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31 diciembre, 2013

La falacia del género

Si la dificultad está en los detalles, para el género las dificultades no existen. Asistimos estos días, a propósito de la ley del aborto que promueve Gallardón y el Partido popular, a un ejercicio al descubierto de cómo se entiende la sociedad y las personas desde las posturas de género. En multitud de tribunas, por hombres y mujeres, se viene desarrollando toda una línea argumental según la cual seríamos los hombres quienes con tal ley desearíamos limitar los derechos de las mujeres.

Poco importa que la inmensa mayoría de los hombres, y de las mujeres, no hayamos mudado de opinión y mantengamos, por tanto, la misma posición que manteníamos, poco importa que si a alguien cabe asignar responsabilidad es a los hombres y las mujeres que la promueven ya que, sin discusión, desde dichas posiciones se ha decidido hacer tabla rasa y presentarla como un conflicto entre hombres y mujeres, cuando de lo que se trata es de un conflicto ideológico y político en el que por ambos lados hay eso,  hombres y mujeres.

Y si sorprendente es ese llamamiento de Elena Valenciano a las mujeres del PP, más sorprendente es que entre quienes con más beligerancia mantienen ese argumento se encuentren muchos hombres,  casi me atrevería a decir que si no mayoría al menos tantos como mujeres. Y para que la sorpresa no acabe ahí conviene hacer notar cómo desde dichas tribunas no haya quien  se atreva a cuestionar tan falaz razonamiento o que los hombres del PSOE y de quienes encabezan la oposición a la misma se acepte que esa haya de ser la dialéctica con la que se dilucide esta cuestión.  


En la columna derecha de esta bitácora está escrito desde sus comienzos un pequeño texto sobre las personas que dice: “Nada más borreguil que el rebaño. El género nos pretende un rebaño de clones hechos a la medida de un estereotipo estúpido e indecente.” En una ocasión como ésta me parece más acertado que nunca, pero por lo mismo me duele, ya que muestra lo poco que avanzamos con el paso de los años y si acaso haya algo que constatar sean solo retrocesos.


21 diciembre, 2013

Si no puedo ser yo, que sea ese otro

El 15M supuso en su momento una llamada de atención al deterioro de la salud democrática en nuestro país y la constatación del profundo divorcio entre la ciudadanía y una clase política que, alejada del sentir y los problemas de la gente, actúa en función de sus propios y particulares intereses.

Y si en un primer momento pareció que algunas de sus reivindicaciones más sobresalientes: listas abiertas y reforma de la ley electoral, respeto a la división de poderes, supresión de las diputaciones, democratización de la vida interna de los partidos… iban a ser en alguna medida atendidas, ahora que parece anunciarse un nuevo tiempo, todo ha vuelto a su viejo cauce y a la reedición reforzada de la vieja política de turnos en la que los unos sustituyen a los otros más por hastío del electorado hacia quienes están que por el entusiasmo que despierten las políticas de quienes están llamados a sustituirles, más para evitar que salga quien no gusta que por lo que nos convenza el que votamos.   

Mientras se escenifican unas diferencias basadas en “convicciones” e “ideología” las prácticas desde el poder guardan unos parecidos que las hacen indistinguibles y, cuando los problemas e inquietudes de millones de ciudadanos son ignorados, pequeños grupos de poder se reparten prebendas y hacen y deshacen en un Estado en el que el peso del gasto público se aproxima a  la  mitad de la economía -en algunas comunidades lo supera ampliamente-, y donde el empleo en puestos de la administración regala cifras como las que Fernando Savater señala en este artículo y procedimientos como los apuntados por J.M. Laporta en este otro.  

"Si no puedo ser yo (PP), que sea ese otro (PSOE)" y viceversa, parecen decirse el PP y el PSOE en el momento actual y bien podría ser este el lema que resuma su entendimiento de estos días como estrategia conjunta para hacer frente a  la auténtica sangría de votos y expectativas de ambos en los últimos años y al consecuente cuestionamiento de la clase política que representan. Tal cosa sin embargo supone el restablecimiento de las condiciones de hacer política que han conducido a la actual desafección ciudadana hacia la misma, o dicho de otro modo,  su intención parece ser que salgamos de este período en el que había una mínima posibilidad de regeneración democrática, echando por tierra todas las iniciativas que han ido surgiendo para una mejora de nuestro sistema político.

Y eso es grave porque supone dar con la puerta en las narices a decenas de miles de ciudadanos que desde postulados pacíficos y constructivos han propuesto soluciones y alternativas al actual divorcio entre la ciudadanía y la política, entre el mundo real y el mundo de ficción interesada en que vive la clase política en nuestro país. Ese mundo que la entiende no como adecuación a lo que gente piensa y quiere, y el país necesita, sino como el ejercicio de una mayoría parlamentaria que da patente para hacer y deshacer al antojo del gobernante de turno y a actuar como verdaderos déspotas. En fin, todo indica que vamos camino de desperdiciar una nueva ocasión para evitar que una vez tras otra los políticos aparezcan a los ojos de los ciudadanos como un verdadero problema.

04 diciembre, 2013

PISA 2012

Estamos ante el enésimo informe internacional que deja en evidencia nuestro sistema educativo. Uno esperaría escuchar algo más que excusas pero eso es lo que se ha impuesto desde el primero del que  hemos tenido noticia y quienes son adictos a ellas las repiten en cada ocasión en que se hace necesario y lo hacen  porque se ven compelidos a dar algún tipo de explicación cuando la información está en la calle o por lo menos en los medios.

 Sigo sin embargo estupefacto ante un catedrático de didáctica cuyo comentario va en la línea de que PISA no lo mide todo. Parece como si existiesen en nuestro sistema educativo valores escondidos que ninguna evaluación educativa quisiese sacar a la luz y estuviésemos condenados a que solo saliesen aquellos que no nos son favorables. Porque más grave sería pensar que alguien desde ese puesto no considerase los conocimientos de matemáticas, ciencias y lengua con la suficiente entidad como para ser merecedores por ellos mismos de una evaluación de este estilo. Aunque bien es verdad que quienes así se pronuncian no explican de qué valores ocultos se trata y por tanto sigue de su lado la carga de la prueba.

Pero lo cierto es que PISA sigue poniendo de manifiesto que nuestro sistema educativo no va bien y evaluación tras evaluación los malos resultados se repiten, sin que al parecer a nadie quepa asumir la responsabilidad de por qué esto sucede así y tampoco se vea por parte de aquellos que  más responsabilidad tienen ofrecer alguna explicación razonada y convincente de qué se hará para que tal cosa mude.  Los partidos políticos implicados o bien callan o dejan que sean sus “expertos” quienes se pronuncien. Pensar  en un análisis más pormenorizado de los resultados sería ya para nota, pero tal cosa no está siendo posible en un debate que para nuestra desgracia está protagonizado básicamente  por repetidores.

22 noviembre, 2013

A vueltas con la perspectiva de género

La perspectiva de género se ha hecho omnipresente: buena parte de los partidos políticos elaboran sus programas con perspectiva de género, las políticas sanitarias, de educación y otras se hacen con perspectiva de género, los presupuestos del Estado deben medir el impacto de género, la violencia de pareja es violencia de género… A pesar de esta omnipresencia y de la enorme importancia que ha adquirido en los últimos años para la vida de los ciudadanos y el funcionamiento de la sociedad se trata sin embargo de una gran desconocida que muy escasamente llega a la opinión pública y de la que parece que nadie quiere dar cuenta, una cautela y una prevención que para quienes no la compartimos ni en su concepción ni en su puesta en práctica no hace más que incrementar nuestra preocupación. 


