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30 noviembre, 2007

Paridad y otras desigualdades

En mi comunidad, Galicia, recientemente se ha llevado a cabo una campaña desde el Gobierno autonómico, en la que se afeaba el no compartir las tareas del hogar. Por esos días en la prensa aparecían una serie de entrevistas a destacados personajes de la vida pública, masculinos todos, entre ellos el titular de la vicepresidencia de la Xunta impulsora de la campaña, en la que, si bien todos nos animaban a compartir las tareas del hogar reconocian que en casa hacían más bien poco. Supongo que el hecho de que no se incluyera a mujeres en la entrevista se debe a que debemos presuponer que ellas si lo hacen.

Me recordó aquel debate televisado con los cabezas de lista a las europeas, en el que uno de los candidatos se lamentaba de que todos los presentes fueran hombres. Yo para mis adentros me pregunaba por qué en lugar de ir a decir eso a la televisión sencillamente no había dejado que una de sus correligionarias encabezara la lista de su partido.

Hoy leo en La Vanguardia referido al tema del malestar en Cataluña con la ministra Magdalena Alvarez lo siguiente:

"El sanedrín socialista examinó el lunes la situación catalana con cierta preocupación y más de un interrogante sobre la mesa. Además del presidente del Gobierno, forman el citado comité informal - equivalente socialista a los maitines del Partido Popular-, María Teresa Fernández de la Vega, Alfredo Pérez Rubalcaba, Jesús Caldera, José Blanco, Diego López Garrido, Fernando Moraleda (secretario de Estado de Comunicación) y José Enrique Serrano (jefe de gabinete de la presidencia)."

Y compruebo que son 7 hombres y 1 mujer y un sinfin de interrogantes se me abren en torno a la significación de paridad, reparto de tareas, responsabilidad, haz lo que yo digo pero no lo que yo hago, legislemos para luego hacer lo que queramos, lo de la coherencia me parece que es cosa de nórdicos, al que Dios se la de San Pedro se la bendiga .......... Claro está que cuando posaron como modelos sólo lo hicieron ellas, o que para abordar el tema de la violencia de género la vicepresidenta se reune con las organizaciones feministas.

29 noviembre, 2007

Alienación parental

El País de hoy publica un reportaje titulado "Programados para odiar a mamá y papá" -en la edición de papel sólo aparecía la mención a papá- que creo merece la pena leer. De todos modos quiero dejar aquí un párrafo, con una redacción que ya me tropecé más veces, en el que aparece implícita una concepción de lo que se deba entender por género que me supongo os llamará tanto la atención como me la llama a mí. El párrafo en cuestión dice:

"En todos estos casos suele haber denuncias por malos tratos, intentos de convencer al juez de que el otro ha perdido la cabeza, demandas, juicios y más juicios. Pero en lo que todos los expertos coinciden es en que los afectados son los niños y nada tiene que ver este síndrome con una cuestión de género. La guarda y custodia se ha concedido tradicionalmente a la madre y sólo por esa razón puede que haya más casos en los que el padre es el afectado." (la negrilla es mía)

Nuevo informe PISA

http://www.magisnet.com/articulos.asp?idarticulo=3064 podeis mirar en Magisnet los resultados de la educación en Ciencias en España. En alguna entrada de hace tiempo tengo destacado el hecho de que en Alemania alarmados por el anterior informe anunciaron una reforma de la enseñanza que, por lo que se ve ahora, les ha dado resultados. La respuesta en España fue bien distinta se aprobó la LOE sin que fuera posible recoger que los alumnos de la ESO tuvieran 1 hora de matemáticas al día, como por otro lado siempre había sido. Los resultados están a la vista, pero mi pesimismo no decae porque ahora al parecer las autoridades educativas lo que ponen en cuestión es la validez del informe. En fin, sostenella y no enmendalla.

28 noviembre, 2007

La responsabilidad es de los padres

Leo en la prensa: “La mayoría de los padres no educan a sus hijos en los riesgos del alcohol” y se me viene a la mente aquella compañera que me confesó que en los momentos más turbulentos de la adolescencia de su hijo, vaya, cuando no podía con él, llamaba al padre, del que se había separado hacía mucho tiempo; pero también que si fue necesario modificar lo de APA por AMPA (Asociación de madres y padres de alumnos), por qué no lo será nunca para los titulares de este tipo de noticias en negativo en las que sólo hay padres, incluso me llama la atención que en el spot que se utilizó para promover la lectura de los hijos, aquel de si tu lees ellos leen, exclusivamente se utilizara la figura del padre, como me llama la atención que en otros momentos sólo aparezca la figura de la madre, sobretodo si se trata de dar un mimo.

