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29 febrero, 2008

Sueltos

Creo que están muy bien los llamamientos generales para combatir la xenofobia, pero también sería bueno intervenir también en el caso concreto. Y ya en este punto, la pretensión de Ana Obregón de expulsar a su ex –novio de “su” gimnasio o sus amenazas veladas del tipo "Si hablara, Darek tendría que irse del país" representan algo más que prepotencia y entran de lleno en el de la xenofobia. Estoy convencido que si los sexos estuvieran intercambiados ambas declaraciones merecerían un tratamiento algo más serio que la frivolidad con que está siendo tratado en la prensa y los programas rosa.


En unas declaraciones a la radio Manuel Chaves dice que quiere que le suceda una mujer. Que sería muy importante para la igualdad. Lo que no entiendo es por que lo fía para cuando él se retire y no lo ha hecho ahora. Desde luego, si es sincero, sus declaraciones tendrían otro valor si supusiesen la renuncia para él y no para quien haya de venir. Al margen de que tratándose de un hombre que lleva gobernando Andalucía veinte años y del Presidente del Partido Socialista debe tener cuidado para que no pueda interpretarse que esta nombrando sucesor (en este caso sucesora)

Pero, al margen de eso, apostar a ciegas por una mujer, a cuatro años vista, no denota una ansiedad profeminista que mejor sería apartar de estos asuntos. Entiendo yo que las mujeres lo que no deben es tener ninguna traba para participar en política ni para poder ser elegidas para cualquier cargo, también el de Presidenta de la Junta de Andalucía, pero hacer una apuesta de este tipo suena como excesivamente oportunista y quizá sexista. Pues no deberíamos olvidar que en este terreno la sorpresa siempre es posible y sería necio descartar a Obama porque se había apostado hace no sé que tiempo por Hillary. El propio Zapatero fue una completa sorpresa en su momento. Por qué privar a las mujeres de aparecer de ese modo y no de la mano de nadie. El mérito desde luego no tendría comparación y la visión que tendrían los andaluces de su presidenta completamente diferente. Por lo que está en juego creo que no es buena esa ansiedad.

Aún más quiero añadir que a todo el mundo le gusta ser profeminista de boquilla, o hacia fuera, para olvidarse cuando de lo propio se trata. En más de una entrada he señalado que el equipo de asesores del Presidente está compuesto por hombres en una proporción de 6 a 1. De nuevo volvió a visualizarse después del debate televisivo cuando algún periodista se percató que entre los asesores no había mujeres. Desde luego se ganaría en credibilidad si se predicase con el ejemplo.

28 febrero, 2008

Indecencia

Parece que la realidad no deja de producir noticias desagradables. Ahora un fotógrafo italiano ha decidido hacer esto. Me parece que la monstruosidad intelectual que se esconde detrás de quien es capaz de hacerlo merecería algo más que un ruego de que retire tal cartel porque pueda incitar a los pedófilos.

27 febrero, 2008

Demasiada violencia

No me gusta, ni la denominación, ni la parte del contenido de la Ley contra la violencia de género que hace distingo entre hombres y mujeres, al igual que a buena parte de quienes siguen esta bitácora, pero eso no merma un ápice el profundo rechazo que sentimos por tanta violencia, y en un momento como éste, en el que en un solo día han muerto 4 mujeres a manos de sus parejas o exparejas, no quiero dejar de expresar mi profundo rechazo por esos hechos y mi solidaridad con quienes más de cerca lo sufren, rechazo y solidaridad que seguro comparten quienes desde un lado y otro participamos en esta bitácora.

26 febrero, 2008

El debate

He visto el debate. Me pareció tan encorsetado como lo es en general la realidad política en nuestro país, donde dos señores pretenden que todo lo que se puede decir de política lo representan ellos y donde no hay más contrincante que el que tienen enfrente. Afortunadamente no es así y en multitud de ocasiones muchos españoles no nos hemos visto reflejados por ninguno de los dos. Pero en fin es como está el panorama en estos momentos.

En relación con la igualdad decir que Zapatero habló de una “igualdad de las mujeres” que parecía tener entidad por sí misma y sin necesidad de ponerla en relación con nada y Rajoy cerró su intervención en la que para hablar del futuro escogió el personaje de una niña. Quizá todo un símbolo de cómo están las cosas.