Cuando en 1928 la feminista Margaret Mead estableció la conveniencia de separar el sexo biológico del comportamiento social de hombres y mujeres ideando el concepto de género, lo hizo pensando que de ese modo establecía una nueva categoría neutra capaz de dar cuenta sin sesgos de los roles sociales de hombres y mujeres, lo que visto desde la perspectiva de hoy no solo supuso una enorme ingenuidad sino que se acabó demostrando que estaba muy lejos de atisbar hasta qué punto ese nuevo concepto no evitaba la contaminación ideológica que se decía iba a superar.
Ya que, si su pretensión era combatir  la idea de que los roles y estereotipos sociales de hombres y mujeres como productos de la naturaleza,  lo cierto es que lo finalmente  conseguido fue el establecimiento de otros estereotipos, esta vez de fuerte contenido misándrico y dirigidos al hombre y eso sin que, paradójicamente, su rol como proveedor y protector haya mudado sustantivamente,  estereotipos que a cada paso y con más fuerza dibujan una figura masculina cargada de rasgos negativos y odiosos: dominadores, violentos, egoístas, padres ausentes...  
No es solo que en lo sucesivo lo que ella no negaba: la existencia de esos dos niveles de la realidad el sexo biológico, y el género como construcción social, terminase desapareciendo completamente y solo quedase su contenido como construcción cultural, como bien se encargó de enfatizar el feminismo a partir de los años sesenta: lo que  Sulamith Firestone expresó así  A diferencia del primer movimiento feminista, el nuevo movimiento feminista no tiene por objeto simplemente acabar con el privilegio masculino, sino con la distinción de sexos misma: las diferencias genitales entre los seres humanos ya no importarán culturalmente”  
y Kate Millet la creadora de: “lo personal es político” de esta forma: “en el nacimiento no hay ninguna diferencia entre los sexos”“la personalidad psicosocial se forma en fase postnatal”, es que en la exacerbación de esta tendencia la teoría queer no solo considera que las diferencias biológicas entre los sexos no son reales, es que sostiene que los humanos podrían subsistir de manera asexuada.
De tal modo que, tratando de escapar de la naturaleza como fijadora de los sexos y los roles sociales, la perspectiva de género nos ha conducido a la negación de naturaleza misma,  a la negación de los sexos en el plano biológico, y  con ello a múltiples callejones sin salida, del que no es el menor la negación de toda la ciencia de los últimos decenios para la que las diferencias biológicas entre los seres humanos no se circunscriben a su morfología o sexualidad, sino a todo su ser incluidos por supuesto su sistema neurológico y su sistema hormonal,  y ello con importantes consecuencias tanto en su sicología como en su comportamientos,  y, desde luego,  poniendo de manifiesto el profundo error de concebir a los humanos como una tabla rasa en la que solo se comenzaría a escribir después del nacimiento.  
Y es en esta tesitura entre ciencia e ideología, entre riguroso pensamiento científico e ideología de género, que llama la atención que en nuestro país: partidos políticos, medios de comunicación y en general múltiples instancias del Estado y los poderes públicos , hayan optado no por lo que cabría esperar: la ciencia, sino por  la llamada "perspectiva de género", trasladándola no solo a múltiples leyes y disposiciones, por ejemplo, toda la legislación de género, sino pretendiendo convertirla en una especie de filosofía oficial y  pensamiento único  a aplicar en todos los ámbitos de  la vida cultural, social y política y arrumbado con todo lo que no se ajuste a ella al extrarradio de la vida social y del propio sistema. En mi opinión el género ha derivado en un producto ideológico de ínfima calidad que, tomado como pretenden algunas y algunos como eje vertebrador de la sociedad, no solo no augura una futura sociedad mejor, sino que  está en la base de algunos de los problemas sociales en que vivimos inmersos. Abrir un debate sobre todas estas cuestiones se hace cada día más perentorio.

20 noviembre, 2013

Ciencia según el sexo

No seré yo quien niegue la importancia y el interés de los estudios históricos sobre las relaciones hombre-mujer, pero como desde la  sociedad civil y las instancias de la cultura no seamos capaces de dar cuenta de los atropellos manifiestos que ahora mismo se están cometiendo por el lado del neofeminismo y su “perspectiva de género” que bien podríamos denominar “perspectiva neofeminista” o “como convertir en ciencia lo que nos interesa, contando además con el apoyo oficial no solo en su financiación sino en su divulgación” es muy posible que cuando lo queramos hacer nos encontremos con un statu quo en el que la opinión de las “expertas” y “expertos” que circulan por radios, televisiones y prensa en general, habrá pasado no solo a la legislación donde ya está, o los programas de algunos partidos donde también, sino que habrá cuajado en el imaginario de las gentes y las dificultades para restablecer un mínimo de racionalidad y ecuanimidad serán francamente difíciles por no decir imposible.

Habremos llegado a un estadio en el que un concepto como el de género, habrá cuajado en la legislación y los medios oficiales y hasta quienes van de "expertos" (en sus círculos se pretenden científicos sociales) en lugar de cuestionarlo en su ontología lo tomen como un dato más de la realidad tan incuestionable como que en primavera llueve.  Lo más lamentable de estudios como los que ahora circulan profusamente por los medios hablando de la violencia en el mundo adolescente y juvenil,   presentados con el marchamo oficial de la ministra de  sanidad Ana Mato y financiados con fondos públicos, no es ya que eleve a categoría de verdad los estudios “unisex” señalando que solo los chicos espían las comunicaciones a sus novias, o que solo ellos ejercen algún tipo de violencia sobre ellas, no es solo que hallen un único culpable: él, sino que por esa misma lógica unisex dejan impune y exculpan la violencia que ellas ejercen sobre ellos, para la que en consecuencia no habrá que establecer ninguna medida de corrección y sobre la que nada habrá que decir ni en los planes de estudio ni en ningún otro nivel  porque no existe. Hemos regresado a un estado de civilización tan bárbaro que lo no es oficial no existe. 


18 noviembre, 2013

Sobre cuernos

Imaginaros por un momento una Nueva Revista femenina que en su número inaugural publicara un artículo con el título: Cuernos, en el que,  después de hacer añicos la imagen de la mujer, concluyese que ésta debía aceptar de buen grado los que su hombre le pusiese porque en ello residiría la verdadera igualdad. ¿Difícil, no? 

Pues referido al hombre no solo no es difícil sino que  se ha hecho realidad   en el nuevo suplemento: ICON, de El País dirigido a los hombres. Por supuesto estas cosas han dejado de ser asuntos de cada pareja,  cosas sobre las que quienes pueden y deben decidir serían los y las implicados, para pasar a asunto público sobre el que se establece un canon de género.