Y me pregunto, cómo leerán estas noticias en aquellos hogares monoparentales en los que el cabeza de familia es ella (la inmensísima mayoría), o aquellos otros en los que los hijos pueden ver a su padre 2 fines de semana al mes. En fin, en todos los demás, teniendo en cuenta que la imagen que más a menudo se ofrece de los padres es la de un ausente.

Muchas veces me cuesta entender qué diablos querrá decir eso de igualdad, lenguaje sexista, reparto de tareas ……..



¿Por qué las mujeres aparecen tan poco a la hora de las responsabilidades?

Parece que sobre la infancia y la juventud confluyen en el momento presente un buen número de problemas: fracaso y violencia escolar, obesidad, botellón, etc. que exigen pronunciamientos por parte de aquellos y aquellas con responsabilidades en la educación y crianza de los niños. Teniendo en cuenta la doctrina de los tribunales según la cual en caso de separación los hijos son de las madres, teniendo en cuenta que la absoluta mayoría de los hogares monoparentales están regidos por mujeres, teniendo en cuenta que la mayoría de cuidadoras, maestras, etc. son mujeres, teniendo en cuenta que los mensajes que se mandan a la sociedad son que los hombres cuanto más lejos de los niños mejor, o que menos mal que existen las madres, pues de otro modo los hijos no sobrevivirían, que luego todo pueda despacharse con un: la responsabilidad es de los padres, no me parece justo.

O bien se está a las duras y a las maduras para todo o bien nos encontramos ante una engañifa más. Resulta sorprendente el silencio que sobre todas estas cuestiones mantiene el feminismo, sobretodo si lo comparamos con la locuacidad de otros momentos. Como aquí resultaría un poco grotesco culpar al varón, se opta por el silencio o bien se escamotea la responsabilidad propia dejando que otros hablen de la responsabilidad de los padres.

Soy padre, de ningún modo quiero ni ser sustituido, ni eludir mis responsabilidades como tal; pero, sinceramente, me parece injusto que a la hora de las celebraciones quienes no puedan faltar sean las madres, en todo lo demás, especialmente para los conflictos y las dificultades ahí ya la responsabilidad parece inclinarse más para otro lado. Tengo la sensación de que, en esto como en otras muchas cosas, a los hombres además de burros nos quieren apaleados.

Sorprende la distancia entre estos mensajes, por el tono de normalidad que transmiten, como si lo que socialmente estuviese reconocido fuese el entendimiento de la pareja a la hora de educar a los hijos, con la comprobación de que no fue posible, por presiones, reconocer la custodia compartida en la recientemente aprobada ley de divorcio, o que existan influyentes colectivos de mujeres para las que esta petición es propia de maltratadores.

27 noviembre, 2007

Cita de E. Badinter

Traigo hoy al blog una cita del libro “Por mal camino” de Elisabeth Badinter quien después de comentar el desprecio por el rigor y la verdad de algunos de los estudios sobre violencia contra las mujeres escribe:

“… ¿Por qué entonces inflar las estadísticas de violación, que por su naturaleza son tan difíciles de conocer, sino para explotar más de lo necesario la imagen de la mujer víctima del hombre violento?

Las estadísticas de acoso sexual apelan al mismo tipo de comentarios. Al anunciar la próxima ley europea ya evocada sobre el acoso*, la comisaria Anna Diamantopoulou ha recordado que “del 40% al 50% de las mujeres en Europa han recibido avances sexuales no deseados” y que “en algunos Estados los han sufrido el 80%”. Sin hablar del “beso robado” tan caro a Trenet y a Truffaut. ¿Qué se computa entre los “avances sexuales no deseados? ¿Un gesto a destiempo? ¿Una palabra de más? ¿Una mirada muy insistente? Pero, como muy bien destaca Katie Roiphe, la dificultad con estas nuevas reglas, es que los avances sexuales no deseados forman parte de la naturaleza e incluso de la cultura: “Para recibir una atención sexual deseada, es necesario dar y recibir algunas no deseadas. En verdad, si no se permite a nadie asumir el riesgo de ofrecer una atención sexual no deseada, seríamos todos criaturas solitarias.”

