Bien, ya veo que ni flores, que no estáis para reflexiones y si lo estáis no queréis saber nada de compartirlas, como tampoco queréis sugerir temas. ¿Cómo habría de interpretar este silencio? Creo que Warren Farrell ha dicho: las mujeres no pueden oír lo que los hombres no han dicho. Yo que no soy mujer tampoco.
En mi opinión al movimiento de los hombres le falta todo: desde identificar claramente el terreno que pisa hasta saber a dónde quiere llegar. Es verdad que se han dado pasos y se han identificado algunos problemas masculinos y algunas características más bien poco amables del feminismo para con los varones, pero a mi modo de ver falta mucho análisis, como falta poner en lenguaje asequible a todo el mundo el que hay y, sobre todo, difundirlo.
De momento hablar de discriminación hacia el varón: sea por los resultados escolares, la obligación de la mili, los empleos con mayor riesgo para la vida, o cualquier otra circunstancia, es algo que de entrada va a ser acogido con todas las reservas y en la mayor parte de los casos con rechazo, fuera, claro está, de los círculos de afectados por una denuncia falsa, una mala sentencia de divorcio o las escasas bitácoras y foros dedicados a los hombres.
De momento quienes constatan el fracaso escolar masculino eluden dar una explicación convincente y, en muchos casos, no se atreven a hablar de discriminación, en un mundo en el que el feminismo ha establecido que discriminadas sólo lo pueden estar las mujeres. Como imposible parece erradicar la idea de la discriminación laboral, aún cuando los empleos peores los desempeñe el varón o sea él el que sufre la práctica totalidad de los accidentes laborales, aún más, cuando una y otra vez se ha demostrado que la actitud de la mujer ante el trabajo no es la misma que el varón y así esté reconocido socialmente, de tal modo que si ella no trabaja aunque tenga título superior no pasa nada, pero si fuese él quien no lo hiciese estaríamos hablando de un mantenido.
P.S. En relación con el tema que planteaba Tamisquerche sobre la Guerra de Libia encontraréis una interesante reseña en la bitácora Absurdistan con el título: Las mujeres son de Marte. Añadir que sobre el mismo asunto existe otro análisis interesante en la bitácora de Enric, Masculinisme i política. En cualquier caso que nadie se haga ninguna ilusión a que esto pueda representar algún giro en el planteamiento feminista. Como no les gusta, seguirán considerando que la guerra es cosa nuestra porque ellas representan la paz.
Parece ser que este tipo de noticias sólo los publican los diarios de provincias:
ResponderEliminarhttp://www.lasprovincias.es/v/20110328/sociedad/juez-condena-mujer-inventarse-20110328.html
http://www.elcorreo.com/alava/v/20110324/alava/detenida-joven-anos-tras-20110324.html
El otro día, leyendo una noticia sobre denuncias falsas que adjunté aquí, me llamó la atención que había cerca de 160 comentarios acompañándola, la mayoría de hombres indignados… que sólo ladrarán esa vez o cuando les toque de cerca a ellos. Las feministas americanas de los 70 tenían un slogan: "do not get mad, get even" (no te limites a enfadarte, devuelve el golpe). Y su golpe no era el griterío desaforado y desorganizado, si no el avance de la ideología de género enmascarado en sonrisas. Ahora que nuestro feminismo local está que trina (recordad la carta de Lidia Falcón que publiqué en una entrada), cuando veamos un anuncio sexista en la tele (por ejemplo, el inútil que no sabe poner la lavadora), escribamos una carta a la directora de marketing de la campaña, cuando leamos una noticia que degrada al hombre, escribamos al responsable de la publicación y expongamos de buenas maneras por qué el artículo es denigrante, cuando leamos a gente que es sensible al naciente masculinismo, enviémosle información que complete lo que ha expuesto, sin ser coñazos, agradeciéndoles su esfuerzo por cambiar los clichés sexistas imperantes...si conseguimos ser opinión y votos fuera de estos foros, nos prestarán atención.
interesante ultimo post (no es mi blog ojo)
ResponderEliminarkx
bastadesexismo.blogspot.com
Es verdad que la historia de los movimientos sociales nos muestra lo difíciles que resultan siempre los comienzos, pero en este asunto es que resulta tan sencillo observar la doble moral del feminismo y lo incongruente que resulta que alguien acuse a otro de machista porque hace no sé qué y al tiempo promueve el equivalente en femenino, que sorprende el silencio, y esto Plutarco debemos tenerlo claro, no de la gente de la calle, a la que casi siempre le resulta difícil hacerse oír, sino justamente de esos y esas que tienen los medios para hacerlo.
