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30 noviembre, 2011

Cuando se pretende que ellos y ellas no comparten nada


Cuando uno lee determinados escritos del neofeminismo y observa el tono acusatorio y el desprecio, sino directamente la misandria, con que se trata lo masculino, incluso referido a los que sufren minusvalía, ha de entenderlo como la fiebre, como el síntoma gracias al cual podemos darnos cuenta de que lo grave es lo que  está  por detrás o por debajo y no vemos. Cuando yo decía que el neofeminismo está creando compartimentos estancos me refería a esto, conseguir condicionar  de forma casi absoluta el pensamiento de algunas  personas y encerrarlas en un nacionalismo de género que, solo les permita ver lo propio y ante cualquier dificultad recurra sistemáticamente a echar la culpa al otro, al de enfrente, como por otro lado vemos  tantas veces sucede con los nacionalismos políticos.

Es verdad que hombres y mujeres hoy compartimos más espacios comunes que en otros momentos históricos pero también es cierto que se puede estar cerca físicamente y muy lejos mentalmente  y el estereotipo de hombre violento y abusador del que siempre conviene desconfiar, está causando muchos estragos y no todos de fácil apreciación.  El dualismo maniqueo de buenos y malos está muy presente en nuestra cultura y a poco que se le dé cauce florece y se desarrolla, sea con base religiosa, territorial o, como ahora vemos, de género. La imagen siempre en negativo que  con tanta profusión se está propagando  del hombre acaba deshumanizándolo y, desde ese momento, muchas cosas antes impensables terminan siendo posibles.

En cualquier caso el género es una construcción ideológica que sirve de base a las políticas de toma del poder del neofeminismo ocultando  la realidad al simplificarla hasta límites irreconocibles todo ello en la intención de esconder que hombres y mujeres no solo compartimos una común humanidad, también espacios y problemas que nos afectan como comunidad y no como género. El neofeminismo puede jugar a la idea de que en la sociedad hay hombres y mujeres y nada en medio, pero eso no va evitar que lo que hay en medio exista ahora, haya existido siempre y vaya a seguir existiendo.  No hay un Parlamento masculino y otro femenino, no hay un Gobierno para hombres y otro para mujeres, como no hay una economía, entendiéndola en sentido social, para cada uno, hay una economía general de ambos como existe un único Gobierno y un solo Parlamento.

Planteadas las cosas así cabría preguntarse si alguna vez el género va a hablar de lo común,  de lo que por fuerza hemos de compartir, de lo de todos, o si piensa refugiarse sempiternamente en el egoísmo de género para ampliar y horizontes y contarnos su política educativa, entendiendo por tal no solo la denuncia de no sé qué discriminación,  o su planteamiento hacia Europa y la globalización, o sus propuestas para encarar la crisis o si por el contrario hará como es costumbre dejar que de esos problemas se ocupen otros que lo que les interesa es lo exclusivamente suyo.  Están  en su derecho a exigir su parte en el momento de la distribución, pero siempre que no se oculten a la hora de  la producción, su parte en los momentos de bonanza pero que no rehúyan los momentos de crisis, porque o mucho me equivoco o ese trabajo pretenden que correspondiera a otro. 

Quizá como resumen se podría decir que es muy importante que las sillas de discapacitados  se adapten a las necesidades de cada sexo, pero más importante todavía es que ellos y ellas puedan acceder a una cuando la necesiten y que dar por supuesto que están ahí y sólo hace falta cogerlas es la prueba más clara de lo interesado de las ideas que profesan algunas, a las que se les escapa que las cosas no vienen llovidas del cielo, aunque esa sea la percepción en quién está para pedir pero no para dar, para exigir sin aceptar la recíproca, quien se considera en los derechos pero no en las obligaciones.
  
Por cierto, en el comentario de ayer al artículo de Carmen Morán se me olvidó citar que las discapacitadas gozan de ayudas a la contratación de las que no gozan los discapacitados.

26 noviembre, 2011

Comité federal del PSOE

Después de haber  escuchado lo que salió en los medios de la intervención de Zapatero, la impresión que me quedó es que, al igual que sucedió con la crisis económica, está demostrando la misma incapacidad para darse cuente de la crisis en que ha metido a su partido. En su descargo habría que decir que tampoco ninguno de los participantes pareció atreverse a sostener algo distinto a la idea defendida por él: que perdieron las elecciones por la crisis, pero que el balance sigue siendo muy positivo en derechos sociales.  De esta forma veo muy difícil que puedan conectar con la ciudadanía, que tiene una percepción bien distinta de lo acontecido estos años, ratificado además por las cifras, se refieran éstas al paro, el incremento de la  desigualdad de renta, el fracaso escolar y tantos otros, lo que unido a que tampoco en el plano de las instituciones la percepción ciudadana es buena hace un resumen bien diferente de la situación.