Me sorprendió más tarde que en la encuesta de Opina quienes hacían ganar a Zapatero eran los varones entre 35 y 56 años. Sin embargo las mujeres daban ganador a Rajoy y, los jóvenes, un empate. Teniendo en cuenta que toda la legislatura y la campaña las ha dedicado Zapatero con preferencia a las mujeres y los jóvenes el resultado no parece muy acorde con el esfuerzo.

Pero traigo a colación esos datos, porque según encuestas recientes, en EE.UU eran tantos los hombres como las mujeres a los que no importaba que el ganador de las presidenciales fuera una mujer; en torno al 70 % en ambos casos. Algo sucedido había sucedido en Francia con Ségolème Royale. Pero, en fin, después de que se concediera el voto a las mujeres en la República, perdieron quienes impulsaron esa política. Lionel Jospin artífice de la mayor parte de la legislación de género en Francia, perdió las siguientes elecciones sin que el Partido Socialista las haya vuelto a ganar desde aquel momento….

A la vista de este panorama que la perspectiva de género sea la que se imponga en nuestra legislación no deja de ser una triste y trágica paradoja. Sorprende que en textos legales se sostenga lo que dicen los preámbulos de las leyes de género en nuestro país, pero luego la realidad no haga más que desmentir ese pretendido afán de dominio una y otra vez. Ni un sólo dato de la realidad sociológica lo apoya y en multitud de ocasiones la intervención de los hombres ha sido decisiva en la conquista de derechos para la mujer, hasta el punto de hacerlo con más ahínco que ellas mismas. Confio en que esa pérdida de perspectiva sea transitoria.

23 febrero, 2008

Preámbulos de dos leyes

“La violencia de género no es un problema que afecte al ámbito privado. Al contrario, se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Se trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión.”

( LEY ORGÁNICA 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.)


"El pleno reconocimiento de la igualdad formal ante la ley, aun habiendo comportado, sin duda, un paso decisivo, ha resultado ser insuficiente. La violencia de género, la discriminación salarial, la discriminación en las pensiones de viudedad, el mayor desempleo femenino, la todavía escasa presencia de las mujeres en puestos de responsabilidad política, social, cultural y económica, o los problemas de conciliación entre la vida personal, laboral y familiar muestran cómo la igualdad plena, efectiva, entre mujeres y hombres, aquella «perfecta igualdad que no admitiera poder ni privilegio para unos ni incapacidad para otros», en palabras escritas por John Stuart Mill hace casi 140 años, es todavía hoy una tarea pendiente que precisa de nuevos instrumentos jurídicos."

(LEY ORGÁNICA 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.)


Hoy no quiero ser yo quien exponga una opinión o realice un comentario, sólo dejaros estos dos extractos de los preámbulos de las leyes citadas, para que comentéis lo que os sugieran.

21 febrero, 2008

En relación con la educación

Resumiendo mi posición, que en ningún caso pretende cerrarse a nada, más bien me gustaría poder intercambiar puntos de vista, diría en primer lugar, que hay que combatir de forma decidida el fracaso y el abandono escolar, cifras que en nuestro país alcanzan cotas muy alejadas de los países desarrollados y nos acercan más a países en vías de desarrollo o claramente del llamado tercer mundo. Ese para mí sería el principal objetivo a conseguir en la enseñanza obligatoria, es decir, hasta el final de la ESO: reducir el nivel de fracaso y abandono escolar.

Simultáneamente centraría mis esfuerzos en las materias troncales : Lengua - lectura y escritura-, Matemáticas, y un idioma extranjero. Creo que haría falta reforzar los horarios de estas materias junto a Naturales y Sociales y quizá prescindir de una excesiva fragmentación (que en la ESO supera las 10 asignaturas por curso) y desde luego me parece exagerado una segunda lengua extranjera obligatoria para todos, al menos, mientras no se garanticen unos mejores resultados en las que actualmente estudian: castellano, inglés y de la comunidad en su caso.

Quiero decir con esto que, mientras que los resultados de nuestra enseñanza sean los que reflejan los informes PISA y tantos otros, o mientras nuestros alumnos entren en la Universidad sin dominar convenientemente una lengua extranjera, cualquier pretensión de una segunda me parece una auténtica quimera. Eso desde luego no debiera excluir que quien tuviera especiales aptitudes lo pudiera hacer, pero no establecerlo como obligado para el conjunto de los estudiantes. En cualquier caso la entendería mucho más en el bachillerato que en la ESO donde, ahora mismo, existen problemas gravísimos de aprendizaje y además del abandono se da un bajo nivel formativo y casi ausencia de nivel de excelencia (En nuestro país no llega al 5% mientras en Finlandia alcanza al 20 %).

