Al parecer todos debiéramos interpretar como un acto de justicia la propuesta de Rubalcaba de hacer cumplir la ley de paridad en las empresas del IBEX, aunque en el fondo no haya en ella ninguna otra cosa que vaya más allá de pedir colocación en el consejo de administración de alguna de esas grandes empresas para las mujeres que lo acompañaron estos días y le ayudaron a tomar tan transcendental posición dentro de su partido.
Las feministas de género dicen tener su razón de ser y su objetivo último en la conquista de la igualdad. Los hechos sin embargo no hacen más que desmentirlas. Quisiera desde este blog no solo denunciar la deriva neofeminista, también combatir la estigmatización de los hombres y reivindicar la dignidad de lo masculino.
02 octubre, 2011
Misterios de género
Etiquetas:
consejos administracion,
paridad
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Al menos, a la hora de robar, parece que sí que encontramos paridad
ResponderEliminarhttp://www.elpais.com/articulo/reportajes/saquearon/CAM/elpepusocdmg/20111002elpdmgrep_3/Tes
La Sra. Amorós, con sus 370.000€ de jubilación se equipara a sus compañeros en otras grandes empresas.
A rubalcaba le han hecho creer que el cromosoma XX correlaciona con honestidad, a diferencia del XY. En fin...
La paridad debería también extenderse a los poceros, a los matarifes, a los peones camineros y el resto de profesiones y trabajos francamente desagradables en los que los hombres están desproporcionadamente sobre representados.
ResponderEliminarMucho me temo Plutarco que sobre tu propuesta se cerrará el más espeso de los silencios. Vivimos en una sociedad en la que determinadas cosas están en la zona de sombra y no es de buen gusto mentar.
ResponderEliminarEsto es lo que comenta Serra Ramoneda en el Periódico a propósito de la propuesta de Rubalcaba:
ResponderEliminar"La otra cara de la moneda es el guiño que el candidato Rubalcaba ha hecho al electorado femenino al prometer que, de salir victorioso de la contienda del 20 de noviembre, impondrá una cuota de mujeres en los órganos de gobierno de las grandes empresas, visto el escaso peso que aún tienen en ellos. Es curioso, pero este compromiso coincide en el tiempo con la polémica que se ha levantado en Estados Unidos tras el nombramiento de Chelsea Clinton, la única hija del expresidente y de la actual secretaria de Estado, como consejera de IAC/Interactive Corp, un importante conglomerado de medios de comunicación. El hecho de que solo cuente con 31 años y todavía curse estudios universitarios ha suscitado dudas sobre su idoneidad para ocupar el puesto y, en consecuencia, percibir 300.000 dólares al año más incentivos en forma de opciones sobre acciones. Un diario tan serio como The New York Times ha dedicado espacio a comentar la designación y discutir si en la decisión han pesado más el apellido y las relaciones que conlleva que los conocimientos de la joven."
Hugo