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31 octubre, 2007

Feminismo e igualdad

He descubierto, un poco por casualidad, el siguiente documento. Ya sé que lo hago tarde, pero creo que es un documento por el que ha pasado poco el tiempo y que recoge sin ambages la posición del feminismo institucional en relación con algunos grandes temas de la relación hombre-mujer y la igualdad; aunque, después de la lectura de un texto como éste, seguir hablando de igualdad sea realmente difícil, tan difícil, al menos, como pensar que quien lo suscribe está por algo que la recuerde aunque sea remotamente. Lo encontrareis aquí:

http://www.separadasydivorciadas.org/articulos/OBRAS%20SON%20AMORES.pdf

Aunque el texto lleva el campechano título de: Obras son amores, el posicionamiento que recoge en relación con algunos temas: definición de feminismo, la afirmación de que ley contra la violencia de género no se inscribe en la filosofía del castigo (menos mal que a estas alturas tenemos estadísticas y sabemos que en base a ella se han condenado a 50.000 hombres en menos de 2 años); incluso hablar de la benignidad de la penas, como si una orden de alejamiento en la que el hombre queda privado de todo: familia, casa, barrio, etc, pudiese considerarse algo benigno y no sonase a choteo malévolo e irresponsable la comparación con pintar un graffiti; identificar como agresores a quienes demandan la custodia compartida, etc. etc.

Eso sin mencionar el tono claramente conminatorio en el que está escrito, la continua vinculación de todo con la violencia o descubrir que la fundamentación última de todo el escrito no puede ocultar el interés económico que mueve el mismo y por eso: “las asociaciones de mujeres advirtieron de que semejante tratamiento de la custodia compartida iba a servir de motivo de presión e instrumentalización de los hijos/as y en definitiva un impedimento para ejercer el derecho al divorcio por parte de las mujeres o moneda de cambio para un acuerdo con pensiones más bajas, venta y reparto del domicilio familiar, etc.”

Es decir, que hay un malo de la película: el varón, al que si se le dan los mismos derechos que a la mujer, es decir la custodia compartida, el la utilizará como moneda de cambio, incluso pretenderá ¡¡¡ojo!!! la venta y reparto del domicilio familiar. Lo justo, habría que concluir en consecuencia, es que la mujer se quede con todo: los hijos, el domicilio familiar y una buena pensión, ¿ quizá sea así como haya que entender la igualdad?

En fin, me cuesta seguir haciendo comentarios sobre algo tan alejado de cualquier ponderación. Por lo demás me gustaría leer vuestros comentarios. Sólo dos cuestiones para terminar, la definición de feminismo se las trae, quizá haría falta que un experto la analizase, pero también, se hace necesario constatar que el pensamiento que rezuma todo el texto, es el pensamiento del feminismo dominante español y todavía más, el pensamiento que ha inspirado las leyes de igualdad en nuesto país. Decidme vosotros si no haría falta entrecomillar ese tipo de "igualdad."

29 octubre, 2007

Más sobre feminismo

Un efecto derivado de lo anterior lo constituye el gran magma ideológico que constituye el feminismo, donde conviven el considerado gran hallazgo del feminismo radical americano de lo “privado, público”, fundamento de casi toda la legislación de género en nuestro país y el resto de Europa, al lado de la defensa a ultranza del multicultarismo, pero en oposición a ideólogas del movimiento como Amelia Valcárcel que no sólo no parece sentir ninguna simpatía por el multiculturalismo sino que, a propósito del caso de la chica de Gerona que iba a la escuela con el velo musulmán, escribió en El País, un artículo titulado: La democracia, el velo y la tolerancia, en el que dice lo que sigue: “ Una niña quiere ponerse velo para estar en su casa. A nadie se le ocurriría afeárselo. Lo privado es privado. Cada quien en su privacidad es monarca. También quiere usarlo para ir por la calle. Consecuencia: la ciudad presentará más variedad cosmopolita. Para ir a la escuela. Aparece el límite y se produce el problema.” (el resaltado es mío)

