He
decidido colgar aquí lo que en principio era un comentario a esta entrada de
pseudópodo en la que se nos pedía comentar nuestra experiencia como estudiantes de filosofía en el bachillerato y sugerencias para hacer en relación a la
impartición de la misma. Pero dada su longitud y también a que se va un poco
del terreno estricto de la pregunta me ha parecido que quizá tendría mejor
acomodo como entrada en este lugar. También con la intención de suscitar y
promover un debate sobre la educación que vaya más allá de los comentarios a
PISA y lo que termine siendo la reforma educativa.
Mi experiencia como estudiante de la Filosofía del bachillerato no debió ser muy estimulante y el recuerdo es sin matices. De
ese modo para mí además de lo simpática que me resultaba la figura de Sócrates
tratando de meter a la gente en apuros con preguntas (im)pertinentes, Platón y
Aristóteles tenían el valor de un Euclides o un Tolomeo. Habían tenido un
enorme mérito en su tiempo como fundadores de la Filosofía pero el
suyo era un pensamiento obsoleto que de
ningún modo podría echar luz sobre los problemas de nuestro tiempo.
Pero
hete aquí que, a cuenta de poner la bitácora en marcha y ponerme un poco más en
serio con el tema de la educación, no hago más que tropezarme con Aristóteles a quien se menciona fundamentalmente en el terreno de la ética, lo que me anima a
leer su Ética a Nicómaco, pero también algunas
otras obras de Platón y todo lo
relacionado con la disputa entre sofistas, Sócrates y Platón, en la que muchos
quieren ver un duelo no muy diferente al que se mantiene en la actualidad entre
quienes están a favor y en contra del postmodernismo, el relativismo y el
constructivismo. Por supuesto antes y después de ese momento he leído a otros
autores más contemporáneos.
Lo
cierto es que descubro que en el pensamiento filosófico no sucede lo que en el
científico donde los avances van dejando
obsoletas algunas explicaciones, sino que, es perfectamente factible
encontrar en los debates del presente mucho más que ecos de aquellos que
tuvieron lugar en la Grecia clásica y no están tan lejos como podría pensarse
en lo que atañe a lo que sea la realidad de las cosas, a los problemas
relacionados con la ética o la política y tantas otras cuestiones que sería
prolijo enumerar. Como no resulta difícil rastrear concepciones totalitarias de
la ética y el Estado del momento presente en la obra de Platón.
Pero continúo
con la figura de Aristóteles porque en uno de los últimos libros de J.A.
Marina: La inteligencia ejecutiva, un concepto de inteligencia que va más allá
de la cognitiva o la emocional, de gran
trascendencia en el campo educativo y que integraría las habilidades
siguientes:
- Inhibir la respuesta: no dejarse llevar por la impulsividad
- Dirigir la atención: Poder concentrarse en una tarea, y saber evitar las distracciones.
- Control emocional: La capacidad para resistir los movimientos emocionales que perturban la acción
- Planificación y organización de metas.
- Inicio y mantenimiento de la acción: Hay niños y adultos que son muy lentos en comenzar una tarea o incapaces de mantenerla.
- Flexibilidad: La capacidad de cambiar de estrategia, de aprender cosas nuevas o de aprender de los errores.
- Manejo de la memoria de trabajo: Capacidad para aprovechar los conocimientos que se tienen.
- Manejo de la metacognición: Reflexionar sobre nuestro modo de pensar o de actuar, con el fin de mejorarlo.
Pero es
que además en un libro que acabo de leer, y que aprovecho para recomendar a
quienes como yo no sean más que aficionados a estos temas y quieran tener una
visión panorámica de la historia de la filosofía a través de algo más de 40
autores, cada vez que habla de él es
para dedicarle un piropo mayor y si en las primeras páginas dice: “La
brillantez de Aristóteles tuvo un desafortunado efecto secundario. Era tan
inteligente y sus estudios tan concienzudos, que muchos de los que leyeron su
obra pensaron que tenía razón en todo.” El propio Darwin quedó impresionado con
sus estudios de biología.
Y hacia el final del libro podemos leer:
“Durante la mayor parte del siglo XX, los filósofos perdieron el contacto con
los grandes pensadores del pasado. La Teoría
de la Justicia de Rawls es una de las escasas obras de filosofía política
escritas en el siglo pasado que merece la pena citar junto con las de
Aristóteles, Hobbes, Locke, Rousseau, Hume y Kant. (El libro es de Nigel Warburton y el título:
Una pequeña historia de la filosofía.)
Lo
cierto es que a mí el pensamiento filosófico me parece fascinante e
imprescindible para moverse en el tiempo que vivimos, mucho más necesario por la
cantidad de capas con que se nos presenta este mundo de apariencias y en el que
siempre hay que profundizar si se quiere conocer aquello sobre lo que se asienta. Procuraría por ello que los alumnos vieran lo
que de actualidad hay en cada autor y en cómo la posición filosófica que
subyace en cada uno de ellos, también cada
momento histórico, acaban configurando visiones del mundo y de la
sociedad muy diferentes. Desde luego los animaría a posicionarse ante las
grandes cuestiones y los graves problemas del momento presente y a procurar
hacerlo con rigor y método.
Para lo
relacionado con filosofía y ciencia, me parece muy interesante la obra de Mario
Bunge.
La
lista de las habilidades ejecutivas la he tomado de la obra de J. A. Marina: La inteligencia
ejecutiva.
Hace años tuvo cierta repercusión el título "Mas Platón y menos Prozac", que a pesar del título comercial, es bastante más denso que el libro de autoayuda al uso. En Internet se pueden encontrar artículos de su autor bastante interesantes.
ResponderEliminarLigar la asignatura de Filosofía a la realidad cotidiana, tal y como proponía el libro, no cabe duda que sería positivo para nuestra coyuntura actual.