La consecuencia de esta evolución es la generalización de victimización femenina y de la culpabilidad masculina. Sin llegar a los excesos de A. Dworkin o de C. MacKinnon, la mujer adopta poco a poco el estatuto de niño: débil e impotente. Del niño impotente, tal como se lo concebía con anterioridad a que Freud lo definiese como un “perverso polimorfo”. Del niño oprimido por los adultos contra los cuales no puede nada. Se vuelve a los estereotipos de antaño –a los tiempos del viejo patriarcado-, cuando las mujeres, eternas menores, apelaban a los hombres de la familia para que las protegieran. Y visto que hoy ya no hay hombres para protegerlas, el patriarcado es sustituido por el “viriarcado”. Todos los hombres son sospechosos, y su violencia es ejercida por todas partes. La mujer-niño debe remitirse a la justicia como el niño que solicita protección a sus padres.

Lo que molesta más de este enfoque no es evidentemente la denuncia de la violencia contra las mujeres, sino la causa a la que se asigna esta violencia. No se trata de condenar a los obsesos, los malvados y los perversos. El mal es mucho más profundo porque es general y afecta a la mitad de la humanidad. Es el principio mismo de la virilidad lo que es puesto en cuestión. MacKinnon y Dworkin pueden afirmar que la male dominance es el efecto de nuestra cultura, la acusación colectiva, “siempre y en todo lugar” hasta conferirle un aire natural, innato y universal que causa horror. Es necesario cambiar al hombre, se nos dice, es decir, su sexualidad, porque es en ella donde enraíza la opresión de las mujeres en el sistema social.

En Francia, se evita acusar explícitamente a la sexualidad masculina, pero poco a poco un consenso se ha fraguado entre las universitarias para designar las relaciones hombre/mujer como relaciones sociales de sexo y hacer de la “dominación masculina” la ultima ratio de la desgracia de las mujeres. Con ocasión del Día de la mujer, el 8 de marzo de 2002, Francine Bavay et Geneviève Fraisse publicaron en Le Monde un artículo titulado “La inseguridad de las mujeres” que oportunamente venía a recordar todo esto. “La violencia está sexuada, decían, porque tanto el robo como la violación pertenecen en primer lugar a los hombres (....) La violencia está sexuada, expresión de una sociedad que está, en el mundo entero, estructurada por la dominación masculina”. Para citar a continuación “que las brutalidades, de la violación a la lapidación, del acoso sexual a la prostitución, del insulto al desprecio, son los signos repetidos de un poder de dominación”.

Incluso si es defendible en la forma, se ha substituido la condena del abuso masculino por la denuncia incondicional del sexo masculino. Por un lado Ella, impotente y oprimida; por otro El, violento, dominador y explotador. Helos ahí, el uno y la otra como opuestos. ¿Cómo no salir ya de esta trampa?”

* Se refiere a una Ley europea de la que la vigente en nuestro país es una transposición.

25 noviembre, 2007

Custodia compartida,ya

Se acercan las elecciones y los partidos engrasan sus maquinarias. En este contexto, me permito hacer una sugerencia a las izquierdas, mi opción de siempre. En la legislatura de la ampliación de derechos no olviden un tipo de caso mucho más común de lo que piensan: un padre solo al que se ha denegado la custodia de su hijo sólo por ser hombre; que paga escrupulosamente la pensión además de otros gastos diversos; que cumple el régimen de visitas y aún más, siempre que se le permite; que se interesa y participa en todas las actividades de su hijo, relegando a segundos y terceros lugares su vida profesional, social y hasta sentimental para conciliar horarios y calendarios, tan rígidos como magros.

El padre de nuestro ejemplo está autorizado a estar con su hijo cuatro noches al mes (es decir, papá el 13%, mamá el 87%), no tiene derecho a codecidir ni siquiera sobre el lugar de residencia del menor, aunque se lo lleven a 1.000 kilómetros y, lo que es mucho peor, en la mayoría de los casos está sometido a la tortura psicológica constante de ver cómo se le escapa la infancia de su hijo entre chantajes e intentos de manipulación sin poder llamar a ninguna puerta -absolutamente ninguna- del Estado.

Quizá los estrategas de campaña deberían pensar que, para un padre desesperado, más importante que los impuestos, los Estatutos, el talante e incluso la fidelidad ideológica, puede ser el gesto de negar el voto a quien no contemple claramente en su programa la custodia compartida, única forma igualitaria en estos casos. Cientos de miles de votos pueden depender de eso y sólo de eso. Piénsenlo.- Raúl García Martín. Granada.

