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31 enero, 2007

¿Enseñanza de prestigio?

En los últimos días se viene publicitando a bombo y platillo en mi comunidad Galicia, la incorporación al currículo de la obligatoriedad de una segunda lengua extranjera. Desconozco el impacto que una noticia de este tipo puede causar en el ciudadano medio. Seguramente de vigor y salud de nuestro sistema educativo que cada año mejora y ahora lo hace incorporando la obligatoriedad de una segunda lengua extranjera.

Lo cierto es que actualmente la inmensa mayoría de los alumnos acaba el bachillerato sin ser capaz de hablar una lengua extranjera. Quizá dentro de un tiempo en lugar de decir que los alumnos acaban el bachillerato sin dominar el inglés, lo que habrá que decir es que acaban el bachillerato sin dominar ni el inglés, ni el francés, y añadir, que muestran importantes carencias tanto en castellano como en la lengua de su comunidad, por no citar que su nivel de matemáticas es de los más bajos de todos los países de la OCDE, sólo comparable a países con un desarrollo social y del sistema educativo, teóricamente muy inferiores al del nuestro.

En otro post se habla de un país anómalo y parece que en los últimos tiempos nos hemos deslizado por la pendiente de los despropósitos, y este viene a ser uno más.Los informes PISA nos hablan de gravísimos problemas en nuestro sistema educativo. Por sólo citar algunos: muy bajo nivel de matemáticas y dificultades en lengua (a la castellana o de la comunidad me refiero), amén de que la alfabetización digital y la incorporación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación brilla por su ausencia, y nuestras autoridades educativas en lugar de atender las peticiones, que desde diversos colectivos se hicieron en el momento de la discusión de la LOE, por ejemplo, incrementando el horario de matemáticas en una hora a la semana, o dando pasos en el terreno de la educación digital y las nuevas tecnologías, se centró el debate en otros temas de mucho menor calado y ahora se nos anuncia esto de la segunda lengua.

De verdad sería conveniente comenzar a tomarse el tema de la educación en serio. Poseemos uno de los sistemas educativos con mayor fracaso escolar del mundo y con mayor desigualdad por sexos. En muchos centros no llegan al 50 % los varones que consiguen el título de ESO. La conferencia de rectores viene anunciando año tras año la caída en el nivel de los alumnos y alumnas que acceden a la Universidad. Recientemente una información de prensa hablaba de un estudio realizado en Cataluña, según el cual por primera vez en 100 años se constataba un descenso en el nivel educativo de una generación en relación con la que le precedió y las autoridades educativas siguen olvidando, que por aquí va el grueso de los problemas de la educación dedicándose a improvisar y adoptar medidas, como este de la segunda lengua extranjera, que claramente hace pensar que los engranajes de comunicación de las necesidades del sistema educativo están fallando.

Para quien desconozca de lo que estoy hablando que piense que del horario lectivo de los alumnos y teniendo en cuenta que las lenguas tienen una carga horaria elevada, dedicarán más de la mitad del mismo a esa labor. Imaginad por ejemplo que de las 6 horas de una jornada lectiva, varios días coincidirá que tendrán 4 lenguas, por ejemplo: castellano, francés, gallego e inglés, aquellos que viven en comunidades con lengua propia y, mientras tanto, se ha negado el incremento de 1 hora semanal para matemáticas y la enseñanza se sigue impartiendo de la misma forma que cuando ni existían los ordenadores, ni se conocía Internet, las videoconsolas y las Nintendo.

Sencillamente increible

28 enero, 2007

Texto de Manuela Carmena

Cuelgo de nuevo un texto con parte de una intervención de Manuela Carmena, que me ha enviado Athini y reproduzco un pequeño párrafo del comentario que lo acompañaba por lo que tiene de ilustrativo.
El párrafo es " El artículo debería estar alojado en la página electrónica de la fundación "Pensamiento Crítico" (cuya afinidad con el PSOE creo que no hace falta resaltar), pero hace mucho tiempo que, por alguna razón técnica, no es posible acceder a él en dicha página."

Y ahora el texto:


Lo que nos queda por hacer


Parte final de la intervención de la magistrada Manuela Carmena en las V Jornadas de Pensamiento Crítico (el texto completo estuvo originalmente alojado en la página electrónica www.pensamientocritico.org)

Manuela Carmena

Desde que la violencia contra las mujeres se empezó a perfilar como un problema social (gracias sobre todo a las organizaciones feministas), se ha responsabilizado de este fenómeno a la tolerancia e ineficacia de los órganos judiciales. Esto tampoco es un fenómeno aislado.
No hay más que seguir, desde cualquier hemeroteca, un poco nuestra historia contemporánea para constatar cómo se identifica la falta de dureza de los tribunales con el aumento de los delitos. No hay más que ver cómo precisamente ahora, y ante el debate surgido desde la oposición política sobre el incremento de la delincuencia, se ha generado una situación de opinión pública de tal carácter que ha llevado a reformar el Código Penal, para imponer penas más duras.

Todavía no se ha demostrado desde una perspectiva de investigación penelológica que sea cierto que las penas más duras eviten la comisión de los delitos. El criminólogo japonés Ko Akalsuka, en una interesante ponencia que presentó en el Congreso Internacional de Medidas Alternativas a la Prisión, en Ontario (Canadá), en 1998, afirmaba que no existe ninguna relación entre índices de encarcelamiento y disminución de actividad delictiva, sino más bien al contrario. Es decir, que índices bajos de encarcelamiento suelen ir acompañados de actividad delictiva baja.

