Twittear

29 agosto, 2008

Ética de género

La ética de género, a juzgar por los hechos de quienes la practican, podría formularse algo así: Primero nosotras, ante todo nosotras y siempre nosotras y quizá completarse con aquello de: Todo lo que es tuyo es tuyo y mío, y lo que es mío, mío sólo y aún añadir: El Mundo por mucho que haga jamás podrá pagar la inmensa deuda de gratitud que tiene contraída con nosotras.

La noticia la podréis encontrar aquí, o en esta otra dirección o también en este sitio

Las lecturas que una tal información sugiere pueden ser muchas, y para comenzar yo me preguntaría por qué esa manía de hablar de igualdad en instituciones cuyo único objeto de preocupación son las mujeres. La igualdad presupone como mínimo dos términos, si sólo hay uno huelga hablar de igualdad a menos que se pretenda confundir los conceptos. Y teniendo en cuenta que, quién presenta el estudio no es la representante de una entidad privada que presenta un estudio pagado con fondos propios, sino un cargo institucional que presenta un estudio pagado con fondos públicos, es decir de todos, como lo serán los recursos destinados a solventar las “desigualdades de género” que en él observa la directora del SGI, podría suscitarse el interrogante de por qué un mayor fracaso y abandono escolar de los varones, o por qué en 26 carreras sólo representan el 25% del alumnado, o por qué viven 6 años menos que las mujeres, pero no, lo que cabe resaltar no es eso, ni tan siquiera que las mujeres sean el 75 % en dichas carreras, sino que son menos en las técnicas, ni tan siquiera felicitarse por la mayor longevidad de las mujeres sino hablar de “el envejecimiento femenino” o hablar de la pobreza pero obviar que es entre ellas donde más gasto suntuario se produce. Y seguirse preguntando si los fondos que se destinen a combatir esas desigualdades de género comprenderán alguno destinado a combatir el fracaso escolar masculino, o una atención médica o de otro tipo para combatir la menor esperanza de vida del hombre, o algún tipo de medida que iguale la presencia masculina en la Universidad.

Creo que va siendo hora de que un planteamiento como el de Ana Luisa Bouza sea considerado como lo que es, un enfoque más propio de una concepción de la sociedad en términos de aristocracia femenina que se muestra incapaz de sustraerse a las exigencias de su género, que de un cargo institucional que en democracia está ahí para servir al conjunto de los ciudadanos.

22 agosto, 2008

El mejor sistema educativo de su historia

“No os fallaré” fue la promesa de Zapatero para su primer mandato, promesa que considera haber cumplido. Hay sin embargo para mí dos grandes fallas en otras tantas de sus grandes aspiraciones: la laicidad del Estado y la potenciación del I+D+i y el cambio de modelo productivo. A mi entender estos campos constituyen dos de los fracasos más sonados del primer mandato y lo siguen siendo en la actual legislatura. En el caso de la laicidad dejo que sea el señor Tamayo, buen analista y conocedor del tema, quien nos cuente algunas de sus impresiones por ejemplo las recogidas aquí y aquí

En el caso del I+D quiero, sin embargo, señalar algo que se le está olvidando a la mayoría de los analistas y que tiene que ver con la idea de que el primer y fundamental eslabón del I+D lo constituye el sistema educativo en toda su extensión y más en particular la potenciación del nivel de excelencia en la enseñanza secundaria. Decir de entrada que, si malos son en general los índices de nuestro sistema educativo: Matemáticas, lectura comprensiva, abandono escolar, etc., en lo que se refiere al nivel de excelencia nuestra posición nos sitúa en los últimos lugares de la OCDE. Y así por ejemplo y según los informes PISA, mientras que el nivel de excelencia para el conjunto de los países estudiados alcanza el 10% y en un caso como el de Finlandia llega hasta el 25%, en el nuestro no llegamos al 5 %, y todo ello, por una mal entendida igualdad que castiga a los mejores alumnos, y subordina su marcha a la del conjunto de la clase, privándolos de la atención personalizada que su situación requeriría.

Con este porcentaje de alumnos brillantes o sobresalientes el I+D del futuro se encuentra más comprometido que otra cosa. Pero esta situación no es ajena a esa orientación política e ideológica instalada en el Partido Socialista y vinculada a la perspectiva de género y el feminismo institucional, que en su intención de cambiar la sociedad ha trasladado al sistema educativo esa particular idea de igualdad en la que conviven, sin gran contradicción para las autoridades educativas, un altísimo fracaso escolar, particularmente el masculino, y un muy bajo número de alumnos que alcanzan el nivel de excelencia, lo que no le ha impedido a la señora Cabrera proclamar que estamos ante el mejor sistema educativo de nuestra historia, o que nuestro sistema alcanza un nivel de igualdad que nos equipara a los mejores.

