Hace unos días en la sala de espera del médico eché una ojeada a las revistas que por allí había. En una, Telva, destacaba en portada un titular que aproximadamente decía así: Qué bien sienta el matrimonio (especialmente a nosotras), lo que me llevo a mirar su contenido, que en resumen venía a ratificar el título, comparando mujeres casadas y no casadas en terrenos como la salud, la belleza, el contacto con los hijos... para destacar que casi todo eran ventajas.
Y lo que tal lectura me sugirió fueron dos temas: por un lado, el enorme peso de las revistas femeninas en el quiosco, lo que supone una increíble cantidad de profesionales dedicados a editar contenidos, cada semana, de todo aquello que interesa a las mujeres -lo que siguiendo la lógica femenina debería poder ser denunciado por los hombres como sexismo y discriminación- y, por otra, que el género aún a sabiendas de que el hombre con el que se tropiezan la inmensa mayoría de las mujeres no tiene nada que ver con el estereotipo brutal y primitivo de su imaginario, no por eso dejará de hacerlo, consciente del engaño, pero consciente también de que nada le podrá reportar iguales dividendos.
Una vez que abandonas el femimatrix y empiezas a ver la misandria existente en los medios, resulta algo sorprendente que siga habiendo mujeres dispuestas a compartir su vida con un hombre.
ResponderEliminarLo que no sé es hasta qué punto cala el mensaje en las parejas, aunque no sea de forma consciente, y qué consecuencias puede tener. Yo diría que es difícil que se sostenga una relación sana si no hay autoestima y respeto hacia la otra persona.
Quizá os interese a tí y a tus lectores echar un vistazo al famoso libro de Cristina Hoff Sommers: "La guerra contra los chicos"
ResponderEliminarhttp://books.google.es/books?id=oMluhyXTA88C&printsec=frontcover
He encontrado esta perla de lo políticamente correcto que os recomiendo leáis.
ResponderEliminarhttp://bitacoradecora.elprogreso.info/?p=1599
Manu, el libro que recomiendas se ha convertido en un clásico... publicado en el año 2000 en EEUU, su autora escribió previamente otro libro de notable éxito, Who Stole Feminism?-¿Quién robó/acaparó el feminismo?... En España, cada vez está más claro que el feminismo se ha convertido en un arma electoral más de ZP, junto a su talante, su antiguo antiamericanismo o su fingido antisemitismo...aunque la oposición, básicamente, comparte la ideología de género, como es patente en la comunidades autónomas en las que gobierna, siendo el ejemplo más claro la Comunidad de Espe...liberal de boquilla (recomiendo la re lectura que sobre el liberalismo existe en este mismo blog).
ResponderEliminarHe escrito una reseña sobre el libro en el enlace que indicas, Manu
ResponderEliminarSobre este post, señalar que Telva es el brazo ideológico de Monseñor Escrivá, y de alguna manera, proclive a ensalzar la institución del matrimonio, que por otra parte, a mi me parece la más adecuada para educar a hijos e hijas en un entorno de igualdad no rencorosa, como se propone el feminismo oficial a través de EpC. Si vamos a revistas como Cosmopolitan o las que se editan para niñas adolescentes, el matrimonio se convierte en el máximo estorbo para la auto realización personal. Estoy de acuerdo, en cualquier caso, en el desequilibrio de publicaciones (y programas de TV) que analizan temas femeninos frente a masculinos. Y sobre todo, del impacto que todas estas publicaciones tienen en el consumismo desaforado...que nos ha llevado a la actual crisis económica que, hombres y mujeres padecemos (aunque el desempleo parece cebarse más en los hombres en esta crisis).
ResponderEliminarPlutarco, me gustaría contestarte un poco más en extenso, pero ahora se me hace imposible. A pesar de ello apuntar dos cosas: Lo de Telva ha sido intencionado. Si todos los estudios son válidos, por qué no ese.
