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21 noviembre, 2016

Posverdad



El Diccionario Oxford ha elegido post-truth (posverdad) como palabra del año con el siguiente significado: “denota circunstancias en que los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública, que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal”. Y en buena medida pretende verbalizar lo sucedido con el Brexit o la victoria de Donald Trump. Cosas ambas que muchos lamentan.

Y a mí se me ocurre que no se puede decir durante décadas que la Ilustración ha muerto y la razón mejor guardada en un cajón, porque lo verdaderamente importante son las emociones y el mundo de los sentimientos. Decir que lo que toca es posmodernidad y que, verdad cada uno tiene la suya y todas deben valer por igual.

Que la ciencia y la educación deben subordinarse a criterios moralistas, los conocimientos no son importantes y las evaluaciones escolares o de los servicios públicos deben proscribirse por “fachas”. Y quien diga otra cosa es un antiguo que desconoce lo (políticamente) correcto. O peor un neoliberal.

No se puede dar carácter de filosofía de Estado a una visión como la de género que fulmina a las personas para convertir a los varones en un grupo de dominación e intereses. Una ideología que establece verdades apodícticas y, en esta cuestión sí, proclama que solo hay y solo puede haber una verdad que es la suya, y que carece de sentido cualquier apelación al debate público, mucho menos a la libertad de pensamiento.

No se puede decir y hacer todo lo anterior y ahora lamentarse de que los partidarios del Brexit o Donald Trump hayan recurrido a las mismas armas para llevarse su gato al agua, y apelando a las entrañas y lo emocional, al nacionalismo y el cerrar filas, hayan triunfado con sus propuestas en sus respectivos países. No se puede combatir al populismo allanándole el camino y brindándole todos los instrumentos que su éxito precisa.


07 noviembre, 2016

Cómo está el patio feminista



Se trata de sendos artículos: el primero de María Pazos Morán en El Periódico y el segundo de Patricia Merino en Público, sobre la iniciativa legislativa de igualar los permisos paterno y materno en 16 semanas. Ambas feministas y en medios de izquierda pero con criterios opuestos en cuanto a la conveniencia de la medida. Juzgad por vosotros mismos la consideración que les merece el llamado superior interés del menor y el del padre.


Permitidme solo un párrafo del de María Pazos: “En el empleo, si eres hombre tendrás más probabilidad de ser jefe, electricista, metalúrgico o cualquier otra profesión "masculina", mientras que si eres mujer es más probable que seas precaria, cuidadora, maestra o enfermera. ¿No es equivalente a la segregación racial o al sistema de castas?”


Y otro del de Patricia Merino: “La propuesta ha sido alegremente aprobada por el Congreso sin oposición, por lo que presumiblemente el nuevo gobierno se pondrá manos a la obra para orquestar una medida que es agraviante para las madres españolas, y dañina para las criaturas que nacen en este país. No sería sorprendente que sean capaces de implementarla sin consultar la opinión de la ciudadanía y de las madres reales, puesto que, de hecho, sus intereses y sus demandas son ignorados en esta reforma. Es difícil imaginar que quienes han votado a favor de la propuesta crean realmente que tales permisos puedan llevar a construir una sociedad más justa e igualitaria. Si la reforma finalmente se hiciera, y dentro de 10 o 15 años se constatara que tan generosa inversión sirvió sobre todo para extender las vacaciones de algunos empleados varones y para consolidar que la maternidad de las españolas sea la más devaluada de Europa, quizá entonces los políticos españoles comprenderán que su implantación fue un error.”


http://www.eldiario.es/tribunaabierta/Segregacion-sexual-favor_6_576802353.html


http://blogs.publico.es/econonuestra/2016/10/27/permisos-iguales-e-intransferibles-o-como-incrementar-los-derechos-de-los-padres-en-el-pais-de-europa-donde-las-madres-disponen-de-menos-apoyos/#disqus_thread



06 noviembre, 2016

Cuando la ciencia lo tiene difícil

Como digo en un comentario de esta interesante entrada: https://evolucionyneurociencias.blogspot.com.es,  después de quince años de la publicación de La Tabla Rasa, de Steven Pinker el feminismo de género no solo no ha perdido impulso, más bien al contrario, se ha convertido en un cierto paradigma para otros movimientos sociales de éxito.

Y sus notas: culturalismo, victimismo y negación de la naturaleza humana, parecen gozar de envidiable salud. Porque como digo en ese mismo comentario las reglas de la sociedad no son las de la naturaleza, ni tan siquiera las de la lógica más común, sino las del poder y en cuanto a poder nadie le discute hoy la primacía al feminismo de género, sea que lo veamos desde el punto de vista social sea que lo hagamos desde el punto de vista político.

Algunos creyeron que dado que lo expuesto por Steven Pinker en ese libro, particularmente el capítulo XVIII, en modo alguno pudo ser rebatido por el feminismo de género, más bien al contrario demostraba el carácter ideológico de muchos de sus postulados, de algún modo eso supondría un cierto derrumbe al menos en el terreno académico, pero nada de eso ha sucedido ni en el terreno cultural y académico, mucho menos en el político.

El feminismo de género no solo es un pensamiento promovido por los poderes públicos y ampliamente sostenido en la Universidad, ha conseguido también importantísimas palancas de poder en los medios de comunicación y constituye filosofía de Estado en países como el nuestro. Constituye una cierta forma de pensamiento único compartido por multitud de ideologías desde la extrema izquierda a la derecha, pasando por todos los estadios intermedios.


Y sobre todo se ha convertido en una ideología que cuando uno se atreve a discutirla se da cuenta de su verdadero poder y la enorme dificultad, por no decir imposibilidad, de debatirla porque a todo lo anterior le han sumado un cierto carácter sagrado e intocable  que hace que quien la pone en cuestión sea situado más en el terreno de la disidencia, que en el del debate ideológico entre posturas encontradas. Ese es a mí entender el porqué de la fortaleza de la perspectiva de género, a pesar de lo que supone de encontronazo con el pensamiento ilustrado y la ciencia.  


03 noviembre, 2016

Permisos de paternidad y maternidad

El Congreso ha aprobado el mes pasado una iniciativa legislativa para igualar los permisos de paternidad y maternidad en 16 semanas. Así lo recoge por ejemplo el diario El País. La lectura del artículo tiene interés para conocer la situación actual en nuestro país y algunos otros de nuestro entorno y saber de qué realidad partimos. http://politica.elpais.com/politica/2016/10/18/actualidad/1476785011_903428.html

Pues bien algo que podía presentarse como una equiparación real de hombres y mujeres en algo tan esencial como la posibilidad de actuar como padre y madre desde el primer momento y gozar de las mismas oportunidades de contacto con el hijo, en realidad prescinde de eso para argumentar que si se busca esa igualación es para no perjudicar a la mujer, ni perpetuar roles machistas.

De ahí por ejemplo que buena parte de los promotores no sean igual de partidarios de la custodia compartida. Ni lo de los roles machistas algo muy preciso, porque cada día que pasa tiene un mayor campo de aplicación y vale como arma arrojadiza prácticamente para todo. Estos días escuché hablar de machismo empresarial ¡porque hay más autónomos que autónomas!

Y ahora en las páginas de El País se preguntan si decirle a una compañera: ¡Qué guapa estás hoy! es o no un acto machista. Ni qué decir tiene que en esta igualdad sin reciprocidad, no tenga sentido plantearse si cuando es ella la que usa esa expresión con compañeros y compañeras merecería alguna consideración especial.