Y quien, por la novedad de la perspectiva que aquí adopto, crea que no es posible que esto esté sucediendo no porque sea inevitable y no podamos esperar algo mejor de nuestros alumnos, sino porque responde a un particular enfoque de la educación y la sociedad, le invito a que rastree en las decisiones, o la ausencia de decisión en otros casos, de nuestras autoridades educativas a lo largo de los últimos años y verá que con la actitud del Ministerio y las medidas que se vienen adoptando, los resultados no pueden ser distintos de los que estamos obteniendo. Y por comenzar por una “no decisión” tendríamos que preguntarnos qué lleva al Ministerio de Educación a permanecer impasible ante un fracaso escolar masculino que ronda el 30%, pero que en algunas comunidades autónomas alcanza el 50 % en la Enseñanza Secundaria Obligatoria haciendo que pulvericemos récords de incumplimientos en los compromisos de la agenda Lisboa.

Y por el lado de las decisiones preguntarnos por qué no ha sido posible incorporar en la LOE una hora semanal más de Matemáticas mientras se crean asignaturas de esa duración que carecen de todo sentido, o por qué el veto a los titulados en las ramas de Informática y el abandono de las TIC en un clarísimo divorcio entre escuela y sociedad, o la obligatoriedad de una segunda lengua extranjera en un sistema educativo que se ha demostrado tan ineficaz en la enseñanza de una: el inglés, pero en el que además los niveles en lengua castellana y en la lengua propia (para el caso de las comunidades en que se da esa circunstancia) son asimismo tan pobres, o las últimas reformas en el Bachillerato restándole horas a Historia y Filosofía, al tiempo que se sustituyen los conocimientos científicos por una asignatura de divulgación, o por qué no se puede separar a chicos y chicas en determinadas materias, y tantas y tantas decisiones que haría prolijo de más este análisis, y ya por citar sólo una más, interrogarnos que es puede explicar que los alumnos andaluces sean los últimos de Europa -por detrás sólo queda Turquía- en comprensión lectora, teniendo en cuenta que los socialistas llevan gobernando la comunidad veintimuchos años y las políticas de género, también en la enseñanza, alcanzan en esa comunidad los niveles más altos de España.

En fin, en las líneas anteriores he pretendido aportar algunos elementos que hacen dificilmente comprensible la autocomplacencia del Ministerio con aquello de “el mejor sistema educativo de su historia”, tanto como la del propio Zapatero al pensar que no ha fallado, pero deseo también hacer una llamada a todo el mundo en el sentido de hacer ver que las políticas de género, nos gusten o no, están calando profundamente en muchos ámbitos de la sociedad y que en el momento presente no se puede prescindir del enorme peso político e ideológico del feminismo institucional y la perspectiva de género, en todos los campos, y en particular en este de la enseñanza, pues hacerlo de otro modo a lo que conduce es a no entender nada de lo que está pasando. Situación en la que lamentablemente se encuentran más personas de las que sería conveniente a fin de propiciar un cambio de rumbo en un terreno como éste de la Educación, tan necesitado del mismo y del que, como es bien sabido, tantas cosas que tienen que ver con la calidad de vida individual y colectiva dependen.

Selectividad

Las pruebas de selectividad 2008 han vuelto a dejar claro el bajo nivel de los estudiantes españoles, especialmente en las materias instrumentales: Matemáticas, lengua castellana e idioma extranjero. Todos los indicadores coinciden: los informes Pisa, los informes de la OCDE, los diferentes rankings sobre las Universidades, las estadísticas sobre fracaso escolar (particularmente masculino), los análisis de la revista Magisterio, montón de estudios realizados por otras instituciones públicas y privadas, en el sentido de que la educación española falla por todos los lados: ausencia de nivel de excelencia, fracaso y abandono escolar, deficiente formación de nuestros universitarios, fracaso de la enseñanza de idiomas, bajo nivel en Matemáticas, deficiente comprensión lectora, pero eso al parecer no es óbice para que la ministra señora Cabrera insista en aquello de que España: “tiene el mejor sistema educativo de su historia”. La pregunta que quizá habría que plantearse es, ¿qué entiende por mejor la señora ministra? o ¿qué tendría que pasar para que se aviniese a reconocer el fracaso de nuestro sistema educativo? Las autoridades alemanas ante el aviso del informe PISA 2003 optaron por hacer una reforma del sistema educativo cuyos resultados le han permitido variar sustantivamente su posición.