ResponderEliminarEn esto el feminismo ha sido astuto y sabe bien los resortes que es necesario tocar y el papel que juegan las "élites" sociales.
Alguno de los monólogos de la gala de la Sexta de hace pocos días, porque a quien ridiculizaba era a los hombres, que si llega a ridiculizar del mismo modo a las mujeres, teníamos recurso a la ONU después de pasar por todas las instancias intermedias incluido el Consejo de Estado.
Anónimo, leí hace unos meses un artículo sobre la capacidad del hombre de segregar oxitócica, la hormona que aparentemente ayuda a crear vínculos entre padres/madres e hijos/hijas. Lo leí tal y como lo publicaba un periódico de Israel, país en el que se ha desarrollado este estudio. Al igual que tu, me pareció muy interesante que el estudio subrayara “la importancia de fomentar las interacciones padre-hijo/hija inmediatamente después del parto a fin de activar el sistema neuro-hormonal que subyace en la creación de vínculos en los humanos". Una parte que no mencionas y que enfatizaba el estudio, es que el padre segrega la oxitócica a través de la interacción activa con el hijo/a, en actividades relacionas con la interacción con el mundo externo, como ayudarle a caminar o a jugar. El mecanismo de segregación de la oxitócica materna se produce mediante acciones más relacionadas con el contacto físico y de crianza (amamantamiento).
ResponderEliminarEn varios foros de diverso signo expuse la importancia de este hallazgo para abogar por un permiso de paternidad equivalente al de maternidad. Mi sorpresa fue que tanto las feministas de corte conservador, cercanas a postulados del Opus, como feministas cercanas al totalitarismo de género, coincidían en que era prematuro llegar a las conclusiones que yo había llegado (debo decir para mi pesar que las feministas del Opus fueron más educadas que las totalitarias de género en la exposición de los argumentos). Mis conclusiones, en cualquier caso, eran similares a las de un estudio que parece ir en contra del feminismo oficial, más interesado en promover privilegios que en terminar con cualquier tipo de sexismo.
Los hombres, según el estudio que mencionas, estamos igual de equipados biológicamente para establecer empatía con nuestros hijo/as, aunque no es necesario que finjamos que podemos amantarlos, como tu, o el artículo que has leído sobre el estudio, pareces sugerir. Eso sería entrar en el postulado feminista de que el único hombre decente es aquel que anhela ser mujer. Emilio tiene un enlace a los nuevos derechos del hombre, entre los cuales está el que los hombres no desean ser mujeres para poder ser aceptados por el feminismo de género.
Emilio, si la Sexta hace eso, Milikito (Emilio Aragón) debe enterarse fuerte y claro
ResponderEliminarPlutarco.
ResponderEliminarHe recomendado el post porque primero me parecía que sería de vuestro agrado y segundo está expuesto en un blog feminista de la igualdad.
El feminismo de la igualdad (porque hay varios tipos de feminismo que se contradicen entre sí ) defiende eso mismo la igualdad.Por supuesto nadie es capaz hasta la fecha de cambiarse de sexo (con totalidad , porque el cambio de sexo actuál más bien es un disfraz).
Otra cosa es que cualquiera pueda decir soy feminista y actúe de manera hembrista.
A mi modo de ver hembrismo y machismo son una misma cosa , sexismo y masculinismo y feminismo otra.
Ah!Sobre que el varón para ser perfecto ha de querer ser una mujer te has equivocado.Llevo mucho tiempo hablando con la autora y bueno le gusta la idea de usar sacaleches en tíos sí pero las tetillas masculinas también podrían tener una bonita función :de chupete.
Que se usen las tetillas como chupete no se si lo verás femenino o no.Eso es al fin de cuentas personal .¿Pueden servir?Si.A los bebes les gusta succionar aún sin comer que quieres es lo que hay.Poder puede cualquier macho mamífero (excepto el ornitorrinco XD).
Los padres que más tiempo pasan con sus hijos (los pigmeos Aka ) utilizan sus tetillas como chupete .
Tal vez el chupete sustituya a las tetillas y pezones de sus padres.
Kxll
Kxll, en esta bitácora aceptamos de buen grado todo aquello que vaya en la dirección de la igualdad, de hecho saludamos con alegría el manifiesto de Las otras feministas y esperamos coincidir muchas veces en el camino con todos aquellos y aquellas que descarten pensar que la igualdad es cosa exclusiva de las mujeres.
