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24 marzo, 2010

Endogamia de género

La perspectiva de género, vierte sobre la sociedad una mirada endogámica, interesada, parcial, sesgada, una mirada que no va más allá de los intereses a corto plazo de su propio sexo… La perspectiva de género no se propone ofrecer soluciones o alternativas a los problemas de la humanidad, vale decir, al conjunto de seres humanos, sino que, dando por hecho, y en esto no se equivocan, que ya otros garantizarán el andamiaje social y político, prefieren el cuidado de su propio nido, sus  cosas, el diseñar y llevar a la práctica acciones que garanticen al máximo sus aspiraciones de género. Y, quizá, la mayor paradoja estribe en que muchos hombres que de ningún modo aceptarían una visión de ese tipo por el lado masculino, no tienen el menor problema en aceptarla por venir formulada del lado de ellas.

Mientras, en los últimos siglos el hombre y el denostado sistema patriarcal han ido alumbrando la Ilustración y los Derechos humanos, el Liberalismo, el Socialismo, el Comunismo, el Anarquismo, el Sindicalismo y el Estado del bienestar, el feminismo ha permanecido fiel a sí mismo y ha alumbrado la primera, segunda y tercera olas feministas y los Derechos de la mujer… Y, en este tercera ola, la más radical sin duda, la que ha establecido que los hombres, reales y  concretos, tú y yo, no las estructuras sociales, somos responsables directos de la discriminación de la mujer. Ha llegado a la conclusión de que todo aquello que los hombres hacemos, incluida la ciencia y la técnica, lo hacemos para perpetuar esa dominación, y  que el hombre es un depredador que a lo largo de la historia ha vivido de la explotación y la discriminación de la mujer creando una sociedad patriarcal, androcéntrica y sexista que no renuncia a la violencia para mantener a las mujeres en el estado de discriminación y opresión  en el que viven.

De ese modo, este feminismo,  no sólo no ofrecerá su visión de qué hayamos de hacer con la globalización, o con el deterioro y pérdida de peso específico de la Unión europea, tampoco sobre las alternativas a la crisis, mucho menos con el conflicto de Oriente Medio, la crisis de la democracia representativa o la brecha abierta entre los partidos políticos y la ciudadanía. Lo que sí buscarán será que sus exigencias de género tengan plasmación en los diferentes programas gubernamentales, por ejemplo, ante la crisis formulando peticiones de mayores privilegios para la contratación femenina, o gobiernos paritarios sin importar cual sea el resultado de esas decisiones más allá de su directo interés. Ni que decir tiene que el fracaso  y abandono escolar masculino ni forma parte del ámbito de sus preocupaciones ni es reconocido como tal por este tipo de ideología.


Incluso más, pues en esta alocada carrera en defensa de lo propio sin importar ninguna otra cosa, ha conducido al feminismo hacia una espiral, en la que a medida que sus reivindicaciones se han ido materializando la culpabilización del hombre ha ido adquiriendo una mayor virulencia hasta llegar a considerarlo no sólo el principal responsable de sus males históricos, también  un discapacitado, portador de numerosas taras e insuficiencias que lo hacen incapaz para evolucionar; lo que conduce a la necesidad de “cambiar la masculinidad”. No dudando, como dice Elisabeth Badinter, en “luchar contra la dominación masculina como se combate el racismo y el fascismo”. Cómo, algunos de los más conspicuos defensores de este planteamiento puedan ser hombres, constituye para mí uno de esos interrogantes para los que no tengo respuesta.


La perspectiva de género reduce el feminismo a la búsqueda de una situación de privilegio para  las mujeres, -no digo que sea lo que todas las mujeres ambicionan sino lo que el género ambiciona para ellas-, sin importar ni a costa de qué, ni en qué posición quede el otro sexo, o mejor, planteando que lo que le ocurra al otro sexo no es de su incumbencia y en cualquier caso lo que pudiera sucederle se lo tiene bien merecido. Así actúa desde la sociedad civil pero también desde los organismos públicos financiados con el dinero de todos, el de ellas y por supuesto el de ellos, introduciendo en al acción estatal y de la Administración, un sesgo que hasta el presente se había negado a cualquier otro grupo o colectivo,  ya que, por definición, la Administración y los organismos estatales defendían el interés general. Pareciera como si la militancia feminista más acendrada fuera mérito principal para cualquier puesto público incluidas las altas instancias judiciales.


