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24 febrero, 2007

¿Por qué?

¿Por qué hay preguntas que ni tan siquiera se formulan?

¿Por qué los niños hacen cosas diferentes que las niñas sin preguntarse el por qué?

¿Por qué hay preguntas para las que nadie se siente interpelado?

¿Por qué nadie contesta a la pregunta de por qué en los países nórdicos es donde más violencia de género existe?

¿Por qué, si somos iguales, a la guerra sólo van los hombres?

¿Por qué, si somos iguales, de los 2.000.000 de trabajadores de la construcción el 98 % son hombres?

Si los hombres son los que gozan de privilegios, ¿por qué son los que van a la guerra, los que se matan en las obras, los que perecen en cayucos y pateras, los que llenan las cárceles y los que mueren antes?

¿Por qué hay un instituto que vigila la emisión de publicidad degradante para la mujer, pero cuando esta publicidad es degradante para el hombre nadie protesta?

Si las mujeres son las parias de la sociedad patriarcal, ¿por qué son las que más pieles visten, mas gastan en perfumería y las que más uso hacen de la cirugía estética?

¿Por qué, si son más las mujeres con título universitario, la sociedad no tiene esa percepción?

¿Por qué en muchas escuelas siendo mayoría muy mayoritaria el número de maestras, la dirección la forman los escasos maestros que hay?

¿Por qué hay tantos hombres que, sin ningún atisbo de duda, se prestan a ser el brazo ejecutor de las políticas feministas que ellos no deciden? ¿Cuándo se actúa así no se está perpetuando una forma patriarcal de ver las cosas?

¿Por qué, si uno quiere discutir los postulados feministas, debe hacerlo en un foro de hombres? ¿Por qué en ese foro de hombres escriben sobre todo mujeres?

¿Por qué se han cerrado los foros de Mujeres en red? ¿Por qué afectando al 100 % de la población las políticas de igualdad, ni se discuten en el Parlamento, ni en la prensa, y los foros feministas financiados con fondos públicos se han cerrado? ¿Será que el debate no conviene?

¿La invisibilidad, es una imposición o una estrategia?

Si fue necesario cambiar APA por AMPA, Asociación de madres y padres de alumnos, (con lo que estoy en completo acuerdo) ¿Por qué para todo lo demás con “responsabilidad de los padres” llega? ¿ Será que el sexismo en el lenguaje también conoce sólo una dirección?

¿Por qué, después de tantos años, los estereotipos en lugar de ir a menos, van a más? Alguna vez el feminismo se decidirá por hacer balance o, ¿será quizá que aún no hemos comenzado?

Si, como dice el feminismo de género, los niños de hoy son más machistas y violentos que nunca. ¿No habrá que preguntarse qué se está haciendo mal, incluso quién lo hace peor?

¿Por qué, aunque nunca ha triunfado un partido feminista, las políticas feministas más radicales tienen el éxito que observamos?

¿Un feminismo tan institucionalizado, tan próximo al poder y los recursos públicos, no correrá y nos hará correr el riesgo, de convertirse en un conglomerado de intereses?

En los 80, el feminismo lanzó la consigna de “lo privado, público” ¿la proliferación de programas rosa actual, en los que se entra a saco en la vida de la gente, constituirá una de las últimas manifestaciones de este pensamiento?

Las mujeres y el feminismo se quejan del tiempo que la televisión dedica al fútbol ¿Serán conscientes de que todo el tiempo restante es para ellas?
Perdón, con algunas pequeñas excepciones en las que se pueden ver programas de interés general.

¿Por qué hay encuestas que sólo se hacen a mujeres, y encuestas en las que no importa el sexo? ¿Por qué cuando interesa se dan los datos por sexo, y otras veces no?

Ahora que se ha despojado al padre de cualquier autoridad, ¿la educación de los hijos es un problema de todos?