Creo que en el mundo que vivimos hace falta abrir un espacio en la enseñanza obligatoria para los titulados de las Facultades de Informática. No es posible creer en la intención de incorporar las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) a los centros escolares al tiempo que se les cierra cualquier espacio en la educación obligatoria a los titulados de la Facultades de Informática. Y, desde luego, hacer un esfuerzo en el que tiene que ir acompañada la dotación de medios a los centros de la correspondiente formación de los profesionales de la enseñanza. Hay que señalar aquí que es más preocupante la falta de formación de muchos profesionales que otra cosa, hasta el punto de que hay medios inutilizados o infrautilizados, por ejemplo, centros que poseen pizarra electrónica pero en los que no se usa porque nadie sabe hacerlo.

Los ordenadores, según varias experiencias, ayudan a mejorar el rendimiento, especialmente de los alumnos con más dificultades de integración en los centros escolares y, ese sólo objetivo, evitar que una enorme masa de chicos, también chicas, pero mayoritariamente chicos, abandonen la enseñanza en proporción que en varias comunidades supera el 50% y más por falta de actitud que de conocimientos, creo que haría que la experiencia mereciese la pena.
Por supuesto que mi posición es a favor de una enseñanza laica, sin ataduras ni con grupos religiosos o ideológicos, por lo que los contenidos de las materias no debieran responder a un planteamiento de creencia, sino estar sujetos a la razón y al método científico. Me desconcierta por ejemplo que Educación para la ciudadanía pueda consistir en cosas bien distintas, incluso contrapuestas, según el centro al que un alumno o alumna asistan.

En este tema como en el anterior dejo esta entrada con la intención de que si entre vosotros existe gente preocupada por este tema podamos intercambiar opiniones. En cualquier caso lo que más me sorprende en relación con la educación en nuestro país es la negativa de las autoridades educativas para reconocer el mal momento por el que pasamos y que amenaza con hacerse crónico si no se adoptan medidas eficaces.

20 febrero, 2008

¿Intercambiables?

“Tendriamos que cambiar.Que ellos se queden en casa de cocineros, lavanderos, planchistas, telefonistas, recibidores de visitas, secretarios, compradores, limpiadores, etcY nosotras a trabajar, a llegar a casa, poner los pies encima de la mesa, abrirnos una pepsi liht... y a vivir, muchachas, a vivir!”

He cogido este comentario realizado por una mujer porque sin pretender descubrir la pólvora, creo que puede dar un cierto juego desde el punto de vista de cómo nos ven, cómo las vemos, somos perfectamente intercambiables o ese es un discurso que lo mismo que se usa hoy se tira mañana.

Creo que podría ser interesante abrir una pequeña ronda de comentarios y comienzo. A mí no me cabe duda que somos diferentes y seguiremos siendo diferentes a pesar de esa falacia que dice que todo cuanto somos es “cultura”, es decir, es aprendido, e introducir en este debate a la naturaleza sería propio de cientifistas poco menos que chalados. Si por cultura entendemos lo que se puede modificar en unas decenas o incluso centenas de años, creo que somos mucho más que cultura.

De hecho el feminismo de género no se cansa de decir que somos iguales pero todo cuanto hace va en la dirección de hacernos diferentes. Y llegados a este punto me gustaría comentar que el feminismo no puede arrogarse inocencia histórica. Durante lustros pregonó que si niños y niñas jugaban con las mismas cosas esto no haría más que igualarlos. La historia nos dice que los niños usaron las muñecas para jugar a los soldados y las niñas los soldados para jugar a las mamás.

Es más, en esa interminable acusación contra el género masculino, la afirmación de que los niños ahora son más machistas que nunca se realiza como si aquí todo lo que pasase careciese de consecuencias y, por ejemplo, después de que desde la sociedad poco menos que se haya dado vía libre para que sean las madres y las mujeres quienes se encarguen de la educación de los niños se pueda decir eso de que son cada día más machistas como si la responsabilidad estuviese en el otro y quien tuviese que dar explicaciones fuera cualquiera menos ellas, porque no sé si llegará a diferencia de género, pero en esto las feministas no son especialmente pródigas.