Lo que sucede con Zapatero es digno de análisis. Triunfador contra el Aznar rígido y de la derechona y llevando por bandera su “talante”: dialogante, conciliador, de consenso… ganó sus primeras elecciones con un mensaje: no es defraudaré. En línea con su rupturismo de formas quiso alejarse todo lo posible del PSOE de Felipe González, y no sólo formó un Gobierno  con igual número de mujeres que de hombres, no tuvo empacho en que desde el Gobierno se organizase un pase de modelos  de  sus ministras para una revista de moda, incluso se pretendió un acto con la en aquel momento presidenta de Chile al que solo podrían asistir mujeres, acto que no llegó a realizarse por oposición  de la señora Bachelet. 

Para su segundo mandato a todo esto añadió su condición de “feminista radical” anunció que España había superado en PIB a Italia y que pronto nos igualaríamos en términos económicos a Francia y Alemania.  Ahora ya mucho más presidencialista en el Gobierno y el partido, fue alejando de su círculo a todo aquel que mostrase peso específico: Caldera, López Aguilar, Jordi Sevilla, Pedro Solbes, Cesar Antonio Molina… El resultado fueron unos gobiernos  que como mínimo habría que calificar de flojos y un partido donde cualquier disidencia o discrepancia desaparecieron hasta hacerse cero.  Su actitud personal tampoco ha estado en consonancia con la imagen que siempre se quiso transmitir de él. Rehuyó en todo momento dar explicaciones directas a la ciudadanía sobre la crisis y en ningún momento puso su cargo de secretario general del partido a disposición de éste. No aparecer en la noche electoral tampoco lo deja a muy buena altura.


Aún cuando en todo momento sus formas dialogantes escondían una importante rigidez de fondo, no fue hasta el momento de la crisis económica que esta característica se puso claramente de manifiesto, primero negando que la hubiera, luego que estábamos en mejores condiciones que nadie para abordarla y finalmente que todo lo que en su gestión fue un desastre se debió a ella.  Por medio sucedió, sin embargo, que cuando las cosas comenzaron a pintar feas y su electorado de base socialdemócrata comenzaba a dar signos de desafección no dudó en formar un segundo Gobierno donde ya el peso recaía de forma muy clara en destacados dirigentes del período de Felipe González, para acabar en una campaña electoral en la que el peso del ex presidente González fue muy superior al suyo.  


Ahora y a pesar de la difícil situación de la ley de dependencia, de la importante crisis de la sanidad, o de que en ningún momento de su mandato las cifras de fracaso y abandono escolar mejoraron y se incumplieron todos cuantos objetivos se iban fijando para la misma, estuvieran establecidos desde el propio Ministerio, o desde la UE, insiste en que bajo su mandato se produjo una ampliación de las libertades y derechos sociales,  por lo que teniendo en cuenta, que  no se refiere a nada que tenga que ver con el paro o la distribución de la renta, la mirada ya solo cabe dirigirla hacia la legislación de género y el matrimonio homosexual.   


En cuanto a esto segundo nada tengo que objetar aún cuando crea que se hizo todo lo posible para que el PP no lo aceptará y, en cuanto a la legislación de género en algún momento y fuera de la propaganda oficial, que es mucha y desde casi todos los frentes, algún día el PSOE deberá  realizar un análisis sosegado sobre si impedir la custodia compartida, promover la desigualdad jurídica entre hombres y mujeres y algunas otras cosas contenidas en la legislación de género aprobada por sus  Gobiernos debe entenderse como ampliación de derechos y libertades o, si  más bien la única interpretación posible sea la de recorte de derechos en lo relativo a la custodia compartida e importante  retroceso en lo relativo a la igualdad jurídica. Todo ello acompañado de la  demonización de la figura masculina. Yo no tengo ninguna duda de cual deba ser la respuesta. 