¿Por qué el hombre sólo es padre si la mujer lo desea? ¿Por qué, en lo que tiene de obligación, jamás puede dejar de serlo?

Si se dicta una ley contra la violencia de género y esta violencia no va a menos, ¿la solución seguirá siendo dotar la misma política de más fondos? ¿qué tendría que pasar para que algunas cosas se reconsiderasen?

¿Qué hace que en la ley del divorcio las cláusulas abusivas contra el hombre sean legales?

Si una agrupación sólo de hombres es sexista, una de sólo mujeres, ¿lo será también?

Si se busca la igualdad, ¿por qué algunas leyes nos pretenden tan diferentes?

Si los hombres son los del dinero, ¿por qué casi todos los mendigos son hombres?

Si al Instituto de la mujer sumamos las Consejerías de la mujer, las Concejalías de la mujer, las Cátedras de la mujer....... ¿no estaremos creando una administración paralela?

Si deben ser las mujeres quienes entiendan y gobiernen “sus propias cosas”, será que los hombres no tenemos cosas propias.

20 febrero, 2007

Humán= ser humano, hombre o mujer.

Quiero traer a vuestra consideración la propuesta de Jesús Mosterín en su obra "La Naturaleza humana", del vocablo humán para referirse al ser humano, hombre o mujer; pero también transcribir algo de lo que dice en las páginas 260 y 261, del mismo:

“La mayor parte de las lenguas del mundo (incluido el griego, el latín, el sánscrito, el hebreo, el chino, el japonés, el ruso, el alemán, el holandés, el quechua y un largo etcétera) distinguen los dos conceptos, el de humán y el de hombre, pero el francés y el español no lo hacen, lo cual es un defecto, que aquí hemos subsanado echando mano del morfema castellano human-, que aparece en palabras como “humano”, “humanidad”, “humanizar” y “humanamente, y convirtiéndolo en el sustantivo humán, que rima con orangután. La forma plural del “el humán” es “los humanes”, según la regla habitual. En español actual, “hombre” casi siempre se refiere al humán macho, al varón (término que ha caído en desuso pues hombre ha ocupado su campo semántico).......

.....................................

En griego, humán se dice ánthropos, de donde proceden nuestras palabras antropología y antropocéntrico. Hombre se dice anér, y en genitivo, andrós, que da lugar a andrólogo y andrógeno. Mujer se dice gyné, y en genitivo, gynaikós, de donde procede ginecólogo y gineceo.

En latín, humán se dice homo, que a su vez procede de humus, tierra, pues el ser humano es terrestre, por oposición a los dioses celestes. De humus se deriva en español inhumar y humilde . Hombre en latín se dice vir, de donde procede viril y virtud. La virtus (virtud) es la fuerza del hombre, la hombría. Mujer se dice mulier o femina.

En sánscrito, humán se dice manusa, hombre se dice nara, y mujer, stri.

En alemán, humán es Mensch, hombre es Mann, y mujer es Frau o Weib. Un filósofo alemán jamás confundiría los derechos humanos con los derechos del hombre. Cuando Kant dice que todas las preguntas filosóficas se reducen a la pregunta por la naturaleza humana, Was ist der Mensch? (¿Qué es el humán?), no está defendiendo una tesis machista. Los filósofos griegos y alemanes distinguen tajantemente entre humán (ánthropos, Mensch) y hombre (anér, Mann). Los traductores que planchan sus textos, traduciéndolo todo por hombre, eliminan importantes matices y prestan un flaco servicio al lector. “

....... continúa con las referencias al chino, al japonés y otros idiomas

18 febrero, 2007

Sé un hombre

Comentario a “Sé un hombre” de Antonio García Domínguez.