En fin sólo pretendía abrir el debate. Pero volviendo al inicio de esta entrada diría os imagináis en que lugar se podrían reclutar 2.000.000 de mujeres para sustituir a los trabajadores de la construcción, y no quiero pecar de sexista, por la misma razón se me haría difícil encontrar tantos hombres para prestar cuidados de salud, o sencillamente azafatos de congresos. Lo dicho sólo quiere ser un inicio. ¿Hemos avanzado o estamos retrocediendo en la cuestión de los roles? Es cierto que las mujeres han salido de casa para integrarse plenamente en el plano social, pero más allá de esto, ¿siguen los hijos y las casas siendo de las madres? ¿no es verdad que hay ocupaciones masculinas y femeninas? ¿el techo de cristal lo ponemos los hombres o se lo ponen ellas mismas? ¿la conciliación de vida familiar y laboral es cosa de mujeres o de todos? ¿estamos los hombres más lejos o más cerca de los hijos y, en general de los niños, que nunca, o no?

13 febrero, 2008

Educación diferenciada

Traigo aquí un comentario de Manu que me parece muy interesante

Hola Emilio. He leido este reportaje en El País, sobre la conveniencia o no de separar a los niños y a las niñas en distintas aulas. http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Ninos/ninas/separados/fracaso/escolar/elpepusoc/20080213elpepisoc_1/Tes

Lo que a primera vista puede parecer una vuelta a las cavernas, está fundamentado por numerosos estudios que demuestran que el ritmo de aprendizaje, las motivaciones, la velocidad a la que sus mentes maduran, sus inquietudes, puntos fuertes y débiles son distintas en niños y niñas. Y que separandolos se podría atender de forma más especializada.No se qué opinas tú, pero yo creo que visto el fracaso escolar que sufrimos, especialmente en los niños, sería una opción que habría que plantearse muy seriamente y sin prejuicios.Hay que tener también claro que no estamos hablando de segregación de colegios, sino de aulas, y los niños y niñas seguirían conviviendo en el resto de las actividades de la escuela.

¿Es posible?

"Se va a acabar que una mujer, por el mismo trabajo que un hombre, cobre un 20 por ciento menos; no es aceptable ni asumible".

¿Es posible que todo un Presidente del Gobierno pueda hacer esta aseveración? ¿Se puede haber sido Presidente del Gobierno y sostener esto?

Si hubiera consultado al señor Caldera sabría que esto no es así, si hubiese consultado al señor Solbes también.

¿Será sólo ignorancia? ¿Será también que no sabe que en nuestro país una situación en la que un hombre y una mujer cobrasen diferente sería una situación ilegal en la que tendría que intervenir de oficio la inspección de trabajo?

El señor Zapatero creerá que maestros y maestres, fiscales hombre y mujeres, señores y señoras de la limpieza, etc. etc. cobran diferente, o creerá que eso no sucede en la administración pública y pero si en el ámbito privado. Podría seguir haciendo preguntas pero creo que quien debería demostrar algo es quien lo asevera.

A veces, cuando habla de educación para la ciudadanía, tengo la percepción de que habla, más de cosas que están en su cabeza, que de la legislación aprobada por su Gobierno; pero la verdad me parece inaudito que todo un Presidente del Gobierno considere que en su país se está produciendo una ilegalidad de semejante dimensión (no calcularé el 20% del sueldo de 8.000.000 de trabajadoras, pero para mí que es algo más que un pico) y no se haya decidido a intervenir durante 4 años. La verdad inaudito

Habrá alguien que le recuerde al Rey que va desnudo. Recordáis el cuento. Necesitamos alguien que le recuerde a nuestro presidente que esto no es así, como el Rey del cuento precisaba que alguien le recordase que iba desnudo. Si no recordáis el cuento (es muy breve) lo encontraréis aquí.

12 febrero, 2008

¿Dónde ha quedado la pedagogía política?

En la entrevista de ayer en Cuatro, Zapatero para referirse a la Ley de Igualdad habló de la ley que garantiza los derechos de paternidad y maternidad. ¿Por qué esta actitud vergonzante? Una ley cuyo contenido está pensado por y para las mujeres y que comprende cuestiones como la paridad en las listas electorales o en los consejos de administración de las sociedades, además de la presencia de las organizaciones feministas en los consejos de redacción de los medios públicos y otras muchas medidas como las referidas a conciliación de vida laboral y familiar para ellas y que como único punto referido a los varones contempla un exiguo permiso de paternidad, puede ser presentada como lo hizo Zapatero, como la ley que garantiza el derecho a la paternidad y la maternidad.