Me resulta llamativo ese afán de las dueñas de la moral por decirnos qué está bien y qué está mal, qué debemos aceptar de buen grado y qué nos convierte en machistas y maltratadores. Como me llama la atención esa moral ambivalente y acomodaticia según la cual está bien si es del agrado de la mujer, o al menos eso cabe suponer,  y está bien hoy lo que solo hace un par de días  constituían los signos más evidentes de la sociedad machista y patriarcal: cuernos, pornografía (si acaso va dirigida a ellas y transmite valores), el sado (siempre que sea rosa), etc.
La versión lúgubre y al parecer menos igualitaria quedó reservada para El País semanal de la semana siguiente en el Stephen Grosz nos ilustra sobre un doble caso de infidelidad sufrido por madre e hija en un artículo con el expresivo título de: Pasión por la ignorancia.



10 noviembre, 2013

El psoe y la Igualdad

En la ponencia que este fin de semana discute el PSOE se contiene lo siguiente en relación a la IGUALDAD (pga. 274 y sgtes.)

IGUALDAD PARA GANAR EN BIENESTAR Y COHESIÓN SOCIAL. La crisis, junto a las políticas de austeridad y los recortes en derechos que está aplicando la derecha española, están incrementando las desigualdades económicas entre el conjunto de la población, pero además están haciendo aún mayores las desigualdades de aquellas personas que partían de una situación desigual. 

1295. Los recortes sociales, tanto en derechos como en servicios, y el desmantelamiento del Estado del Bienestar, inciden negativamente en el empleo de las mujeres, en sus ingresos y en su calidad de vida. 

1296. En España está creciendo de manera alarmante el riesgo de exclusión social y la pobreza. De las personas en estas situaciones muchas se corresponden con familias monoparentales. Según datos del INE, el 40% de las familias monoparentales están por debajo del umbral de la pobreza, y una gran mayoría de estas familias tienen como responsable principal a mujeres. 

1297. Si nos detenemos en el sistema de pensiones, son muchas las mujeres mayores que se están haciendo cargo de la solidaridad familiar con pensiones de por sí ya muy reducidas. Si atendemos a la dependencia se ha procedido al desmantelamiento y colapso del sistema creado por los gobiernos socialistas. Y este colapso afecta principalmente a las mujeres, puesto que son el 67 % de las personas beneficiarias de la Ley y un 95% de las cuidadoras.

1298. En definitiva, actualmente España vive una verdadera involución ideológica, que está frustrando las expectativas de muchas mujeres jóvenes, y profundizando en la pobreza de mujeres mayores. La combinación del recorte del Estado de Bienestar más las políticas ultraconservadores del Gobierno actual conlleva que muchas de las conquistas democráticas en Igualdad estén desapareciendo. La apuesta de los y las socialistas por las políticas sociales y de bienestar debe tener en el centro de su acción y en su pensamiento la lucha por la Igualdad.

En lo relativo a la salud el contenido es del siguiente tenor:

1304. El Derecho a la salud

Recuperar el carácter universal del sistema público de salud, incorporando la perspectiva de género en la prevención de la salud, las intervenciones diagnósticas y terapéuticas. Garantizando la atención ginecológica y la prevención de cáncer de mama, e incorporando los anticonceptivos de última generación en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud.

1305. Es necesaria además la atención integral a las mujeres con discapacidad, adecuando los servicios sanitarios y prestaciones a su realidad

Como todo el mundo sabe los hombres de este país no tenemos problemas de desempleo y pobreza, tampoco de salud, ni tan siquiera los que sufren discapacidad, al menos si nos hemos de fiar de lo que dice el psoe. 

La cuestión sería explicar: ¿cómo es posible que un partido político que ha estado en el poder 20 de los últimos 30 años, puede debatir unas propuestas programáticas que en lo relativo a la igualdad ignoran al varón y tal hecho ni tan siquiera sea mencionado por alguno de los cientos de comentaristas del evento? ¿Qué tipo de anestesia política ha convertido la exclusión en justicia e igualdad? 

02 noviembre, 2013

Normalizar el debate por la igualdad

La que se considera por muchos y muchas  como mayor transformación social en muchísimo tiempo: la igualdad y no discriminación por razón de sexo, hay  quien pretende que se produzca sin debate, sin  discusión ni deliberación, sin necesidad de libre asunción y acuerdo, desde el puro acatamiento y el silencio.

Y para ello se han dotado de una ideología, con la que pretenden que todos comulguemos, según la cual: el hombre, el varón, debería permanecer callado por cuanto ya ha disfrutado de suficiente poder en los últimos milenios y, porque cualquier intervención suya, dado su irrefrenable deseo de poder, solo tendría por objeto la recuperación del estatus perdido.

Estrategia que no se diferencia en nada de tantas otras coartadas como a lo largo de la historia han esgrimido todas y todos aquellos que pretendiendo legitimar  sus ambiciones de poder  necesitaban presentar al otro como el indigno,  como la negación de todo lo bueno y la fuente de todo mal, como aquel a quien había que condenar al ostracismo  si se ansiaba que los males de la sociedad tuviesen arreglo.

Y esto con los peores métodos. Ahí están las feministas históricas caídas en desgracia, tratadas con el mismo rasero que desde los regímenes comunistas se reservaba a los revisionistas y a los disidentes. Ahí están Elisabeth Badinter y María Sanahuja consideradas vulgares machistas. Ahí está Empar Moliner y tantos otros que de articulistas que escribían con regularidad en sus periódicos o hablaban por la radio y la televisión nada sabemos a no ser que no están en los medios que fueron durante muchos años sus centros de trabajo. Y ahí está la labor callada y de censura que se ejerce contra  tantas personas, libros  y documentos.

Y sobre todo ahí está el silencio sobre estas cuestiones solo roto por la opinión de los “expertos” que pontifican y deciden todo lo que hay que hacer para la “defensa de los derechos de la mujer” que son los términos en que han decidido que deben tratarse las cuestiones relacionadas con la igualdad.  Expertos que jamás encuentran ninguna esfera de atención a los varones: sea que se hable de educación, servicios sociales, enfermedad mental y suicidio, siniestralidad laboral, derechos de los padres: custodia compartida, permiso paterno, etc.

Y ahí está el silencio político solo roto para anunciar por parte del PSOE cosas como esa última de listas cerradas con cremallera y obligatorias para todos o el Gobierno anunciando nuevos fondos para las organizaciones feministas y las políticas de género, pero sin que jamás sea necesario explicar el por qué de una cosa y la otra, ni se despierte recelo más que en sectores minoritarios porque jamás se rindan cuentas de esas políticas ni se explique la perentoriedad de las mismas y si los fondos han servido para algo y utilizados convenientemente.

Y aquí estamos en pleno siglo XXI reclamando el derecho al debate de ideas sin apriorismos ni anatemas, sin que los argumentos puedan ser perseguidos, rechazados, ninguneados y siempre que se puede censurados porque lo que propone es custodia compartida, o derogación de la Ley contra la violencia de género, o cese de las políticas de discriminación positiva no justificadas por ningún otro motivo que no sea la asunción de que la mujer siempre está en desventaja en esta sociedad, pero sobre todo porque con tal proceder lo que se procura y consigue es una profunda discriminación hacia el varón heterosexual al que se ha convertido en chivo expiatorio de todos los males sociales.

