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29 noviembre, 2008

26 noviembre, 2008

El y Ella

Obsérvese el papel de El y Ella en estas dos viñetas:

http://www.elpais.com/vineta/?d_date=20081126&autor=El%20Roto&anchor=elpporopivin&xref=20081126elpepivin_3&type=Tes&k=Roto

http://www.elpais.com/vineta/?d_date=20081124&autor=Forges&anchor=elpporopivin&xref=20081124elpepivin_1&type=Tes&k=Forges

La informática y los informáticos

Resulta realmente intrigante qué puede estar pasando con la informática y los informáticos, en una país como el nuestro, a la cola de Europa tanto en la calidad y cantidad de las conexiones como en el número de usuarios, para que primero, haya quedado excluida como materia en la ESO y Bachillerato –realmente existe una optativa en cuarto de la ESO que para su impartición no requiere titulación de informático, y que en lo sustancial no desmiente la afirmación anterior- y ahora con la adaptación de las titulaciones a Bolonia resulta que las ingenierías informáticas conducen a unos títulos sin atribuciones profesionales. Sería interesante saber por qué está pasando esto y por qué se le están negando a las titulaciones informáticas el reconocimiento académico y profesional que les corresponde

25 noviembre, 2008

Haría falta una explicación

Hasta hace muy poco, y desde hace muchos años, la cifra de maltratadas rondaba los 2.000.000 de mujeres, el 10 % de la población femenina. Así se ha venido reiterando por el Instituto de la Mujer año tras año, durante muchos años. Algunos reclamamos en su momento una explicación a semejante cifra que nunca nos fue dada. Ahora el Ministerio de Igualdad cifra en 400.000 el número de maltratadas. De nuevo creo de rigor que alguien ofrezca una explicación creíble para un baile de cifras tan dispar. Me supongo que como ya sucediera anteriormente nadie ofrecerá tal explicación. Lo de que se explique porque no se dan cifras de maltratados creo que todavía cuenta con menos posibilidades.

A vueltas con la Educación

El pasado domingo el diario El País hablaba en su editorial de la educación en los siguientes términos: http://www.elpais.com/articulo/opinion/aviso/educacion/elpepiopi/20081123elpepiopi_2/Tes
Llama poderosamente la atención el contraste de lo reiterado de los informes internacionales (OCDE, Pisa…) sobre el lamentable estado de nuestra Educación y el espeso silencio que se observa por parte no sólo de sindicatos y partidos políticos, también por parte de la “intelectualidad” y personas que en otros contextos tienen manifestado su interés por la educación. Los datos están ahí para quien quiera verlos: 31 % de fracaso escolar a nivel de todo el Estado, porcentaje que se eleva al 50% para los varones de determinadas comunidades. La OCDE señala los importantes efectos que un dato así tendrá sobre nuestra economía, a los que hay que añadir a mi modo de ver, los relativos a la igualdad, también la de género, si tenemos en cuenta la importante diferencia observada entre chicos y chicas. En un contexto así declarar cerrada la discusión sobre la educación o centrarla en Educación para la ciudadanía me parece que no es de recibo, como también me parecen parches los anunciados por la señora ministra de Educación en días pasados en el sentido de repescar para el sistema educativo a personas que ya han salido de él. A mi modo de ver es necesario ir a las razones de fondo por las que un 31% de los chicos y chicas de nuestro país no son capaces de acabar los estudios obligatorios teniendo en cuenta que no se trata de un sistema educativo especialmente duro ni selectivo. Pero es verdad que un debate así exige abandonar algunos de los dogmas sobre los que se pretende asentar nuestra convivencia y exigiría un planteamiento que recogiese sin ambages un debate como el propuesto por Victoria Camps en su libro Creer en la educación. Mucho me temo sin embargo que esta petición caerá en saco roto.