25 noviembre, 2011

Apuntes para un nuevo sistema educativo

La etapa de  infantil no debería tener contenidos académicos en sentido estricto y habría que trabajar en la idea de plantillas compensadas por sexo. Sería necesario ampliar  los permisos paterno y materno de tal modo que los niños pasasen con la familia el mayor tiempo posible.  
En mi opinión la clave de bóveda está en Primaria porque ahí es donde con más claridad está fallando nuestro sistema. De esa etapa los alumnos debieran salir con un buen nivel de lectura comprensiva y cálculo y con conocimiento de técnicas de estudio básicas: calidad de la letra, orden de los textos, sistemática de los apuntes, métodos de estudio, etc.
Aún cuando mi apuesta es por la escuela compartida entiendo que se hace preciso tener en cuenta los  diferentes desarrollos psicológicos y emocionales de niños y niñas, a fin de integrarlos como pluralidad en una enseñanza personalizada sin pretender un modelo único y universal en base al comportamiento de las niñas. Los enormes avances de la neurociencia así lo reclaman por contraste el estrepitoso fracaso del modelo culturalista de la tabla rasa vigente de modo implícito en el actual.
Desde luego el conocimiento del idioma instrumental  y el trabajo con el cálculo y las matemáticas debiera estar claramente fomentado. Son los instrumentos necesarios para cimentar cualquier otro saber. Habría que recuperar los dictados y la memorización de canciones, poemas o breves textos literarios. Desde Primaria habría que centrar los contenidos en las cuestiones académicas, aligerando los currículos tanto en esa etapa, como sobretodo en Secundaria.
También habría que realizar un importante esfuerzo para atraer a los hombres hacia la formación de los niños en los primeros años de vida, ya que parece claro que en la relación alumno profesor se aprenden muchas más cosas que la enseñanza formalizada y que el contacto con personas de los dos sexos es enriquecedor en ambos sentidos.
En la educación secundaria sería necesario aligerar ampliamente el currículo y conseguir una buena compensación de materias entre las ciencias y las humanidades además del o de los idiomas propios y una lengua extrajera. Parece que hay bastante coincidencia entre los profesionales de que 12 años es una edad demasiado temprana par llevar a los alumnos a los centros de secundaria, resultando mejor la de 14 años. Se haría necesario prolongar el BAC que en los dos años actuales resulta muy concentrado.
Por supuesto que el fracaso escolar y en particular el masculino deberían ser motivo de seria reflexión y de puesta en marcha de medidas para corregirlo en la perspectiva de su total eliminación.  Seguramente harían falta un conjunto de medidas entre ellas contemplar  grupos más reducidos  en alguna etapa especialmente crítica y desde luego dotar a los centros de los mecanismos necesarios para evitar que los comportamientos disruptivos terminen impidiendo el desarrollo de las clases y la atención que se merecen los alumnos que van bien  y mantienen una actitud correcta. 
Otras cuestiones serían que la religión debería quedar fuera del currículo y Educación para la ciudadanía debería abandonar su carácter doctrinario y de género y sin embargo debería reforzar enormemente el conocimiento de nuestra Constitución y ordenamiento jurídico, y de la estructura y funcionamiento de la Unión europea.  El conocimiento no debería quedarse en los aspectos más superficiales y debería profundiza en los mecanismos de financiación, y en el funcionamiento de la estructura política.  

24 noviembre, 2011

Necesidad de debate

Lo que quizá con más fuerza ponen en evidencia los comentarios a las entradas anteriores es la necesidad que existe de hablar de estos temas sin los corsés –cuando no total ausencia de debate- hasta ahora impuestos por quienes tenían y siguen teniendo las plataformas donde éste podía haberse producido, controladas sin excepción  desde posiciones próximas al feminismo institucional y a los hombres profeministas.

Resulta de todo punto ilógico que cuando se trata de hablar sobre la propuesta de una sociedad más igualitaria y donde los sexos dejen de jugar el papel tradicional, porque uno nuevo parece ser reclamado por todos, los hombres se vean excluidos del debate y sus posiciones tachadas con los peores calificativos si acaso no coinciden con los dictados del feminismo dominante,  cualquiera que sea el nombre con el que se autodenomine.

Que en nombre del feminismo se rechace un derecho como la custodia compartida, o que alguien pretenda que el debate cultural y científico sobre el SAP se debe cortar a través de una disposición legal, son cosas con las que muchos no contábamos  ni en los peores sueños, tampoco con la presunción de culpabilidad masculina en los temas de violencia o acoso.  

Son, sin embargo, cada día más evidentes las estridencias y contradicciones que un modelo así está provocando: ausencia de reciprocidad; falta de equidad; caricatura y denigración de la figura masculina; ausencia de transparencia, información y rigor; recurso permanente al código penal para resolver cualquier conflicto personal o familiar; uso y abuso de la estadística siempre al servicio de una ideología, etc.

Desde esta bitácora y desde un primer momento la intención ha sido propiciarlo, porque es evidente que una plataforma como la Red no puede quedar al margen de un problema de tanta magnitud, con tantas caras y aristas y necesitado de las aportaciones de todos y todas, y porque sabemos que es necesario desvelar muchas zonas oscuras de este asunto si queremos de verdad caminar juntos hacia esa sociedad más justa e igualitaria. Y lo sabemos porque cada día observamos cómo se oculta información, observamos un permanente sesgo informativo y descubrimos el interés por limitar u ocultar el alcance de muchos temas.

La condición que todos debemos respetar en el debate tiene que ver con la educación y el respeto por las personas, aún cuando es de suponer que de entrada haya posturas muy distanciadas. Ya en un plano más técnico que los comentarios sean algo más breves quizá daría una mayor agilidad a los temas permitiendo un  mejor seguimiento de lo que se está diciendo.  Por supuesto, quedo abierto  a todas las sugerencias que deseéis hacer. También pediros disculpas si en algún caso no se hacen las cosas con la diligencia precisas porque no tengo todo el tiempo que desearía para atender la bitácora. En cualquier caso muchas gracias a todas y todos. 


21 noviembre, 2011

Feminismo y dominación

Aloe, que en nuestra sociedad  las posiciones del neofeminismo  en relación con la idea  de una histórica dominación masculina como ejercicio de puro sexismo y defensa del propio género, están ampliamente extendidas, parece un hecho fácilmente constatable. Está en la literatura feminista, está en la práctica cotidiana del feminismo institucional: Secretaría de igualdad, Instituto de la Mujer, etc.  como lo está aunque de forma algo más difusa en otros ámbitos sociales como la prensa, por ejemplo, el blog Mujeres del que tantas entradas hemos comentado en esta bitácora y,  tantas pruebas incontestables de sexismo y muestras de  segregación por género nos ha dado, comenzando por su propio nombre y continuando por  sus contenidos y que, por otro lado, no disimula que con lo que tiene que ver es con la lucha por el poder y el empoderamiento de las mujeres.