Y quizá hubiera que entender esto como fruto de la pluralidad de un movimiento tan extenso como ése, sino fuera por la gran elasticidad que a lo largo del tiempo viene demostrando, sin que uno sepa muy bien a qué atenerse, pues donde ayer dije igualdad hoy digo diferencia, las agrupaciones masculinas quedan prohibidas pero no paran de promoverse las femeninas -también en el ámbito del derecho y la judicatura-, para mí vale lo que para el otro está prohibido, iguales y paritarios para unas cosas, para otras que reine la tradición, para esta situación aplicamos este principio, en el próximo caso ya se verá; un poco en la línea de gato gris, gato negro, lo importante es que cace ratones. Por no citar el, prefiero no calificarlo, intento de justificar y escudarse en la situación de las mujeres en los países del tercer mundo para sostener o propugnar sus políticas en el primero. Seguramente recordaréis el pronunciamiento del Consejo de Estado en el momento del debate sobre la ley contra la violencia, cuando vino a recordar como se habían puesto sobre la mesa resoluciones de la ONU, pensadas para paliar situaciones de las mujeres del tercer mundo, a fin de justificar ciertos postulados de la ley. Sugerencias que, como las de tantos otros, por ejemplo el colectivo de penalistas, fueron desoídas; o, como, un día sí y otro también, se asimila la situación de la mujer en nuestro país con la de países con los que cualquier comparación debiera dar vergüenza a quien la hace.

26 octubre, 2007

¿feminismo sin rostro?

Releyendo la entrada anterior se me ocurre volver sobre el tema de la ausencia de “rostro” del feminismo. Las organizaciones sociales, los colectivos, son reconocidos socialmente por sus ideas pero también por las personas que los encarnan. Si uno quiere conocer o criticar a tal o cual sindicato sabe a quién dirigirse y el interpelado puede dar la respuesta por callada, pero en democracia eso también cuenta.

Todos tenemos opción de conocer los postulados y las personas que encarnan a los distintos partidos políticos, sindicatos, asociaciones de todo tipo, sean de víctimas del terrorismo o de lo que sean; podemos manifestar nuestro acuerdo o desacuerdo con ellos, criticarlos o ensalzarlos, pero si de verdad queremos establecer interlocución con el feminismo, a dónde nos dirigimos, si queremos conocer por qué tal o cual medida legislativa o tal propuesta cultura a quién interpelaremos, y si no hay respuesta por parte de nadie, a quién imputaremos ese silencio.

La crítica y el debate social es la característica más destacada de la democracia, es el mecanismo que permite poner de manifiesto las virtudes y defectos de las organizaciones sociales, es el derecho que todo ciudadano posee a manifestar sus opiniones y en última instancia un mecanismo que permite corregir los excesos y las desviaciones.

En nuestro país diversas personas han señalado el rotundo fracaso de la ley contra la violencia, al menos en el que debiera ser su objetivo primero, evitar las muertes de mujeres, sin que nadie se sienta interpelado. Sabemos quien impuso los criterios de la Ley aunque ahora tengamos que lo que nos queda es la callada por respuesta. Cientos de personas denuncian cada día el régimen de las separaciones matrimoniales siempre en perjuicio del hombre, pero como quien aúlla a la Luna.

En fin, quien de verdad esté interesado en mantener un diálogo, en confrontar ideas y opiniones sobre feminismo, igualdad o lo que sea, debe saber que enfrente sólo va a encontrar una nebulosa de silencio, un conjunto de personas y colectivos que tendrán suficiente con mover los hilos en determinadas ocasiones; por ejemplo a la hora de aprobar las leyes, pero a partir de ese momento diluirán su participación y por tanto su responsabilidad y desde luego eludirán contestar o debatir sobre todo aquello que no les guste.

