Soy de los que piensa que la capacidad de
abstracción es más masculina que femenina y que si por un lado es una gran
aliada para encontrar grandes lineamientos: sea de la sociedad o de la
naturaleza, y con ello las leyes que las rigen,
en muchos más casos constituye una escapatoria para no tener que hablar
del presente, de lo concreto, de lo realmente existente, para evitar el eslabón
realmente imprescindible para moverse en el mundo que habitamos.
Y es por eso que vivimos en una sociedad
en qué si eres mujer es casi imposible que, en el plano público, no te pronuncies sobre los géneros (la
denominada discriminación de género), sea que hables de arte, política,
salarios o casi cualquier otra cosa, y eso al mismo tiempo que la inmensa
mayoría de los hombres hablarán de todas esas cosas sin necesidad de hacer
mención a la diferenciación sexual. Y
así lo de la discriminación salarial femenina campará por sus respetos en la
sociedad, pero muchos de esos economistas puntillosos que para cualquier otra
variable de análisis exigirían la prueba empírica no les supondrá problema prescindir de ella. Hay que ver con qué facilidad se ha difundido este
“estudio” y qué poco fue contestado, o la frialdad con
que ha sido acogida una noticia
como ésta.
Como sucederá que en los estudios de
género será válido que la fuente de verdad la constituya la más pura
subjetividad de los encuestados, mejor de las encuestadas, sin mayores
exigencias de método ni reproche académico alguno. Pero paradójicamente donde
efectivamente debería prevalecer la subjetividad se opta por convertir a las
mujeres en menores de edad que no serían responsables de sus decisiones siempre
determinadas por factores externos hasta el punto de que sus problemas con la
cirugía estética o las compras compulsivas serían un problema social ya que se
trataría de un comportamiento inducido.
Se maquillan los roles, se maquillan los
estereotipos, pero el sesgo
antropológico profemenino resulta imposible de erradicar, ese mismo que conduce a hacer a los hombres responsables
de lo que hacen o dejan de hacer, mientras las mujeres gozan de un amplio
colchón que les garantiza que no siempre aquello que hacen o dejan de hacer les
sea achacable y que de forma indirecta se atribuirá a los únicos que pueden
con todas las responsabilidades.
Moreno promete más mujeres que hombres en su gabinete si gobierna.
ResponderEliminarhttp://www.lavanguardia.com/local/sevilla/20150221/54426397696/moreno-promete-mas-mujeres-hombres-si-gobierna.html
Esta es la igualdad del PSOE
ResponderEliminarhttp://padresdivorciados.blogspot.com/2015/02/el-psoe-contra-la-custodia-compartida.html
http://padresdivorciados.blogspot.com/2015/02/violencia-domestica-y-subvenciones.html
Alberto