13 noviembre, 2008

Lógica apodíctica

Dice Manu en su último comentario: “Hablando de Obama, escuchaba el otro día en la tertulia mañanera de Onda Cero a una señora (creo que una tal Mamen) decir que el hecho de que no se eligiese a Hillary era una muestra de la discriminación que sufren todavía las mujeres en EEUU, que es mayor que la que sufren los negros, por supuesto. Por otra parte, decía, Obama no es un negro de verdad, ya que técnicamente es mestizo y se crio de forma acomodada. En fin... por si esto no era suficiente, remató su exhibición repitiendo el mito de la discriminación salarial, que ese día volvia a ser noticia en El Mundo.”

Y si traigo esto a colación es porque en más ocasiones yo he leído lo mismo: el hecho de que Hillary Clinton hubiera perdido la nominación frente a Barack Obama indicaba eso, que en los EE.UU la discriminación hacia las mujeres es mayor que hacia los negros. Afirmaciones de este tipo son habituales del lado del feminismo y lo más frecuente es que queden sin ningún tipo de contestación. Entre otros motivos porque, mientras del lado femenino siempre habrá quien realice una lectura de “género” de lo que sucede en la sociedad, del lado masculino tal cosa no existe, más bien al contrario, lo que conduce a una especie de lógica apodíctica que va sembrando la vida social de “verdades incontestadas” que nadie se toma la molestia de estudiar.

Y así, afirmaciones tan absolutamente falsas como que las mujeres ganan menos que los hombres han llegado hasta los textos de Educación para la ciudadanía, sin citar nunca el estudio en que se basan ni tampoco explicando cómo eso es posible contra el Estado de derecho, los sindicatos, la inspección de trabajo y las leyes económicas que rigen la contratación de los trabajadores o, que las mujeres sufren más accidentes que los hombres y los que sufren ellas se producen mayoritariamente mientras trabajan en el hogar y los de ellos en el gimnasio y las actividades de ocio; para continuar con que las mujeres sufren más la pobreza que los hombres, o que, ellas tienen una doble jornada que ellos no, etc. etc.

Eso digamos en el plano de lógica de todos los días, porque en el terreno de los estudios de género conceptos como el de “techo de cristal” basados en conjeturas nunca demostradas y que responden mucho más a la lógica de la lucha ideológica y política que a la académica, para no hablar de la lógica científica, circunstancia ésta que, sin embargo no los priva de circular en medios académicos y universitarios junto a cualquier otro tipo de investigación. Qué decir de esos investigaciones sociológicas basadas en datos estadísticos en los que para explicar el comportamiento de hombres y mujeres, se las encuesta exclusivamente a ellas, tal como sucede con las estadísticas de violencia doméstica, las de acoso laboral o sexual, y tantas otras, haciendo que el sesgo estadístico, en lugar de ser una circunstancia a evitar, se haya convertido en una variable más.

Porque en última instancia lo que rige el comportamiento del feminismo se basa en un principio apodíctico, según el cual la única prueba válida para demostrar que la mujer no sufre discriminación es que ella gane, porque si no es así la discriminación queda demostrada.

12 noviembre, 2008

Declaraciones de Mercedes Cabrera

La señora ministra de educación Mercedes Cabrera ha participado en una charla con los lectores de El País de la que el diario entresaca, entre otras, las siguientes declaraciones:

[Por supuesto, Cabrera también se ha referido al estado de la educación en nuestro país, acerca de la cual ha querido evitar el pesimismo. "Los resultados sitúan a España en el pelotón de los países de en medio, es decir, entre aquellos a los que siempre quisimos parecernos". Para ello, anunció que su intención es iniciar un debate con las Comunidades para tratar el problema del fracaso abandono escolar por parte de los jóvenes.]

En relación con el fracaso escolar: [La ministra no dudó en reconocer que "tenemos una tasa de fracaso más alta que la de otros países de nuestro entorno", que se explica, entre otras cosas, porque "hasta los años 90 no tuvimos educación obligatoria hasta los 16 años", mientras que la mayor parte de los países europeos "empezaron a modernizar su sistema educativo mucho antes". Sin embargo, opina que esta tendencia puede cambiar. "Desde la legislatura pasada, estamos poniendo remedio a esa situación".]