En el año 1994, en Estados Unidos había 500 presos por cada 100.000 habitantes. En este momento, la población penitenciaria se ha duplicado: ya hay 1.000 personas presas por cada 100.000 habitantes, y casi más de 2 millones de personas presas.

Sin embargo, en Japón solamente hay 37 personas presas por cada 100.000 habitantes. La política de restricción de la utilización de la prisión en Japón es muy elevada, pues solamente el 7% de las personas condenadas ingresan en prisión. El 93% restante se somete a formas alternativas a la prisión para corregir sus conductas delictivas.

La problemática de la violencia contra las mujeres no se ha escapado de la aceptación de estos tópicos. Como ya decía más arriba, el propio desarrollo de los planes contra la violencia de las mujeres está desnivelado en el sentido de dedicar la mayor parte de recursos a la promulgación (otra vez) de distintas y nuevas leyes, tanto materiales como procesales, encaminadas fundamentalmente a conseguir sobre todo el incremento de los castigos de los agresores, y sin establecer si este incremento protege o vulnera a sus víctimas.

Durante el año 2001, el Consejo General del Poder Judicial realizó un estudio, en colaboración con la cátedra de Filosofía del Derecho de la Universidad de Zaragoza, sobre sentencias dictadas en todo el Estado español en materia de violencia doméstica. El resultado de este estudio era indicativo de que, sobre todo en materia de denuncias por maltrato doméstico con la consideración de faltas, la mayor parte de las sentencias estudiadas habían sido absolutorias.

Aunque no tengo ahora datos concretos sobre cómo ha evolucionado la respuesta judicial, por mi propia experiencia, como magistrada de la Audiencia Provincial de Madrid, lo que me permite analizar bastante sentencias de los juzgados de lo penal y de Instrucción, creo que puedo afirmar que las sentencias condenatorias, sobre todo en juicios de faltas, han aumentado de una manera espectacular. ¿Por qué ha sido esto? En mi opinión, se debe fundamentalmente a la fortísima sensibilización que los colectivos de mujeres han conseguido poner en marcha.

Esta sensibilización tiene sus particularidades. Pienso que la mayor parte de jueces y magistrados están –estamos– dispuestos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para evitar el incremento de la violencia doméstica, y de ahí que en muchas ocasiones se acceda a lo que piden mujeres y colectivos de mujeres, sin que, sin embargo, estemos convencidos de que lo que estamos haciendo sea realmente útil para disminuir el problema de la violencia doméstica. Hacemos –o creemos hacer– lo que se espera de nosotros, para no tener ningún tipo de reproches, ni de nuestros propios órganos de inspección, ni de los medios de comunicación, ni de los colectivos feministas, sin realmente plantearnos si con nuestras actitudes estamos ayudando a resolver el problema.

MÁS SENTENCIAS CONDENATORIAS Y MÁS AGRESIONES. Por supuesto que no puedo asegurar que esto sea una tendencia constante e imparable, pero sí es posible asegurar que, haciendo algunas otras cosas que todavía no hemos intentado, pudiera cambiarse la orientación de la tendencia. Por ahora lo que me parece incuestionable es que las medidas que se han acordado no estén produciendo un descenso de la violencia.
He dicho ya más arriba que en otros aspectos de la criminalidad está demostrado que el incremento de la severidad de las penas no disminuye en absoluto la actividad delictiva. Si en otros aspectos de la criminalidad es trascendental buscar el castigo acertado en su extensión y en sus características, creo que, evidentemente, en materia de violencia doméstica es más importante que en otros aspectos de la política criminal, si cabe, buscar especialmente castigos eficaces y acertados.

En materia de violencia doméstica la política criminal encuentra una realidad peculiar, diferente a la que aparece en otro tipo de delitos, como los delitos contra la propiedad, de tráfico de drogas, o de terrorismo. Cualquier política criminal pretende, lógicamente, conseguir la modificación de las conductas del delincuente. En este caso concreto, la actitud del delincuente está inmersa en la vida privada y enlazada con el comportamiento de su pareja y los suyos. El objetivo último, por tanto, de cualquier política criminal es modificar la conducta del delincuente, e implica, en este caso, una intervención absolutamente necesaria en la vida privada de los agresores.

En mi opinión, es éste uno de los aspectos en que los que se evidencia cada vez más la torpeza objetiva de los órganos judiciales para abordar de una manera eficaz la modificación de conductas íntimas y privadas del individuo.
Un magistrado amigo mío dice que lo mismo que la medida verdaderamente eficaz para sofocar un incendio es apagar el fuego, la verdadera seguridad para la mujer maltratada es que nunca más vuelva a ser objeto de la violencia criminal de su pareja. Para eso es necesario apagar el fuego de esa violencia, es decir, modificar la conducta del agresor.

El Derecho penal moderno es un derecho garantista, y el objetivo que pretende, fundamentalmente, es analizar el hecho delictivo en sí mismo, descontextualizado de la persona, del agresor. Se ha discutido en muchas ocasiones, y se ha rechazado, la opinión de quienes nos inclinamos más por considerar que se debe juzgar no sólo la acción, sino también el contexto; que esto podría ser un derecho penal de autor contrario a la concepción garantista del Derecho penal. Sostienen quienes defienden esta postura que debería distinguirse en los procesos penales lo relativo al análisis del hecho cometido, del proceso de determinación de la pena, y que debiera ser en esta segunda fase, en la determinación de la pena, donde se establecieran todos los elementos objetivos necesarios para adecuar, a la vista de las características personales del sujeto, el castigo conveniente.