El compañero Fran me ha enviado, a fin de conocer mi opinión el texto titulado “Sé un hombre” de Antonio García Domínguez y que encontrareis en http://www.ahige.org/texto_articulos.php?wcodigo=50001. Como se da la circunstancia de que con el autor he mantenido más de un debate en Ahige, pues hace un tiempo él era el administrador del sitio (desconozco si lo sigue siendo) y dirigía una lista de discusión en la que yo he participado durante una temporada, deseo hacer el comentario de forma pública porque pienso que se hace necesario un proceso de clarificación para conocer quién es quién y, dónde está cada uno, en lo que tiene que ver con la igualdad y/o discriminación por razón de sexo.

Quizá la concepción del autor sobre lo que debamos entender por revolución femenina y masculina, nos den las claves no sólo del texto sino de la ideología y la praxis de Ahige.
La visión de género está presente en todo el escrito y en particular, en lo que deba entenderse por revolución femenina, una revolución de carácter laboral, política, familiar etc. una revolución por la justicia y la igualdad, “ Todo era muy evidente, las que eran las buenas y los que eran los malos” como completamente contrapuesta a esa revolución masculina, ya que “..., tan ocupados doliéndonos por los privilegios perdidos...” que nos hemos olvidado de nuestra revolución interior para superar el vértigo y las sensaciones de: “desorientación y pérdida, inseguridad, rencor, culpabilidad, victimismo y un largo etcétera.”

Al margen de que, atribuir a la mujer y la tecnología los grandes cambios del siglo XX, no constituya una gran lección de historia, más bien exigiría una puesta al día para evitar reescribirla; interesa comprobar el énfasis puesto en resaltar y situar la lucha de la mujer como al margen o en contraposición con los hombres, ahondar en la visión separatista de los sexos, cuando buena parte de esas conquistas serían impensables sin la actitud favorable de las fuerzas progresistas y una mayoría de hombres: desde el voto en la España republicana, hasta todas las leyes desde la vuelta a la democracia, (circunstancia ésta no negada más que por el feminismo de género y por lo que se ve por Ahige).

Pero también por considerar la revolución masculina como una revolución interior, que a poco que uno indague en qué consiste, pronto va a descubrir que de lo que se trata es, ni más ni menos, que de interiorizar la lógica de la perspectiva de género, aceptando de grado o por fuerza todo cuanto se deriva de esa liberación de la mujer a fin de renunciar a nuestros “enormes privilegios” y superar la “culpa”. (Por si al autor le pudiera quedar algún resquicio de duda confieso que no siento el más mínimo complejo de culpa y que en todo lo que tenga que ver con la lucha por la igualdad, las mujeres y el feminismo me encontrarán de su lado, cosa bien distinta a comulgar con ruedas de molino, o cualquier sentimiento de culpabilidad pues para mi la igualdad es un objetivo tan fuerte como lo pueda ser para cualquier feminismo)

Por lo mismo, nuestras quejas al denunciar el uso abusivo de la discriminación positiva, o la inconstitucionalidad de la ley contra la violencia de género, o sencillamente el escaso eco que se da al fracaso escolar de los varones, o lo injusto de que la custodia de los hijos se conceda siempre a la mujer, condenando al padre a ver a sus hijos dos fines de semana al mes, no puedan ser tachadas más que de puro victimismo y catalogadas como neopatriarcalismo. Y por eso no nos debe sorprender que para este señor el gran problema de los hombres de hoy lo constituyan “.. los problemas que sufren muchos hombres con sus parejas a causa de la organización y distribución de las tareas domésticas.”

En fin, un texto breve pero conteniendo lo sustancial de la visión de género, incluida esa referencia a la responsabilidad de las madres en la educación de sus hijos, de la que para esta ideología jamás se derivó ninguna consecuencia ni puede derivarse, pues para ella el mundo está partido en dos: hombres y mujeres, y las responsabilidades finales divididas así, de los primeros todas, de las segundas ninguna. Tanto es así, que a pesar de que a todos los efectos la sociedad en que vivimos no para de recordarnos que los hijos son de las madres, a la hora de abordar el fracaso escolar o la violencia de los jóvenes, el recurso sea siempre referido a un genérico “padres” o peor todavía, a una responsabilidad social en la que cualquier indicio de responsabilidad individual y personal queda siempre diluida.