En relación con si estamos o no entre los países de en medio entiendo que hay que ser muy optimista para interpretar, que cuando sólo Malta y Portugal quedan por detrás, nos encontramos en el medio. Creo que además la traiciona un poco el subconsciente cuanto para indicar el lugar en el que estamos utiliza la palabra pelotón. ¿Qué decir de que a la señora ministra le parecen pocos 18 años para que cale una iniciativa como la de la educación obligatoria hasta los 16 años?. En relación con la idea de que desde la pasada legislatura se está poniendo remedio a esta situación, quizá interese releer este artículo de J.M. Lacasa en Magisnet.

10 noviembre, 2008

¿Misandria?

Difícil, difícil moverse entre el intrincado mundo de los sexos y los géneros, al menos si uno pretende entender algo. En El País de hoy domingo 9 de noviembre dos articulistas: Josep Ramoneda y Soledad Gallego, sostienen, en el caso de Josep lo siguiente: “Obama incorpora una cultura política femenina, en contraposición a la idea masculina tan bien representada por la dama del rifle, Sarah Palin, que ha acompañado su derrota con una descarga de resentimientos” ; por el otro lado Soledad Gallego que firma un artículo que lleva por título: Los dos presidentes Kirchner y por subtítulo el todavía más expresivo de: Las continuas interferencias del ex dirigente perjudican a su esposa.
Si lo que dice Josep es fácilmente rebatible por la historia, donde podemos encontrar hombres de todos los tipos: desde Alfonso X El Sabio, al General Franco, el argumento de Soledad Gallego creo que es todavía más insostenible, a no ser que se pretenda descargar de responsabilidad a una dirigente política, que está demostrando desde hace ya mucho tiempo, que su talla política es más bien poca; y eso, al margen de que quien asume una responsabilidad, como la que representa nada menos que la presidencia de un país, debe hacerlo con todas las consecuencias y por tanto este tipo de argumentaciones debieran sobrar; y al margen también, de que en lo que sí parece haber coincidencia, es en que ha llegado a la Presidencia de Argentina gracias a la gestión anterior de su marido.

Pero a lo que quiero ir es, a la dificultad con que tropieza cualquier analista de la realidad, si por un lado atendemos al hecho de que el feminismo reclama mujeres en el poder, pero luego resulta que cuando se va a enjuiciar su trabajo resulta que no, que es otra cosa. Obsérvese que ya Vargas Llosa había atribuido a Hillary Clinton una forma de hacer política masculina, y que también en el caso de Hillary se habló por parte de las feministas de que quien estaba arruinando su campaña era su propio marido, lo que visto desde la perspectiva de hoy, difícilmente se puede catalogar de otra cosa, que no sea la de excusa para tapar los errores propios. Pero más allá de estas consideraciones está el no contar a Margaret Thatcher como gobernante femenino ya que, “no representaba a las mujeres”, no digamos Golda Meir, de tal modo que a este paso parece que no nos tropezaremos con una gobernante femenina nunca con lo que será imposible considerar todas esas virtudes, que sin embargo el feminismo, un día sí y otro también, no se cansa de repetir que incorporarían las mujeres en los altos puestos de dirección.

Por eso me hago la siguiente pregunta: ¿Es tan intensa la penetración del género que incluso personas que parecían con un criterio abierto, no son capaces de asociar lo masculino más que con lo negativo y lo femenino con lo positivo, aún cuando la realidad de las prácticas sociales lo niegue? ¿No estaremos construyendo una cultura en la que sea imposible disociar lo masculino de un estereotipo cultural cargado de prejuicios y en la que todo lo que vaya más allá de un bruto violento deja de ser hombre? No soy optimista. Cuando sucedió aquel bochornoso suceso en el que unas señoras mayores, ya casi ancianas, increparon a Pedro Zerolo, llamándole de todo menos guapo, J.J. Millás escribió el siguiente artículo, en el que para poder digerir lo que allí sucedió precisó imaginarlas como “tres hombres disfrazados de mujeres, tres travestidos maduros y gordos con un dedo de maquillaje sobre la recia barba y abundantes joyas que desviaban la atención del bigote.”
Mi pregunta ahora es: ¿A fuerza de despotricar tanto contra el hombre y lo masculino, sin que nadie en ningún momento ose poner freno, no se estará cayendo en la misandria más veces de las que se quiere admitir? Creo que es una reflexión que merece la pena.