No se trata tanto de entrar, ahora, en este debate sobre cuál es el papel de Derecho penal, y la eficacia que se consigue con éste para reprimir conductas criminales, sino en llamar la atención de que precisamente en materia de violencia doméstica no somos eficaces, no protegemos bien a las mujeres si cuando analizamos la conducta de los agresores separamos el hecho del contexto.


LA EFICACIA DE LOS JUICIOS PENALES. Hace unos días, tenía un proceso de apelación de un juicio de faltas en el que se había condenado al marido por un maltrato de palabra a su esposa. Afortunadamente, en aquel caso, el Juzgado de Instrucción había tenido el acierto de grabar en vídeo el acto del juicio de faltas. Pues bien, en este juicio de faltas se veía cómo el marido denunciado pretendía explicar al juez que su esposa también le había insultado. El magistrado insistía en que aquel juicio no era para resolver las denuncias del marido contra su mujer, sino, especialmente, para analizar la denuncia que había hecho con anterioridad la mujer al marido. El juez, efectivamente, acabó con la condena del marido, y yo me preguntaba –y me pregunto ahora– si el no haber permitido escuchar todo lo que pasó no es una forma de amputar el contexto y de impedir conocer lo que realmente ha sucedido.
Me pregunto yo también ahora si el condenar desde un objetivo parcializado no provoca una reacción de injusticia en el condenado, y si esa sensación del condenado de ser tratado injustamente por el juez no significa un incremento mayor en la violencia y, por tanto, un riesgo más para la denunciante.
En un encuentro sobre el acceso de los ciudadanos a la justicia en octubre del pasado año, se discutió sobre si las condiciones actuales físicas de los juzgados, sala de juicios, estrados, banquillo de acusados, etc., eran elementos disuasorios para el análisis de los sucesos que juzgamos, y se vio la conveniencia, sobre todo en determinadas jurisdicciones, como las relativas a la familia, de diseñar juzgados con otra estructura física, espacios reducidos, mesas redondas y todo aquel que facilite el entendimiento y el esclarecimiento, y también, por supuesto, el castigo útil y la protección eficaz.

Sólo cuando se conoce bien el suceso, sólo cuando se han comprendido bien las actitudes de unos y otros, se puede castigar y proteger con eficacia. Y para eso es necesario una humanización de la justicia.
Soy partidaria, y siempre lo he sido, de que se especialicen determinados juzgados en violencia doméstica. Es más, diría que soy partidaria de que fueran los juzgados de familia los que llevaran también los aspectos penales de la violencia doméstica.

Las características de la justicia española, y probablemente las de otros países con sistemas judiciales similares (los que partieron de lo que se llama el tronco napoleónico de la justicia), evidencian una justicia de carrera funcionarial, alejada de la problemática social y muy basada en la utilización técnica de la norma jurídica burocratizada. Los jueces y magistrados que la componemos somos el producto del diseño de nuestro ordenamiento. Sostengo que cualquier ordenamiento jurídico que pretendiera un juez humanista, implicado en la resolución de los problemas, accesible a los ciudadanos, etc., lo tendría. Los diseños institucionales son los que configuran los perfiles humanos que los constituyen, y así, por tanto, creo que no se trata de culpabilizar a la judicatura española como tal, sino simplemente decir que se ha optado por un tipo de ordenamiento jurídico que produce jueces con tendencia a la burocratización técnica, aislados de los problemas sociales.

Por eso, creo que sería razonable cuestionar ahora este tipo de modelo judicial y empezar a ensayar en los aspectos relacionados con la vida privada de las personas que tienen tanta trascendencia, como es este de la violencia doméstica. Una especialización con profesionales que no procedieran del mundo del Derecho (aunque, naturalmente, los juzgados tuvieran también expertos en Derecho), con importantes conocimientos de comunicación, psicología, pedagogía, etc. .

No quiero que esto se entienda como si el optar por otra forma diferente de esclarecer los hechos delictivos ocurridos fuera una tolerancia o disculpa para las actitudes de los agresores. Todo lo contrario. Lo que quiero decir es que si en todos los casos es fundamental que el castigo sea acertado, en este concreto no solamente es fundamental para el agresor, sino que además es esencial también –y seguramente decisivo– para proteger la vida de la agredida; que el castigo que merece el agresor sea el más conveniente para hacerle cambiar su conducta.

LOS CASTIGOS ÚTILES, LOS TRATAMIENTOS PARA LOS AGRESORES. Sin saber muy bien por qué, siempre que he defendido la necesidad del castigo útil me he encontrado con respuestas airadas de colectivos de mujeres que han insistido en que todo tipo de tratamiento para los hombres agresores no era nada más que tirar el dinero, y que han hecho todo lo que estaba en su mano (naturalmente, con el loable propósito de proteger a las mujeres) para que no hubiese dinero público destinado al tratamiento para modificar las conductas de los agresores. En determinados debates, siempre he oído alegar a quienes han defendido estas posturas que, en el mundo en general, se había demostrado un extraordinario fracaso en este tipo de tratamientos.

Sería conveniente, por supuesto, y antes de hacer afirmaciones de esas características, el poder ofrecer algún estudio objetivo sobre los resultados de los tratamientos. Estoy convencida de que si se hiciera así, podríamos comprobar, en primer lugar, que el ser humano, por definición, tiene siempre capacidad de evolución y cambio, siempre que se le apliquen pautas adecuadas. En este aspecto, como en otros de la vida personal y social, cambia y evoluciona. Es decir, asegurar que no dan resultados los tratamientos para los agresores, es como afirmar que los tratamientos de conducta de cualquier tipo son inútiles, cuando sabemos, sin embargo, que están las clínicas llenas.