Esta carta al director la he extraído de El País de hoy. Quiero al traerla aquí mostrar mi más decidido apoyo o todo lo que la misma contiene. Entiendo que esta es la forma de avanzar que nos queda a los hombres, exigir nuestros derechos y buscar el apoyo de otros que puedan estar en la misma situación. También, cómo no, constituir plataformas donde sea posible discutir nuestros problemas y compartir ideas. Los partidos políticos sólo nos tomarán en serio cuando realmente se den cuenta de que somos muchos los que no aprobamos la actual marcha de las cosas en relación con la igualdad, entre ellas la custodia compartida.

24 noviembre, 2007

Elisa Beni y el 11-M

Hace bien poco, comentaba la imagen de Juan José Millás y Boris Izaguirre a guantazos con Trancas en el programa de Pablo Motos, pues, al parecer como varón de la pareja que forma con Barrancas se lo tenía bien merecido … Intuía un exceso.

No podía suponerme, de todos modos, lo que me iba a encontrar ayer en la columna de J.J. Millás en El País. Me cuesta digerir que el feminismo de género trate a la mujer como menor de edad, como alguien incapaz de asumir la responsabilidad de sus actos, pero francamente no me esperaba un planteamiento semejante por parte de Millás. Escribir, a propósito del libro que sobre el 11-M escribió Elisa Beni, la mujer del juez Bermúdez:

“Como es periodista, no ha tenido otro remedio que escribir un libro de actualidad” y más adelante: “Cabe suponer, pues, que quizá luchó contra la idea de llevar a cabo una iniciativa tan turbia. Es posible que acudiera a su esposo en busca de ayuda, y que él, ávido también de protagonismo, lejos de desanimarla, le ofreciera su propia pluma estilográfica” y todavía más “Dime que no lo escriba, suplicó quizá a su marido. ¿Cómo, si es lo que más deseo?, respondería posiblemente él.”

Escribir eso, aunque sea como juego de suposiciones, no deja de ser una ofensa tanto para ella, por privarla de una autoría que le corresponde, como para él, atribuyéndole una responsabilidad que no es suya, además de un juego perverso que se aleja creo yo del periodismo, aún del que forma parte de esa columna.

La señora Elisa Beni, además de periodista, es la responsable de comunicación del Tribunal Superior de Madrid, y como dice el Editorial de El País de hoy, “Hay cosas que ni se pueden ni se deben hacer, y otras que tal vez se puedan pero no se deben. De todos los periodistas que hay en España, ninguno tenía más motivo para no escribir un libro titulado La soledad del juzgador, Gómez Bermúdez y el 11-M que Elisa Beni”; pero si además lo hace argumentando que, “como periodista, no podía moralmente dejar de contar esta gran historia que ha venido a buscarme” o que “si hubiera sido un hombre quien escribiera sobre su mujer nadie lo hubiera descalificado”, con mucho más motivo.

En fin, pareciera que muchos, incluso personas lúcidas como J.J. Millás, estuviésen siendo incapaces de sustraerse a los estereotipos del momento. En un supuesto como éste en el que esta en juego la minoría o mayoría de edad de las personas confiemos en que se trate de un sarampión momentáneo y no de algo que pretenda instalarse en nuestras vidas para siempre. Creo que la dignidad de todos y todas así lo exige.

22 noviembre, 2007

Educación en Cataluña

Un nuevo informe, esta vez referido a Cataluña, del que hoy habla La Vanguardia: http://www.lavanguardia.es/lv24h/20071121/53412996779.html
con el expresivo título de: Catalunya, a la cola de España y la UE en la calidad del sistema educativo, nos situa de nuevo frente al doble drama que estamos viviendo en nuestro país, el fracaso estrepitoso de la escuela, al tiempo que las autoridades educativas actúan como si vivieramo en el mejor de los mundos posibles.

20 noviembre, 2007

Lecciones de feminismo de género

La Humanidad está dividida en dos mitades: varones y mujeres. Como los primeros dominaron hasta el presente, y lo hicieron como lo hicieron, ahora y por muchos siglos se van a enterar de lo que vale un peine.

La clase de las mujeres está constituida, en esencia, por abnegadas madres que deben compaginar el trabajo fuera y dentro de casa, su condición más característica es la pobreza y la entrega a los demás, viviendo subyugadas a sus maridos, padres, hijos, ….. Eso de que existían y existen mujeres que no dan palo al agua es una mentira más de las muchas del patriarcado.