08 noviembre, 2008

La mano negra

¿Quién decide lo que es o no igualdad? ¿Quién determina cuando un anuncio es sexista? ¿Y, sobre todo quién tiene capacidad para que ese anuncio cese fulminantemente de emitirse? ¿Quién establece que el que los varones fracasen el doble que las mujeres en la ESO no es asunto de igualdad y sí lo deba ser que las mujeres accedan en la misma proporción a las carreras técnicas? ¿Quién decide que las mujeres deben ocupar paritariamente los consejos de administración de las sociedades mercantiles pero no esos campos de la actividad laboral en los que no importa que ellos sean absoluta mayoría, como si ellas sólo pudiesen ocupar aquellos que en tiempos se llamaron de cuello blanco? ¿Quién ha establecido que para elaborar la encuesta sobre acoso laboral uno de los ítemes considere que un piropo es una forma de acoso y eso circule como si de verdad revelada se tratase, al tiempo que se siga exigiendo de los hombres un comportamiento galante y caballeroso cuando una mujer así lo decida? ¿Por qué la Organización Mundial de la Salud niega el reconocimiento del Síndrome de Alienación Parental, en pefecta consonancia con el feminismo de género?

Ahora que está de moda hablar de la mano negra del capitalismo debiéramos quizá reflexionar sobre otra mano negra, la que rige los destinos de la igualdad. Pues si, como está poniendo de manifiesto la actual crisis económica, bajo dicho eufemismo lo que se buscaba era tapar y esconder los chanchullos millonarios y las trampas de quienes debían velar por la salud del sistema económico, aplicada al terreno de los sexos tendría que ver con el interés de muchas y muchos por mantenernos rehenes y en la ignorancia de lo que haya que entender por igualdad, sin que sea posible la duda o el interrogante, sin que sea posible formular una pregunta salvo que de antemano se espere la callada por respuesta. En suma, sin que sepamos quien ha declarado el tema tabú y quienes se han erigido en las hechiceras y los hechiceros facultados para interpretar los caminos que se pueden transitar y los prohibidos.

06 noviembre, 2008

Sólo quiero caminar

He visto “Sólo quiero caminar” la película de Díaz Yáñez sobre cuatro mujeres atracadoras y que, según el autor, quiere reflejar el cambio que ha sufrido la mujer en los últimos 20 o 30 años.
No soy especialmente cinéfilo y por tanto voy a prescindir de un comentario en esa línea. Lo que me llama la atención es haber leído en la prensa que había quien hablaba del personaje de Ariadna Gil como de una heroína o del de Victoria Abril como madre coraje.
En mi opinión el guión peca de lo mismo que pecan esos programas de la uno en los que se empeñan en hacernos creer que los hombres y las mujeres somos perfectamente intercambiables salvo que se gana en el cambio.
Para mí, ambos personajes son completamente inverosímiles y el de Victoria Abril, además de eso, me parece patético en multitud de ocasiones, particularmente cuando herida de muerte recorre la ciudad chorreando sangre para cumplir la promesa que la había hecho a su hijo, un niño que se cría en un bar, de llevar a casa del profesor una redacción en la que el hijo tiene depositadas muchas esperanzas.

05 noviembre, 2008

Obama ha ganado sin cuota

Ha ganado Obama sin necesidad de cuotas ni privilegios especiales. Su victoria le pertenece a él y a los suyos. Si a mi me hubieran preguntado hace 15 o 20 años "quién crees que llegará antes a la presidencia de los EE.UU una mujer o un negro", me parece que hubiera contestado una mujer. La historia admite más de una forma de ser escrita y este hombre y los suyos optaron por una, las feministas en nuestro país han optado por otra. De momento, a mi entender, no hay color entre una y otra. O mejor, el color es el del ciudadano Obama. Desde aquí le deseo suerte porque creo que va a necesitar mucha.