Esas realidades y otras muchas recogidas en esta bitácora no las hemos creado los hombres, ni representan guetos en los que se ha encerrado  a las mujeres para dominarlas, representan la expresión más clara y contundente de un poder político e ideológico de dimensiones considerables que desde aquí combatimos por sexista pero también porque en última instancia terminará perjudicando a las propias mujeres como desde multitud de ámbitos se viene demostrando. Acusarnos de que  con nuestra denuncia seamos nosotros quien estemos provocando  tal división no solo no es justo, es que no responde para nada a la realidad de los hechos. Pensar que un blog como Mujeres o la importante reestructuración de un periódico como El País para adaptarlo a esta realidad de género constituya algo de escasa relevancia constituye a mí entender  desenfocar de forma importante lo que sucede.

Un planteamiento como el arriba descrito  supone por lo demás  la aceptación de la existencia de un sujeto colectivo que tendría preeminencia sobre las propias personas de carne y hueso y supone  la división de la humanidad en dos mitades homogéneas: unívocamente establecidas y con intereses enfrentados y, esto, no sólo está en el debate cultural e ideológico, sino que ha sido trasladado al campo jurídico y legal de nuestros país en multitud de leyes y prácticas sociales: LIVG, Ley de igualdad…  con protocolos de actuación diferentes según el sexo en los casos de violencia de género o doméstica establecidos en la ley, etc. Y ha sido trasladado a prácticas sociales de forma tan sesgada que en las encuestas sobre violencia o acoso, por sólo poner dos ejemplos, ya ni tan siquiera se pasan las entrevistas o los cuestionarios a los hombres, sino que se parte de la presunción de su culpabilidad.

Esto que tan duro resulta de relatar y me supongo de leer está en nuestra realidad jurídica, social y política y de lo que nos habla no es de una anécdota, ni convierte en sexista a quien lo combate,  mucho menos constituye un camino hacia la igualdad y la superación de los roles y los estereotipos de género, más bien al contrario, so pretexto de una división histórica entre hombres y mujeres propiciada por los primeros, el feminismo dominante está consiguiendo hacer de los sexos compartimentos estancos  con unas posibilidades de comunicación cada día más reducidas. Es más, para este feminismo existe algo así como una presunción universal de credibilidad de la mujer que confrontaría claramente con la presunción de culpabilidad de los hombres expresada más arriba.

Esta es la realidad que ha dado su razón de ser a esta bitácora que en su origen nada tenía que ver con el masculinismo porque ingenuamente creía que esa deriva sería posible corregirla, pero que hace ya tiempo se ha demostrado que se trata de una deriva fomentada desde dentro y fuera del  poder  y que mantener la actitud histórica de los hombres de dejar hacer y esperar a ver qué pasa, descartando que algunas cosas pudieran haber pasado, ha constituido  un monumental error del que ahora efectivamente no queda más que lamentarse.  Que se regatee y se engañe con un derecho como el de la custodia compartida, o que las máximas opositoras al mismo, sean quienes se dicen feministas que defienden la igualdad  se comenta por sí solo.     

Y yendo a la crítica de  una posición así,  habría que decir que tal esquema simplifica de modo grotesco no sólo lo que han representado los sexos históricamente, elimina también de un plumazo el espacio común que hemos venido compartiendo mujeres y hombres a lo largo de la historia y conduce a conclusiones absurdas como rechazar la ciencia o la técnica por masculinas cuando de forma tan palmaria se ha demostrado los beneficios que para todos y todas ha representado. Conduce incluso a cosas más estrambóticas y fuera de sitio como considerar la homofobia o el bullying formas de machismo, lo cual no es solo una forma indirecta de culpar al hombre, también constituye una forma de exculpación de la mujer.

De hecho este es el callejón sin salida a que han conducido las derivas de las corrientes feministas que aquí denominamos neofeminismo cuando tildan de machistas cosas como la ciencia, la informática o la política, también cuando interpretan que el diccionario de la lengua es una construcción interesada y machista que a quién beneficia es a los hombres, y eso, cuando día a día descubrimos el rédito obtenido gracias a que por ser el género marcado se goza de la opción de usarlo como tal cuando interesa, para refugiarse en el genérico cuando conviene, y nunca se haya producido  protesta alguna porque en nuestra realidad social y cultural se produzcan expresiones como: “con la sobreexplotación de los recursos, el hombre pone en riesgo la vida del Planeta.”  

Como en algún momento me pareció observar que compartías  esa visión histórica que supondría el hombre como ser dominante y la mujer como ser dominado me gustaría plantearte y que nos planteemos  algunas preguntas,  porque creo que en el ejercicio de reflexión a que puede conducir la búsqueda de la  respuesta  será más fácil superar esa visión estereotipada de la historia que hoy se vende como la de verdad y que estaría en la base de la justificación de lo que en este terreno está pasando.