Pero de ese modo están privando a los ciudadanos de un derecho fundamental, están privando a la sociedad del derecho legítimo que le asiste a exigir de quien ocupa cuotas de poder a responder y dar cuenta de sus actos. En una democracia como la nuestra esto no debiera ser posible. El porqué sucede esto en este tema es sólo la primera incógnita de las muchas que encierra el feminismo institucional y las políticas de igualdad en nuestro país.

Más sobre la agresión del tren

Cuando se le reprocha al muchacho argentino no haber intervenido, ¿se le está reprochando no haber actuado como macho? ¿Habrá alguna feminista de género que conteste esta pregunta?
¿Os percatais de que hay preguntas que sólo se pueden dejar en el aire, porque no encontraran respuesta por parte de quien puede acusar pero jamás está para responder a interrogantes de ese tipo?

Imaginaros los papeles intercambiados. ¿Habría algo que reprocharle a ella?

¿Qué hubiera pasado si este muchacho hubiera intervenido y fuera él quien recibiera los golpes?

La intercambiabilidad de los sexos que se pregona en tantas ocasiones ¿cómo habría que analizarla a la luz de un caso como éste?
¿Quién establece dónde comienza y dónde acaba la intercambiabilidad de los sexos?

25 octubre, 2007

¿Cómo interpretarlo?

Al parecer “el juez” que dejó libre al agresor de la chica ecuatoriana, es en realidad una juez o una jueza como se prefiera decir, pero si uno lee los periódicos verá que por todas partes se hable de “el juez”.

Me sorprende que medios de comunicación que, en según qué casos, ponen un cuidado exquisito en diferenciar el sexo de los noticiados, en otros no procedan del mismo modo. Y si seguís el foro veréis que no es la primera vez que señalo este tipo de cosas, y el sesgo es siempre en el mismo sentido, por lo que dejo en el aire la siguiente pregunta: ¿se está produciendo un uso sexista del lenguaje en los medios de comunicación, pero no en la dirección que apuntan cierto feminismo, sino todo lo contrario?

21 octubre, 2007

Presente

Recuerdo que hace un tiempo un grupo de amigos comentábamos sobre la infidelidad. No os lo creeréis, pero mis amigos estaban convencidos de que eso era un problema masculino. Ni tan siquiera observando los porcentajes altísimos que la prensa había publicado alguna vez, parecía posible desmontar mínimamente su firme creencia de que aquello era cosa de hombres.

Alguno incluso se molestó porque saliera a colación el elevado índice de padres que creyéndose tales, no eran los verdaderos progenitores de los que creían sus hijos. Ahora leo en un artículo de Rosa Montero que un estudio cifra en un 37% la infidelidad masculina y un 35% la femenina. Parece razonable. Lo que de ninguna manera se podía creer es que un porcentaje altísimo de hombres fuesen infieles y nunca apareciese el porcentaje de mujeres.

Cuando me hablan de discriminación positiva o de igualdad desde la diferencia pienso que ya en la sociedad tradicional la cultura había instituido mecanismos de blindaje para la mujer ante determinadas situaciones, mecanismos que no existían para el hombre.

Obsérvese que corriendo los tiempos y con lo que se lleva despotricado contra algunos valores del pasado la caballerosidad sigue siendo un valor para muchos de ellos y muchas de ellas. Recientemente la ex –ministra Carmen Calvo confesaba que le gustaba que le dijesen piropos y le abriesen la puerta, eso al tiempo que se manifestaba profundamente feminista. Si antes era el conocido “las mujeres y los niños primero”, ahora los “progresistas” hablan de que la esclavitud en el mundo es un problema de mujeres y niños. Y eso que un día sí y otro también tenemos que hablar de alguna patera perdida en el Océano.

Es como si quisieran que nos terminásemos creyendo aquello de que la mujer trabaja mientras el hombre hace la guerra. Afortunadamente, los caminos y puentes romanos siguen ahí, y la revolución industrial está suficientemente próxima en el tiempo para saber que ha habido y sigue habiendo una gran esclavitud masculina. De no ser así, no me imagino lo que estaríamos escuchando o leyendo.

