Ponerles nombre a las cosas no es fácil y en los temas que aquí abordamos, sea porque verdaderamente es así, sea porque desconocemos que otros lo hayan hecho antes, hay mucho de novedad y por tanto de poner nombre a algo que carece de él.
La principal diferencia entre hombres y mujeres en relación con la igualdad quizá, como mejor pueda expresarse, sea diciendo que las mujeres poseen una conciencia de género de la que los hombres carecemos de forma casi absoluta; conciencia de género que las ha conducido a identificar su sexo con lo positivo y a atribuir la culpabilidad de todos sus problemas históricos al hombre, a la dominación masculina, de tal modo que todo lo que pueda suceder en el presente y en futuro para las mujeres no puede conducir más que a mejores y más altas cotas de bienestar y realización (Ojo, todo esto limitado básicamente a las mujeres del primer mundo). Eso aparejado de una crítica sin paliativos a la condición masculina, donde parece se concentren todos los males y pecados de la humanidad desde que existe.
Quizá añadir que además por parte de los hombres o mucho tienen que cambiar las cosas o tardaremos mucho en adquirirla. El desprestigio de lo masculino, identificado en buen número de situaciones con el machismo, ha calado y sigue calando, en algunos casos de forma tan honda y tan devastadora, que pienso que la labor de pedagogía, de debate y reflexión antes de reconstituir la masculinidad, no como un estigma sino como una condición de nuestra naturaleza, tardará bastante en producirse. Creo que no es necesario insistir mucho en las pruebas de que esto es así, baste quizá con un párrafo del artículo de Juan José Millás en El País de hoy que dice: “Si de mí dependiera, los hombres tendrían voz de mujer y las mujeres voz de hombre. De este modo, las madres, al amamantar a sus hijos, les hablarían con la voz grave con la que nos habla la vida cuando nos hacemos mayores. Los padres, en cambio, atenuarían ese rigor materno con su voz cantarina, para que no todo lo bueno, en esos primeros momentos de la existencia, procediera del cuerpo de las mujeres.”
Pero si eso no fuese suficiente podría añadirse un pequeño análisis del reportaje del mismo periódico titulado: El ciberacosador actúa en frío, donde a pesar de que a lo largo del mismo se cita un caso de acoso en el que están implicadas chicas, nada en el mismo está en femenino, ni las fotos que acompañan al reportaje, ni en el texto una sola vez aparece la palabra acosadora, mucho menos ciberacosadora, pero donde además se anticipa lo siguiente: “Hay más mujeres que hombres que sufren ciberacoso”. Pareceira como si antes de conocer a fondo el tema y sus posibles soluciones lo relevante fuera destacar de quien hay más. Y todo sabemos o debiéramos saber lo que significa hay más…
* (Fran)Efectivamente se trata de la mayor y más clara hipocresía jamás puesta en juego, la desfachatez elevada a su máximo exponente. Se quejan de lo machista que es el lenguaje, al timepo que se aplican a fondo para, se supone, darnos a probar de la misma medicina, pero ala inversa, menuda manera más extraña de trabajar por la justicia y la igualdad que se tiene en este país. Como diría Elizabeth Badinter "Por mal camino"
ResponderEliminarDEJEN DE SER TAN ESTUPIDOS POR FAVOR, YA QUE SE PONEN A CREAR UN BLOG POR LO MENOS NO GENERALICEN NI SIMPLIFIQUEN UN PROBLEMA. NADIE ESTA HABLANDO DE QUE LAS MUJERES QUIERAN HACERSE HOMBRES PARA DARLES DE SU PROPIA MEDICINA, PERO SI ESE FUERA EL CASO EN ALGUNAS DE ELLAS, BIEN SE CAE EN LO ABSURDO Y A LA VEZ ES VALIDO, YA QUE COMO DICEN "EL OPRIMIDO SE VUELVE OPRESOR". PERO COMO INSISTO, NO SE GENERALIZE NI SE PARALIZEN POBRES HOMBRES, QUE EN TIEMPO Y MARCHA VERAN MEJOR LAS COSAS, TANTO UDS COMO LAS MUJERES, Y ASI HEMOS DE IR CONTRUYENDO ALGO MAS FRUCTIFERO DONDE NO SE SIGA UN PATRON TAN ESTUPIDO COMO BLANCO/NEGRO Y NADAMAS.
ResponderEliminarY SE DESGASTAN TANTO LA LENGUA HABLANDO Y TORCIENDO REALIDADES QUE LES ES MAS FACIL DESCALIFICAR, QUE VER QUE EL OTRO TIENE SU LUGAR PREPONDERANTE COMO "YO" MISMO.
ResponderEliminarConsidero que la conciencia de genero, como bien dicen es tomar tanto el valor del hombre como de la mujer en muchos aspectos.
ResponderEliminarEl problema, es el patron machista, que tanto hombres como mujeres promueven en sus hijos con actitudes tan sencillas como decirle al niño:"Mira no llores por que no sos niña"?. Esto no significa que el niño dejara de llorar; sino que el crecera con la idea que el es el fuerte y dominante, y la mujer la devil y sumisa a la voluntad del hombre...