ResponderEliminarEn relación con el conflicto actual entre palestinos e israelíes, decirte que calificar las posiciones de quienes no aceptan las violaciones de derechos humanos del Estado de Israel como antisemitismo, me parece más una coartada que otra cosa y eso al margen de la contradicción formal de usar ese término para los reproches a Israel pero no para las descalificaciones hacia Palestina cuando, como también se comentó en su momento, se trata de dos pueblos semitas. Veo en este asunto una utilización espuria del término antisemitismo como la veo en el término machismo cuando vale para todo sin aclarar nada. Haber alcanzado el estatuto de víctima en algún momento, no puede presuponer una patente de corso que impida explicar el presente en otros términos, incluido que se haya pasado de la situación de víctima a la de victimario como en tantas ocasiones comprobamos que sucede con las políticas de género en relación a la igualdad, o las del Estado de Israel, en relación con los palestinos.
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ResponderEliminarEntiendo que lo que dice Telva tiene tanta validez como lo que pueda escribir el Cosmopolitan y es bueno contrastar puntos de vistas diferentes. El antisemitismo (disfrazado de anti israelismo por el presente gobierno), es simplemente una mención de pasada a otra de las causas que ha secuestrado este gobierno por razones electorales, junto a la ideología de género. Hoy hay un excelente artículo en El País (http://www.elpais.com/articulo/opinion/Distraccion/masiva/elpepiopi/20090219elpepiopi_5/Tes/) que indica las razones por las que la polarización ideológica favorece a la élite gobernante. Si el PP utiliza el famoso "España se hunde" para que le voten los famosos "tontos de los cojones" del alcalde de Getafe, ZP y el PSOE, defensores de la plutocracia inmobiliaria/bancaria de España utilizan el feminismo de "género", el anti americanismo (ahora en sordina)/anti israelismo/anti semitismo y el "os van a quitar las pensiones" para asustar a su parroquia. Y la más sutil de todas las armas de distracción masiva, es precisamente, la del feminismo de "género" (más del 50% del electorado sujeto a manipulación emocional). Por lo demás, estoy de acuerdo con que saques a colación lo que dice Telva. En el fondo, las lectoras de Cosmopolitan estarán de acuerdo si son honestas consigo mismas. Vota seguro, vota en blanco.
ResponderEliminarEn relación con el antiamericanismo sucede otro tanto de lo mismo. Al inicio del segundo mandato de Bush se hizo una encuesta a nivel mundial de la que algunos pretendieron que el rechazo a las políticas por él desarrolladas, no era otra cosa más que puro antiamericanismo. Es claro que si hoy se hiciese la misma encuesta el resultado sería bien otro con lo que el pretendido antiamericanismo no era tal sino rechazo a las políticas de quien en ese momento ocupaba la Casa Blanca.
ResponderEliminarEn relación con el género decir que aunque también pretendes verlo como cosa de la "izquierda", tengo que decirte que nada más lejos de la verdad y tanto en el terreno político como en el mediático se hace realmente difícil distinguir a unos de otros y, mientras no se demuestre lo contrario, en este terreno todos pretenden lo mismo. Por eso quizá tendría más interés que nos concentrásemos en aquello para lo que nos convoca el título de la bitácora y en esas otras cosas en las que, estando sustancialmente de acuerdo, tanto trabajo queda por hacer.
Creo que mis comentarios indican que el tema de "género" se esta utilizando tanto por las posiciones teoricamente de derechas como las que exhudan orgullosamente un izquierdismo de buena conciencia. Está claro que el abrogarse víctima produce réditos electorales al partido que mejor sepa posicionarse como defensor de las víctimas: Mujeres explotadas por el "patriarcado", los que pasan hambre en el mundo (a pesar de que sean los gobernantes locales los principales resposables), pueblos "ocupados" u "oprimidos" (aunque sean rehenes de grupos terroristas)... Hoy por hoy, ZP es quien, manipulando estos sentimientos primarios para ser elegido, y defendiendo la oligarquía que ha gobernado siempre en España, ha instaurado leyes de "género" profundamente anticonstitucionales. El PP en las comunidades que gobierna sigue, como he señalado en otros post, políticas ajenas al talante liberal que pregona y Doña Espe en Madrid tiene entre sus asesoras de "género" a lo más granado del feminismo oficial, como Cristina Alberdi. Efectivamente, debemos centrarnos en las personas, no el "género", construcción que deriva principalmente de postulados cercanos al pensamiento marxista.