La clase de los hombres está constituida por unos seres de los que los rasgos más característicos son: la violencia, la competitividad, la prepotencia, viven como padres ausentes y de los que se desconoce su lado bueno. Las historias aquellas de emigrantes esforzados no esconden más que aventureros capaces de abandonar a sus familias, lo de los pluriempleados si algún día fue verdad, sería porque poco se debía trabajar en cada empleo. La de los padres amantes de sus hijos, pertenece al género de la ciencia ficción.

Las tareas del hogar hay que compartirlas, de las otras ya se encargará… ¿el mercado? ¿ellas? ¿ellos? ¿el feminismo de género? ….

Los hombres y mujeres debemos ser iguales en derechos y deberes, pero nada hay de malo en que la obligación de hacer la mili sea sólo de ellos, incluso la de ir a la guerra, ese invento es suyo, o viajar en cayuco, trabajar en la mina, la construcción o en alta mar… Para todo lo demás: ocupar cargos políticos o de representación, cátedras universitarias, participación en los consejos de administración, ahí sí sería una muestra más del machismo de la sociedad el que no se mantuviera la paridad. Incluso que las mujeres gocen de una administración paralela encargada de promover y proteger sus cosas. Nadie se debe soliviantar tampoco porque desde un medio público de comunicación se celebre que la inmensa mayoría de los que superaron las pruebas de fiscal sean mujeres, rácano, por no decir otra cosa, sería quien no quisiese reconocer su superioridad como estudiantas de Derecho….

También es fácilmente comprensible que, por el bien de los hijos, en caso de separación sea la madre quien mantenga la custodia de los mismos. La custodia compartida no es más que una trampa de los maltratadores, dividir a los hijos por la mitad no puede ser más perjudicial para ellos. Incluso es lógico que ella se quede en el domicilio familiar, sigue siendo lo mejor para los hijos. Que después de las pensiones respectivas, a él no le quede dinero, no ya para una vivienda del mismo nivel, sino para cualquier vivienda y tenga que irse a vivir a la calle, ¡ya se encargarán las estadísticas de demostrar que las pobres son ellas, aunque cada día todos veamos un mayor número de varones vagabundos y mendigos¡.

Si un adolescente varón colecciona revistas pornográficas, qué vergüenza, pero en fin, es lógico, los hombres son todos unos salidos, algunos incluso unos cerdos salidos. Las chicas que coleccionan juguetes eróticos demuestran no sólo que saben estar al día y gozar de su cuerpo también su independencia y su madurez.
Basta con mirar cámara café para ver la diferencia, cómo ellas saben lucir sus encantos, mientras ellos, sobretodo uno de ellos, sí el más graciosillo, no puede disimular su baboso comportamiento que solo esconde aviesas intenciones.

Antes se decía que los hombres eran más inteligentes porque triunfaban más, pero no era más que una falsedad de la sociedad machista. Ahora se dice que las mujeres son más inteligentes emocionalmente, pero que nadie, por dios, vaya a comparar una cosa con otra, porque una cosa es hablar de inteligencia y otra bien distinta hablar de inteligencia emocional, de la que según todos los estudios se desprende que las mujeres obtenemos mejores resultados y eso nos hace más capaces para la vida, lo cual nos da una cierta superioridad, superioridad que nadie debe entender como prepotencia como se entendía antes por los hombres con aquello de que eran más inteligentes, cosa que por otro lado está requetedemostrado que no es cierta, al contrario que lo de la inteligencia emocional…..

¡Que no quieren caldo, dos tazas¡ ¡Qué tanto hombre del tiempo¡ Ahora se van a enterar de lo que vale un peine y comprueben que en adelante no va a haber más que mujeres del tiempo, y comentaristas deportivas y no comentaristos como hasta el presente, incluso se enterarán de lo que cansa escuchar como sintonía de la vuelta ciclista una canción no instrumental, sino una con voz y letra, para que aprendan bien la lección….. ¡Qué tanto aguantar y tanta consideración¡ Que no se merecen nada, qué hay que ver cómo nos trataron y nos siguen tratando, envidiosos de nuestros éxitos.