En fin, Ahige se declara asociación de hombres, incluso promotor de un movimiento masculino, pero casi todas las referencias que del hombre hacen, (como bien sabéis la mayor parte de los que leéis esta bitácora), son por decirlo de forma suave negativas, hasta tal punto que, la presencia y actividad de los hombres en sus foros no para de mermar y ya sólo se sienten bien en ellos las mujeres que, antes de que los cerraran, escribían en Mujeres en red (otro tema que sin duda merecería comentario).

Por lo demás decir que quienes pretenden situarse en la vanguardia del S. XXI deberían abandonar de una vez el tono milenarista y las resonancias de cristiano viejo, superando dicotomías de “buenas” y “malos”, “culpas”, “desorientación y pérdida”, “rencor”, que sitúan el debate en un punto más próximo al de una “creencia” que al de un problema de índole social y política que conviene situar en términos que podamos discutir los ciudadanos de un estado no confesional y democrático.

16 febrero, 2007

Los juegos y los hombres

De la web de Ivon Dallaire he sacado lo que va a continuación. La traducción es mía. http://www.optionsante.com/yd_articles.php?mag=&edge=5

Los juegos y los hombres

¿Cuál es la principal diferencia entre los jóvenes y los hombres? ¡El precio de los juguetes! Lo que parece un chiste encierra de hecho la naturaleza profunda de lo masculino : el juego. Al hombre le gusta jugar; el hombre sano toma todo como un juego : los deportes, desde luego, pero también el trabajo, la política, la economía y los amores. Incluso la sexualidad. ¿Quiere esto decir que los hombres son niños grandes?

La naturaleza del juego

El juego se define como una actividad física o intelectual no impuesta y gratuita, a la cual uno se entrega para divertirse y obtener placer. No es este el ideal de todo hombre : hacer lo que quiere, cuando el quiere, sin que haga lo que haga, le sea impuesto, con un sólo objetivo : obtener placer. No vayáis a creer que siempre, el hombre toma todo a la ligera, pues para él el juego es una cosa seria : es una actividad sometida a reglas, generalmente convencionales, y que implican un ganador y un perdedor, y en la cual el hombre demuestra su capacidad física e intelectual. Es el mejor, o el que conoce mejor las reglas, quien gana, incluso si, a veces, interviene el azar.

Juego de chicos,juego de chicas

Las chicas también juegan, pero no de la misma manera : mientras que las chicas juegan juegos de roles (muñecas Barbie y Ken, médico y enfermera, papá y mamá), los chicos prefieren los juegos de reglas : dos equipos, un balón y el establecimiento de reglas, las del fútbol, del baloncesto, del balonvolea. La definición precisa de las reglas en los diferentes juegos da nacimiento a numerosas disputas, pero los chicos parecen sentir tanto placer discutiendo las reglas como jugando al juego. Por el contrario, para evitar que el juego no degenere, los chicos han inventado una función : el arbitraje. El arbitro es, generalmente, aquel que mejor conoce las reglas.

Todos los psicólogos os dirán que los niños aprenden con el juego : las niñas aprenden a ser relacionándose, los chicos a ser por la acción. Las chicas modifican fácilmente las reglas para que todas las jugadoras encuentren placer estando juntas. Para los chicos, las reglas son sagradas; cada uno debe conocerlas y respetarlas : nada de modificarlas para evitar susceptibilidades de éste o aquel jugador. Y cuando el juego se ha terminado, pasan a otro juego. Es por eso que los hombres en general ponen el acento en el futuro (encontrar un nuevo juego), mucho más que en el pasado (intentar encontrar los errores pasados para no repetirlos o prestar más atención en el futuro)