¿Qué significado crees que habríamos de dar al hecho de que el sapo de la Revolución Industrial nos lo hayamos tenido que tragar los hombres, pero las principales beneficiarias del Estado del Bienestar sean las mujeres? ¿Qué significación habríamos de dar al hecho de que los trabajos de cuello azul correspondan a los varones y los de cuello blanco a vosotras? ¿Qué significado deberíamos dar a que, con la excepción de Israel, cuando la mili es obligatoria lo es sólo para ellos? ¿Qué lugar ocupa todo lo anterior en esa historia de la dominación masculina y de la discriminación y explotación femenina? Y ahora vengamos al presente:

¿Qué valor hemos de dar al hecho de que en la actualidad las mujeres tengan todos los derechos sobre la reproducción? ¿Y a que los niños puedan, y de hecho lo hagan en proporciones cada vez mayores, crecer sin contacto con la figura masculina? Más aún, teniendo en cuenta el especial valor de la educación en los primeros años de vida, ¿cabría establecer una responsabilidad  mayor de las mujeres por lo que suceda en esa etapa de la vida o quizá, debamos interpretar que el fracaso educativo particularmente de los varones es responsabilidad compartida de todos, cuando no responsabilidad de una sociedad machista y patriarcal como el neofeminismo nos propone? ¿Qué valor debemos dar a los estudios de campo que nos dicen que el papel de las madres en la transmisión de los roles y estereotipos de género es superior al de los padres?

Las anteriores cuestiones podrían ser otras, también más, pero entiendo cumplen el objetivo del ejercicio que aquí se plantea.

18 noviembre, 2011

Vencen pero no convencen

Es verdad que no conseguimos arrancar ni una sola palabra sobre muchos temas: fracaso escolar masculino, custodia compartida, ley contra la violencia de género… al neofeminismo, en cualquiera de sus expresiones: feminismo institucional de género u hombres profeministas, pero eso, lejos de significar una derrota, representa a mí entender un importante paso adelante.

Quien rehúye explicar el contenido de sus propuestas y ya sólo se acoge al poder  que le brinda lo oficial,  está en lo que en su momento Miguel de Unamuno expresó como: vencen pero no convencen, y esa también es la primera forma de empezar a perder. Como pone de manifiesto la Declaración de Barcelona de los hombres profeministas, su argumentario -y hay que pensar que ya sólo enuncian algunos temas callando sobre otros como la custodia compartida, el  fracaso escolar masculino o la ley de violencia de género-  no resiste el más elemental de los análisis, ni la más pequeña de las críticas.

En relación con la cuestión de los libros para entender a las mujeres, estamos en la sempiterna cuestión de la subjetividad femenina que nos habla de un ser especial que  precisa, no de un  manual, sino de muchos libros para ser entendido, subjetividad  que en los últimos tiempos parece invadirlo todo: desde las relaciones interpersonales hasta la política y el  Derecho positivo y cuya llave de interpretación estaría reservada a ellas mismas. Es de ese modo que haya de interpretar, al menos en buena parte de sus manifestaciones, la violencia de género o el acoso sexual, como de forma un tanto esperpéntica se puso de manifiesto en el llamado Elevatorgate que en su momento comentamos en esta bitácora.

Pero más allá de esas y otras leyes, constituye como una marca de género que se traslada a todos los ámbitos de la vida y así una leyenda urbana como, la tantas veces desmentida y nunca probada,  discriminación salarial femenina cuando parecía que por falta de argumentos se había ido,  reaparece con el mismo vigor de siempre en el artículo que acompaña la entrada que aquí comentamos, pero también en un terreno tan aparentemente alejado de estas cosas como las candidaturas a la secretaría general del PSOE o la presidencia del Gobierno donde al parecer la forma de postularse no es en positivo, no es reclamándose en el derecho a hacerlo por los motivos que se estime oportunos, sino en forma de reto que se lanza a los demás para que demuestren lo contrario.



15 noviembre, 2011

Entender a los hombres

Leo en el blog Mujeres el título de la última entrada: Libros para entender a las mujeres. Después de leerlo me he preguntado no ya porqué no hay un blog con título: Hombres, sino si en el supuesto de que lo hubiese tendría cabida  una entrada del tipo: libros para entender a los hombres.


12 noviembre, 2011

La izquierda y el principio de realidad


Leyendo este  artículo de Manuel Rivas  lo tentador y atractivo  es ser de izquierda. Si izquierda representa igualdad social y de género, si Educación para la ciudadanía representa Institución libre de enseñanza frente a integrismo episcopal,  si izquierda significa sistema fiscal progresivo y combate del fraude fiscal, si izquierda representa sistema educativo y sanitario de calidad y para todos, si izquierda representa ascensor social… lo que pide el cuerpo es ser de izquierda.

Pero hace falta estar muy despistado para no darse cuenta que lo de los gobiernos Zapatero no han supuesto nada de eso, y sí perfecta convivencia con la especulación inmobiliaria  y esos 150.000 nuevos millonarios que creó el boom de la construcción con rentas opacas al fisco que siguen gastando a manos llenas porque además no pagan impuestos, que fue su gobierno quien blindó la financiación a perpetuidad de la Iglesia católica con cargo al presupuesto público, que fue esa izquierda la de los acuerdos con la escuela concertada y la que consintió la adaptación de Educación para la ciudadanía al ideario del centro, de tal modo que el manual de esa asignatura más utilizado en nuestro país defiende el creacionismo.