Desde algunos medios de comunicación se sostiene que las universidades y los centros de investigación, los tribunales de justicia y de los otros, las reales academias y demás que no mantienen una representatividad paritaria no pueden catalogarse más que como instituciones machistas. Claro, que luego sorprende que esa misma regla no la apliquen para sí y si el director es hombre, lo es el 99% de los que escriben en su sección de opinión, o la totalidad de sus humoristas, o …….. En fin, la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. ¡Ojo¡ sólo pretendo señalar la incoherencia y el oportunismo. Para mi las instituciones deben estar ocupadas por aquellos o aquellas que hayan hecho mérito para estar. Desde luego para nada comparto que los premios se entreguen un año a ellos y al siguiente a ellas. Me parecería tan absurdo como exigir que en el quiosco hubiese el mismo número de revistas masculinas y femeninas, o que del presupuesto familiar hubiese que dedicar las mismas cantidades a cosméticos para él y para ella.

Leí recientemente en El País una carta al director firmada por mujeres en las que negaban cualquier autoridad moral a las mujeres occidentales para criticar el velo musulmán, pues según su argumento, también ellas (las occidentales), demostraban su sumisión al hombre con sus escotes apuntados, sus vestidos ceñidos y no sé cuantas cosas más. Lo cierto es que me entró una gran congoja porque de repente se me ocurrió pensar que, sin que yo me diera cuenta, quizá estaba siendo responsable de la fiebre que les entró a las concejalas del PP, las militares, y las concursantes del Gran Hermano de fotografiarse desnudas para Interviú. Luego se me pasó el susto y pensé que si eso fuera cierto los de Interviú me tendrían que estar debiendo algún dinerillo…

En nuestro país algunas cosas suceden a destiempo. Por ejemplo Educación para la Ciudadanía se implanta cuando el concepto mismo de ciudadanía ha perdido toda su virtualidad. A estas alturas todos y todas debiéramos saber que la sociedad no está compuesta por ciudadanos y ciudadanas iguales en deberes y derechos, sino por los géneros entre los que el reparto de derechos y obligaciones responde a otros criterios que no el de igualdad. (El concepto de ciudadanía nació con la Revolución Francesa con la intención de superar la situación de desigualdad en derechos y deberes de las personas según el estamento social al que perteneciesen y en la intención de que todos y todas fuéramos iguales ante la Ley. Alguien ha dictaminado que eso está caduco, de tal modo que, en nuestro país en la actualidad, la legislación y la jurisprudencia marcarán diferencias no en función de algo que no existe como son los estamentos, pero si en función de algo creado ad hoc los géneros)

Por cierto siempre he oído que el concepto de género se hacía necesario para diferenciar lo cultural de lo biológico y superar así el concepto de sexo; pero lo cierto es que hasta donde yo sé los tribunales a lo que se atienen es al sexo, utilizando lo del género como absolutamente sinónimo. No acabo de ver las ventajas de este concepto excepto para llenarlo de contenido ideológico y fundamentar con él una teoría seudomarxista de las clases sociales (las de verdad desaparecen para ser sustituidas por los géneros) que sirva de parapeto y coartada a las discriminatorias propuestas del feminismo que lo sustenta. Eso por no entrar en este momento en la cuestión de qué posibles efectos pueda tener el hecho de que mientras la Constitución a lo que hace referencia es a la no discriminación por razón de sexo, en algunas leyes lo que aparezca sea el género.

Por cierto los hombres somos unos machistas o, más bien deberíamos decir machistos.

(En esta entrega he procurado un tono más humorístico de lo habitual. Cuando terminé dudé mucho si colgarla o no. Al final me he decidido a hacerlo porque espero no molestar a nadie, ni dar la impresión de que me tomo a choteo aquello de lo que hablo. Sé que son cosas muy importantes, pero también sé que la ironía y el humor son armas de las que muchas veces debemos echar mano para llevar incluso los aspectos más duros y pesados de la existencia o para señalar las incoherencias e incongruencias de un discurso que se cae por todos los lados)

17 noviembre, 2007

100

Un poco por casualidad me he dado cuenta que esta es la entrada número 100 del blog y aunque no haya grandes cosas que celebrar, quiero aprovecharla para animaros a continuar en esta verdadera tarea de pioneros y, cómo no, a perderle el miedo a expresarse abiertamente. Bastante lamentable es que muchos hombres permanezcan mudos por miedo a represalias. La libertad como siempre hay que ganarla ejerciéndola. Lástima que no parezca formar parte del ideario feminista el debate abierto y democrático.