Juego y masculinidad

Es así que, a lo largo de toda la infancia y la adolescencia, los hombres se inician en el conflicto y la competencia jugando. Según Jacklin et Maccobyo, los hombres aprenden la importancia de la resolución de la disputas y se dotan de competencias en este dominio. Aprenden a jugar, a batirse con sus amigos y con sus enemigos. Sus juegos requieren la coordinación de actividades de numerosos individuos; aprenden así a dirigir, a organizar, a estructurar. Como los juegos se desarrollan principalmente fuera de casa, los hombres aprenden también a separar lo interior de lo exterior. Es así que los hombres están mejor preparados que las mujeres para hacer frente al mundo de los negocios, la vida económica y política, mundo en el cual existen toda suerte de reglas implícitas y donde la competencia está servida.

Trabajo y juego

El aprendizaje por juego de roles (para las chicas) y por juego de reglas (para los chicos) explica porque los hombres y las mujeres no trabajan de la misma manera. Para el hombre, un trabajo de equipo de calidad se expresa con un mínimo de comunicación (directivas, encuentros, síntesis), mientras que la mujer juzga la calidad del equipo por el número de interacciones entre los miembros de éste y el bienestar de cada uno. Los hombres pueden trabajar codo con codo, en silencio, durante largos períodos. Para él, el trabajo a conseguir, el objetivo a alcanzar es más importante que el bienestar físico o emotivo de los miembros del equipo. Los hombres establecen reglas y piden a los miembros del equipo que las respeten, mientras que las mujeres las modifican fácilmente para mejorar la armonía o alcanzar el consenso. Para los hombres, el resultado (ganar la partida) cuenta más que la manera de conseguirlo

Para el hombre, entonces, el trabajo es un juego en el que es necesario conocer la reglas : son los que mejor conocen las reglas, los más competentes son los que ganan. Si hay ganadores, hay evidentemente perdedores. Los perdedores aprenden de sus errores y se dicen que lo harán mejor la próxima vez. En el mundo de los hombres, la palabra error tiene un sinónimo : experiencia. Nada de cuestionar las reglas porque hieran a alguno o por complacer a otro, eso lo haría una mujer. Las reglas están establecidas para facilitar las interrelaciones, salvaguardar al grupo y asegurar la mayor libertad individual para todos. Bien visto, el juego es un asunto muy serio para los hombres, juego del que nadie está exculpado si ignora las reglas, incluso si son tácitas y no escritas. La primera regla de todo juego es entonces que las reglas deben ser tomadas en serio, muy en serio. Y la ignorancia de la regla no exculpa ni él ni ella, incluso si se trata de una regla implícita. Una regla de trabajo muy importante es dejar las emociones de lado, sino se corre el riesgo de acabar mal o muy pronto porque alguna persona no obtiene placer.

Juego y relación hombre-mujer

Si existen tantos conflictos de pareja o guerras de sexos, es debido a la ignorancia de la reglas implícitas utilizadas por el otro sexo. Según Adrienne Mendell, si las mujeres dejan de querer imponer sus propias reglas (variables como su humor) a los hombres y observaran a los hombres para entenderlos, vivirían ciertamente más intimidad con ellos y triunfarían mucho mejor en el mundo de los negocios porque podrían utilizar estas reglas de juego en su provecho. Por otro lado, si los hombres fueran más flexibles en la aplicación y la explicación de sus reglas, habría, seguramente, menos conflictos y menos guerras. Si ellos comprendieran que las mujeres no funcionan con las mismas reglas, vivirían seguramente con más intimidad y complicidad con ellas.

Las mujeres comprenderían también porque el hombre elabora poco su respuesta a la pregunta « Cómo te ha ido hoy en el trabajo, querido? » Mientras que el hombre responderá que todo ha ido bien, esta pregunta llevará a la mujer a contar no sólo lo que ha hecho, sino también lo que no ha tenido tiempo de hacer, lo que los otros han hecho o deberían haber hecho, así como todos los pensamientos que ha tenido a lo largo del día sobre una multitud de cosas. Par el hombre, cuando la jornada ha terminado, de nada vale volver sobre los buenos o malos golpes, más vale preparar la próxima jornada.