Normalizar el debate sobre la igualdad de hombres y mujeres, aplicarle los mismos criterios que a cualquier otra cuestión social y política debe ser exigencia de todo demócrata que se precie y de cualquier persona consciente de que la deriva que el tratamiento de estos temas y  sus políticas ha tomado precisan de una profunda corrección porque tanto la filosofía sobre la que se asienta, como los procedimientos utilizados: ausencia de debate y crítica, imposición unilateral y exclusión, no nos están conduciendo más que a la fractura social y a generar más problemas de los que se dice resolver.

Y a esos efectos algo debiéramos  aprender  del boicoteo a la custodia compartida que desde el primer momento de su tramitación el lobby feminista en las Cortes consiguió con alevosía y nocturnidad enmendando el texto a última hora, para a continuación impedir que grupos que como el PSOE reconocieron un error en la votación que se subsanaría más adelante jamás volvieran a hablar del tema o cómo fue posible que el Tribunal Constitucional tardase siete años en declarar inconstitucional el inciso del artículo 92.8 del Código Civil que establecía como preceptivo un informe “favorable” del Ministerio Fiscal para que el juez pudiera acordar la guarda y custodia compartida de un menor. ¡¡¡Y todavía hay quien pretende que el poder es de los hombres!!! 

Y haya tenido que ser el Tribunal Supremo quien en sentencia de este año establezca, que tras la sentencia del Tribunal Constitucional 185/2012, de 17 de octubre, la adopción del régimen de guarda y custodia compartida ya no depende del informe favorable del Fiscal sino, únicamente, de la valoración que merezca al Juez la adecuación de dicha medida al interés del menor, que la guarda y custodia compartida no sea lo excepcional sino la regla general siempre que no resulte perjudicial para el menor, ya que "el mantenimiento de la potestad conjunta resulta sin duda la mejor solución para el menor en cuanto le permite seguir relacionándose establemente con ambos padres".

Para vergüenza de los grupos políticos, alguno de los cuales todavía seguía subvencionando conferencias con títulos tan escalofriantes como "Custodia compartida: otra forma de violencia de género", grupos que por cierto gozan de subvenciones oficiales y una cercanía al poder de la que por supuesto están excluidos los padres y los partidarios genuinos de la custodia compartida y que siguen haciendo todo lo posible para torpedear la nueva regulación y que la ley que salga mantenga todo lo que pueda del actual statu quo. 

Y mientras todo esto sucedía y sucede decenas de miles de padres y  de hijos han sido condenados al dolor de la separación, sin que los que se arrogan un día sí y otro también la empatía se les moviese un músculo de la cara y, por supuesto,  viendo como el feminismo y las fuerzas políticas perdían cualquier tipo de credibilidad. No, las políticas de género no son neutras e inocuas, sino que pueden provocar  mucho dolor y mucho estrago como demuestra lo acontecido en la última década en relación con la custodia de los hijos en nuestro país. Y alguien debiera asumir la responsabilidad social y política de tal estrago.


28 octubre, 2013

“De todos los hombres que haya en mi vida, ninguno será más que yo”

Hace un tiempo se llevó a cabo una campaña institucional contra el maltrato a las mujeres, extendida también a algunos países de Latinoamérica que tenía por lema lo siguiente:

Ella dice: “De todos los hombres que haya en mi vida, ninguno será más que yo
El dice:    “De todas las mujeres que haya en mi vida, ninguna será menos que yo”

Algunos evidentemente criticamos la falsa igualdad así formulada ya que lo que ninguna de las dos expresiones excluye es la posibilidad de que ella sea más que él o él menos que ella, posibilidad que con toda claridad queda abierta,  y así  lo hicimos saber en su momento. Si de verdad  fuese la igualdad lo que pretendiese lo más sencillo serían dos expresiones simétricas.  

Pero visto en perspectiva hemos de concluir que las citadas expresiones no se han limitado a una más o menos desafortunada redacción de un lema de una campaña de propaganda, como sus promotores en su momento quisieron hacernos creer, porque lo cierto es que las políticas de género se ciñen con precisión al contenido de esos mandatos y sea cual el campo de las políticas a los que las apliquemos.

Sea que nos refiramos a una separación donde la única igualdad garantizada es la de ella, no digamos la violencia de pareja donde ya sin tapujos se contempla un diferente trato, pero mucho más allá de esas políticas sucederá que la política educativa, sanitaria, de empleo público, de promoción a cargos públicos... las únicas desventajas contempladas son las que afectarían a la mujer no así las que afectasen a los hombres.

Y de ese modo interesa promover políticas que consigan que la mujer no quede en desventaja en los estudios de ciencias y las carreras técnicas pero el fracaso escolar masculino ni tan siquiera se reconocerá en su especificidad,  como se promoverá el empleo femenino en aquellos ámbitos en los que se encuentre en minoría pero no habrá correlato en los que su presencia exceda del 60, el 70 o el 80%.  Llegando al súmmum de la incoherencia cuando se defiende esa mayoría aplastante de mujeres en al ámbito sanitario, la educación o los juzgados de familia, pero se reclama con el mismo ahínco  la paridad en otros ámbitos en los que sí está en minoría.


Con lo que es fácil concluir que la llamada igualdad de género a lo que más se asemeja es a lo que en términos populares se denomina ley del embudo o, lo que con mayor carga política se expresa cuando se dice que la igualdad formalmente es para todos, pero en la práctica lo es más para unas que para otros. 


20 octubre, 2013

El género como ilusión

Este párrafo: "No tan rápido. En primer lugar, más estudios recientes muestran que las diferencias de género en el número de parejas sexuales se reduce o desaparece del todo si a las mujeres se les dice que están conectadas a un detector de mentiras y que la información que proporcionan será confidencial. En otras palabras, cuando una mujer se siente lo bastante segura o de otro modo obligada a contar la verdad sobre su conducta sexual, la historia que cuentan se asemeja a la historia masculina. Más aún, si las mujeres creen que no resultarán dañadas y que el sexo estará bien, su disposición a tener sexo casual se iguala con la de los hombres."

de esta entrada pone al descubierto algo de extraordinaria importancia para entender algunas de las más relevantes cuestiones de género, al mostrar como la cultura (la ceguera masculina y el disimulo y ocultación femeninos) impide que veamos con claridad los comportamientos de ambos sexos y seamos capaces de convivir decenas y centenares de años bajo verdaderas ilusiones como la de que solo los hombres eran infieles o, más exactamente, una importante mayoría de hombres era infiel a su pareja pero solo una pequeña minoría de mujeres también lo era. Hoy no solo los lugares de contactos de internet, también los estudios más rigurosos ponen de manifiesto que tal cosa no solo era imposible estadísticamente tampoco socialmente comprensible, máxime si tenemos en cuenta el número de hijos nacidos en el matrimonio pero que el ADN demuestra que no se  corresponden con  quien se creía su padre biológico. 

Estas dos entradas: aquí y aquí de: La cause des hommes, muestran otras formas de esa misma ilusión al conseguir ocultar, a los ojos de la sociedad, la violencia conyugal sufrida por los varones, pero también el tabú de la pedofilia femenina. 

17 octubre, 2013

¡Curiosa igualdad!