ResponderEliminarEn esa carrera por ver quien llega más lejos en los posicionamientos de género lee lo que escribe Topo universitario en la bitácora: Un nombre al azar, a propósito del siguiente titular de El Mundo: Los hombres ven a las mujeres como objetos (cuando llevan biquini)
ResponderEliminarEfectivamente, el cometario de Topo universitario refuerza nuestra posición común de que los posicionaminetos de "género", hoy en día, trancienden la ideología original de la que partieron.
ResponderEliminarEn la medida en que los políticos perciban que el potenciar "políticas de género" les dará votos (aunque sólo sean unos pocos) y no se los restará, se apuntarán en masa a ellas: don Manuel Fraga Iribarne, sin ir más lejos, hace ya varios años que era un decidido partidario de la "discriminación positiva" a favor de las mujeres, y la Xunta de Galicia, en aquellos tiempos en poder del PP, fue una de las primeras comunidades autónomas en introducir la "discriminación positiva" de las mujeres en las oposiciones.
ResponderEliminar(Athini Glaucopis)
Todavía añado algo más. Este tema está un poco por encima y va un poco más allá de los partidos políticos. Si la memoria no me falla la reforma que ahora se nos propone de la ley del aborto, el PSOE se negó a incluirla en su programa electoral, y otro tanto de la mismo pasó con buena parte de las leyes de género de la legislatura pasada, o es que alguien recuerda que se hubiera discutido en campaña electoral el diferente trato a hombres y mujeres en la la ley penal, o la paridad por ley... Si hubiéramos de creer en la palabra del que era ministro de Justicia en el momento de la reforma de la ley de Divorcio, López Aguilar, su intención era incorporar a la misma la custodia compartida... En fin el tema es extenso y de momento lo dejo aquí
ResponderEliminarIncluyo una carta al director de una madre leída en un publicación conservadora, pero que encaja con el espíritu de este post y de lo que muchos y muchas pensamos pero resulta políticamente incorrecto expresar:
ResponderEliminarUna política para la maternidad
Las mujeres tenemos un grave problema: Se nos ha vendido la conciliación, el trabajo asalariado, como la panacea para nuestra liberación y comprobamos que algo falla en una sociedad en la que los hijos se ven como una losa; el amor y el sexo, como algo sucio, engominado y sin trascendencia, y el individualismo y la insolidaridad como metas por las que luchar para triunfar.
Parece que nuestras adolescentes no quieren "embarazos no deseados". ¿Pero qué quieren nuestras adolescentes? ¿Alguien les ha preguntado? ¿Dónde estamos las madres y los padres?¿Quién debe escuchar y atender las necesidades de nuestros hijos? ¿El papá Estado, el gobierno de turno....?
Desde el Gobierno y la oposición, aquí sí están de acuerdo: nos dicen que hay que engendrar hijos. Pero luego nos dicen que hay que llevarlos a cubrir las plazas de guardería de los 0 a 3 años y tenemos que ponernos todas las mujeres en el mercado de trabajo sin que el hecho de tener hijos sea un "obstáculo". Y después llegan nuestras hijas a la adolescencia y parece que no saben qué hacer con su cuerpo. Y llegan nuestros hijos y dejan embarazada a otra adolescente y no saben asumir su responsabilidad de padres.
Repito: las mujeres tenemos un problema. Nos están impidiendo ejercer la maternidad con dignidad a pesar de que tenemos derecho a tener a nuestros hijos y tenemos derecho a acompañarlos en su crecimiento. Necesitamos una verdadera política familiar que nos permita ejercer de padres y de madres, porque no basta con traer hijos al mundo: hay que ocuparse de ellos y tal vez los estamos matando porque no nos dejan cuidarlos responsablemente.
Una política familiar que se basa en la conciliación obligatoria fuera del hogar y en la guardería desde el paritorio, es una política impositiva, retrógrada y que no respeta la libertad de las familias. Más madres y menos abortos.