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18 noviembre, 2013

Sobre cuernos

Imaginaros por un momento una Nueva Revista femenina que en su número inaugural publicara un artículo con el título: Cuernos, en el que,  después de hacer añicos la imagen de la mujer, concluyese que ésta debía aceptar de buen grado los que su hombre le pusiese porque en ello residiría la verdadera igualdad. ¿Difícil, no? 

Pues referido al hombre no solo no es difícil sino que  se ha hecho realidad   en el nuevo suplemento: ICON, de El País dirigido a los hombres. Por supuesto estas cosas han dejado de ser asuntos de cada pareja,  cosas sobre las que quienes pueden y deben decidir serían los y las implicados, para pasar a asunto público sobre el que se establece un canon de género.


Me resulta llamativo ese afán de las dueñas de la moral por decirnos qué está bien y qué está mal, qué debemos aceptar de buen grado y qué nos convierte en machistas y maltratadores. Como me llama la atención esa moral ambivalente y acomodaticia según la cual está bien si es del agrado de la mujer, o al menos eso cabe suponer,  y está bien hoy lo que solo hace un par de días  constituían los signos más evidentes de la sociedad machista y patriarcal: cuernos, pornografía (si acaso va dirigida a ellas y transmite valores), el sado (siempre que sea rosa), etc.
La versión lúgubre y al parecer menos igualitaria quedó reservada para El País semanal de la semana siguiente en el Stephen Grosz nos ilustra sobre un doble caso de infidelidad sufrido por madre e hija en un artículo con el expresivo título de: Pasión por la ignorancia.



5 comentarios:

  1. No se puede dialogar con la locura, no se puede sacarle la lógica al delirio simplemente están haciendo su trabajo y llevando a cabo su agenda. El técnicamente quebrado diario el País ya sabemos que intereses sirve, siempre que veo una noticia relacionada con este diario ya sea de política, economía, asuntos exteriores, recetas de cocina o carteleras la ignoro completamente. Lo de que hagan campaña anti maternal con el agotamiento demográfico es bastante fuerte

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    Respuestas
    1. Anónimo6:00 p. m.

      Que me dices de esto:
      http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/11/16/actualidad/1384626692_463615.html

      El libro seguramente será peor que deleznable y el obispo será tan carca que habrá que darle de comer aparte, pero es la primera vez que veo que se critica al jefe de la editorial y se pasa de puntillas sobre la autora de la obra.

      Arturo

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  2. De lo que se habla mucho menos es de que el próximo de la serie lleva por título: Cásate y da tu vida por ella.
    http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=19090

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  3. La revista Icon se ha posicionado como revista de referencia para el hombre moderno. Se trata de un nuevo instrumento ideologizado al servicio del neofeminismo. En un artículo que se titulaba Adiós a los hombres, nos ilustraba sobre las nuevas series televisivas en las que las mujeres serán protagonistas absolutas. El título del artículo se hace eco de un conocido libro de Hanna Rosin, The end of men, y aprovecha para reiterar el mensaje de nuestro fin...hablando de series de televisión.

    Pero creo que el fin último de la revista es más prosaico: vender cremas para la noche y el día, promocionar el depilado integral masculino y tratar de meternos en el ciclo de las modas, adornado con consejos como el que describe Emilio, que hará de nosotros unos hombres a la imagen y semejanza del neofeminismo.

    Atención a mañana. Creo que se presenta un informe sobre violencia en parejas adolescentes bajo el paradigma de la no existencia de la violencia perpetrada por chicas (creo que alguien ha mencionado un informe parecido en una entrada anterior). El que vea a un chico, bien en la tele, bien en la prensa escrita, víctima de los celos, sms y vejaciones de su chica, que avise.

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  4. Plutarco, llevo días escuchando los datos de esa encuesta. Que en nuestro país circulen con marchamo de oficialidad los estudios de género unisex, en los que se establece de antemano las conclusiones que se desean y se descartan las que no se quieren, lo que muestran es la dificultad de que en este asunto de la igualdad prevalezca cualquier atisbo de racionalidad porque chocará contra un infranqueable muro de poder decidido a establecer una visión de la sociedad a golpe de consignas y manipulación de la realidad.

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