¿Qué se quiere ocultar? ¿Por qué no hay mayor claridad sobre éste y otros asuntos relacionados con las leyes de género? ¿Sería bueno preguntar a los ciudadanos españoles por el contenido de esta ley, para ver cuántos eran capaces de decir algo aunque sólo fuese aproximado? ¿Dónde ha quedado aquello de la pedagogía política? ¿Por qué en la pasada legislatura a pesar de aprobarse leyes como la del divorcio, o la de Igualdad, o la relativa a la violencia, ninguna de ellas fue explicada a la opinión pública y se procuró que todo el espacio lo ocupasen el ruido sobre los matrimonios homosexuales y la asignatura de Educación para la Ciudadanía (que al final se podrá adaptar el ideario del centro, es decir, será de moral religiosa en la gran mayoría de los concertados). Se siente cómodo el Partido Socialista debatiendo con la jerarquía eclesiástica a quien ningún Gobierno de la democracia ayudó tanto como el suyo (profesores de religión, 0´7 % a perpetuidad en la declaración de la renta, educación para la ciudadanía, etc.) y si hemos de hacer caso de sus palabras, que no piensa revisar ni el Concordato ni los acuerdos económicos con la Iglesia. Resulta dificil entender y digerir tanto teatro.

La percepción que tuve en los minutos que seguí la entrevista es que los políticos se refieren a los temas que les entretienen a ellos dejando fuera importantísimas cuestiones que, aunque nos preocupan a los ciudadanos de a pie como no están en su agenda quedan fuera del debate. Desde luego yo noto clamorosos olvidos como la educación o las leyes de género antes citadas, cuestiones con un interés e incidencia en las vidas de la mayoría de los ciudadanos muy superiores a otras que sí ocupan prácticamente casi todo su discurso. En este contexto se entiende bien que la ciudadanía no se sienta representada pero también la dificultad de movilización de un electorado al que para hacerlo mínimamente es necesario recurrir a promesas absolutamente demagógicas o al puro tremendismo.

11 febrero, 2008

Comentario muy interesante

He decidido traer hasta aquí este comentario de anónimo porque me parece del máximo interés teniendo en cuenta la actualidad del tema pero también la completa coincidencia de criterios con lo que venimos sosteniendo en esta bitácora. Este es el comentario


En el blog de Glenn Sacks, uno de los más importantes sobre los derechos masculinos en internet, hay una entrada sobre la feliz idea del PP de reducir los impuestos a las mujeres. http://glennsacks.com/blog/?p=1787#more-1787 Menciona un artículo de Gilles Saint-Paul que analiza la propuesta en profundidad, aquí: http://www.voxeu.org/index.php?q=node/922

Como ves, semejantes derivas en el funcionamiento de nuestro país ya están llamando la atención fuera de nuestras fronteras.Ya se que el inglés dificulta un poco las cosas así que intentaré traducir lo mejor que pueda un par de párrafos del artículo de Saint-Paul, que me parece muy interesante :[...] Todas las objeciones prácticas de la propuesta sugieren que las supuestas ventajas de los impuestos sesgados según el sexo pueden resultar mucho menores de lo que los autores piensan. Pero mi opinion es que una propuesta así está mal y es peligrosa no sólo por esos problemas prácticos, sino porque supone abolir la igualdad ante la ley. Los autores no parecen darse cuenta de que están contribuyendo a la decadencia de las instituciones democráticas.[...]

El Sr. Rajoy, dijo que el objetivo era conseguir la igualdad entre hombres y mujeres, por lo tanto las mujeres deberían pagar menos impuestos que los hombres hasta que se alcance la igualdad. Cuando tal objetivo se consiga, los impuestos sesgados deberían eliminarse.Por "igualdad" el Sr. Rajoy no puede referirse a igualdad de derechos, porque es precisamente lo que la propuesta propone abolir. En realidad, él persigue la igualdad de resultados, pero incluso tal planteamiento es engañoso, ya que un hombre ganará menos que una mujer con las mismas habilidades haciendo el mismo trabajo en la misma empresa. A causa del impuesto, la mujer recibirá en la práctica más paga que el hombre por el mismo trabajo. Por lo tanto, el Sr. Rajoy y los demás que defienden los impuestos sesgados no están interesados en igualdad de resultados, sino en igualdad de estadísticas. Quieren igualar el salario medio y la tasa media de ocupación entre hombres y mujeres.Supongamos por un momento que los políticos están interesados de verdad en tal objetivo.