En fin, es difícil entender algunas cosas del presente.

16 octubre, 2007

Ellos y ellas

Tiene razón Sancos en plantear que al tiempo que nos preguntamos qué les pasa a los hombres, hagamos la misma pregunta para ellas. Lamentablemente cada día que pasa es más difícil referirse a las personas en general y está siendo casi imposible evitar las referencias al sexo para responder a este tipo de preguntas.

En cualquier caso, yo recordaría desde aquí, que las mujeres viven una pluralidad de posiciones, que van desde la minoría que conforma la avanzadilla del feminismo de género, hasta esa multitud de mujeres que disfrutan ese momento “dulce” de seres cargados de derechos y en el que todo se lo merecen porque “ellas lo valen”, pasando como no, por esa otra minoría de mujeres capaces de hacer frente al feminismo de género y que se agrupan en torno al llamado “otro feminismo”. Sinceramente, creo que no hay color. Recuérdese que, aunque cada día más silenciadas, las únicas que están haciendo frente al feminismo de género y a los excesos de las leyes de igualdad en nuestro país, son ellas. María Sanahuja, Empar Pineda, Rosa Montero, Almudena Grandes….. Frente a esto, cuántos hombres destacados se pueden citar, mucho menos que conformen alguna forma de grupo como el que representan “las otras feministas”. Como máximo posicionamientos frente a cuestiones concretas y en momentos determinados, pero nada que represente una oposición consciente y con vocación de no quedarse en mera protesta o pataleo.

La referencia por tanto hay que hacerla a los hombres, porque somos nosotros los que estamos siendo incapaces de hacer lectura del “tiempo que vivimos”. Te pongo como ejemplo a Forges, ese gran dibujante y humorista, que desde que las feministas lo acusaran de machismo, hace ya muchos años, por aquella viñeta en que Mariano le decía al del mostrador que le cambiaba el aceite de Gorza por el de Olivia Newton John (eran los tiempos en los que se cambiaba el aceite de colza por el de oliva y la Gorza era su Gorda esposa), ha pasado a la fe del converso, esa fe multiplicada por diez, ciega a cualquier matiz o ponderación, y así cada día, cada viñeta suya, es un permanente insistir en una visión estereotipada de los sexos, en la que, a los hombres les ha tocado jugar papeles que van desde el del cerdo capitalista: grande, obeso y con smoking, al futbolero descerebrado, pasando por el que se escaquea en casa y también en la oficina... En cualquier caso nada que ver con ellas. Visión que extiende también a los niños y así, en la viñeta de ayer o anteayer, no recuerdo, mientras ella (una niña) lee un libro, él (un niño) le pregunta que de qué tipo de videoconsola se trata.

Eso en una persona que tiene fama de culta, sensible y estar al tanto de lo que ocurre. Qué decir de los guionistas de series o los publicistas que, sabedores de que lo único que no se puede hacer es dar una visión que “degrade” a la mujer, y a falta de más imaginación o recursos, han decidido cargar las tintas en la del hombre, hasta el punto de que sea imposible citar una sola serie de producción nacional en la que los roles desempeñados por estos puedan considerarse dignos.

Sólo un dato. Después de que 50.000 hombres hayan sido alejados de su hogar como consecuencia de la ley contra la violencia, Montserrat Comas, una de las máximas impulsoras de la misma y hasta el presente voz indiscutible en estos temas, se ha atrevido a pedir en el Parlamento que el alejamiento de los hombres denunciados por sus parejas no sea automático (es posible que después de tantos miles de casos se haya percatado de la monstruosidad de una ley promovida también por ella y apoyada por una Cámara legislativa ciega a cualquier reflexión sensata sobre este tema).

