas, ojos, etc. Cuantos son camioneros, empleados de la construcción, mineros, soldadores, camareros, albañiles, carpinteros, pescadores, marineros de mercante, etc,
    Sí, un pequeño desglose por profesión. ¿Cuantos de esos varones comprometidos con el feminismo se juegan el físico desempeñando su profesión? Solo eso.
    Un pequeño dato, aparte de los mas de 1300 muertos al año en accidente laboral rebajados con trampas estadisticas, al año son mas de 600.00 los accidentes laborales. No todos son paralisis, etc, pero si unos cuantos. El 95% de ellos para varones. Y un porcentaje altisimo de ellos para pagar las facturas de sus EX ESPOSAS, porque si no la LEY les encarcela.
    Muchos de esos hombres PROFEMINISTAS luego iran tan campante a manifestaciones de desalojados de sus casas por una orden judicial a cuenta del banco.
    ¿Todavia no se han enterado cuantos varones son los desalojados de sus casas por su EX?

    ResponderEliminar