El feminismo de género practica una extraña ética consistente en considerar normal como práctica femenina lo que critica como patriarcal o inasumible cuando lo atribuye a los hombres. Así, al tiempo que ponen el grito en el cielo porque tal cofradía no admite costaleras, entienden como lógico y natural que las mujeres creen espacios que excluyen al hombre. Denunciarán un pretendido e inexistente pacto entre varones para excluir a las mujeres, mientras establecen entre ellas un pacto según el cual el feminismo es lo primero y sólo después las diferencias políticas, sociales, religiosas o de cualquier otra índole. Denunciarán una historia escrita por los hombres para a continuación pretender reescribir el pasado y el presente ignorando al hombre.

Denunciarán la ausencia de mujeres en tal o cual programa de televisión, pero ahora que la ley de Igualdad le ha puesto TVE en sus manos, no han dudado en convertirlo  en un espacio monopolizado y protagonizado por ellas. Denunciarán la igualdad formal que no garantiza la real, pero toda cuanta propuesta realizan va en la dirección de situar al varón en una posición subordinada. Denunciarán que el hombre las ha querido naturaleza, pero luego pretenderán que la maternidad las hace moralmente superiores…
El género para hacer todavía menos asumible su perspectiva, reduce las mujeres al modelo de madre de familia  con doble jornada laboral, al tiempo que ha decidido abolir no sólo las diferencias de clase, también las culturales o de procedencia geográfica  y así es perfectamente posible leer un artículo como el firmado por nuestra vicepresidenta el día de la mujer, en el que se mezcla la situación de la mujer española y la africana en un totum revolutum realmente inadmisible, por no citar a la jurista costarricense que considera que los más graves problemas de la mujer latinoamericana tienen que ver con la violencia sexual, “que van desde la violación hasta los piropos en la calle”.
Y hay todavía un aspecto menos aceptable del género ya que no contentas con haber declarado al hombre responsable de todos los males de hoy, ayer y mañana, sucede que en un  ejercicio de misandria difícilmente admisible no sólo han declarado al hombre responsable de todas las violencias sino que al tiempo pretenden que nunca es víctima, como cuando al hablar de víctimas civiles de un conflicto sólo se mencionan a las mujeres y los niños, o cuando deliberadamente se establecen distinciones inadmisibles entre los muertos, sean estas muertos los de las pateras o los de la guerra Civil y el franquismo.
En esta dirección encontrareis mucho de lo que os hablo. Me parece especialmente terrible el artículo en el que se habla de un único naufragio de patera, olvidando que se calculan en más de 15.000 los muertos, la práctica totalidad varones. También me lo parece esa doble falta de memoria que olvida que de nuevo la inmensa mayoría de los paseados y asesinados después de la guerra civil han sido varones. Pero para que se calibre como esta forma de pensar pretende imponerse, decir que ayer en el programa de Iñaki Gabilondo en CNN+ cuando éste le pidió a la portavoz del Consejo General del Poder Judicial que pusiera título a una foto de una familia que, ante el clima de violencia allí reinante, decide abandonar Ciudad Juárez, sin cortarse lo más mínimo y eso que en la foto estaban el padre, la madre, y los hijos: unos varones y otras mujeres, decidió que sería algo como esto: Mujeres en busca de la libertad. 

7 comentarios:

  1. Anónimo11:53 p. m.

    Os recomiendo la lectura de este artículo de Elvira Lindo: http://www.elpais.com/articulo/ultima/necios/elpepiopi/20100324elpepiult_1/Tes/

    Supongo que con la última frase ("Nada mejor que un hombre que te trate de igual a igual sin dejar de ser un caballero.") se refiere a que, además de tratarlas como iguales, hay que dejarlas pasar antes, cederlas el asiento en el autobús, pagar la cuenta en el restaurante, etc. y en casos de divorcio no luchar por la custodia de los hijos.

    Y qué decir del hallazgo de la "misoginia transversal". Es un término digno de ser adoptado por el Ministerio de Igualdad.

    Artículos como este de la Sra. Lindo son un claro ejemplo de lo que mencionas en este post: la doble moral de las feministas que utilizan las mismas armas que critican a sus supuestos enemigos los hombres.

    Te felicito por tu blog y espero que sigas por este mismo camino.

