http://www.abc.es/blogs/edurne-uriarte/public/post/el-escandalo-lydia-bosch-abuso-policial-o-abuso-legal-991.asp
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/02/opinion/2638934.html
Presento estos 2 enlaces sobre la denuncia de Lydia Bosch contra su marido porque nos hablan de una realidad jurídica en nuestro país que debe ser repensada y reformulada. Las leyes para ser justas no pueden conceder ventaja a unas sobre otros porque sino son otra cosa y con esta ley se está viendo a las claras que hay quien juega con ventaja, y hay quien juega con la ventaja en su contra; hay quien puede denunciar y hay quien puede ser denunciado, en roles de género perfectamente definidos y marcados, las primeras serán unas y los segundos serán los otros. Si sale cara yo gano; si sale cruz pierdes tú.
Pero también por el silencio cómplice de cierta prensa que, aún cuando publicaron la denuncia, ahora que se conocen detalles de la misma, como que se formula cuando hay abierto un proceso de separación con unas abultadas peticiones por parte de la denunciante o que los abusos -de ser ciertos- se refieren a hechos de hace 5 años que en su momento no supusieron denuncia, parece que se han desentendido del caso y de la necesaria reflexión a que unos hechos como estos deben conducir.
Emilio, prácticamente utilizando tus mismas fuentes, escribí el siguiente comentario en mi blog hace una par de día: Leyes perversas. A mi también me ha llamado la atención el silencio de cierta prensa tras conocerse los detalles. Es la misma prensa que jalea el "progresismo" del Ministerio de Igualdad; prensa que por otra parte está perdiendo credibilidad y se encuentra con serios problemas económicos. Prensa que en su día era considerada seria y que ahora se dedica a comparar los culos de las consortes de hombres poderosos.
ResponderEliminarLa buena noticia es que la Ley Integral ya ha sido denunciada ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. La ha llevado una abogada que considera que esta ley discrimina a su defendido por cuestión de sexo.
ResponderEliminarEs la última oportunidad de poner las cosas en su sitio. Esperemos que esta vez los jueces sean más imparciales que los del Constitucional y no nos fallen.
Es verdad que ahora todo está en manos de los jueces, pero estoy convencido de que las cosas han llegado hasta donde han llegado, porque ni desde las organizaciones políticas, ni desde la sociedad se ha mostrado una oposición visible.
ResponderEliminarSi hubiera habido algo más de oposición en los medios y por parte de colectivos estoy convencido que los fallos hubieran sido de naturaleza diferente.
En el Tribunal Europeo me supongo que pesaran más los argumentos estrictamente jurídicos; pero en cualquier caso deberíamos tener presente que todas las formas de manifestar oposición por parte de la sociedad civil influyen de forma importante siempre.
No confieis demasiado en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Está exactamente igual de politizado que el Constitucional Español: siempre se ha agarrado a las más diversas excusas para no tener que condenar la discriminación por razón de sexo en el servicio militar. La única esperanza es que, como esta norma sólo afecta a España, y como su trascendencia económica es mínima (a diferencia de lo que sucede con el servicio militar), tal vez en esta ocasión los magistrados se atrevan a defender la evidencia frente a los disparates del feminismo de género.
ResponderEliminar(Athini)