Leyendo el documento sobre el impacto de género de los Presupuestos generales del Estado queda, por si a alguien le quedase todavía  duda,  meridianamente  claro el significado de la igualdad que con tal concepto se mide.  Esa igualdad de género que es a la igualdad lo que la democracia orgánica  a la democracia: mucho de orgánica y poco de democracia, para nuestro caso mucho de género pero muy poco de igualdad. Nada en relación con el permiso paterno, uno de los más raquíticos de Europa y desde luego nada que ver con lo que se estila en países con los que sí competimos  en otros aspectos de esta igualdad,  particularmente los nórdicos. Como nada de favorecer  o fomentar un mayor  contacto de los niños con la figura masculina en los primeros años de la vida, particularmente en el jardín de infancia o en la educación primaria.

Uno esperaría encontrar una referencia al fracaso escolar masculino pero no la hay, y esto es especialmente grave ya que el más importante se produce en los tramos de la educación obligatoria. Como esperaría  una referencia a por qué dado el importante volumen de recursos dedicado a la salud reproductiva y sexual los varones después de una prostatectomía radical han de pagarse de su bolsillo los tratamientos, en muchos casos costosos e indefinidos, o una explicación a por qué si en las administraciones públicas las féminas ya son muy holgada mayoría, particularmente las de más reciente creación como las autonómicas, el empleo que se sigue promocionando es el femenino. También sin referencias en cuanto a los sin techo.  Los ejemplos podrían multiplicarse.

En un documento lleno de llamadas a la igualdad, la paridad y la equidad y donde se reclama la paridad de las mujeres en los consejos de administración de las empresas y la universidad, o la equiparación del número de hombres y mujeres en las federaciones deportivas, nada se dice de por qué en los juzgados de familia el número de juezas puede exceder ampliamente del 80 %,  y que  esa mayoría se extienda al personal que interviene en  todo el proceso de asignación de custodias: equipos psicosociales, abogados de familia y personal de los juzgados de tal manera que  un hombre en esa situación pueda convertirse en el único varón ante todos ellos. Y eso por no mentar que la mayoría de esos equipos están formados en la teoría de género.

Se siguen subvencionando los estudios sobre el sexismo del lenguaje, como si no nos encontrásemos ante un inmenso fraude intelectual puesto de manifiesto desde la RAE, del mismo modo que se subvencionan todo tipo de  estudios y agrupaciones de género, pero nada se diga de la escasísima presencia masculina en la comisión de igualdad del Congreso, como tampoco de cómo ha sido posible que desde la televisión pública se ofreciese durante años una parrilla en la que todos los magazines y las principales figuras de los informativos eran mujeres, como no se dice nada de esas oficinas públicas  en las que compuestas por decenas de personas detrás de una mesa de ordenador la figura del trabajador masculino no existe ya que todos los puestos están ocupados por féminas.  En fin no se trata de hacer un relato exhaustivo porque no tendría cabida en una entrada de blog pero es evidente que nos encontramos ante una igualdad descompensada y,  desde luego,  no a favor del género masculino.

Pero me gustaría añadir dos notas más a esta entrada que tienen que ver con el tratamiento de estos temas desde las instancias oficiales  y las académicas.  La primera tiene que ver con el silencio de ambos sectores en la denuncia de estas desigualdades e inequidades: a nadie debiera pasar desapercibida que en plena crisis el empleo público más de 200.000 haya ido a parar todo a las mujeres. Como tampoco se explica el silencio del mundo académico  y los profesionales que trabajaban en el campo social ante el increíble estrago que en ese terreno se está produciendo al trasladar a ámbitos como la psiquiatría  esa amalgama de variables según la cual los cambios de humor se conceptúan enfermedad mental al lado de la esquizofrenia o el autismo, y en un totum revolutum no se distingue entre variables subjetivas y variables objetivas lo que, inevitablemente, más que clarificar para lo que sirve es para ocultar y  convertir lo que debiera ser ciencia médica y social en mera ideología.


Estamos muy lejos de aquel feminismo de carácter democrático y base popular de otros tiempos ya que ahora éste se encuentra entretejido en todas las instituciones  y de modo particular en las de la Unión europea y la ONU desde donde  dictan magisterio y establecen normas sin que hasta el presente se hayan tropezado con la mínima oposición, como si de un nuevo despotismo,  éste de género, se tratase. 


11 octubre, 2013

Nueva Ilustración

Este país está necesitado de una nueva Ilustración, no porque hubiera habido alguna vez la primera, que salvo para  reducidos grupos de nuestra sociedad nunca ha sido así, sino porque aunque animada de un espíritu semejante  a la que en su momento alumbró la Ilustración francesa habría que construirla desde los presupuestos de la ciencia y la cultura de nuestro tiempo.

En mi opinión la ciencia junto a las grandes cimas del arte,  la literatura y la filosofía representa lo más grande que ha creado el ser humano y la base sobre la que construir una sociedad mejor en lo individual y lo colectivo. Y esto que debiera ser algo que no haría falta recordar, se está haciendo muy urgente repetirlo y defenderlo a tenor de lo que vemos y observamos cada día ya que, como dice Muñoz Molina en este artículo:  En España algo que nunca ha faltado son los defensores de la ignorancia.

Ya en su momento, por los años 70 del siglo pasado,  Umberto Eco anunciaba que caminábamos hacia una nueva Edad Media y, si la primera vez que tuve conocimiento de tal afirmación se me hacía difícil ver algo tan rotundo, hoy mis dudas son menores a tenor de lo que estamos viendo en terrenos tan variados como la política: lo universal ha muerto y ya solo cabe la defensa de los particularismos, en lo jurídico: desde diferentes ángulos del derecho se nos retrotrae a una negación de un derecho igual para todos y so pretexto de defensa de determinados colectivos se recupera la división existente en el trato a los ciudadanos según su sexo, su orientación sexual incluso su procedencia territorial, o en lo cultural donde la teoría de género y el posmodernismo lo ocupan todo.


Y se hace más imprescindible porque los sectores con mayor poder social y político no solo han dado la espalda a la ciencia y la cultura, sino que se han convertido en el bastión para impedir que el pensamiento crítico,  que la difusión de la ciencia y la cultura cobren el protagonismo que necesitamos para superar el pensamiento único y el marasmo que en  lo económico, lo cultural y lo político vive nuestra sociedad. Leyendo estos días las reacciones del statu quo ante los resultados de la PISA de adultos que sitúan a nuestro  país a la cola de la OCDE,  o las últimas entradas de Malaprensa en las que la voluntad de falsificación de datos y estadísticas  se hace moneda corriente, esta necesidad me parece todavía más urgente. 

08 octubre, 2013

Lo importante y lo que nos distrae

Algunas cosas dan una medida más exacta de la sociedad que tenemos que grandes peroratas. Traigo a esta entrada dos informaciones de muy distinto signo que seguramente pasarán casi desapercibidas, pero que  merecerían análisis  en profundidad. La primera tiene que ver con la disputa por la custodia de los hijos y la segunda sobre el panorama educativo en nuestro país.  Solo añadiría a lo comentado por Luri que lamentablemente los responsables del estado de nuestra educación son algunos más de los que él apunta  y quizá sea eso lo que explique  que  finalmente acabe cumpliéndose su vaticinio: dos días de gesticulaciones y  vuelta a la mediocridad.  