Quienes hemos conocido de cerca todo lo relativo al tratamiento de las dependencias, sabemos que los procesos de modificación de la conducta son complicados, y con evolución desigual, con avances, con retrocesos; pero es que, por definición, los procesos de aprendizaje de la conducta humana son así. Al fin y al cabo, no debemos olvidar que precisamente la ley no es otra cosa más que un intento de organizar las conductas de los ciudadanos, y por eso, cuando las leyes no se cumplen en la medida deseada, no podemos dejar de seguir haciendo esfuerzos para mejorar los necesarios cambios de la conducta de los agresores.
Entre los textos que he podido contrastar, me parecieron muy interesantes algunos de los tratamientos que se llevan a cabo en países nórdicos como Noruega y Finlandia. En concreto, el que se desarrolla en Noruega, el proyecto Alternativ Til Vold, ha alcanzado una evaluación del siguiente tenor: del 50% al 60% completan el tratamiento. De ellos, entre el 80% y el 90% han abandonado el uso de la violencia física. De los 2.000 hombres que fueron contactados por los evaluadores, entre el 25% y el 30% no se presentaron a la primera sesión. Muy al principio de la terapia lo dejaron entre un 5% y un 10%, y entre un 60% y un 65% lo continuaron hasta el final.


NOTA.
Manuela Carmena es magistrada de la Audiencia Provincial de Madrid.

26 enero, 2007

Mujer y ciencia

Si mi experiencia me dijera, que hombres y mujeres somos iguales cuando miro quien está ocupado en la construcción, o de cajera de supermercado, o cuando al mirar las sentencias de separación observase un trato igualitario y la custodia de los hijos cuando no fuera compartida se concediera al 50% para una u otro cónyuge, si observase igual trato y resultados en niños y niñas en la escuela.....

Si a pesar de esas diferencias observase que la actitud del feminismo y los legisladores procurase no ahondar esas diferencias entre los sexos, por ejemplo, a la hora de las custodias de los hijos o el reparto de la sociedad de gananciales en las separaciones, o a la hora de buscar la conciliación de la vida laboral y familiar, y no hiciese distingo entre si quien insulta en una riña de pareja es él o ella, o si observase que, con el mismo celo, se procurase corregir las desigualdades cuando la parte perjudicada fuera el varón, entendería que se utilizase esa vara de medir llamada paridad...

Pero si lo que observo es que nuestro tribunal constitucional dictaminó que no se producía desigualdad cuando nuestra legislación establecía la obligatoriedad del servicio militar sólo para los varones, o cuando se consagra una legislación que establece discriminación positiva sólo para uno de los sexos, y además lo hace donde ya la situación de desigualdad es hacia el varón, el recurso a la paridad cuando interesa me resulta claramente una ofensa, primero a la inteligencia y en segundo lugar a la justicia y la igualdad.

Y esa es la sensación que he sentido esta mañana al leer que la Xunta de Galicia crea la Unidade de Muller e Ciencia (centro que promoverá la presencia femenina en los comités que se encargan de conceder becas y decidir ascensos) para duplicar la plantilla de catedráticas y jefas de investigación.

Y si cuestionable es el procedimiento, los “argumentos” a favor de tal medida son todavía más peregrinos, de tal modo que lo que valía para ayer hoy no vale y donde dije digo quise decir Diego, en una ensalada de “razones” que no resisten el más elemental análisis. Por citar sólo alguno de los argumentos aducidos ahí van los siguientes:

“La secretaria general de Igualdade, Carme Adán, culpó ayer de esta falta de alumnas en carreras técnicas a los “estereotipos” que empujan a los hombres a interesarse más por esta área del conocimiento” (El País 26.1.07)

O sea que donde las mujeres obtienen mejores resultados la explicación es su mayor constancia, o interés, o capacidad, y donde sucede con los hombres se llama estereotipo

“Hay que trabajar para que la maternidad no signifique una especie de gap en el currículo” afirmó Carme Adam (El País 26.1.07)

“La carrera científica es muy larga y todas las carreras largas son difíciles para las mujeres” argumenta Sanchez Piñón, catedrática de Genética y actual Conselleira de Educación, que considera que la ciencia no se nutrirá de más mujeres hasta que el cuidado de los hijos no sea “una labor de pareja” (La Voz de Galicia 26.1.07)

Son sorprendentes ambas afirmaciones si se tiene en cuenta que según el estudio elaborado por la Xunta sobre esta cuestión, el 60 % de las investigadoras son solteras y el 72 % no tiene hijos ( La Voz de Galicia 26.1.07).

También se señala como discriminatorio la menor presencia de la mujer en el ámbito privado que en el público, pero sin que nadie precise algún argumento para sostener dónde se produce tal discriminación.

Estas afirmaciones resultan más llamativas si tenemos en cuenta que quienes las realizan son altos cargos socialistas y de militancia feminista, que recientemente han aprobado una ley que ha impedido la custodia compartida y sigue considerando que los hijos son “propiedad” de las madres.

Durante siglos los físicos para explicar lo que no eran capaces de hacer de otro modo se inventaron un fluido invisible, imponderable y elástico llamado éter, que llenaba todo el espacio, y por su movimiento vibratorio transmitía las radiaciones. Más tarde se demostraría que lo del éter no había sido más que una invención que sólo estaba en la cabeza de quien lo necesitaba para suplir su ignorancia. A mi entender en la actualidad el feminismo procede de la misma forma. Cualquier diferencia no querida por las mujeres se debe a una “discriminación” y el procedimiento para corregirla es dictar una norma legal que sitúe a la mujer allí donde ella quiere, al margen de procedimientos y sistemas de promoción.