Juego e ilusión

A los hombres les gusta jugar, y son ganadores los que mejor conocen las reglas de juego. Los hombres buscan continuamente controlar estas reglas, y desgraciadamente, se hacen ilusiones sobre su capacidad de controlar el juego, como se puede constatar en el juego patológico. Es significativo que la mayoría de los jugadores patológicos sean hombres. Su gusto por el riesgo se transforma, a menudo, en temeridad que los lleva a jugar con la muerte, su muerte. Es también muy significativo que los deportes extremos hayan sido desarrollados por los hombres y sean practicados por hombres. Por otro lado, este gusto por el riesgo
es lo que ha llevado a los hombres a atravesar los mares, a vencer la pesadumbre hasta inventar el avión y el cohete siempre a la búsqueda de nuevas sensaciones provocadas por un nuevo juego


o Résultats rapportés par Adrienne Mendell, Travailler avec les hommes, InterÉditions/Masson, Paris, 1997.

13 febrero, 2007

Wonkapistas

Se me había olvidado recomendaros una visita Wonkapistas. Las entradas de los días 6 y 8 del presente mes de febrero sobre estadísticas de maltrato aplicadas a hombres y mujeres son realmente interesantes.

09 febrero, 2007

Más sobre la dictadura de género

La entrada “La dictadura de género”, de Josep Miró i Ardevol causó a muchos gran impacto porque desconocían el poso de una ideología como la perspectiva de género, que hunde sus raíces en un marxismo rudimentario en el que las clases sociales son sustituidas por los géneros, la dictadura del proletariado por el gobierno de las mujeres y el comunismo por esa utópica pretensión de la desaparición de los géneros, donde no sólo no existirían roles diferenciados entre hombre y mujer, sino que tampoco cabría hablar de lo masculino o lo femenino porque se habría conseguido la perfecta intercambialidad de los sexos. Como decía un post colgado en Ahige: “Ni masculino, ni femenino sino potencialidades a desarrollar”.

En esa sustitución de las clases sociales por los géneros, a los hombres nos toca jugar el papel de capitalistas explotadores, mientras las mujeres juegan el de proletarias explotadas, no únicamente en el terreno de los derechos económicos o sociales, sino también en el de la sexualidad. La concepción del derecho manejada por esta ideología es lo más parecido a la concepción leninista del mismo, en el sentido de concebirlo como la principal arma de transformación social aún a costa de cargarse las garantías jurídicas y procesales, llegándose a hablar de justicia de género y otras lindezas.

Que algo tan tosco y rudimentario, sustento ideológico de los grupos del feminismo de género, incluido Ahige, sin que desde la intelectualidad se haya dado una respuesta como corresponde, o que sus políticas estén siendo llevadas a las leyes sin práctica disensión de los grupos políticos, pone en claro que algo no está funcionando correctamente en este país en relación con este asunto. La miopía manifestada por los grupos políticos – no así jueces y fiscales - en relación con todo este asunto, aprobando una legislación que para muchos y muchas no sólo vulnera el principio constitucional de igualdad, sino que lamina las garantías procesales y la presunción de inocencia para los varones, revelan un estado de cosas que poco tiene que ver con la justicia propia de un estado de derecho y democrático.