¿Sabéis que voces se han escuchado? No, no se ha escuchado la voz de ningún hombre, tampoco las de los que conforman la Cámara en que se aprobó dicha ley, la única voz que se está escuchando es la de las compañeras de la señora Montserrat Comas, en asociaciones como Themis, que no entienden el porqué del cambio de actitud de su compañera….. Y la verdad no es fácil entenderlo teniendo en cuenta la persecución a la que han sometido a la señora Sanahuja por reclamar medidas de este tipo.

13 octubre, 2007

Anecdotario

Recientemente he asistido a una fiesta de esas de familia en las que al final se junta un montón de gente. Pues bien, uno de los asistentes, un hombre en la cincuentena, se había separado muy recientemente. Según nos contó con la la separación le iba tener que pasar a su hija estudiante, 600 euros, otros 600 euros a su ex – esposa y 850 para la casa en la que ya no viviría. Tenía intención de recurrir la sentencia pero también decía que de saberlo seguiría pensando lo de la separación…..

Un conocido pasó por la siguiente situación. Por dos veces, su mujer sufrió unas taquicardias terribles que los médicos tardaron en descartar como infartos. En un momento en que se sintió muy mal le dijo al marido: “todavía eres muy joven, rehaz tu vida pero, por favor no les quites los hijos a mis padres…. Finalmente resultó que no habían sido más que dos taquicardias muy grandes, pero que no hay nada más. Vuelta a casa su marido le recordó que su aquello de que les dejase los hijos a sus padres….

Un matrimonio mayor había decidido cambiar de casa. La esposa siempre había vivido en el centro de la ciudad. Durante 2 años deambularon por las afueras, y un poco por todas partes, sin que a la señora le convenciera ninguno de los pisos que veían, pero sin aclararle tampoco a su marido que ella realmente lo que no quería era ir a vivir a otro sitio que no fuese el centro. Finalmente el marido se llevó la sorpresa de que aquel si le gustaba a su mujer. Efectivamente, estaba en el centro.

Cojo de El País digital de hoy 12 de octubre el siguiente titular: Dos adolescentes golpean a una compañera en Elche y graban con el móvil la agresión. Como puede observarse casi nadie está libre de sexismo en el uso del lenguaje. En un mismo titular se distingue el sexo de la víctima pero no el de de las agresoras; porque, efectivamente, eran adolescentes chicas.

Todos somos iguales pero algunos parecen algo menos iguales que otros. No quiero dejar pasar la ocasión de comentar que el día 4 de septiembre de 2007 fallecieron en un único accidente de trabajo 6 hombres y, al día siguiente, no fue noticia de portada en ninguno de los grandes periódicos. La muerte nos igualará, pero el tratamiento de la misma parece bien diferente en unos casos y otros.

12 octubre, 2007

Curiosa igualdad

Las primas de los seguros de enfermedad no pueden ser diferentes para hombre y mujer ya que nos encontraríamos ante una discriminación por razón de sexo, la prima en este caso resultaría mayor para la mujer. Sin embargo, no existe ningún problema en que esa discriminación se produzca en las de automóvil o las de vida, en ambos casos superiores para los hombres. Entonces, si me repiten mil veces que somos iguales, qué debo pensar.


En nuestro sistema educativo las niñas padecen menos fracaso escolar que los niños, particularmente en la ESO donde se produce la gran criba para los chicos; criba basada mucho más en la actitud que en los conocimientos: parejos para ambos sexos en este nivel. También de todos debiera ser sabido que el 70% del profesorado es femenino y en el campo de las lenguas este porcentaje todavía es superior. Mi pregunta es: ¿Qué la reforma de la LOE vaya en la dirección de reforzar los contenidos de Lenguas, hasta 5 en 4º de la ESO: española, de la comunidad, inglés, 2ª lengua extranjera y latín, estas 2 últimas como optativas, haciendo bascular los contenidos educativos a favor de ellas y en detrimento de las de Matemáticas y las Ciencias, debería ser interpretado de alguna manera desde el punto de vista del género? ¿Ahondará esta reforma en los desequilibrios actuales? En mi opinión todo apunta a que así será, por lo que de nuevo exclamo ¡Curiosa igualdad! y de nuevo me pregunto cual sería la virtualidad de que me repitiesen mil veces que somos iguales, si las políticas que se realizan van en la dirección opuesta.