Pretender que las mujeres universitarias de hoy sufren algún tipo de discriminación que les impide progresar al mismo ritmo que a sus compañeros es pura falacia, que en cualquier caso sería necesario demostrar con argumentos algo más sólidos, antes de proceder a dictar normas que si apuntan claramente en una dirección discriminatoria.

25 enero, 2007

A propósito de los hombres

De los hombres se ha dicho casi todo: malos padres, peores amantes, esposos bajo sospecha, vagos, chulos...... ya solo faltaba que se nos pusiese en el mismo plano que la dictadura de Franco como hizo el programa de Tv del que hablo en el post anterior. !El feminismo cada día se supera a sí mismo en rigor de análisis y ponderación de juicio¡

Se me ocurre que ante todo esto la mejor apuesta sería que tomásemos buena nota de la situación y comenzásemos a explorar como superar tanta mentira y estupidez, al tiempo que buscamos respuestas para nuestros problemas que son muchos en el plano de la salud y la vida, en el trabajo y sobretodo cuando se acaba el trabajo, en la familia..... y abriésemos perspectivas para superar la lamentable situación en que nos encontramos. Es una tarea ineludible que tarde o temprano tendremos que afrontar.

22 enero, 2007

País anómalo

Un país demasiado anómalo, titula Javier Marías su colaboración en El País semanal de 21 de enero de 2007. Viene el título a cuento de la actitud adoptada en los últimos tiempos por la Asociación de Víctimas del Terrorismo y su presidente, a quienes califica de brazo manifestante de la emisora radiofónica de los obispos siembracizañas.

Pero lo es por algunas otras cosas más. Si indudable resulta el progreso económico, social y cultural de los últimos 30 años, y el salto en muchos índices cuantitativos de la realidad del país, llama sin embargo la atención el fracaso en los aspectos cualitativos de ese desarrollo, justamente aquellos en los que más cabe fijarse a la hora de pensar en el futuro, por ejemplo las políticas de investigación y desarrollo o en general nuestro sistema educativo, con uno de los índices de fracaso escolar más altos de la OCDE, en particular de los varones. Y si preocupante es el índice mucho más lo es la actitud de ignorarlo por parte de responsables del Ministerio, y así mientras los alemanes con una situación mejor que la nuestra han decidido realizar una profunda reforma para atajar esa cuestión, aquí estamos inaugurando una que ha preferido pasarla por alto.

Pero lo es también por la actitud de autoridades y medios de comunicación que han decidido hacerse portavoces de muchas de las mentiras del feminismo de género en un ejercicio rayano en la incompetencia más completa, como cuando se anuncian diferencias salariales entre el hombre y la mujer de no se qué cuantos por ciento, carentes del más mínimo rigor y ajuste a la verdad, al tiempo que se ha puesto en práctica la legislación de género más “avanzada” del mundo, y los medios de comunicación de titularidad pública han entrado en una carrera desenfrenada por ver quien expresa más contundentemente estas nuevas verdades oficiales y así hoy el Telediario de la noche ha incluido un especial dedicado a la mujer en el que a propósito de la primer Ley de igualdad de 1975, se ha dicho que con ella las mujeres comenzaron a liberarse de la dictadura de Franco y de la de sus maridos.

Lo dicho, este país cada día que pasa es un poco más anómalo.

19 enero, 2007

La intrincada realidad

18 de enero. O.T. Risto Meijide le reprocha a Daniel que le ha faltado testosterona en su actuación. En otra ocasión había reprochado al realizador la elección de escenas de la semana (ojo! la elección, no que ese fuera el método de la academia). En una de ellas se veía a una profesora forzando a uno de los alumnos a que sacara su mala leche insultándola. En algunas otras ocasiones lo que se le pide a los alumnos es una actitud más “macarra”. ( ¿Cómo conceptuarán estas actitudes el feminismo de género y asociaciones del tipo Ahige?).

Me sorprende todo. Risto un día denuncia la falta de criterio de la elección de escenas porque le recuerdan la violencia doméstica, pero otro día le reprocha a Daniel la falta de testosterona o que se muestre blando. En cualquier caso, en qué mundo vivimos que lo que en otro contexto significaría delito cual el insultar a una mujer, es reclamado como método pedagógico para que un candidato a artista saque su lado “canalla”, o sencillamente se recuerde demasiadas veces que se ha de ser más macarra en el escenario o a la hora de representar una canción.

Será todo esto responsabilidad de la sociedad patriarcal, o quizá sea el reflejo del “nuevo hombre” al que cuando se sitúa el foco sobre él, a algunos y algunas les resulta demasiado blando. Lo cierto es que aquellos objetivos del feminismo en busca de la igualdad y contra los estereotipos parecen haberse ido como la nieve con el cambio climático. No sólo es que cada vez las figuras del hombre y la de la mujer estén más estereotipadas - también en periódicos fervientemente partidarios de las tesis del feminismo de género. No se trata únicamente de que la práctica totalidad de los trabajadores de la construcción sean hombres o que la presencia en el ámbito administrativo sea muy mayoritariamente femenina, que en pleno siglo XXI con leyes de custodia compartida en varios países de nuestro entorno aquí se siga perpetuando la tradición de que en las separaciones se da la custodia a la mujer en prácticamente todos los casos...... que la mujer muestre una mayor “inteligencia emocional” a la hora de la conducción, o que los resultados académicos dibujen dos mundos cada día más separados, un mundo en que a pesar de la reiteradas campañas a favor de los juguetes no sexistas, los niños y las niñas pasada esa edad de 6,7 años, y hasta la pubertad, comiencen a moverse por mundos donde las coincidencias son más fruto de la casualidad que otra cosa, y a pesar de no existir ningún obstáculo que impida que las niñas jueguen al fútbol, lo cierto es que no sobrepasan el 1 o el 2 por ciento las niñas que se animan, sin embargo a ellos les gusta a casi todos.