04 octubre, 2013

Enfermedad mental y género

Si entendéis bien esta noticia me gustaría lo explicaseis con claridad. En mi opinión en ningún lado del cuerpo de la misma parece quedar recogido el titular, pero tampoco veo la relación entre éste y un párrafo como el que sigue:

Resulta curioso, a ojos de la experta, que "las mujeres poseen una mayor esperanza de vida que los hombres, ponen en marcha mayor número de conductas preventivas, padecen en menor medida enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias adictivas, experimentan menor grado de accidentabilidad y, a pesar de todo ello, la sensación subjetiva percibida por parte de ellas sobre su bienestar, calidad de vida y estado de salud es significativamente peor que la que manifiestan los hombres."


30 septiembre, 2013

Información

Desde hace bastante tiempo el gadget de comentarios recientes no va y esto dificulta enormemente seguirles la pista a los comentarios que se hacen en entradas anteriores y si además son respuesta a otros comentarios resulta prácticamente imposible localizarlos. Si mi información no es incorrecta Blogger había prometido arreglar este problema con un gadget mejorado, aunque de momento no hay nada operativo en ese sentido. 

Digo lo anterior porque el último comentario de Humberto que corresponde a  la entrada: Las dueñas de la moral guardan silencio, a pesar de su interés os pasará desapercibido a la inmensa mayoría, por quedar situado en mitad de muchos otros. Confío en que Blogger dé resuelto ese tema pronto porque de otro modo se pierde información importante. Quizá mientras tanto sea mejor no enlazar los mensajes y encabezarlos con @aquienvayandirigidos, de ese modo al menos se localizarían fácilmente los últimos.

Solo añadir dos cosas más. Recomendaros la última entrada de Malaprensa: Estadísticas a instancia de parte,   que nos recuerda lo que acostumbra a suceder con las Estadísticas de parte y la mala práctica periodística de publicarlas sin análisis ni crítica, y también que aun cuando algunos puedan pensar en el blog como un lugar para el desahogo y para quejarse en tono destemplado de la dura realidad de género, recordarles que su objeto no es ese por mucho que nos podamos sentir solidarios de su situación.


Pretende, aunque a duras penas lo consiga, ser un espacio para la reflexión ante esa realidad y contribuir a crear una masa crítica que nos permita incidir mínimamente en ella para modificarla, aportando un punto de vista que tantos y tantas desean acallar. Y para eso hacen faltan argumentos de calidad y trabajos rigurosos que desmientan la nube en que nos tiene envueltos la asfixiante realidad de género y sus largos brazos. 

27 septiembre, 2013

¿Necesitan los hijos al padre?

Al neofeminismo no le gusta hablar del presente ni del futuro. No le interesa que se debata sobre las políticas de género. No quiere que se analice el estado de derechos y obligaciones en la sociedad del presente y su reparto entre hombres y mujeres. Le gusta hablar del pasado: por ejemplo el páter familias romano, incluso más allá, como le gusta hablar de la situación de la mujer en los países musulmanes. Y si acaso se ven forzadas a hablar del presente se trataría de la madre trabajadora  con doble jornada. 

Es decir, al neofeminismo le gusta jugar a la invisibilidad (hallazgo suyo) de la mujer de clase media o alta en los países desarrollados que no tiene hijos, o que teniéndolos puede pagarse una o más sirvientas, que goza de una saneada situación económica, en muchos casos compradora compulsiva, y cuya vida se desenvuelve con el nivel de holgura máximo que es posible en esta sociedad.  Y no desea hacerlo porque evidentemente ese concepto de mujer que maneja y que hace tabla rasa de las condiciones económicas e históricas, sociales y culturas que la definen haría que se viniese abajo esa teoría de que todas las mujeres son explotadas por el hecho de serlo, y todas están necesitadas de medidas especiales de promoción política, jurídica y social.

Desde luego no quiere hablar del fracaso escolar masculino, del mismo modo que maniobra para hacer imposible una ley de custodia compartida como esta sociedad se merece, como evita que se hable de la familia y si, aquella destrucción de la misma, anunciada por  Shulamith Firestone  y el feminismo de género, en realidad se refería en exclusiva a la destrucción de la figura del padre y a la búsqueda de todas las medidas que mejor consigan un alejamiento de éste de sus hijos y, en general, a los niños de los varones hasta el punto de que, en la actualidad un porcentaje muy elevado y creciente de niños y niñas no se tropiezan con la figura masculina hasta prácticamente el final de primaria. Mientras esto sucede en nuestras sociedades, estudios muy rigurosos sostienen lo que va continuación:

Maite Garaigordobil y Jone Aliri de la Universidad del País Vasco han realizado este el estudio que lleva esta presentación:
“El estudio tuvo 3 objetivos: 1) analizar las relaciones entre el sexismo hostil (SH), benevolente (SB) y ambivalente (SA) de padres-madres e hijos-hijas; 2) estudiar la relación entre el sexismo del padre y la madre; y 3) valorar si el nivel socioeconómico cultural familiar está relacionado con el sexismo.
La muestra incluyó 2.867 participantes, 1.455 adolescentes (768 chicas, 687 chicos) y sus padres (764 madres, 648 padres). Los resultados mostraron correlaciones positivas del sexismo (SH-SB-SA) de la madre con el SB de sus hijos, y con el SH-SB-SA de sus hijas. Se hallaron correlaciones entre el sexismo (SB-SA) del padre y el sexismo (SH-SB-SA-Neosexismo) de sus hijos, pero no se evidenció relación con el sexismo de sus hijas. Se confirmó la conexión intergeneracional del sexismo en la familia, de la madre en relación a los hijos-hijas y del padre en relación a los hijos. La madre aparece como una figura de mayor influencia, aunque se constató una mayor conexión entre el sexismo de madre e hija, así como entre el sexismo de padre e hijo. También se han hallado correlaciones positivas  entre el sexismo de ambos padres, y negativas entre el nivel socioeconómico cultural de la familia y sexismo de padres e hijos.”

Por su parte en: Nada es gratis, se publicó hace un tiempo una entrada con el título: ¿Qué pasa con nuestros chicos? en el que se analizaban las conclusiones de este estudio:

“Bertrand y Pan siguen durante doce años la trayectoria de veinte mil niños. En primer lugar, estudian la influencia de la escuela. Curiosamente, las diferencias en las habilidades no cognitivas entre chicos y chicas no varían en función del grado de disciplina de la escuela, de la edad a la que los niños comienzan la guardería o del sexo del maestro. Sin embargo, la estructura familiar resulta ser un factor clave. Los niños (varones) que se han educado fuera de la llamada familia tradicional (ambos padres biológicos presentes) tienen graves carencias en habilidades no cognitivas. Por ejemplo, la probabilidad de ser expulsados por mal comportamiento de la escuela, uno de los mejores predictores del fracaso escolar, es muy superior (25% vs 10%). Según los autores, en parte esto se debería a que las madres solteras tienden a pasar menos tiempo con sus hijos varones que con sus hijas. Además, las madres solteras también declaran una mayor distancia emocional respecto a sus hijos varones. Pero la principal razón es que los niños son especialmente vulnerables en las familias monoparentales. Estas familias dedican menos tiempo a sus hijos (e hijas) pero es el desarrollo no cognitivo de los hijos varones el que se ve afectado en mayor medida. El aumento en el número de niños que no convive con ambos padres biológicos habría agravado el problema en las últimas décadas.”