ResponderEliminarEn relación con la paternidad sería bueno que las feministas de la igualdad contribuyesen a derribar ese muro que el feminismo institucional de género pretende interponer entre el padre y sus hijos, digo más entre los hombres y los niños. El precio que están pagando muchos bien por la ausencia de figura paterna en su vida, está siendo demasiado alto como los estudios al respecto ponen de manifiesto, como para ignorarlo.
A mi entender la igualdad será imposible sin un movimiento masculino y en este objetivo seguramente el feminismo de la igualdad poco podrá colaborar, para todo lo demás no existe ninguna limitación
En relación con Libia si alguien tiene dudas de quien la verdadera heroína de este asunto que observe lo que dice el blog Mujeres
ResponderEliminarhttp://blogs.elpais.com/mujeres/2011/03/la-mujer-que-desafio-al-regimen.html
Alberto
Dice Emilio, y con razón, que al movimiento de los hombres le falta todo. Se podría argumentar que los activistas antifeministas no reciben subvenciones institucionales, cosa que sí sucede con el conglomerado de organizaciones feministas. Pero también es verdad que la oposición política de todos los tiempos, especialmente cuando ésta ha sido ilegal, no ha necesitado subvenciones estatales para florecer, y que incluso bajo la más feroz de las represiones no por ello ha dejado de manifestarse. ¿Por qué entonces los varones españoles -centrándonos en este país- que no tenían reparo, en el contexto de la dictadura franquista, de enfrentarse a los "grises" y a la brigada político-social, no son ahora capaces de hacer lo propio contra un enemigo menos temible -en cuanto a la contundencia física- como es el feminismo de Estado? Quizá la respuesta esté en el poder que la sexualidad tiene sobre nuestras acciones. Ahora y siempre el perfil de un manifestante que le tira piedras a la policía es el de un varón joven. En otras palabras, el de un joven macho en edad de seducir. Porque consciente o inconscientemente, detrás del pavo real que despliega su cola; del motero que le da al máximo al acelerador; y del manifestante que apedrea a la policía, siempre hay un componente sexual, que lleva a los machos jóvenes de todas las especies animales a exhibir su virilidad para así impresionar a las hembras, y aunque ello ponga en peligro su propia vida. Esa agresividad puesta al servicio de lucirnos ante las hembras, y al mismo tiempo ahuyentar al rival, sólo conoce un límite, el de proyectarse contra el sexo opuesto. Las feministas, que no son etólogas sino ideólogas, hablan de una "violencia específica contra la mujer", pero los estudiosos de la conducta animal saben que en la realidad se da justamente lo contrario, ya que existe una inhibición generalizada de la agresividad hacia el sexo opuesto. El experimento de dos lagartos machos en un terrario, donde a uno de ellos se le pintan colores propios de las hembras, no deja dudas al respecto: el macho travestido atacará ferozmente a su rival, mientras que éste, que cree tener ante sí a una hembra de su misma especie, renunciará a combatir con el otro, soportando con resignación los ataques del oponente. En el mundo de los humanos sucede lo mismo. La lucha política viene a ser una versión moderna de la lucha entre tribus rivales por el control del territorio. Pero esa agresividad entre los políticos tiene un límite consuetudinario consistente en no traspasar el tabú de la agresión al sexo contrario -especialmente si dicha agresión es de hombres hacia mujeres, pero no al revés-. (continuará)
ResponderEliminarTamisquerche
(2ª parte)
ResponderEliminarRecuerdo un caso extremo que sucedió hace unos años. Un comando de ETA (compuesto por un hombre y una mujer) asesinó a dos miembros de la policía autónoma vasca. El varón etarra se encargó de matar al policía varón, mientras que fue la mujer del comando la que asesinó a la mujer policía. ¿Fue una simple casualidad esa división del trabajo o estamos ante un caso donde se respeta unas leyes no escritas que todos llevamos dentro? De la misma manera que un etarra varón tendría reparos en matar a una mujer policía, no por ser policía, sino por ser mujer, muchos varones tendrán reparos en enfrentarse al feminismo. Porque aunque es verdad que no es lo mismo feminismo, ideología de género, y mujeres, lo cierto es que a nivel de mentalidades colectivas se produce una asociación entre esos tres conceptos. Así, un hombre que luche contra el feminismo puede ser percibido como sinónimo de hombre que lucha contra las mujeres. Y si hace un siglo la peor de las humillaciones que un hombre podía recibir es que una mujer lo llamase "cobarde" o "maricón", hoy en día el temor de muchísimos varones es el de ser acusados de "machistas" o "misóginos". La combatividad masculina puede crecerse ante el castigo de