La verdad los textos feministas fuera de una responsabilidad genérica y permanente de la sociedad patriarcal poco dicen al respecto y más bien parece que en contradicción con lo que luego se observa en la realidad. Desde luego casi todo está por hacer y antes por entender.

12 enero, 2007

La dictadura de género

Traigo aquí un artículo que me ha sido enviado por Athini como comentario a la última entrada sobre violencia de género, porque creo que su interés me obliga a situarlo en lugar diferente al de un comentario. Agradecer, como no podía ser de otro modo, la amabilidad de Athini al enviarmelo.


20 Diciembre 2006

La dictadura de género, de Josep Miró i Ardevol en El Mundo de Cataluña
PRISMA

Escribe Alison Jagger en Political Philosophies of Women's Liberation, que la «humanidad podrá revertir finalmente a su sexualidad polimorfamente perversa natural». «La igualdad feminista radical significa, no simplemente igualdad bajo la ley ni tan solo igual satisfacción de necesidades básicas, sino más bien que las mujeres -igual que los hombres- no tengan que dar a luz». «La destrucción de la familia biológica que Freud nunca visualizó, permitirá la emergencia de nuevas mujeres y hombres distintos de cuantos han existido anteriormente». «Deben oírse las voces de mujeres jóvenes, ya que la vida sexual no gira solo alrededor del matrimonio».Esta es una de las concepciones centrales de la llamada perspectiva de género, una concepción que persigue alterar radicalmente los fundamentos de la sociedad. La llamada perspectiva de género es una derivación del marxismo, si bien notablemente degradada desde el punto de vista de la racionalidad. De hecho todo el planteamiento de la ideología de género debe prescindir de razón científica, de ahí su pretensión de reescribir la historia. Por sus objetivos y en parte por su metodología constituye una ideología totalitaria que consecuentemente se expresa en políticas que tienen una deriva de este tipo, por ejemplo, la construcción de un estado policial a su servicio. La ley española sobre protección contra la violencia de género, un tipo de norma inédita en el mundo, es un buen ejemplo de ello: tiene en proceso a 150.000 hombres y, el gobierno ya ha anunciado que considera que existen 2.000.000 de mujeres maltratadas, es decir 2.000.000 de maltratadores que deberían ser procesados y condenados. Sobre 11,6 millones de hogares con parejas (8,9 son matrimonios y 2,9 no lo son) significa casi un 20%, uno de cada cinco esconde a un maltratador.¡Esto se afirma con toda la tranquilidad del mundo y aquí nadie lo cuestiona! ¡Tremendo!

Como expresa el texto precedente de la señora Jagger, la ideología de género no es una variante del feminismo, en el sentido real de esta concepción, el de la equiparación de los derechos de la mujer con los del hombre, sino que propone su liquidación, dado que niega la condición básica: el ser mujer en toda su plenitud y poder ejercer como tal sin menoscabo ante el hombre. La perspectiva de género persigue en realidad eliminar las diferencias suprimiendo la condición de ser mujer, así como la de ser hombre. En el fondo la teoría es bastante rupestre. Muerto el perro muerta la rabia.En el momento en que no existan hombres y mujeres sino sexualidades polimorfas se acabó el problema. En realidad la perspectiva de género más que de un tipo de feminismo es el fundamento ideológico de un proyecto de sociedad que utiliza a la mujer para otro fin distinto, al igual que el marxismo hacía con la clase obrera.Esta característica también explica que la ideología de género sea el soporte teórico fundamental del proyecto político de sociedad homosexual, de homosociedad, aquella en la que las instituciones son radicalmente modificadas, en beneficio de la homosexualidad.

Como esta concepción choca más duramente con la condición humana, la violación de la realidad debe ser mayor y el recurso al castigo y a la imposición una práctica creciente. A su vez está en la raíz del problema de la decadencia europea, dado que está vinculada a los principales vectores que la alimentan. Pero éste, el de la caída de la civilización europea, es ya otro tema.

josepmiro@e-cristians.net

10 enero, 2007

A propósito de la felicidad

Leo en una revista para jóvenes la reseña de un estudio sociológico realizado por Javier Elzo: Los jóvenes y la felicidad, lo siguiente:

“Entre los factores que se correlacionan positivamente con la felicidad están también pensar en el futuro y prepararse para ello, tener controlado el dinero de bolsillo, buenas relaciones familiares y amistades, ser mujer, no tener necesidad de los chats para quedar con desconocidos y una aceptación crítica de las instituciones.”

Destaco ser mujer porque no es el primer estudio, ni será el último, que constate que en la España de hoy las expectativas de chicas y chicos, desde cualquier punto que se quieran observar, son mucho más optimistas para ellas que para ellos. Pero por si cupiera cualquier duda los datos de matrícula en la Universidad, el menor fracaso escolar - prácticamente de la mitad-, las mayores posibilidades de encontrar empleo etc. corroboran lo señalado más arriba.