En mi caso, y como ya dije en algún otro sitio, el pasar de la cincuentena me da una perspectiva de las cosas muy difícil de arrebatarme (de otro modo lo tendría crudo) o de tergiversar, porque es mi propia biografía y, en relación con ella, de algunas cosas estoy seguro, como de que hubo muchos momentos en los que no he dudado en ponerme del lado de cuantas demandas de las mujeres me parecieron justas, como seria reescribir la historia negar que en el ideario de todos los que participamos en el combate contra el franquismo y por las libertades no sólo pensábamos en la libertad de expresión, o en la legalización de los sindicatos, también en la plena igualdad jurídica de hombres y mujeres, en leyes como la del divorcio y tantas otras que hicieran real esa igualdad, y en ese combate estábamos juntos hombres y mujeres y mujeres y hombres y no precisábamos para nada del género para saber ponernos en el lugar del otro, en mi caso de la otra.

Por eso descubrir 20 años más tarde que uno por ser un varón pertenece a un grupo dominador y abusador, un grupo cuya vocación es mantener sometidas a las mujeres, un ser que lo mejor que se puede hacer con él es cambiarle su naturaleza, me parece un sarcasmo inadmisible, que como no puede ser de otro modo estoy decidido a combatir, y al servicio de esa idea he puesto este blog.

En relación con la “igualdad” hay muchos tabúes y no es el menor la autocensura y el miedo con el que muchos hombres afrontan la idea de pronunciarse sobre las muchas injusticias que a diario se viven en relación con tantos asuntos con ella relacionados.

Es un tabú el hecho mismo de que nadie, y con ese nadie me refiero a alguien realmente relevante en el panorama político, social o cultural, se haya decidido a ponerle voz a tanto silencio, se haya decidido a ponerle voz y freno a tanto dislate. Es difícil entender, en un país en el que cualquier cosa puede ser motivo de controversia y de debate, el silencio espeso que sobre estos asuntos reina y donde de escucharse alguna voz, siempre es del mismo lado. Aquí si que parece vigente un pacto de silencio, como si las palabras pudieran desbaratar tanto tinglado.

Pero de lo que no me cabe duda es de que la pequeña brecha que estamos abriendo, el pequeño espacio de libertad que estamos creando no puede más que ensancharse y crecer, porque no es sólo ya que se estén cometiendo injusticias cada día contra el hombre y eso no deba permanecer callado es que, aunque así no fuera, en un momento como el presente en el que a la sociedad se le está dando una vuelta como de calcetín, no debe suceder que los hombres permanezcamos mudos y en silencio.

16 noviembre, 2007

Conciencia de género

Ponerles nombre a las cosas no es fácil y en los temas que aquí abordamos, sea porque verdaderamente es así, sea porque desconocemos que otros lo hayan hecho antes, hay mucho de novedad y por tanto de poner nombre a algo que carece de él.

La principal diferencia entre hombres y mujeres en relación con la igualdad quizá, como mejor pueda expresarse, sea diciendo que las mujeres poseen una conciencia de género de la que los hombres carecemos de forma casi absoluta; conciencia de género que las ha conducido a identificar su sexo con lo positivo y a atribuir la culpabilidad de todos sus problemas históricos al hombre, a la dominación masculina, de tal modo que todo lo que pueda suceder en el presente y en futuro para las mujeres no puede conducir más que a mejores y más altas cotas de bienestar y realización (Ojo, todo esto limitado básicamente a las mujeres del primer mundo). Eso aparejado de una crítica sin paliativos a la condición masculina, donde parece se concentren todos los males y pecados de la humanidad desde que existe.

Quizá añadir que además por parte de los hombres o mucho tienen que cambiar las cosas o tardaremos mucho en adquirirla. El desprestigio de lo masculino, identificado en buen número de situaciones con el machismo, ha calado y sigue calando, en algunos casos de forma tan honda y tan devastadora, que pienso que la labor de pedagogía, de debate y reflexión antes de reconstituir la masculinidad, no como un estigma sino como una condición de nuestra naturaleza, tardará bastante en producirse. Creo que no es necesario insistir mucho en las pruebas de que esto es así, baste quizá con un párrafo del artículo de Juan José Millás en El País de hoy que dice: “Si de mí dependiera, los hombres tendrían voz de mujer y las mujeres voz de hombre. De este modo, las madres, al amamantar a sus hijos, les hablarían con la voz grave con la que nos habla la vida cuando nos hacemos mayores. Los padres, en cambio, atenuarían ese rigor materno con su voz cantarina, para que no todo lo bueno, en esos primeros momentos de la existencia, procediera del cuerpo de las mujeres.”