La educación española se merece algo más y mejor que los pronunciamientos autocomplacientes de la ministra señora Cabrera.

13 agosto, 2008

La violencia y el género.

No es la primera vez que en esta bitácora hablamos del tratamiento dispensado por el feminismo institucional y algunos medios de comunicación a la violencia de pareja, y destacado el diferente trato que la misma da a según qué sucesos y el sexo de sus protagonistas, y así ha sido recogido en diferentes entradas de la bitácora.

Hasta el presente lo que sabíamos era que desde ese feminismo se había establecido un protocolo sobre como deberían informar los medios de comunicación en los casos de violencia de género. Protocolo con pautas diferentes según que el sexo del agresor fuera hombre o mujer.

En el caso de la violencia masculina, la agresión no podía ser presentada como un suceso singular sino formando parte de la “violencia machista”, y debía ser denominada de ese modo, o como violencia de género, incluso como terrorismo de género, nunca como violencia doméstica y, a efectos de su publicación habría que darle un tratamiento destacado y preferente, a poder ser en primera página de los diarios o abriendo los informativos de radio y televisión y, en ningún caso, dejando que la noticia quedase relegada al ámbito local.

Se evitarían datos que pudiesen interpretarse como atenuantes así como publicar opiniones de vecinos o familiares en los que estos expresasen su sorpresa o hablasen de la buena marcha de la pareja. Se evitaría también hacer mención a la nacionalidad del agresor así como a su estado de salud mental, adicción a las drogas o cualquier otro. Estos casos serían recogidos como violencia de género en las estadísticas oficiales y seguirían un tratamiento específico.

También se procuraría no hacer referencia a lo que sucede en otros países así como el dato de que esta violencia es mayor en prácticamente todos los de nuestro entorno cultural y político, incluyendo entre ellos a todos los nórdicos, Suecia, Noruega, Finlandia pero también EE.UU., Alemania, Francia, etc.

En el supuesto de que la agresora fuera mujer entonces el tratamiento sería el de un suceso singular que por lo tanto tendría el tratamiento que cada medio quisiese darle, incluyendo claro está, cualquier circunstancia que el periodista pudiese estimar relevante. Esta información podía mantenerse en el ámbito de lo local y no entraría en la estadística de violencia de género.

Esto era más o menos lo que yo había deducido y empezado a tener claro. Pero mi sorpresa aumenta cuando observo que esa práctica informativa va mucho más allá y se extiende al silenciamiento de las estadística sobre suicidios (10 diarios de los cuales 7 masculinos por 3 femeninos), incluso al tratamiento que se da a las muertes por accidente laboral y otros casos de violencia, tal como sucedió con la paliza propinada por una chica a una inmigrante ecuatoriana y cuyas imágenes salieron por televisión, donde inmediatamente desde ciertos medios y plumas, también desde la Delegación del Gobierno de Madrid, a lo que se apeló fue a qué tipo de educación estaban recibiendo estas chicas de parte de su familia y la escuela, cuando hasta el presente el tratamiento no había sido ese .

Lo que ya de ningún modo me puedo explicar y creo que se escapa a cualquier consideración que yo pueda hacer aquí es el hecho de que determinados medios hayan decidido no publicar o silenciar diferentes casos de ahogamiento de padres o abuelos que se habían lanzado al agua para salvar a sus hijos o nietos, de los que se han producido varios este verano. Por ejemplo en el informativo de TV1 el caso de un padre muerto al intentar rescatar a sus hijos, se dio la noticia diciendo que el padre había muerto “mientras nadaba con sus hijos”.

Si me resulta difícilmente asumible que la información relacionada con la ley de violencia se ofrezca según el antedicho protocolo con el pretexto de que así se combate mejor dicha violencia, máxime si tenemos en cuenta que a pesar de ese protocolo, el incremento de recursos y las nuevas medidas que año a año se van adoptando, por ningún lado se observa una disminución de la misma; lo que entra de lleno en la indignidad moral, es tratar de silenciar aquellos casos en los que la muerte del varón se produce por acudir en auxilio de uno de los suyos.

Todo lo anterior es sin embargo muy coherente con esa ideología que ha declarado “al hombre como el enemigo a batir”, que con tanto rigor y precisión explica Elisabeth Badinter en su libro: Por mal camino, y que sin embargo parece la fuente de inspiración de determinadas instancias de la Administración y algunos medios de comunicación.