Es por eso que a la perversión ideológica que supone buena parte de la legislación de género dictada por el Gobierno socialista, se une el hecho de que en un contexto como el señalado, no paren de adoptarse medidas para favorecer el empleo de mujeres, o para promover emprendedoras, o lo que ya es más indigerible por mucho que uno trate de cerrar los ojos a la realidad, que se promuevan medidas de discriminación positiva allí donde ya hoy la mujer ocupa una posición mayoritaria, del tipo de esa reserva de plazas en la administración pública etc. Sencillamente no ver privilegio en todo esto y seguir insistiendo en la discriminación hacia la mujer es desconocer la realidad o pretender que los demás nos lo creamos.

Pero tampoco me alarma excesivamente la situación, cuando elevados cargos del Gobierno siguen insistiendo en la discriminación salarial de la mujer. Resulta patético que quien debiera garantizar el cumplimiento de la legislación y por tanto impedir que se produzca discriminación salarial o de otro tipo, pregone un año sí y otro también que la discriminación salarial de la mujer es del 10 %, 28%, 36 % o cualquier otro porcentaje que se le ocurra. Y eso es así porque sencillamente es falso, o igual de verdadero que afirmar que la discriminación salarial de los extremeños en relación con los madrileños es del 70%. Pura demagogia para justificar una legislación y unos acuerdos a los que el partido socialista parece estar impelido por no se sabe que poderosa fuerza. La misma seguramente que hizo que en el último trámite de la ley del divorcio la custodia compartida quedara arrumbada en el baúl de los recuerdos.


Confío en que el presidente del Gobierno y el partido socialista, no estén mostrando en este asunto la misma candidez que en con lo de la tregua de Eta; aunque en muchos momentos más da esa pinta que otra cosa.

02 enero, 2007

Sobre la ley de igualdad

Ha llegado hasta mi correo la carta de más abajo y he decidido, atendiendo la petición del autor, colgarla para que la leáis y si os parece opinéis

Estimados amigos.

El pasado 22 de Diciembre de 2006 pasó el primer trámite administrativo la nueva “ley de igualdad” con la que el gobierno actual quiere, nuevamente, dar otro golpe “de género” a las políticas públicas y a la acción gubernamental. Se nos está vendiendo a bombo y platillo que la ley es buena para el hombre porque establece un permiso de paternidad de 15 días intransferible que podremos disfrutar. Tanto si eres hombre como si eres mujer, conviene que te pares a pensar y conozcas algunos aspectos de esta ley y de cómo va a cambiar tu futuro. Después juzga por ti mismo:-

Debes saber que la ley entiende que únicamente la mujer es discriminada. El hombre nunca es discriminado y por tanto no goza de protección frente a la discriminación (art.1).-

Debes saber que la ley entiende que no constituye discriminación destinar a los hombres a realizar las tareas de mayor esfuerzo o más penosas. Los hombres somos fuerza de trabajo y como tal se nos puede tratar (art.4).-

Debes saber que esta ley entiende por “acoso sexual” cualquier comportamiento que “produzca el efecto” de atentar contra la dignidad de una mujer, independientemente del acto o de las intenciones. Ello significa que si, por ejemplo, tienes un tic nervioso y guiñas el ojo a una mujer, y esta se siente ultrajada, estas cometiendo acoso. (art.6).-

Debes saber que esta ley consagra la discriminación positiva. Ello significa que las mujeres podrán tener preferencia para acceder a puestos detrabajo y privilegios sólo por ser mujeres. Es importante señalar que la discriminación positiva sólo la entiende esta ley hacia la mujer (esto es, no podrán adoptarse medidas favorables ni de discriminación positiva para con los hombres). (art.10).-

Debes saber que ante la denuncia de discriminación o acoso, la ley invierte la carga de la prueba, y corresponde al denunciado demostrar su inocencia, y no al denunciante demostrar los hechos. La presunción de inocencia, un principio básico de derecho, queda erradicada por esta ley (art.12).-

Debes saber que los poderes públicos se van a limitar a potenciar el trabajo y el empresariado femenino. El masculino queda aparcado de momento. (art.13).-

Debes saber que los poderes públicos se van a esforzar por dar voz y voto a las asociaciones feministas radicales. Se trata de asociaciones que propugnan el odio y el rechazo al varón. Asociaciones a las que nadie ha votado y que sin embargo están marcando la política de asuntos sociales del actual gobierno. (art.13).-

Debes saber que la ley establece que se adoptarán y financiarán de manera sistemática iniciativas destinadas a promover de manera específica la salud de la mujer. (art.24) Ello pese a que la esperanza de vida femenina es muy superior a la masculina, pese a que casi el doble de muertes prematuras son masculinas y pese a que las enfermedades femeninas, como el cáncer de mama, reciben casi el doble de fondos públicos que las enfermedades masculinas, como el cáncer de próstata.-

Debes saber que el gobierno va a gastar nuestro dinero en crear programas de formación exclusivos para la mujer en asuntos como Internet, informática y sociedad de la información. (art.25). ello pese a que, hasta la fecha, nadie ha encontrado una tienda de informática que discrimine y no venda a mujeres. Empieza a darte cuenta que a los hombres nos están encaminando a ser la fuerza de trabajo, mientras que a las mujeres les facilitan ser las mentes intelectuales.-

Debes saber que, si perteneces a un pueblo o piensas dedicarte a la agricultura t eres hombre, no tendrás formación y estarás el último a la hora de recibir subvenciones. Tanto éstas como los cursos se reservan prioritariamente a mujeres. (art. 26).-