Que esa izquierda no sólo no ha combatido el fraude fiscal sino que nos deja en herencia un sistema fiscal absolutamente injusto, unos índices de fracaso escolar y un porcentaje de  paro que destacan por su  excentricidad y por duplicar las medias de la U.E. y una sanidad al borde de la quiebra,  que en Europa sólo nos superan en desigual distribución de la renta: Letonia, Lituania y Rumanía…

En cuanto a igualdad de género no quisiera repetirme porque tendría que escribir el blog de nuevo y esa tarea ya está hecha, sin que las conclusiones se desvíen mucho de lo de más arriba. En fin, haría bien la autodenominada izquierda en ejercitar algo más el espíritu crítico y al análisis riguroso porque como todos los análisis sean de este tipo no le auguro un gran futuro al menos como referente moral.   



09 noviembre, 2011

Debate Rubalcaba-Rajoy

En relación con el debate entre Rubalcaba y Rajoy me gustaría hacer unos apuntes:

Su coincidencia fundamental en los temas que son objeto de esta bitácora: educación, legislación de género, derechos democráticos...

Tenemos un nuevo mantra “ellas concilian más” sin que se nos explique qué significación debamos dar a esa expresión. 
En relación con esto me gustaría plantear algunas cuestiones, por ejemplo, la negativa de ambos a la custodia compartida como opción preferente en caso de separación,  pero también los dispares permisos de paternidad y maternidad o el hecho mismo de que se sigue conservando y potenciando el papel masculino como principal proveedor acaso no son factores que empujan en esa dirección, no será como sucede otras veces, particularmente en los temas de igualdad, que se quejan de lo que promueven descargando sobre los varones toda la responsabilidad aunque sea por ellos por quien no se está haciendo nada. 

En relación con la educación  y la sanidad mantienen una coincidencia básica caracterizada por la ausencia de un diagnóstico claro sobre cuál es la situación de esos servicios públicos y, los motivos de que ambos estén en situación crítica: en un caso, en forma de fracaso y abandono escolar y, en el otro, por sus dificultades de financiación.

Determinados temas, a pesar de su gravedad y carácter estructural, parece que jamás formarán parte de la política partidista: crisis demográfica, obesidad mórbida, drogadicción, calidad de la democracia expresada en forma de rechazo en primer lugar a los partidos políticos y a continuación a un montón de instituciones…

El señor Rubalcaba se vanagloriaba de las cifras de criminalidad en nuestro país, que consideraba como pequeñas comparativamente con otras sociedades. La parte de explicación que faltó fue que nos dijera, porqué siendo esto así tenemos las cárceles más llenas de Europa.

Curioso también que en el bloque relacionado con los servicios sociales y la igualdad el señor Rajoy mentase que sólo Letonia, Lituania y Rumania mantienen mayores niveles de desigualdad de renta que nuestro país y ese tema fuese esquivado por Rubalcaba, máxime si tenemos en cuenta que se trata de la seña de identidad más significativa de la socialdemocracia.
En relación con este asunto he encontrado  aquí este gráfico que permite visualizar la idea con mucha más facilidad:


Desigualdad renta


Me sorprendió la actitud de Rubalcaba renunciando a disputar el triunfo en las elecciones y contentándose con procurar que la derrota sea la menor posible.

Me parece descarado el intento de laminar al resto de fuerzas políticas a favor de un bipartidismo.

En fin, tengo la impresión de que no se ha tratado de un debate de altura, ni de que nuestra sociedad esté siendo capaz de promover nuevas caras y valores en un panorama que está muy necesitado de renovación, no porque sí, sino porque lo que hay es considerado más en función del rival que de los valores propios. Significativo resulta que el candidato socialista deba hacerse acompañar por Felipe González mientras Zapatero está desaparecido. 

Desarrollar estas ideas en profundidad nos llevaría muy lejos y, quizá, sea mejor abordarlas poco a poco como hasta el presente venimos haciendo.


07 noviembre, 2011

Declaración de Barcelona de los hombres profeministas


Después de haber colgado el documento de los hombres profeministas en el comentario a la última entrada http://www.cime2011.org/home/cime2011_DeclaracionDeBarcelona.pdf  he pensado que al igual que hicimos en la bitácora de Enric merecía la pena hacer otro tanto aquí y dar a conocer su contenido y las consideraciones que nos merece, analizando cada uno de los puntos. (En cursiva sus propuestas y en negrilla mi opinión)

1. Rechazamos el ejercicio del poder patriarcal y renunciamos a los privilegios que de él se derivan.

Que sientan la necesidad de cambiar de nombre, ahora se hacen llamar igualitarios,  es fruto del profundo desprestigio en el que se habían sumido como hombres profeministas, y ahora buscan la confusión hablando de una igualdad que niegan al pedir perdón por su masculinidad. 

Sería bueno que aclarasen a qué privilegios se refieren y si tal posición significaría la renuncia a cargos derivados de su adscripción ideológica, y a los jugosos puestos y subvenciones de las que ahora gozan.