Antes ya había sucedido pero desde que entró el nuevo ministro de sanidad Bernat Soria no paran de anunciarse nuevos tratamientos y una mayor dedicación de recursos a la atención sanitaria de las mujeres. Mi pregunta es: ¿eran las mujeres el sector social más desfavorecido en la atención sanitaria? Todo parece indicar que no, ni el nivel de supervivencia de los hombres y mujeres que han padecido cáncer, ni muchos otros indicadores, inducen a pensar eso sino más bien lo contrario, por eso resulta llamativo este alarde de medidas. En cualquier caso sería bueno que aprovechando la ocasión comenzásemos a tener estadísticas y estudios sobre lo que sucede a este respecto. Claro que, estas cosas siempre son a instancia de parte y, dudo que por ejemplo el Instituto de la Mujer que posee medios para esto vaya dedicarlos a tal fin.


Escucho en la radio a unos contertulios muy preocupados por la pretensión de explicar las diferencias en el comportamiento de los humanos en la biología, y coincido con ellos en que malo sería que todo lo redujésemos a la biología; sin embargo, llevo escuchando 40 años que niños y niñas van a aproximar su comportamiento si sus padres no hacen diferencia de sexo en los juguetes, o que el género es una elección, y no veo que a nadie preocupe que ninguna de ambas cosas haya podido ser demostrada, más bien al contrario todo indique que el ser niño o niña tiene mucho más que ver con la biología que con la educación, y que a pesar de todos las proclamas del feminismo de género, cuando se trata de aplicar la ley a lo que de verdad se atiende es al sexo de los individuos. Esta es otra de sus muchas paradojas, el género es de libre elección pero el surco que separa a hombres y mujeres es para el feminismo de género una sima tan profunda, que más bien pareciera que habláramos de dos categorías diferentes.


Por eso, si yo fuera feminista de género me estaría partiendo el culo viendo el espectáculo de la guerra de las banderas, la polémica sobre la Educación para la Ciudadanía ( y aquí la risa sería doble porque siendo la principal beneficiaria lo sería sin haber gastado ni un solo cartucho, y habría asistido, tal vez divertida, al espectáculo de la Iglesia contra Peces Barba y Zapatero y de estos a su vez contra la jerarquía católica, para que al final la resultante fuese que todos podrían impartir la educación para la ciudadanía que les viniese en gana); o tantas otras cosas y, tal vez, pensaría: mientras están distraídos con sus bobadas yo voy a atender a mis cosas convenientemente.

08 octubre, 2007

Conciencia y género

Llevo en esto de la “teorización” de la igualdad un tiempo en el que sólo he tomado conciencia de muchas cosas luego de un proceso de maduración que me ha costado mucho porque, al igual que la mayoría de los que me leéis, vengo de la idea de cualquier militante de izquierda, incluso de cualquier progresista, de que “el sexo discriminado sólo puede ser el femenino”. Esta es la opinión reinante en la sociedad, opinión que tan pernicioso e injusto es sostenerla hoy, como en su día lo fue negar la discriminación de la mujer.

De lo que no debe caber duda es que los 200 años de feminismo no han pasado en balde. Han servido para que las mujeres tomen conciencia de su condición y hayan decidido convertir esa conciencia en la poderosa arma en que la ha convertido hoy el feminismo de género. El desplazamiento del feminismo de la igualdad por el de la diferencia no es una casualidad y sólo en este contexto se hace posible entender el porqué es este feminismo más radical y separatista el que con mayor fuerza ha prendido, no sólo en los movimientos de mujeres, sino también en el partido socialista y otras fuerzas políticas y sociales. Que las “otras feministas” no consigan un mayor arraigo social, a pesar de su mayor solvencia intelectual y trayectoria como defensoras de los derechos de la mujer, tiene mucho que ver con esto. Otra cosa sería el analizar el papel de los hombres.