La pregunta es: ¿cuántos derechos civiles están dispuestos a abolir para alcanzar estos objetivos de planificación Staliniana? Las leyes anti-discriminación ya regulan las políticas de salarios y contratación de las empresas. Ahora se nos dice que eso no es suficiente y que los impuestos deben discriminar según el sexo. Dado que siempre hay alguna estadística que difiere entre dos grupos, siempre habrá alguna razón para que el gobierno socave los derechos constitucionales con la excusa de arreglar las desigualdades.

Pero sería ingenuo creer que si alguna vez se alcanza la igualdad las políticas discriminatorias desaparecerían. ¿Quién puede creer seriamente que la bajada de impuestos para las mujeres propuesta por el PP se eliminaría el dia que las mujeres trabajen tanto y ganen lo mismo que los hombres en media? Las estadísticas que hay que igualar son escogidas cuidadosamente de acuerdo a la agenda política de "organised interest". En vez de eliminar las políticas igualadoras cuando se alcanza el objetivo, lo que se hace es cambiar el objetivo hacia alguna otra estadística que justifique mantenerlas o introducir otras nuevas. Un ejemplo es cómo el debate del alcance de las mujeres en las universidades se modificó para centrarse exclusivamente en las carreras científicas en cuanto las mujeres se convirtieron en mayoría en practicamente todas las demás áreas.

Y todavía no hemos oido ninguna propuesta de "igualdad de resultados" defendiendo políticas de discriminación a favor del hombre en áreas en las que las mujeres van mejor, como la educación o la esperanza de vida.Entonces, ¿qué tenemos aquí? La "igualdad ante la Ley" se escribió en las constituciones en la época de la ilustración no sólo porque se creyera en ella, sino como garantía de que la democracia no degeneraría en tiranía. Si eliminamos los derechos individuales, una mayoría puede imponer un daño arbitrario a cualquier minoría. [...] el alza de la "corrección política" nos ha conducido a una situación donde los hombres son la única minoría a la que se puede perjudicar a cambio de beneficios electorales.

10 febrero, 2008

Dolores que no duelen

Leí el otro día en la prensa las declaraciones del portavoz de una asociación de padres separados, quien decía que aunque ahora volvía a tener pareja, cada uno vivía en la suya porque no quería tener que pasar de nuevo porque “me echen de mi casa”. Y el viernes pasado el reportaje de El País en el que se aborda el estado en que quedan muchos hombres tras un proceso de separación. No sólo expulsados de sus casas y alejados de sus hijos, también en la más absoluta indigencia teniendo, con sus 40 o 50 años, que volver a vivir con sus padres, ahora que el Gobierno concede ayudas para vivienda a los menores de 30 años en la intención de que puedan independizarse.

Y con toda la crudeza del reportaje, que creo es mucha, máxime si le añadimos guindas como la opinión de las mujeres juristas, o las situaciones en que uno paga la hipoteca de la vivienda en la que ahora vive la ex-pareja junto a su compañero, o el dato de que de las 202 viviendas que la Comunidad de Madrid destinará a cubrir esta carencia se reparten con el siguiente criterio: "En el primer paquete, consistente en 40 viviendas, 38 han ido a parar a mujeres y sólo 2 a hombres". Con todo y eso estoy convencido de que lo que el reportaje avanza es sólo la punta del iceberg de un problema de muchísima mayor dimensión. Quizá sólo haya que detenerse a mirar la proliferación de hombres que cada día en mayor número llenan las calles abandonados de todo el mundo.

Y por un momento, he pensado que hay dolores que duelen y dolores que pasan desapercibidos. Me refiero claro está a dolores de tipo social, esos dolores que vivimos indirectamente, dolores como el que sentimos con un reportaje como el anterior. Y he pensado que los dolores de los hombres es como si fuesen menos dolores. He pensado en los 1.000 muertos anuales en accidente laboral, o los veintitantos guardias civiles que se suicidan al año, o el elevado porcentaje de separados y viudos incapaces de afrontar su nueva situación, o los 11 marineros muertos en lo que va de año, y he pensado que esos dolores los sentimos menos porque sencillamente permanecen en el silencio.