2. Denunciamos todas las formas de violencia machista hacia las mujeres, fomentando la revisión crítica del sexismo interiorizado y desarrollando un trabajo de sensibilización y prevención de esta violencia entre los hombres; apostando por la defensa de los Derechos Humanos y la resolución pacífica de los conflictos.

En relación con la violencia mi pregunta será siempre la misma:  ¿por qué no contra todas las violencias: la que sufre el niño, el anciano, el discapacitado, la mujer, el varón...? ¿Por qué sólo contra una violencia con marca de sexo, que inevitablemente marca como sexista a quien promueve tal cosa?

3. Asimismo rechazamos otras violencias machistas (bullying,homofobia, transfobia).

De escándalo que sitúen esas formas de violencia como machistas excepto que lo único que se pretenda sea la confusión y seguir llenando las alforjas de la culpabilidad.

4. Promovemos la corresponsabilidad de los hombres y los cuidados  compartidos, con especial referencia a la responsabilidad de los hombres en nuestro propio cuidado y el de las personas dependientes y mayores, apoyando medidas de conciliación de la vida laboral y personal.

Estando de acuerdo con su formulación, ni conozco ninguna acción en esta dirección, ni que se hubiera protestado de alguna manera porque desde la Administración los puestos relacionados con la ayuda a los dependientes  se hayan reservado para las mujeres.

En cualquier caso debiera formularse un principio general, que por ningún lado se observa, de que hombres y mujeres si han de repartirse las tareas deberían ser todas no sólo las de casa, y en relación con las de fuera no debería admitirse la marca de género del mercado laboral.

5. Impulsamos la paternidad activa y responsable, fomentando la implicación de los padres y la mejora de las habilidades para la crianza, siendo incluidos en los cursos de preparación al parto, primeros cuidados y cuidado de la madre. En este sentido, reivindicamos que los permisos de maternidad y de paternidad sean iguales, intransferibles y pagados a cargo de la Seguridad Social al 100% del salario.

Curioso y significativo que no haya una referencia a la custodia compartida ni a la conflictividad de las separaciones  y divorcio siempre en perjuicio del varón.  Tampoco en relación con la idea según la cual los hijos son de las madres. Obsérvese a mayores que pareciera que la paternidad careciera de cualquier significación específica más allá de muleta o apoyo de la madre, y como si no existiese la relación directa del padre con el hijo o la hija.

6. Apostamos por la coeducación en la comunidad educativa para transmitir valores que ayuden a crecer, también a los chicos, como agentes activos de igualdad. Esto ha de servir para prevenir el abandono escolar, las conductas disruptivas, el maltrato entre el alumnado y las actitudes machistas que acaban perjudicando la formación de la población adolescente.

De nuevo un olvido imperdonable. Se habla de educación y ni se menta el fracaso escolar masculino y la inadaptación de los chicos a la escuela actual. 

7. Apostamos por un lenguaje igualitario, que no represente ni sostenga el modelo de dominación sexista.

Estando de acuerdo mucho me temo que en su caso suponga el apoyo a la neolengua que se promueve desde el feminismo institucional y de género

8. Defendemos las cuotas paritarias y de presencia de mujeres y hombres, tanto en los cargos de responsabilidad pública y empresarial, como en las tareas de cuidado y enseñanza.

De nuevo otra formulación que se viene repitiendo como mínimo los últimos diez años pero de la que no se conoce concreción alguna.  Cuando desde esta bitácora y otras hemos pedido equilibrio de plantillas en las enseñanzas de preescolar y primaria su voz no se escuchó, como tampoco cuando protestamos por el hecho de que todos los informativos de TV1 estén encabezados por una mujer al igual que todos los magazines.

9. Reconocemos las diferentes formas de ser hombre, así como los derechos cívicos y humanos de las distintas expresiones de la sexualidad, superando la patologización, la homofobia y la transfobia.

En este sentido me gustaría escucharles decir que se oponen a seguir cuarteando y dividiendo a la sociedad en base al sexo y la orientación sexual con una ley  de violencia interpersonal específica para cada grupo, porque eso es lo contrario de la igualdad y no discriminación por razón de sexo u orientación sexual.

10. Revisamos las expresiones de nuestra sexualidad basadas en el dominio, para disfrutar de una sexualidad libre, respetuosa y consentida. Nos manifestamos, por consiguiente, en contra de la trata de seres humanos vinculada a la prostitución y a la explotación sexual de menores.

Totalmente de acuerdo. Aunque desde aquí debo pedir que cesa ese afán totalitario manifestado en múltiples ocasiones por el feminismo dominante de privar de voz a las prostitutas so pretexto de que son seres alienados incapaces para juzgar lo que les interesa. También solicitar que  cese la manipulación estadística que constantemente se produce en éste y otro temas relacionados con la violencia. 

11. Propiciamos la mejora de la salud física y emocional de los hombres, visibilizando los costes de las formas dañinas de ser hombre, que reducen nuestra esperanza y calidad de vida, además de generar graves problemas de salud pública.