P.D. A estos efectos quizá interese seguir el tratamiento dado por la prensa a la mujer de Vigo presunta asesina de un joven u otros casos recientes en los que él ha sido la víctima y ella el verdugo. Y visitar el siguiente enlace: http://personales.ya.com/josumezo/malaprensa/2008/07/cuarentena-12-millones-de-mujeres.html en el que merece la pena lo que escribe Josu y explorar los comentarios que hay en la misma, en particular ese trabajo realizado en Madrid sobre violencia entre chicos y chicas, por su carácter de pionero en lo que a nuestro país se refiere.

12 agosto, 2008

Providencial Zapatero

Que Zapatero es capaz de equivocarse, y equivocarse profundamente, creo que ya nadie lo duda a estas alturas. Que ha tenido que bajarse de ese limbo en el que parecía, sólo parecía, que todo se resolvería con suma facilidad, como si bastase un pequeño cambio de actitud para que problemas de hondas raíces desapareciesen como por ensalmo también. Su actitud ante la crisis económica creo que pone de manifiesto que donde se nos quería hacer ver a alguien con una varita mágica para resolver todos los problemas hay una persona capaz de meter la pata profunda y reiteradamente.

Creo que muchos llegaron a ver en Zapatero un hombre providencial capaz de resolver los más arduos problemas de este país de una vez y para siempre. No sólo había desbancado del poder al Gobierno del Prestige y la Guerra de Irak sino que, a los pocos días de su nombramiento, había ordenado la vuelta de las tropas. En la perspectiva de su primer mandato parecía posible resolver el problema de ETA, pero también el de la articulación del Estado con la redacción de unos nuevos Estatutos de autonomía del agrado de todos: bastaba con sentar a las partes alrededor de una mesa y que cada uno pusiera un poco de voluntad de su parte. Más que de conceptos era cuestión de talante y una buena dosis de optimismo lo que aplicado convenientemente a cualquier problema terminaría por arreglarlo. No era necesario por lo demás que el Gobierno realizase aportación propia. Bastaba con poner sobre la mesa las propuestas de los demás para que el empuje en direcciones opuestas de las de unos y otros y un buen papel de mediador se alcanzase un punto que permitiese una solución equilibrada de todas las posiciones.

Con la economía marchando a un ritmo muy superior al europeo, la legalización de las bodas homosexuales y la nueva legislación de género, España se colocaría definitivamente entre los países punteros en el mundo, por lo que ya sólo quedaba cuidar nuestra imagen hacia las minorías y ONGs en el interior y en ser los más respetuosos con las instituciones internacionales: ayuda al desarrollo, derechos humanos, etc. en el exterior. El plan era tan ambicioso y abarcaba tantos aspectos que de cumplirse aunque sólo fuera, en digamos el 70 % u 80% de lo previsto, ofrecería uno de los saldos más positivos de los Gobiernos de la democracia. Como para todo en la vida hace falta suerte, el arranque no pudo ser más esperanzador con la retirada de las tropas de Irak, y el cumplimiento de algún compromiso más. Que Zapatero era un tipo con suerte parecía imposible contradecirlo. No sólo había triunfado en el Congreso de su partido partiendo de una posición muy desventajosa, mediante el efecto Zapatero hasta el Barça había ganado una liga.

Pero las cosas comenzaron a torcerse primero con la actitud más bien poco dada a colaborar del PP, lo que hacía que el esquema de funcionamiento previsto careciese de una de sus piezas; pero a continuación por las posturas de Maragall en Cataluña y el Estatuto presentado, que en lugar de fruto del encuentro de fuerzas nacionalistas y de ámbito estatal era una pura y dura propuesta nacionalista que renunciaba claramente a la multilateralidad propia de los estados federales, para irse a una bilateralidad que lo aproximaba al vasco y que como se está viendo no sólo no ofrece una solución duradera sino que abre problemas nuevos y pospone una solución estable al marco institucional español en la dirección de un estado federal, pues eso requiere la procura de la multilateralidad y la renuncia a la bilateralidad. A continuación fue el estrepitoso fracaso del final dialogado con ETA y, a partir de ahí, la crisis económica que amenaza con dejar al descubierto todas las simplezas y carencias de nuestro Presidente.

Primero pretendiendo ignorar que la crisis económica estaba ahí, después diciendo que la abordaríamos en mejores condiciones que nadie pues largos años de crecimiento económico nos habían permitido acumular un superávit de las cuentas públicas del que otros carecían. Finalmente deberá admitir que hay crisis económica y que no estamos en mejores condiciones que nadie para abordarla más bien al contrario las expectativas de destrucción de empleo superan ampliamente a las de nuestros vecinos.