En mi opinión, y al contrario de lo que suele ser la norma en nuestras sociedades democráticas, el movimiento feminista no cuenta hoy con ningún poder que se le contraponga y, en este contexto, el razonamiento más sencillo parece ser, si podemos conseguir más por que nos habríamos de contentar con la simple igualdad. La actual Premio Nacional de Ensayo, Celia Amorós, decía hace bien poco que si un grupo social puede someter a otro termina por hacerlo y el feminismo es hoy por hoy un poder que goza de una fuerza y una “libertad” para imponer sus propuestas, incluso las más maximalistas, que difícilmente se puede discutir.

Creo que sólo en un contexto como el que señalo más arriba es posible que se reformule, como lo hace la legislación de género en nuestro país, el concepto mismo de igualdad, vigente desde la Revolución francesa y la proclamación de los Derechos del hombre, en el sentido de concebir un derecho penal con distinta aplicación para hombres y mujeres, o la extensión sin límite de la discriminación positiva, o la imposición de la paridad por ley, o que sencillamente se apruebe una ley en la que un grupo social mantiene el privilegio exclusivo de formar parte de los consejos de redacción de los medios de comunicación públicos y, también privados, y todo ello sin que en la sociedad se haya producido no ya un debate social a la altura de lo que tales temas requerirían, sino sin debate y en un ambiente que tiende más al ocultismo y la censura que a la defensa abierta de las propuestas. La forma en que fue modificada la actual ley de divorcio, con nocturnidad y alevosía y en el último momento, para impedir la custodia compartida, refleja de forma muy clara algunas de las cosas que quiero expresar aquí, pero también el fuerte poder del lobby feminista que contra la opinión del propio ministro que propuso la reforma, el señor López Aguilar, impuso que en nuestro país la custodia compartida no saldría adelante y así fue.

En cuanto a la actuación de los hombres tengo para mí que además de lo dicho en un post anterior del miedo a ser tachado de machista, una buena parte de ellos actúa atrapado en lo que con más fuerza escucharon durante mucho tiempo, que la discriminación sólo era posible hacia las mujeres, y horrorizados por la violencia de género, sencillamente han optado por lo más sencillo y que al mismo tiempo parece lo más justo, alinearse en todo con las propuestas feministas, sin plantearse muchas más cosas, en la conciencia de que se está del lado bueno de la trinchera. También este estado de cosas merece un análisis en profundidad, pero por el momento lo dejo aquí, porque me apetecería que os animaseis a formular vuestras propias hipótesis y si fuera posible a un debate que nos permita ir construyendo un pensamiento alternativo al actual pensamiento único.

Te lo diré 1000 veces

“Te lo diré 1000 veces… ¡Somos iguales!”

La minoría de edad gana terreno cada día que pasa. No contentos con haber consagrado en la legislación la minoría de edad para las mujeres, ahora pareciera que intentaran hacer lo mismo con toda la sociedad, a la que sólo se puede educar mediante el penoso procedimiento de la repetición de una consigna o un eslogan.

¿Por qué sólo ellas pueden lanzar ese mensaje? ¿Por qué sólo a ellos? Fuera del presidente del Gobierno y del alcalde que promueve la iniciativa los demás hombres precisamos que nos lo repitan mil veces. Más parece un castigo que otra cosa.

Pero vayamos al grano: ¿si queremos ser iguales por qué la legislación nos hace diferentes? ¿Si queremos ser iguales por qué cada día que pasa la brecha entre los sexos es mayor? ¿Si queremos ser iguales por qué no fijamos los mismos derechos y deberes para todos y para todas?