En el silencio y en el olvido. Como diría una feminista son invisibles para la sociedad. En alguna otra entrada he recogido que un accidente laboral en el que habían muerto 6 trabajadores no había sido portada de ningún periódico de los de gran tirada y me supongo que tampoco de los de menor, a excepción seguramente de la localidad donde se había producido. Pero estoy por asegurar que lo mismo sucede con los más de 1.000 al año. Y estos también dejan familia. Seguramente se trata de un asunto sobre el que sería muy conveniente que reflexionásemos un poco más.

07 febrero, 2008

Retorno del privilegio

Escribe la señora Fernández de la Vega en Público un artículo titulado: La igualdad de los antiguos, bien interesante, porque es de las escasas veces en que uno puede encontrar los argumentos de quienes respaldan leyes como la de Igualdad. En él contrapone la vicepresidenta del Gobierno dos momentos del Estado constitucional, el antiguo: “En los orígenes del Estado constitucional, la lucha por la igualdad significaba poner fin al privilegio: todas las personas han de gobernarse con arreglo a unas mismas leyes.” y el moderno: “La ley trata a todos igual. Pero esa igualdad es insuficiente si se quiere edificar una comunidad verdaderamente justa. La ley no puede convertir la igualdad en una totalitaria y ciega uniformidad. Antes bien, ha de tratar igual aquello que es igual y de forma desigual aquello que es distinto. De este modo, el tratamiento desigual de lo desigual es un presupuesto imprescindible de las políticas de igualdad en toda sociedad democrática.” Se extiende además en cuestiones como la constitucionalidad de la paridad en las listas y en marcar diferencias con el PP autor del recurso ante el Tribunal Constitucional.

Es cierto que la mera igualdad legal no corrige las diferencias reales que en la sociedad se producen, por lo que, en un estado de derecho, se hace necesario arbitrar medidas a favor de determinados colectivos. Pero también es cierto que esas medidas no debieran derivar nunca en diferencias de derechos entre las personas, o en una vuelta atrás, una vuelta al privilegio, tal como sucedía en el antiguo régimen donde los individuos gozaban de derechos en función del estamento al que pertenecían. Y esto, que sí es muy antiguo, más antiguo que el primer constitucionalismo, parece asomar con la batería de leyes de género aprobadas en la pasada legislatura y en las que, salvo algún detalle como el de las listas, el Partido Socialista y el Partido Popular estuvieron de acuerdo. Claro está que ahora el privilegio, y aquí utilizo el mismo término que la señora ministra, es por algo tan moderno como la adscripción a uno u otro género ( soy incapaz de discernir la diferencia con sexo).

En relación con las listas paritarias es cierto que el Tribunal Constitucional las considera perfectamente ajustadas a derecho, como consideraría las listas abiertas que, a mi modo de ver y creo que de mucha más gente, se ajustan mucho más a la esencia de una democracia donde el sexismo no sea la ley. Resumiendo, la señora de la Vega considera antiguo el primer constitucionalismo sin caer en la cuenta que mucho más antiguo y mucho más injusto es el retorno a una estado donde la ley consagra diferencias en función del sexo. Diferencias que en este caso lo son en el plano legal pero también en el plano real.

06 febrero, 2008

El género y la plusvalía

Debiera ser evidente la ventaja que nos lleva el género en todo lo que tiene que ver con la igualdad, como también la necesidad de dotar de un mínimo andamiaje intelectual y operativo la acción de quienes, no sólo no nos sentimos representados por él, sino que estamos dispuestos a combatirlo ideológica y políticamente. Y por eso, me parece muy interesante seguir el día a día, para dar una mínima respuesta a cada una de las cosas que van sucediendo en este terreno aunque, al mismo tiempo, debiéramos ser capaces de abordar otros asuntos que vayan más allá con objeto de conquistar posiciones que nos ayuden en la etapa siguiente, porque por muy desalentador que pueda parecer, desmontar el tinglado que está montado llevará mucho tiempo y exigirá por nuestra parte diferentes acciones a fin de por un lado, mostrar lo injusto de este enfoque pero también conseguir un mayor número de implicados por el lado masculino.
Como además desearía que la bitácora se desarrollase de una forma más "dialogada", os propongo abordar algunos de los temas de calado de la susodicha ideología y al mismo tiempo ir llenando lo que llamo tabla reivindicativa, no tanto porque me guste el término, más bien porque me parece que comunica bien lo que se quiere decir.