Pero si eso no fuese suficiente podría añadirse un pequeño análisis del reportaje del mismo periódico titulado: El ciberacosador actúa en frío, donde a pesar de que a lo largo del mismo se cita un caso de acoso en el que están implicadas chicas, nada en el mismo está en femenino, ni las fotos que acompañan al reportaje, ni en el texto una sola vez aparece la palabra acosadora, mucho menos ciberacosadora, pero donde además se anticipa lo siguiente: “Hay más mujeres que hombres que sufren ciberacoso”. Pareceira como si antes de conocer a fondo el tema y sus posibles soluciones lo relevante fuera destacar de quien hay más. Y todo sabemos o debiéramos saber lo que significa hay más…

14 noviembre, 2007

¿Educación de género?

A veces se hace difícil creer lo que se ve. Estoy pensando en, por ejemplo, la estampa de Juan José Millás y Boris Izaguirre liados a guantazos con Trancas en el programa de Pablo Motos en la Cuatro, al tiempo que Boris decía: la tiene dominada, la tiene dominada… (se refería a Barrancas)

Otras veces resulta difícil conciliar el mensaje de que un objetivo preferencial del Ministerio de Educación y las respectivas Consejerías de las Comunidades autónomas, sea el de educar en las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), con la constatación de que la LOE recién aprobada haya excluido de las plantillas de los centros a los titulados de Informática; no contemple, en relación con la informática, más que una asignatura optativa en cuarto de la ESO, - que podrá ser impartida por cualquier profesor “afín”-, o no aborde en serio la formación de un profesorado, que no ha sido educado en las mismas y, en la mayor parte de los casos, se mueve con mucha más dificultad en ese medio que los propios alumnos, incluso los de muy corta edad.

Por eso, para alguien como yo, que opino de la educación como simple enseñante, resulta reconfortante encontrarse con las palabras de alguien como Juana María Sancho Gil, profesora de la Universidad de Barcelona, especialista en educación quien, a una pregunta sobre las ventajas que ofrece un currículo que integre las nuevas tecnologías, responde:

“En primer lugar, la participación del alumnado en las tareas escolares es mucho más real y eso aumenta su interés por aprender. Cuando, en lugar de estudiar un tema en un libro de texto, se formula como algo que hay que investigar, los situamos en la obligación de buscar informaciones diversas, compararlas, debatirlas y extraer sus propias conclusiones. Contribuimos a que adquieran habilidades para aprender a lo largo de toda su vida. Pero es que, a parte, prescindir hoy en día de los ordenadores en los procesos de aprendizaje sería tan absurdo como impedir que se utilizasen los libros. Bien, a decir verdad, tampoco los libros entraron en la escuela.”

Esta es sólo una de las respuestas de una extensa entrevista publicada en la revista Eduga de la Consellería de Educación de la Xunta de Galicia, en las que de forma lucida cuestiona todo lo que se está haciendo desde los poderes públicos en relación con estas cuestiones. En cualquier caso sería interesante desentrañar que es lo que explica un comportamiento tan anómalo de nuestras autoridades educativas que, cuando no se niegan a reconocer lo que comienza a ser una evidencia para todos los ciudadanos, cual es el fracaso escolar, incluso sin entrar en el detalle de la enorme desigualdad entre chicos y chicas, actúan haciendo lo contrario de lo que pregonan.

A mi modo de ver: la educación, la inadecuación de la enseñanza al mundo en que vivimos, la insensibilidad ante el fracaso escolar masculino, la indiferencia ante la descompensación de las plantillas a favor de las mujeres, la exclusión de la informática y las nuevas tecnologías en la educación, la conversión del currículo de la ESO en algo que a lo que más se parece es a una Escuela de Idiomas bis, nos sitúa ante la verdadera dimensión de lo que es una concepción de género de la educación que, como en muchos otros campos de la vida social ha venido, aunque nadie sepa decir muy bien, cómo ha sido.

02 noviembre, 2007

De nuevo, ¿viejo?, malas nuevas sobre educación

El País de hoy recoge la siguiente noticia: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/repetidores/multiplican/elpepusoc/20071102elpepisoc_1/Tes
en la que una vez más se nos recuerda lo mal que está la educación en nuestro país y, como no podía ser de otro modo, la diferente suerte de chicos y chicas. Lamentablemente creo que se siguen enfocando mal las causas de este inapelable fracaso que el Ministerio parece olvidar que existe, pero su análisis, aunque creo que ya lo he abordado al menos parcialmente en otras entradas, lo dejo para otro momento. Sólo apuntar aquí que tengo la impresión de que se están obviando las razones de género, como por otro lado es la norma cuando quien sale perjudicado en una comparación es el varón.