Desde luego es difícil entender como hayamos podido llegar a este estado de cosas. Bien es cierto que las armas utilizadas por este feminismo, que procura no dar la cara, ni manifestar abiertamente sus intenciones, escondido bajo el manto de la justa reivindicación feminista de igualdad y arrogándose la exclusividad de la lucha contra la violencia doméstica y el dolor por la muerte de las mujeres, dificulta separar hasta dónde lo justo y que límites no se deben traspasar, pero en el mejor de los casos revela una ñoñería de nuestra clase política bien grande y conviene no olvidar que el grueso de esta legislación ha sido aprobada con unanimidad de las Cámaras. Sin duda una situación como la referida en El País de ayer, sobre la utilización fraudulenta de la Ley contra la violencia reclamaría una urgente modificación de la misma al más breve plazo, sin embargo soy de los que piensan que las posibilidades de que eso ocurra son muy remotas y lo mejor es ir pensando en un largo camino en el que la primera batalla sin duda tiene que ser la ideológica, para desmontar algo tan grotesco como lo más arriba señalado.

08 febrero, 2007

¿Condición masculina?


El 20.05.06 El País publicaba el siguiente reportaje. En su momento me impactó. Ahora quiero traerlo aquí para engrosar la lista de casos que tengan que ver con la ¿condición masculina?


REPORTAJE

Un símbolo destrozado

El soldado Blake Miller, considerado un icono del Ejército estadounidense en Irak, padece invalidez psicológica

JAVIER DEL PINO - Washington - 20/05/2006

Días después de que la foto de su cara se publicase en más de 100 periódicos por todo el mundo, James Blake Miller todavía no sabía que era famoso. "¿Te puedes creer que eres el puto marine más famoso? ¡Tu careto está en todos los periódicos!", le dijo un sargento al mando en Faluya. La unidad de Blake acababa de regresar. Ni él ni sus compañeros pensaron que podrían salir vivos de un combate en el corazón de la insurgencia iraquí. Volvieron vivos, pero cambiados.

Después de una noche entera agazapado, de horas y horas de disparar, ser disparado y matar, Blake se encendió un cigarro con la seguridad -contó después- de que podría ser el último. Un fotógrafo empotrado de la agencia Associated Press tomó esa foto sin pensar que el primer plano de Blake, su mirada al vacío, la suciedad del combate, la sangre en el oído de un tímpano estallado por los bombardeos y el humo del cigarro recién encendido formaban una estampa impactante. Dan Rather, todavía en la CBS, dijo que era la mejor fotografía de guerra de la historia contemporánea. El gesto de Blake reflejaba para algunos la irracionalidad de la guerra; otros veían en su mirada el reflejo del valor. Blake se convirtió desde entonces en el Marlboro Man, el apodo que le puso el sargento y que le acompañará de por vida.

Tal llegó a ser su leyenda entre los soldados de Estados Unidos que los mandos decidieron retirarle de las zonas de combate, porque si moría, pensaron, la moral del resto de las tropas se vería afectada. La fama, su cansancio y sus primeros problemas médicos precipitaron su regreso a casa. Dos periódicos, el San Francisco Chronicle y Los Angeles Times han encontrado y han descrito la vida de Blake.

De vuelta en Kentucky, Blake pensaba que podría mantener sus recuerdos bajo control. Fue diagnosticado con estrés traumático, una enfermedad mental que afecta a uno de cada tres soldados que han pasado por Irak. Apenas duerme, y cuando lo hace mueve su dedo índice como si estuviera apretando un gatillo. Fuma más que nunca. Bebe más de lo que debería. No domina su temperamento. Ve constantemente las caras de las personas a las que mató en Faluya.

Poco a poco, el recuerdo de los amigos que han muerto y los enemigos a los que ha matado ha transformado la lógica de su vida. Siempre quería haber sido un soldado. Tiene tatuado en su brazo el lema de su compañía, "Ángeles de la Muerte". Ahora no entiende la guerra: "Hemos hecho alguna ayuda humanitaria. ¿Pero qué hemos hecho realmente allí? ¿Qué ha ganado Estados Unidos con esto excepto un montón de muertos? Me quema por dentro", dice ahora.

Jame Blake Miller cobra 2.528 dólares (1.980 euros) de pensión por su invalidez psicológica permanente. Acaba de cumplir 21 años.