Para mí uno de los temas estrella, como sabéis los que me seguís habitualmente, es el género y a él quiero dedicar hoy unas líneas que completen algunas otras entradas en las que hablo del mismo.
Leo al pié del Decálogo de Público (*) Aunque la RAE no acepta oficialmente, por el momento, la expresión violencia de género, sí lo hace en la edición de su Diccionario Panhispánico de Dudas (octubre, 2005). También el Diccionario de Español Urgente (Agencia Efe, 2000) afirma que el término “género” se emplea “para describir el distinto comportamiento de hombres y mujeres en la sociedad según las distintas condiciones en que se mueven: educación, familia, cultura, etc.” Y me gustaría aclarar en relación con lo anterior que: primero, como ya señalé en alguna otra ocasión, la cuestión del género no es una cuestión exclusivamente lingüística aunque tenga esa vertiente, y segundo, que la expresión “género”, al menos tal como la usa la llamada “perspectiva de género”, no describe, sino que va mucho más allá, siendo un término equiparable a lo que en el marxismo clásico representa la noción de “plusvalía”. De tal modo que, si plusvalía remite a la idea de explotación de una clase por otra, el término género remite a la misma idea de dominio y explotación de un sexo por el otro. Aceptar el género en este sentido implica tanto como asumir la idea de que al hombre, a los hombres, nos mueve constantemente un deseo de dominio de las mujeres lo que además nos hace responsables de todas sus discriminaciones y desgracias, presentes y pasadas.

El género, en este sentido, no persigue la idea de igualdad entre los sexos sino invertir los términos de la dominación. El siglo XXI no sería el siglo de la igualdad sino el de la mujer. Allí donde las mujeres consiguen la paridad no se detienen. Siguen hablando de discriminación en la Universidad aún cuando en la actualidad el 70% de las titulaciones son parar ellas como se puede ver aquí ; pero en tantas y tantas de las quejas que de continuo oímos de parte de este feminismo y sus medios afines.

04 febrero, 2008

Pan para hoy y hambre para mañana

La administración andaluza incapaz de garantizar, después de veintitantos años de Gobierno, una enseñanza igualitaria y de calidad para sus ciudadanos, parece olvidar que esa debiera ser una, sino la primera, responsabilidad y, en su lugar, creen más interesante hacer todo tipo de promesas y “regalos”: que si vivienda garantizada por el Estado, conexión a Internet para todos, premio a los profesores que más aprueban y premio a los alumnos que acaben el bachillerato. En la eterna discusión de si caridad o justicia, estaba convencido de que habíamos concluido que justicia, pero al parecer la socialdemocracia española y andaluza no lo entienden así y en su lugar prefieren una administración de favores antes que una de justicia. Eso por no entrar en el detalle de que si se establece un premio para los alumnos que acaban el bachillerato posiblemente lo que se esté provocando es todavía una mayor desigualdad, dado el nivel de fracaso y abandono escolar, particularmente de los varones. Qué interesante sería diseñar una política que: primero, diagnosticara el por qué de tanto abandono y fracaso y segundo, estableciese las medidas para corregirlo. Hay ejemplos en países de nuestro entorno como por ejemplo el Reino Unido. Medidas que seguramente no consistieran en algo tan fácil y seguramente tan injusto, a pesar de su aparente buena intención, como las propuestas.

Los ciudadanos lo que queremos es que el Estado nos garantice, con el dinero que aportamos, un buen terreno de juego y unas reglas justas e iguales para todos y todas. No queremos que lo que nos fijen sea el techo al que podemos aspirar. Queremos poner conectarnos a Internet con el nivel de calidad y al precio que circula por Europa, pero más todavía, queremos que la informática entre en la escuela porque la administración hace un esfuerzo serio de formación de profesores y de dotación de los centros, como queremos acceso a la vivienda a unos precios asumibles. Lo otro, los cantos de sirena en forma de regalos los rechazamos porque sabemos que no es el camino de la libertad sino de la dependencia, porque queremos ser ciudadanos con derechos, ciudadanos formados y con las opciones personales a las que se puede aspirar en un país como el nuestro, y no reos de ninguna administración empeñada en sobreprotegernos, cuando no en decidir por nosotros y, cuando además, estamos hartos de ver que las políticas practicadas hasta el momento lo que nos dieron fue educación de pésima calidad, conexión a Internet cara y lenta, viviendas sobrevaloradas, etc. etc. En fin no queremos pan para hoy y hambre para mañana, no queremos que nos regalen el pez sino que nos lo enseñen a pescar, como no queremos que se juegue con nuestro dinero de forma arbitraria e irresponsable. Todo lo demás lo queremos poner de nuestra cosecha.