En este contexto resulta particularmente desacertado que durante la pasada campaña electoral insistiese casi en exclusiva en la necesidad de crear empleo femenino, olvidándose que como ya todo el mundo sabía, y esto lo sabía hasta la gente que lo desconoce todo de economía, la crisis inmobiliaria era inevitable y la pérdida de empleo que consecuentemente se produciría también, y en la construcción los que trabajan son varones y a quienes más está afectando es a éstos como ponen de manifiesto todos los indicadores. (Por cierto ahora que quienes engrosan masivamente las listas del paro son ellos parece que interesa menos su estudio desagregado y comentar su impacto por sexos.)

Y quiero recordar aquí que, en mi opinión, hay un problema si cabe más profundo que el de la crisis económica, y es el del rotundo fracaso de nuestro sistema educativo, que el Gobierno sigue sin reconocer y la oposición de todo tipo prefiere ignorar porque no es fácilmente vendible electoralmente y por la extraordinaria complejidad de un sistema que ahora mismo está gestionado por 17 Comunidades autónomas, pero donde el Gobierno central sigue pintando y mucho. Fracaso educativo que amenaza no sólo con ser uno de los grandes problemas de desarrollo económico y social de nuestro país, también con provocar profundas desigualdades de género, ahora mismo ya presentes en la enseñanza pero que inevitablemente terminarán trasladándose a la sociedad en su conjunto.

Hay otro terreno en el que las políticas del señor Zapatero están fracasando y es el de las políticas de igualdad. Ni la ley de divorcio, ni la ley contra la violencia de género están dando aquellos resultados que en su día se anunciaron, y además están haciendo cambiar de parecer a muchos de los que en su día apoyaron la causa feminista, y creando un descrédito de dichas políticas patente cada día para más personas, convencidas de que la igualdad en ningún caso debe suponer diferente trato penal ni de cualquier otro tipo entre mujeres y hombres y, que los divorcios no pueden resolverse asignando automáticamente la vivienda familiar y la custodia de los hijos a la madre, condenando al padre que se separa a hacerlo: no sólo de su ex-mujer, también de sus hijos y hasta de medio social y barrio en el que vivía y condenándolo en multitud de ocasiones a tener que irse a vivir con algún pariente, o a la calle, porque el sueldo deducidas las pensiones no da para más.

Por lo demás decir que en este terreno como en el de la elección de ministra para el Ministerio de Igualdad el olfato del señor Chaves y el señor Zapatero no han estado finos si nos hemos de atener al puesto que ocupa la señora Aído en la valoración de los españoles. Por eso, desde aquí, le diría al señor Chaves quien en su día manifestó que deseaba que le sucediese en el cargo que ocupa una mujer, que procure hilar más fino que lo ha hecho hasta el presente. Aunque nada me haga ser optimista después de que en su pasado Congreso la única corriente interna que, de hecho y en la práctica, parece admitirse es la feminista, y la renovación cuando no se mida por el sexo se haga por la edad sin más criterio, decidiendo enviar muy lejos, cuanto más lejos mejor, a todos cuantos en el partido se han mostrado como personas con criterio y peso específico.

Pero esta crítica mía a la marcha del partido socialista la hago extensible a otras opciones por ejemplo las que puedan representar el PP o IU, particularmente en lo que a la Educación y las políticas de género se refiere. El PP, una vez abandonada la estrategia de la legislatura pasada, parece abonarse a una oposición de monocultivo en el terreno de la economía, lo cual significa que hará seguidismo en todo o casi todo lo demás, lo que es tanto como renunciar a realizar oposición y ofrecer alternativas en los que para mí serían algunos de los grandes temas: educación, justicia, o las mismas políticas de género que precisan de una reformulación profunda. De IU me parece que no hace falta que diga nada que ya no haya dicho la ciudadanía. En fin, el panorama político de nuestro país lo reflejan bien las encuestas que con claridad dicen que a los españoles lo que hay no les gusta, pero ya que es sobre eso sobre lo que hay que pronunciarse los suspendemos a todos. Patético es que se espere ganar no porque se ha realizado una política ilusionante sino porque el otro lo ha hecho peor. Estamos en una competencia a la baja de los políticos a la que la sociedad civil de momento no ha dado una respuesta conveniente pero no me cabe la menor duda de que lo terminará haciendo.