Fraude con la ley de violencia

El País de hoy publica la siguiente noticia, tan interesante por lo pionero de la sentencia, pero tan reveladora de la discriminación hacia los hombres a que nos somete la actual legislación. Mejor será que la leáis y saquéis vuestras propias conclusiones.

Un tribunal reprende a una mujer por cometer 'fraude' con la ley de violencia

PERE RÍOS - Barcelona - 08/02/2007

Un tribunal de Barcelona ha dictado una sentencia en la que reprende a una mujer por denunciar a su ex marido para obtener ventajas en el proceso de separación. Los jueces recuerdan que la simple denuncia comportó una orden de alejamiento contra el hombre, al que se le impidió ver a su hija de tres años durante más de cuatro meses, hasta que finalmente fue absuelto.

La sentencia la ha dictado la Sección Duodécima de la Audiencia de Barcelona y rebaja de 600 a 450 euros la pensión de alimentos que ha de abonar. Ése es un trámite ordinario que ocurre en ocasiones, del mismo modo que se puede incrementar la pensión. Lo inusual es que el tribunal analice el origen de las desavenencias maritales y reprenda, en este caso a la mujer, porque "ha quedado acreditado una conducta impropia de la madre, que no ha facilitado la comunicación pacífica de la menor con el padre".

El ponente de la sentencia es el magistrado José Pascual Ortuño, quien la semana pasada fue nombrado director general de Derecho y Entidades Jurídicas de la Generalitat. La resolución añade que la madre "utilizó impropiamente la legislación represora de la violencia de género" con la finalidad de apartar a la niña del padre, y que de esta manera "obtuvo fraudulentamente una orden de alejamiento". La medida se aplicó de mayo a septiembre de 2006, cuando fue absuelto Philippe C. La ex esposa, Mercedes J., no acudió al juicio por la denuncia que presentó por malos tratos.

"Secuestro psicológico"

Los jueces explican que el alejamiento de la niña del padre "puede derivar en una verdadera y real enfermedad mental, el síndrome de alienación parental (SAP)", un trastorno que niegan algunos abogados de familia y que el tribunal define como un "secuestro psicológico" del niño.

"Estoy muy contento de que la justicia me haya dado la razón, pero el tiempo que he estado sin ver a mi hija y el daño que se le ha hecho no me lo quita nadie", declaró ayer el padre.

También ayer trascendió un caso de los que han motivado la presentación de numerosas cuestiones de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional en aplicación del artículo 153 del Código Penal, que castiga como delitos de violencia doméstica hechos que antes eran falta. Ocurrió el pasado 17 de abril durante una discusión de pareja, originada porque ella le cerró el agua caliente a él cuando se duchaba.

En la discusión, la mujer se soltó de un extremo de la toalla, del que estiraba -al otro lado estaba el hombre- y sufrió contusiones. El marido fue condenado a nueve meses de cárcel por un delito de maltrato y le impuso una orden de alejamiento durante 21 meses. Ahora, la Audiencia de Barcelona entiende que es un "hecho puntual", lo considera una simple falta y le condena a una multa de 150 euros

03 febrero, 2007

Condición masculina

Caso 1: En un colegio de Andalucía una madre interpreta mal el gesto de un profesor hacia su hija, y llama por el móvil a su marido comunicándole que un maestro la está maltratando. El padre de la niña llega y se lía a golpes con el profesor.

Caso 2: En Galicia un chico sale con dos alumnas, una de cada uno de los dos institutos de un barrio. Cuando una de la chicas se entera de que la otra le ha robado a su chico se va a por ella al instituto de enfrente. Esta última, a su vez se da cuenta de la jugada y llama a su padre para que la venga a buscar. La otra que se percata de lo que pasa llama al suyo. Al cabo de poco rato los padres de las chicas se están peleando, por medio hay bates de béisbol y una trifulca que obliga a desplazar una furgoneta de la policía. Capítulo a parte merecería el tratamiento del caso en los medios de comunicación.