    (Pablo)

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  2. Gracias por el comentario. Se hace lo que se puede, que siempre es muy poco en relación con lo que la temática del blog demanda. Por eso son siempre bienvenidas las aportaciones que deseéis realizar al mismo aquellos a los que os gusta el enfoque del mismo.

    Más bien diría que se hacen imprescindibles. En un tema tan amplio como éste es imposible aproximarse a todas las implicaciones del mismo con cierta solvencia, por eso sería interesante que cada uno aportase sobre aquellos aspectos que conoce mejor, entre otros motivos porque está claro que por mucho tiempo no contaremos con un Instituto al estilo del de la mujer para que realice encuestas entre la población para saber qué opinan de la actual regulación del divorcio o sobre la custodia compartida, incluso sobre el diferente trato penal a mujeres y hombres.

    En relación con la ambivalencia, incluso frivolidad, en relación con lo que sea correcto desde el punto de vista feminista, decirte que cuando ya había sido publicada la Encuesta sobre acoso sexual de la que hablo en una entrada anterior, donde aparece el piropo como una de los formas de acoso sexual -encuesta realizada desde un organismo público- la entonces ministra, me parece recordar que de cultura, declaró a la prensa que ella no veía incompatibilidad entre su militancia feminista y que le gustase que le abrieran la puerta o le dijeran piropos. Esa misma persona es hoy la presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso de los diputados.

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  3. Justo acabo de leer el siguiente artículo, que victimiza a las mujeres en el área de la atención sanitaria y que también está relacionado con lo comentado en este post:
    http://www.elconfidencial.com/salud/medicina-hombres-mujeres-diferentes-20100326.html.

    Os animo a dejar comentarios, yo he puesto los dos primeros.

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  4. Contrariamente a la señora Lindo, pienso que, si no hubiera sido por la caballerosidad ancestral de los varones, el feminismo no hubiera avanzado tanto en tan poco tiempo.

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  5. Anónimo1:09 a. m.

    Excelente artículo. La discriminación positiva es una paradoja, porque se termina agravando lo que se intenta evitar. Es algo que muchos no parecen terminar de entender.

    Justamente estoy escribiendo una respuesta a una Diputada en Argentina, en donde quiere elevar el cupo mínimo del Congreso a un 50% de mujeres. Sexo, no inteligencia. Así nos va...

    Saludos y suerte
    PLPLE

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  6. Te felicito por tu artículo, creía que era el único hombre que pensaba de este modo, ya veo que no estoy solo, es un alivio.

    En referencia a aportar, la verdad es que lo pones difícil puesto que lo haces muy bien, pero se me ocurre un caso, para mi sangrante, en el que lo que comentas se repite hasta la saciedad.
    Me refiero al "supuesto uso sexista" de las mujeres en la publicidad.

    De modo que cualquier aparición de una mujer que sea mínimamente atractiva puede ser considerada por las furibundas feministas como una "guarrada"....pero les encanta ver al "cachas" del anuncio de coca-cola
    o cualquier otro por el estilo.

    ¿Desde cuando el sexo es patrimonio exclusivo de las mujeres? Como si nosotros no lo tuviéramos y no pudiéramos ser "hombres objeto"

    Tal y como dices el feminismo a terminado por convertirse en un "machismo de mujeres", tan malo sino peor, puesto que el machismo no busca justificaciones (como hacen las feministas) para sus actos o sus planteamientos.
    Las feministas están convencidas que "tienen derecho" a joder a los hombres después de tantos siglos de opresión....pero lo disfrazan con el "humanitario argumento" de la lucha por la igualdad.

    El día que exista verdadera igualdad....¿de qué vivirán?

    por cierto, ¿le habéis preguntado a alguna feminista cuál es su concepto de igualdad?

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  7. Gracias por los comentarios. En relación con la discriminación positiva que en sí misma precisaría un capítulo entero, decir que: en un gesto de oportunismo increíble el feminismo consiguió que se aplicase a las mujeres como si de una minoría se tratase, pero la cosa no quedó ahí, sino que además lo que había sido concebido como un mecanismo transitorio de compensación en nuestro país es un privilegio para siempre, y todavía más, lo que estaba pensado para determinados ámbitos como el empleo o los estudios, aquí se convirtió en un universal que lo mismo se aplica a una oposición, que en el derecho penal, o el control de los medios de comunicación. Como digo bien se merecería una capítulo entero.

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