La cortesía esperaría que enlazaras el blog de Pseudopodo.
ResponderEliminarHecho.
ResponderEliminarPlutarco lo que dices de ligar la filosofía a lo cotidiano me parece fundamental. Desde luego es preciso recuperar aquel afán de los primeros filósofos por tratar de hacer comprensibles las cosas del mundo, y por su intención de una visión de conjunto de los problemas que acuciaban al hombre.
ResponderEliminar¡Ojo! a esta información:
ResponderEliminarhttp://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/12/actualidad/1360681140_854871.html
Esta noticia que has enlazado Emilio no es ninguna novedad. Yo tengo 46 años, y ya en mi educación se me inculcó que las niñas "son mejores que los niños", con unos valores mucho más altruistas de empatía, comprensión, humanidad...mientras que en los niños esos valores no existían. Ni qué decir tiene, que se nos educaba además en el respeto casi reverencial a las niñas, soportando en cambio cualquier arbitrariedad que de ellas provenía.
ResponderEliminarComo otro condicionamiento, crecí con esa "idea de base", hasta que en mi proceso de llegar revisar muchas de las ideas de las que fue instruido, fué cómo me dí cuenta que aquello se basaba simplemente en un mito que nunca se ha falseado, y al que la ideología de género hoy predominante continua engordando.
En los tiempos que nos ha tocado vivir y un poco al margen de los contenidos concretos de una asignatura como filosofía, mi opinión es que ésta debiera dejar una impronta con mordiente en la actitud de los alumnos hacia la sociedad y hacia sí mismos.
ResponderEliminarEn este país o recuperamos la responsabilidad y la ética individuales o, como estamos viendo, nos veremos abocados a repetir errores históricos que parecía habíamos superado. Y no se trata de cargar toda esa responsabilidad sobre una única asignatura, aunque la filosofía debe a mi entender jugar un papel sobresaliente. De hecho buena parte de su vocación tiene que ver con la ética y la ciudadanía.
Sobre la noticia de los niños, es muy reveladora la opinión que expresaba la tertuliana Elisa Beni el otro día en el programa de Julia Otero (minuto 7:20 aprox.)
ResponderEliminarSobre la filosofía, me gustaría decir que muchas de las ideas que había visto en las asignaturas de filosofía del instituto (3º de BUP Y COU) encajaron de alguna forma cuando leí un pequeño libro llamado Introducción al Derecho, de Ángel Latorre. Me sorprendió la cantidad de conceptos filosóficos que subyacen tras el derecho y la organización de los estados democráticos.
Siempre me resultó difícil entender la contorsión ética de quienes sin empacho son capaces de afirmar que las chicas son más inteligentes y lo proclaman con una pretendida superioridad moral, pero reaccionarían con toda virulencia contra quien se atreviese a decir que los inteligentes son los niños.
ResponderEliminarComo difícil me resulta admitir la excusa de esos varones que siendo opinadores profesionales y por tanto se pronuncian a menudo sobre lo humano y lo divino, cuando se les pide su parecer sobre una "cuestión de género" entonces dicen que de eso no saben o no entienden.
Lo de Elisa Beni mejor que lo juzgue cada uno
Artículo que rebate la contorsión ética de la ideóloga de género Elisa Beni y de los ignorantes y amedrentados varones de cuota: http://www.aei.org/article/society-and-culture/race-and-gender/the-boys-at-the-back/#mbl
ResponderEliminarNo creo que haya manera de reparar la creciente desventaja de los chicos en la escuela mientras sigamos con un modelo en que el maestro (maestra, más bien) carezca de autoridad, porque cuando había más autoridad (en casas y aulas), los chicos estaban más centrados en el estudio. Como ahora se tiene muy en cuenta la conducta del alumno en clase, la limpieza del cuaderno y cualquier otra cosa extra-académica, las chicas salen beneficiadas frente a los chicos. Por lo demás, yo tengo ni la menor duda de que, en muchas ocasiones, se privilegia las niñas. Al igual que se les acaricia más, se les sube la nota solo por ser niñas (que es otra forma de acariciarlas y se cariñosos con ellas).
ResponderEliminarSi se recuperara la autoridad (de padres y maestros), tachada hoy como machista, y se restableciera la meritocracia (que incluye la competición dura) y se volviera a contenidos académicos exigentes, las cosas volvería a su cauce. Más bien serían las chicas las que quedarían en desventaja en general. Al menos, la parte alta del rendimiento la ocuparían casi siempre los varones, por la sencilla razón de que hay muchos más varones brillantes y superdotados que mujeres. Éstas jamás podrían competir con ellos en un sistema de selección duro que primara la excelencia. Por esto mismo, la escuela, tomada por ideales feministas, está diseñada ad hoc para las chicas.
Pedro
Me gustaría Pedro tener el tiempo y las ganas para abordar con un poco de profundidad el tema que planteas, pero no parece que pueda ser este el momento.
ResponderEliminarLo que sí creo que se puede adelantar es que además de ese elemento subjetivo que señalas y que hace que tanto a maestros como a maestras les resulte más fácil subir la nota a una chica que a un chico, lo que sí me parece incuestionable es que una serie de elementos estructurales de nuestro sistema educativo: preponderancia absoluta de mujeres en los primeros tramos educativos; sistema que descansa sobre el razonamiento verbal en detrimento de los contenidos científicos y tecnológicos; sobrevaloración de los "contenidos actitudinales" en la ESO en detrimento de los académicos;o una selectividad en la que de nuevo los contenidos de letras adquieren una desmesurada valoración también para los alumnos de ciencias, amén del igualitarismo y la ausencia de excelencia, configuran un entorno que si no conspira contra los chicos, todo conduce a pensar que así sea.