un rival de su mismo sexo, pero se derrumba con estrépito cuando la misma tiene ante sí a un oponente femenino. Intuyo también que la edad media de los que participamos en este blog no es la de un veinteañero, que es la edad más propia del activismo político "desinteresado", sino que somos en su mayoría varones que rondan los 40 ó los 50 años de edad. ¿Varones divorciados que canalizan en el antifeminismo sus frustraciones amorosas? Puede que haya algo de cierto en ello, pero sería una simplicidad tan grande como explicar el feminismo en base al resentimiento para con los hombres de algunas mujeres poco agraciadas físicamente. Nótese también que existe un alto grado de clandestinidad entre los opositores al feminismo, de manera que de muchos de los que lo combatimos sólo se nos conoce el apodo cibernético. Los que "salen del armario" suelen ser hombres maduros, con su vida ya hecha. ¿Temor a represalias políticas o laborales? ¿O más bien temor a perder puntos en el juego amoroso? Por eso habría que preguntarse no porqué somos los varones maduros los que estamos aquí, sino por qué razón no están los más jóvenes. Y en ese sentido quizá la respuesta está en que los varones más jóvenes por nada del mundo quieren quedar mal ante sus objetos del deseo. La jugada de los ideólogos de género ha sido genial. Han escogido como vanguardia de lucha al segmento menos combativo de la población (el femenino, ya que la política sigue siendo "cosa de hombres"), pero que al mismo tiempo es el grupo más intocable (recúerdese el argumento al que suelen recurrir muchas mujeres políticas: "me atacan por ser mujer"). Ejercer el poder en nombre de las mujeres viene a ser hoy en día el equivalente a ejercer el poder en nombre de Dios en las sociedades teocráticas. Negar dichas legitimidades del poder podía y puede acarrear el ser tildado de "machista" o "hereje", unos estigmas nada fáciles de sobrellevar.
Tamisquerche
Yo empezaría a hablar de activistas masculinistas más que de activistas antifeministas. Tenemos que hacer que el término masculinista, al que el los correctores ortográficos todavía señalan en rojo, sea aceptado en plano de igualdad con el feminismo. Al igual que el término hembrismo debe ser equiparado con el machismo(en este caso es hembrismo lo que señalan los correctores como "erroneo").
ResponderEliminarTamisquerche, seguramente tienes razón en más de una cosa de las que dices. Yo también conozco otra circunstancia reveladora de muchas cosas. En el ejército de los EE.UU los primeros que se oponen a que las mujeres estén en primera línea de fuego son los soldados varones.
ResponderEliminarEn cualquier caso hay cosas sin embargo menos comprensibles, como la noticia de La Vanguardia que comentamos hoy del psicólogo italiano, o la actitud de más de uno sea humorista, profesor, periodista o político.
No diré que es tema comparable a una militancia política o sindical porque no lo es, pero me resulta difícil entender la "misandria" y el autodio de mucha gente situada en posiciones de poder.
Tamisquerche, me parece acertadísimo tu comentario sobre la motivación sexual que dificulta a los varones, especialmente a los jóvenes, reaccionar contra el feminismo radical. Creo que explica buena parte de la "misteriosa" debilidad del movimiento masculinista. Es muy triste, pero cierto.
ResponderEliminarTamisquerche
ResponderEliminarAsi que según tú en nuestra cultura el varón no era el jefe de la familia , ni la cabeza de la mujer como señala la Biblia en Corintios de San Pablo
No , que va , la Biblia también ha sido manipulada por las "feministas " de la época.
Si , claro , si ...
Coincido con Plutarco , la cuestión no creo que sea el antifeminismo (si no quieres feminismo (antisexismo) ¿que quieres ¿el machismo?)sino el masculinismo.
Kxll
Si Tamisquerche tiene razón, adquiere más sentido la ambigua animadversión de las femisnistas contra las prostitutas: he oído y leído a más de una referirse a las prostitutas como enemigas "de género". Si no fuera por ellas, el dominio sexual de las mujeres sería absoluto. No lo digo yo, se lo he oído a ellas a las feministas. Y si las feministas tanto se oponen a la legalización de la prostitución parece indicar que nosotros deberíamos defender su legalización. No lo digo por mi, que en mi vida nunca he pagado nada por follar (bueno, solo alguna copa, alguna cena, el taxi, el hotel..... Habrá que tener en cuenta a colectivos como HETAIRA y a algunos blogs interesantes de profesionales y exprofesionales del sexo (era puta, prostitucion-visionobjetiva.blogspot.com y otros
ResponderEliminarpues aquí tenéis a alguien más joven. 31 años y sin pareja, y no tengo ningún problema en oponerme al feminismo de género. Si toca discutir sobre ello con una feminista de género, sin problemas.
ResponderEliminarXabi