Tampoco se conoce en este terreno ninguna iniciativa ni ninguna de las denuncias que desde estas páginas venimos realizando en relación con la ausencia de campañas de sensibilización dirigidas a la población masculina, así como en lo relativo al grave incumplimiento de la Adminsitración en relación con las propuestas de la sociedad española de psiquiatría en el tema del suicidio. 
También habría que mencionar la necesidad de una campaña de choque contra los accidentes laborales que cada año siegan la vida a más de 1.000 personas, la práctica totalidad varones.

Por supuesto y a mayores de todo lo anterior resulta significativo que no se diga nada en relación con la pérdida de igualdad jurídica de hombres y mujeres, ni en relación con una ley como la de violencia de género. 


En fin, quienes pretenden convertirse en el referente de la masculinidad realizan un vaciamiento tal de la figura masculina y del hombre, que les hace imposible concebirlo como alguien con sustantividad propia y de ahí la pobreza de sus análisis y propuestas. 

06 noviembre, 2011

¿Qué nos está pasando?


En un reciente debate en Deseducativos a propósito de una muy interesante entrada de Raus  una de las comentaristas con el nombre Ania escribía lo siguiente:

“Me parece muy esclarecedor el apunte de extranjera sobre las mayores posibilidades de ganar dinero sin gran esfuerzo por estudiar y cualificarse que ha tenido y tiene el varón sobre la mujer en nuestras sociedades occidentales. Esto es un argumento que me parece de gran peso para explicar la feminización de la enseñanza y de la medicina y la escala progresiva de aumento del llamado fracaso escolar masculino que tiene un componente en absoluto desdeñable de simple dejadez y abandono al tener a su disposición un mercado laboral muchísimo más amplio que el de ellas.

El apunte de extranjera se refería a que con el boom de la construcción muchos chicos habían dejado de estudiar llevados del deseo de ganar dinero ya.

Pero es que en la misma entrada otra mujer en este caso Cristina escribió lo siguiente:

“… Pero hay otra razón que se le ha olvidado: la profesión de maestro en España estaba (y está) muy desprestigiada y por eso se ha feminizado.”

Pero es que en la entrada Papápermiso que se refiere al permiso paterno en Noruega para atender a los hijos se puede leer lo siguiente:

La instauración del papápermiso evidentemente no bastó para borrar como una goma todas las desigualdades hombres-mujeres: en Noruega, las diferencias de salario todavía se elevan el 15 %,  y las mujeres representan el grueso del batallón del trabajo a tiempo parcial  viendo limitadas sus opciones al sector público. "Estamos en una sociedad de igualdad "light" ", resume la mediadora, Sunniva Orstavik,”

Es como si el feminismo hubiera conseguido inocular en cada mujer la sensación de que todo lo que les ocurre se produce en un marco en el que por fuerza estuvieran discriminadas mientras el varón estuviera privilegiado, pues cómo explicar si no, lo increíble de que alguien considere privilegio abandonar los estudios para ponerse a trabajar en la construcción sin titulación o con la mínima, mientras sus compañeras siguen estudiando, cómo pensar que puede tener algún viso de realidad que la profesión de maestra  se ha feminizado por su descrédito  o cómo puede considerar la mediadora noruega que el trabajo en el sector público o a tiempo parcial representa una limitación,  al margen claro está de que ese 15 % de menor remuneración media de las mujeres que se empeñan en presentar como discriminador no representa nada de eso ya que responde no a un peor empleo, ni a una remuneración peor, sino a que trabajan menos horas, trabajo a tiempo parcial y a que las mujeres se autoexcluyen de los trabajos más exigentes y de los de más riesgo, entre otros factores.

Quizá estos tres ejemplos nos digan más sobre lo que está sucediendo entre mujeres y hombres y en relación con la igualdad que cualquier otra cosa. La percepción femenina no se cansa de ver privilegio masculino donde no existe y no se cansa de ver discriminación femenina donde objetivamente no la hay. Mientras tanto los varones nos debatimos  en la más absoluta de las confusiones y en la mayor parte de los casos sin saber interpretar de qué se nos habla cuando se menciona la discriminación salarial femenina, o si  es verdad que las mujeres no ocupan determinadas profesiones porque se lo impedimos, o a qué responde el desplazamiento  de los varones de determinadas profesiones: magisterio, sanidad, determinados escalones de la Justicia...



05 noviembre, 2011

¿Y lo que no se ve?


Quizá haya llegado el momento de decir que ya está bien, que no es posible que un país civilizado dotado de una Constitución e instituciones del siglo XXI, llevado de un teórico deseo de resarcir a las mujeres de injusticias históricas, se deje arrastrar en una dirección que se está llevando  por delante tantas cosas, que los daños y las injusticias que se están provocando son muy superiores al bien y la justicia que se pretende.

Que en este país cada día suceden más cosas y no todas buenas  que están siendo sepultadas por una propaganda que trata de desviar la atención. Que no es posible que sólo una parte de la realidad social tenga cabida en los medios, y no me refiero exclusivamente a los de comunicación social, y que amplias zonas de nuestra sociedad permanezcan en la más profunda de las oscuridades porque si afloraran harían desvanecer la edulcorada imagen que se nos quiere hacer pasar por la verdadera y única realidad de género.