En su obra: El cerebro masculino, Louann Brizendine enfatiza el papel del padre en la formación de los niños. Contiene varios epígrafes con títulos tan expresivos como:  El tiempo con papá incrementa la seguridad en uno mismo,  La broma: el espíritu de comunicación masculino, La severidad verbal prepara al niño para el mundo real… pero también frases como las siguientes: “Los investigadores de la Ohaio State University  han observado que las convicciones del padre acerca del grado de participación que debe tener en la educación del niño no cuentan; es la madre la que lleva la voz cantante” o “Los investigadores han mostrado que el modo en que juega el padre con su hijo hace que el niño sea más curioso y mejore su capacidad de aprendizaje. En comparación con los juegos de la madre, los del padre son más físicos y bulliciosos. Los investigadores han observado que el juego paterno es más creativo e impredecible y, por tanto, más estimulante.


Cada uno por separado, pero mucho más todos juntos, ofrecen una visión de las cuestiones relacionadas con la familia y los hijos rompedora de los eslóganes y lugares comunes que circulan entre la opinión pública de nuestro país. Establecer un debate en torno ellos seguro reportaría un cambio radical en muchas de las políticas actualmente en vigor. 


22 septiembre, 2013

La venda antes de la herida o cómo eludir responsabilidad

Cuando todos los derechos sobre la reproducción son femeninos alguien nos regala esta joya con este título: 

No soy madre porque no quiero


Y estos dos subtítulos:

-        Persiste la presión social a favor de la maternidad, pero no de la paternidad

-        La mujer sin hijos suele ser calificada como egoísta
  

Porque mi pregunta sería: ¿Qué eficacia tendría la presión sobre los hombres si estos carecen de cualquier derecho en este terreno? O es que ¿Un día se puede proclamar: Nosotras parimos, nosotras decidimos, y al siguiente echarle la culpa al de enfrente?


17 septiembre, 2013

El rol de protector del varón

La última entrada de ¿Quién se beneficia de tu hombría? es importante por lo que dice, pero también por lo que sugiere, al demostrar que la violación no solo no es un asunto tolerado y normalizado en el patriarcado sino el principal resorte para mover a actuar a los hombres y utilizarse como banderín de enganche para alistar a los jóvenes a los ejércitos y la guerra, o justificar invasiones como la de Panamá y tantas otras.

En los varones existen resortes, más o menos inconscientes,  que en determinadas circunstancias nos llevan a poner en juego incluso nuestra vida si se trata de  proteger la de otros, en particular la de mujeres y niños,  y ese mecanismo que en la entrada se relaciona con las acciones referidas a la guerra se extiende, sin embargo, mucho más allá de ese momento apareciendo en múltiples fórmulas  de protección cada una con su nivel de intensidad. En un comentario que colgué en la citada la entrada decía más o menos:

El mecanismo es el mismo cuando hablamos de estos llamados para alistarse e ir  a la guerra, que cuando en el Titanic, y tantas otras situaciones parecidas, se decide salvar a las mujeres y los niños primero, pero en múltiples ocasiones de la vida diaria. Recientemente criticaba en mi blog un artículo firmado por un eurodiputado: que ante el despilfarro de esfuerzo y dinero público que supuso la acción impulsada por  las feministas y llevada a cabo por el Ministerio de Industria de unificar las tallas femeninas, arremetió con toda intensidad contra unos cuantos intervinientes en la operación que, ¡oh casualidad! resultaron ser varones, y lo hizo olvidando en todo  momento cualquier reproche a las promotoras de la medida.

Pero está presente en cada uno de nosotros. No hace mucho tiempo un comentarista habitual en ésta y otras bitácoras y con un punto de vista muy crítico hacia el neofeminismo,  no dudaba en reconocer que él como profesor tendía a puntuar mejor a sus alumnas. Pero todos sabemos de la mayor benignidad de los tribunales de justicia hacia las mujeres, o del especial orgullo que les procura a los políticos poder ser el único varón invitado a una reunión de mujeres y la especial satisfacción de poder anunciar una medida en su exclusivo beneficio.

O también como nuestras Cámaras no tuvieron gran problema, a pesar de contar con informes desfavorables de los penalistas y en general de todas las fuentes consultadas: RAE, Consejo de Estado, etc. para aprobar la LIVG o, menos comprensible todavía, que cuando se hizo una reforma de la ley de divorcio para incluir en ella la custodia compartida todo terminó de la forma que conocemos y el Tribunal Constitucional tardó siete años en pronunciarse sobre una cuestión de inconstitucionalidad que mientras tanto estuvo perjudicando gravemente a los varones y sobre todo a la justicia, o las trabas que el CGPJ está poniendo ahora mismo a la reforma de dicha ley en el sentido de que sean los jueces quienes determinen cuando corresponde dictaminar una custodia compartida, sin que hasta el presente se conozca ningún pronunciamiento en relación con la práctica de resolver la custodia siempre a favor de la madre.

El neofeminismo desde luego no lo desea pero los varones debemos reflexionar muy seriamente sobre aspectos de nuestro comportamiento en los que el atavismo de la protección se antepone a cualquier otra consideración y actúa haciendo descargar sobre otros hombres y sobre nosotros mismos pesadas cargas que como en el caso de esos llamamientos a alistarse a un ejército en guerra ponen en peligro nuestra propia vida. Y debemos hacerlo porque sería un enorme fiasco que después de toda la historia de los dos últimos siglos el rol del varón permaneciese igual a sí mismo y como siempre ha sido. 


07 septiembre, 2013

La invisibilidad como estrategia

Una de las acusaciones históricas del feminismo apuntaba al excesivo protagonismo de lo masculino en la esfera pública, a la ocupación de todo el espacio público por parte de los hombres condenando a las mujeres a la invisibilidad, y muchos fueron  y son quienes dieron y dan credibilidad a dicha acusación como si se tratase de una imposición unilateral de los hombres.

Pero, qué sucede en la actualidad, qué sucede ahora que ya no se puede argüir un menor número de mujeres con título universitario ya que son mayoría y cuando grandes espacios de lo público están ocupados mayoritariamente o muy mayoritariamente por las mujeres: educación, sanidad, justicia sobre todo la relacionada con la familia, administración pública, etc. y la presencia de las mujeres es mayoritaria en los medios de comunicación y nada desdeñable en la política.

Pues sucede que su voz es más bien escasa en ese ámbito de la opinión pública que anima el debate y la deliberación social y así es prácticamente imperceptible en los foros de educación y en los de la economía, la política y tantos otros. Y, lo más llamativo, parece como si alguien hubiese decretado el silencio en los temas relacionados con la “igualdad  y no discriminación por razón de sexo” y entendiese que las posiciones del neofeminismo en  el debate público en relación con todos estos temas debiese estar protagonizado por los hombres profeministas y asociaciones como Ahige, cuando no directamente por los partidos políticos.

Todo lo anterior sin menoscabo de su influencia mediática, social y política que más que perjudicada por esa actitud ausente parece estarle dando muy buenos réditos. Al menos para mí no deja de constituir una situación extraña y sorprendente.