La campaña, como casi todo lo que promueve el feminismo y el partido socialista en este terreno, carece del más mínimo rigor. Resulta que la iniciativa nace para promover la igualdad de acceso al mercado de trabajo en un pueblecito de 270 habitantes, dónde desconozco lo que sucede, en cualquier caso que de las circunstancias de ese pueblo se pretenda la categoría para toda España no deja de ser un sarcasmo, en un momento en el que el ritmo de incorporación de la mujer al trabajo es superior en 4 y 5 veces al de los hombres y de que en un corto espacio de tiempo de a penas dos décadas las cifras de ocupación de las mujeres se acerquen a todo velocidad a las de los hombres; y eso, a pesar de que la disponibilidad de las féminas, para según que empleos, es muy inferior a la de los hombres.

Pero, en fin, esta es la cruda realidad que nos ha tocado vivir y que no cesará mientras todos los demás sigamos callando. A propósito de la campaña he encontrado esta entrevista a Empar Pineda: http://www.amecopress.net/spip.php?article430

03 octubre, 2007

¿Qué nos pasa a los hombres?

A estas alturas creo que la pregunta que más urge responder en relación con la igualdad sería la de qué nos pasa a los hombres. ¿Acaso el esfuerzo tenaz y constante de cierto feminismo identificando la condición masculina con lo peor ha calado tan hondo, que ha conseguido plenamente su objetivo de mantenernos en silencio por lo que pueda pasar? En la contraportada de un libro de Ivon Dallaire figura una frase que dice algo así como que “los hombres son, en el presente, el único grupo contra el cual se puede despotricar públicamente sin que nadie, ni ellos mismos, osen defenderse" o como lo expresa Elisabeth Badinter respondiendo a la pregunta de por qué siendo los hombres los más perjudicados por la actual deriva feminista son los que menos protestan:

- Están contagiados por el pensamiento feminista «bienpensante», y se mueren de miedo ante la idea de pasar por «machos», es decir, por cabrones reaccionarios. En el momento del debate sobre la paridad, cualquiera que manifestase su discrepancia era «fusilado» por los grandes diarios de izquierda, Le Monde y Libération. Hay que tener poco o nada que perder para afrontar estos ultrajes.

En fin, este estado de cosas lo podemos corroborar todos los días en la actitud y la expresión de muchos personajes públicos y como no en los medios de comunicación. La situación llega a ser tan esperpéntica que en las instrucciones de montaje de un mueble de Ikea me encontré que para representar cómo no debía hacerse utilizaban la figura masculina, y para representar cómo sí debía hacerse la figura femenina. Da lástima pensar que hace bien poco tiempo eso, pero a la inversa, era lo que denunciaba, y muchos combatimos, el mismo feminismo que hoy no duda en aceptar esas situaciones como lógicas. Es como si no hubiese, aunque muchos lo llegáramos a creer, un camino para el entendimiento y la única opción fuera o machacas o eres machacado.

Esto por lo que respecta las personas. En lo que hace a las fuerzas políticas quizá baste saber que ERC e IU acaban de proponer una Renta Básica de Ciudadanía "universal e incondicionada", un sueldo que no distingue a ricos de pobres, para que todos los interrogantes sean posibles.

02 octubre, 2007

De nuevo los viejos datos sobre educación

Después de leer el titular de El País digital de hoy 2 de octubre de 2007 que dice:

Uno de cada dos alumnos españoles no acaba los estudios de secundaria

El Barómetro de la Educación 2007 señala el abandono escolar como uno de los principales problemas del sistema educativo español


efectivamente voy a coincidir con la señora ministra de educación, en que hay pocos motivos para el debate sobre Educación para la ciudadanía. Sería bueno que la señora ministra lo llevara a efecto porque realmente los problemas y sobre lo que habría que abrir un verdadero debate es sobre el por qué un fracaso tan escandaloso que compromete el futuro del país.