Debes saber que las mujeres emigrantes tendrán preferencia sobre los hombres españoles a la hora de acceder a una VPO de adjudicación directa, algo que no sucede en ningún país del mundo excepto en España. (art. 27).-

Debes saber que RTVE se convierte en un instrumento de publicidad de la mujer, y que va a dedicar sus recursos a promover sus bondades y milagros exclusivamente, así como su ascenso a puestos directivos. (art.32). Si eres hombre, olvídate de ascender: eres fuerza de trabajo, nada más.-

Debes saber que la publicidad que use a la mujer de manera ilícita será perseguida y castigada. No sucederá así con la publicidad que trate al hombre como un estúpido, un ignorante o un imbécil (por ejemplo, los anuncios donde se nos dice “por fin podéis hacer dos cosas a la vez, chicos”). Esa publicidad es permisible e incluso divertida para esta ley. (art.36).-

Debes saber que las políticas de empleo y formación se van a dirigir a mejorar la empleabilidad de las mujeres y su acceso al mercado de trabajo. (art.37) Los hombres no tendremos cursos ni subvenciones, y por supuesto, dado que somos mulos de carga, nuestra empleabilidad no necesita mejorarse. Una nueva muestra del interés que tiene esta ley de convertirnos en fuerza e trabajo, frente a las mujeres intelectuales.-

Debes saber que esta ley permitirá a los sindicatos de tu empresa negociar “discriminaciones positivas” en tu empresa. Si eres hombre y en tu trabajo hay pocas mujeres, empieza a temblar. (art.38).-

Debes saber que las empresas deberán instruir planes de igualdad para que accedan y promocionen mujeres. Si estas en una empresa, debes saber que tu promoción no dependerá de tu esfuerzo y resultados, sino de tu entrepierna y de cuantas mujeres haya por arriba de ti (si hay alguna compitiendo contigo por el ascenso, olvídate). Si vas a incorporarte al mundo laboral o te han despedido, las mujeres tendrán preferencia antes que tú para entrar a trabajar en cualquier parte. Tus hijos lo tendrán mucho más complicado a la hora de empezar a trabajar. (arts. 41-44)-

Debes saber que en el acceso a los puestos de funcionario también podrá observarse que el hecho de ser mujer sea una ventaja. Si eres funcionario, ten claro que el 40% de las plazas de los cursos de formación se reservan a mujeres (el otro 60% son para hombres o mujeres). (arts. 52 y 55).-

Debes saber que no se prohíbe la discriminación del hombre a la hora de hacer un seguro de automóvil (si eres hombre es mas caro), pero sí se prohíbe la discriminación de una mujer al contratar un seguro médico (a las mujeres en edad fértil se les cobra más por la atención en embarazos).(art.66).-

Debes saber que el 40% de todos los puestos de consejos de dirección de este país quedan reservados a mujeres, y que en los próximos cuatro años sólo se incorporarán mujeres a estos puestos. (art.70). Si pensabas ascender, olvídalo. Sin embargo, si en tu empresa hay pocas mujeres, felicítalas porque, independientemente de su valía, van a ascenderlas por ley.-

Debes saber que se crea, aparte del instituto de la mujer, un consejo de participación de la mujer, que se encargará de que todo la anteriormente descrito suceda, y de que los hombres nos limitemos a trabajar y a estarnos quietecitos. (art.73).-

Debes saber que se promocionará la atención a la salud laboral de la mujer, aunque el 90% de los muertos por accidente de trabajo sean hombres. 1 mujer accidentada vale más que 10 hombres según esta ley. (Disp.adic.).

Y ahora que sabes todo esto, párate a pensar si 15 días de permiso de paternidad valen la pena por hipotecar tu futuro y el de tus hijos. Esto ya no pertenece ni a izquierda ni a derecha. Si eres hombre, esta ley te va a convertir en un paria. En un ciudadano de segunda, en un obrero desposeído que no tendrá derecho a recibir nada de su gobierno, ni a promocionar, ni a mejorar, ni a pensar, aunque, eso sí, deberás pagar tus impuestos para que algunas mujeres vivan bien de ellos. ¿De verdad quieres esta situación para ti y tus hijos? ¿Serás un ciudadano de segunda categoría, al estilo del apartheid sudafricano?.Y si eres mujer, piensa en tu pareja, tu novio, tu marido. Piensa en tu padre, en tus hermanos. Piensa en tus hijos, y mira lo que esta ley hará de ellos. Después que este gobierno haya convertido a todos los hombres en sospechosos de asesinato, ahora también los convierte en parias. En desposeídos. En esclavos. Ese es el futuro que est gobierno nos lega.Yo no lo admito. Por mí, por mis hijos, por mi mujer. Porque no soy el animal que este gobierno me quiere hacer creer, Porque soy muy capaz de amar, de pensar, de responsabilizarme. Por todo ello, pero sobretodo por mis hijos, me opongo y me opondré a una ley discriminatoria, fascista, antidemocrática e inconstitucional como es esta. Y encima la ha creado un gobierno que se dice de izquierdas. Increíble.Si crees que lo que has leído aquí vale la pena, dale difusión. Haz circular este correo entre todas aquellas personas que creas pueden leerlo con la suficiente mente abierta. Sólo unidos los ciudadanos que creemos en la auténtica igualdad y en el respeto, podremos parar esto.Un abrazo a todos los lectores. Ánimo.

PD: Quien quiera puede contrastar todo lo que se dice en el correo con el texto del anteproyecto de ley. Verá que es cierto.