03 septiembre, 2013

Masculinidad

En el mundo que vivimos los problemas para los chicos parecen multiplicarse como se recoge por ejemplo  en esta vieja entrada en lo relacionado con la educación.  Pero muchos son los estudios de los más prestigiosos especialistas  que ponen en evidencia otros tantos problemas atinentes a la infancia y la juventud particularmente de los niños criados en ausencia de la figura del padre. Y, al igual que para los de los  adultos, no solo no se ven iniciativas  para identificarlos y abordarlos, más bien pareciera que el solo hecho de señalarlos convirtiera a quien lo hace en sospechoso de algo. Por solo citar algunos: fracaso escolar, obesidad mórbida,  déficits de atención,  mala gestión del tiempo,  conductas impulsivas,  agresividad no controlada…  Y otro tanto de lo mismo podemos decir de los adultos como consecuencia de la demonización de la masculinidad y la falta de reconocimiento de la paternidad, derivando todo ello en trastornos de todo tipo y suicidio, por no citar ya los más comunes en el contexto de crisis económica, política y moral que vivimos.

Todo ello debe conducirnos a repensar el papel del varón  y la masculinidad en la sociedad y el momento que nos ha tocado vivir. Preguntarnos cómo hemos llegado hasta aquí y qué sería necesario para salir de esta situación.  Qué se está haciendo y qué no para abordar todas estas cuestiones y desde qué ópticas. Interrogarnos sobre el porqué de la aparente pasividad de los propios hombres ante problemas de tan gran dimensión. Quizá detectaríamos que la propia demonización de la masculinidad está impidiendo una aproximación sin prejuicios a estos temas, o que sean justamente quienes han asumido la masculinidad como portadora ineluctable de  violencia y agresividad quienes pretenden que tienen la solución pero finalmente  tal cosa se quede en cursos y talleres de planchado y cocina.

Sé que ninguno de los que seguís la bitácora habéis leído la entrada: Nuevas masculinidades, en clave de que  considere que no es necesario repensar la masculinidad y el papel de hombre, tampoco que me agrade lo que veo está sucediendo con la figura del varón, o  que tenga interés en defender su rol histórico, aunque solo fuese por la cantidad de veces que lo tengo criticado, pero sobre todo  por las muchas ocasiones en que conduce a la marginalidad y la miseria. O que no me parezcan pertinentes algunas reflexiones sobre estos temas, por ejemplo, las que ha desarrollado con tanto acierto Enrique Jimeno en sus blogs: Buenamente y otros. Debería ser evidente que, desde  la crítica que  hago al neofeminismo y  la consideración que esta sociedad tiene del varón, entiendo que muchas cosas deben cambiar y con ellas lo que haya de ser la imagen y la vida de los hombres. 

De lo que tengo la impresión cada vez más consolidada es de que los profeministas hablan de nuevas masculinidades porque temen hablar de masculinidad, no digamos ya masculinismo. No tienen problema, más bien al contrario, en hablar de feminidad o feminismo pero cuando hablemos de los hombres quieren llevar la cuestión a ese terreno postmoderno  de las nuevas masculinidades, a ese terreno en que no moleste  sino todo lo contrario a la teoría de género, y al papel subalterno que para el hombre tiene reservado. Y es por eso por lo que  dicen  que el varón lo que necesita es un nuevo traje que cubra un cuerpo y una mente vaciado de su  masculinidad –si tal cosa fuese posible- a la que consideran una especie de nuevo pecado original y una culpa que previamente es necesario expiar para, purificado, recibir la bendición de la nueva mujer. No es casualidad que el orden de las lecturas que se nos ofrecen sea primero sobre el feminismo de la mano de Nuria Varela y solo después a Bonino y Peskador.  

Todo el artículo, pero particularmente el último párrafo de dicha entrada así lo deja ver, léase sino: Chicas y chicos, ya hay nuevos hombres disponibles en el mercado. Si queréis ser uno de ellos, el manual de instrucción es sencillo: cómprate un libro y lee; toma consciencia de tu manera de estar en la sociedad; escucha, siente y piensa en las decisiones y actos que llevas a cabo. Es posible que haya una forma más inteligente y bonita de hacer las cosas, para ti y para los demás.” Lo que unido a la bibliografía recomendada particularmente la referencia a Nuria Varela y su libro: Feminismo para principiantes -libro del que por cierto en este blog realizamos una crítica en su momento: aquí y aquí-, deja poco lugar a la duda. Baste decir para entender la enjundia intelectual de la obra que, en uno de esos ejercicios de: yo hago lo que en otros considero machismo, presenta a John Stuart Mill como el “marido de la feminista” y eso a pesar de tratarse de uno de los más grandes impulsores del feminismo de todos los tiempos, y sobre todo de un gran filósofo.  

Por decirlo brevemente: cuando lo que necesitamos es repensar íntegramente al varón en la sociedad actual, es decir, saber qué pasa con su infancia, por qué los niños fracasan en la escuela, a qué dificultades nuevas y de siempre se enfrentan los adolescentes y  qué sucede con el hombre a lo largo de toda su vida, cuando lo que necesitamos es saber qué acontece  con lo que va dentro del traje: con el hombre entero, sus dificultades y sus anhelos,  lo que se nos ofrece es un simple tuneado de carrocería sin importar el estado del chasis y el motor. Cuando hay bastante coincidencia en que lo que está pasando no es del agrado de una cada vez más importante mayoría social, se nos ofrece un parche, un cambio de imagen siguiendo un patrón previamente establecido en los estudios de género, que justamente se caracteriza por una visión acusadora de la masculinidad como fuente de todos los males de las mujeres y la sociedad.

Si lo que se precisa es recuperar el contacto de padres e hijos y acabar con la exclusión del varón en casa y la escuela y para eso necesitamos una Ley de custodia compartida (y no todo está claro en este asunto),  un permiso de paternidad que no se quede en el ridículo actual y unas plantillas de profesorado equilibradas en las primeras etapas de la educación, cuando precisamos saber por qué fracasan en la escuela los varones, cuando es de justicia acabar con todas esas campañas que, como si de un castigo divino se tratase,  presentan al varón como agresor y violento -también en la adolescencia-, cuando necesitamos que la paternidad sea reconocida y se hace necesario el debate y la deliberación sobre estos temas con participación masiva de los hombres, el neofeminismo pretende que ya tiene la solución de lo que los propios hombres desconocen, y  solo queda que los expertos profeministas apliquen la receta. De ningún modo conciben que lo que está en juego es: lo que los hombres dan y reciben de la sociedad, sino que pretenden que asumamos con resignación lo que nos quieran echar encima. En su opinión el hombre no tiene problemas, el hombre es el problema. 



28 agosto, 2013

Las dueñas de la moral guardan silencio.

«Miley Cirus simplemente reemplazó talento por sexo». A propósito de su actuación en la gala de los premios MTV.
«Yo hago porno y lo lleno de valores». Erika Lust, sueca afincada en Barcelona que hace porno femenino.
Quizá algún día alguien explicará por qué quienes consideran a la pornografía violencia de género guardan silencio ante Erika Lust, y quienes han convertido un piropo en una forma de acoso o denuncian el desenfreno en los sanfermines, no tienen nada que decir ante tanta artista que ha decidido que a donde no llegue con su talento lo hará con su cuerpo.


Entre los muchos misterios del neofeminismo no es el menor saber cuándo debemos considerar que las mujeres son tratadas como objetos sexuales de cuando no importa si llena la cartera de la protagonista. Aunque a la vista de la experiencia parece que solo interesará esa calificación en aquellos casos en los que se pueda usar como arma arrojadiza contra los hombres.