Caso 1: En un colegio de Andalucía una madre interpreta mal el gesto de un profesor hacia su hija, y llama por el móvil a su marido comunicándole que un maestro la está maltratando. El padre de la niña llega y se lía a golpes con el profesor.
Caso 2: En Galicia un chico sale con dos alumnas, una de cada uno de los dos institutos de un barrio. Cuando una de la chicas se entera de que la otra le ha robado a su chico se va a por ella al instituto de enfrente. Esta última, a su vez se da cuenta de la jugada y llama a su padre para que la venga a buscar. La otra que se percata de lo que pasa llama al suyo. Al cabo de poco rato los padres de las chicas se están peleando, por medio hay bates de béisbol y una trifulca que obliga a desplazar una furgoneta de la policía. Capítulo a parte merecería el tratamiento del caso en los medios de comunicación.
*Qué fuerte!!!, había escuchado en los medios de comunicación acerca del primer caso que explicas, pero del segundo, no sabía nada, claro que casos parecidos ocurren a diario en cualquier pueblo o ciudad españolas. El título de este post me parece muy acertado Emilio, pero a qué aspecto de la condición masculina te refieres, al de la estupidez?... al de la nobleza?... o a otro tipo de condición?? Me gustaría saberlo. Un saludo.
ResponderEliminarCONTESTACIÓN A ANÓNIMO
ResponderEliminarPreferiría dar una respuesta un poco más reflexionada transcurrido un tiempo en el que a estos casos se uniesen otros; recuerdo por ejemplo, aquel policía al que su mujer puso al corriente de la discusión que había mantenido con un tendero de Batasuna por cuestiones relacionadas con el terrorismo, y sin pensárselo dos veces, cogió su pistola, se dirigió a la tienda y le pegó dos tiros al tendero; o tantos y tantos casos en los que juega el papel de verdugo “instigado” o “movido” por una mujer.
Es por eso que me interesa menos ponerle calificativo, que abrir reflexión plural y abierta que permita después de un tiempo “descubrir” y si es posible poner en claro los resortes que ponen en marcha un comportamiento tan primario y ciego, en la dirección de una reflexión sobre nosotros mismos que creo hace falta, pues aun cuando no comparto la imagen de “brutos sin remedio” que de nosotros quiere dar el feminismo de género, si creo que tenemos que ser capaces de cuestionarnos, para conocernos mejor y saber de que “resortes” sería mejor que nos librásemos, porque nos hacen prisioneros de atabismos que mejor sería que abandonásemos, pero que al mismo tiempo evidencian la falsedad radical del postulado más querido por el feminismo de género, aquel que dice que todo nuestro comportamiento está dirigido al “dominio” de la mujer, cuando estos y otros muchos casos lo que ponen de manifiesto más bien que es el hombre quien actúa a su “dictado” y no justamente para su bien o felicidad, sino todo lo contrario; y ya puestos, en una de carácter un poco más general en el sentido de que, la condición de hombre en muchos casos sólo conlleva dolor y sufrimiento y soportar lo peor de la condición humana.
Aclarar también que no busco ninguna exculpación moral ni de ningún otro tipo de las acciones violentas de los hombres, más bien el propósito iría en la dirección de conocernos mejor, conocer justamente dónde somos más débiles pero también preguntarnos y discutir el por qué al hombre le toca lidiar con algunas de las situaciones menos queridas de la condición humana y si esto debe seguir siendo así, porque siempre fue así y así debería seguir siendo. Los prácticamente 1.000 muertos en accidente laboral al año lo son de hombres, la tasa de suicidio entre nosotros es más del doble que la de mujeres, los trabajos más duros y arriesgados son para nosotros, el frente de guerra está reservado a los hombres, las cárceles están llenas de hombres, nuestra esperanza de vida es bastante inferior a la de las mujeres....... A la vista de este panorama leer algún texto del feminismo de la última hornada, según el cual los hombres seríamos una especie de señores feudales ocupados casi en exclusiva de explotar a las mujeres, no puede más que mover a pena.
Pero lo dicho te animaría a que contases algún caso de este tipo o hicieses tus propias reflexiones, porque nada más lejos de mi intención que pretender pontificar en una materia en la que me muevo como simple aficionado más con deseos de aprender que de enseñar.
Gracias por tu comentario.
Un saludo
*(Fran).- Gracias por tu respuesta Emilio, la verdad es que a mí me pasa como a ti en este terreno y es que me limito a dar mi opinión, sin pretensión alguna de pontificar como tú dices, pues me siento como muy ignorante.
ResponderEliminarResalto lo siguiente que has escrito, porque me parece que es una gran verdad que aún hoy continúa ignorada y vilipendiada:
“...la condición de hombre en muchos casos sólo conlleva dolor y sufrimiento y soportar lo peor de la condición humana.”
Esta frase es muy importante para mí y ha conseguido hacerme reflexionar y buscar información que me pueda conducir hacia algún tipo de respuesta de porqué esto tiene que ser así.
De momento lo único que se me ocurre que nos pueda estar pasando Emilio, es que los hombres aún continuamos sometidos (en mayor o menor grado) al dictado de aquello que creemos que es lo que los demás esperan de nosotros (hombre=proveedor de protección, luchador, seguridad). No nos permitimos ser nosotros mismos, no nos relajamos, siempre en tensión y vigilantes para cumplir con nuestro papel en la sociedad, en la familia, etc. según creamos es lo que los demás esperan de nosotros. Ellas son mucho más libres que nosotros en este aspecto, no creen tener que demostrar nada para ser consideradas mujeres 100%, viven su condición femenina libres de este tipo de cadenas y por tanto de una manera más sana y confiada.
Te suena de algo la frase: “La mujer nace, el hombre se hace”
No crees que refleja una gran verdad? y que esta concepción de masculinidad es la que nos esclaviza y modula y domina la conducta masculina más de lo que creemos?
De momento no me arriesgo a profundizar más en este asunto tan complejo, me comprometo a buscar más información y en cuanto la tenga volver para compartirla.
Ojalá alguien aporte algo más de luz a este tema, a ver si entre todos conseguimos orientarnos un poquito más.
Un saludo.