Traigo esta noticia, para que se compruebe la reacción de algunas mujeres cuando entienden que hay una medida en la que la discriminación no es a su favor. Realmente impresionante el concepto de igualdad de algunas y como entienden el quid pro quo y la reciprocidad de trato.
Como escribo en un comentario a la misma, me sorprende que en la noticia no se haga referencia a los seguros de vida, donde fácilmente las primas que pagamos los hombres pueden duplicar o triplicar las que pagan ellas. Nuestra legislación permitía esta diferencia de trato en los seguros de vida donde el claro perjudicado es el varón, pero no en los seguros sanitarios donde las primas no podían establecer diferentes por sexo, lo que claramente las beneficiaba a ellas.
Pues lo veo bien , y soy mujer.
ResponderEliminarMucho me temo, Emilio, que también en este caso perdemos los hombres, aunque a priori no lo parezca. Dejando aparte el caso de los seguros de salud, cuya situación no cambia, aparentemente el cambio beneficia a los hombres, porque igualará las primas de los seguros de riesgo, que ahora son más altas para nosotros a igual edad. Pero no olvidemos que hay otros seguros, los de rentas, en los que la situación actual perjudica a las mujeres: al tener más esperanza de vida, se supone que cobrarán rentas durante más años, por lo que a igual edad y capital, ellas cobran menos. Por tanto, ahora hay una discriminación a favor de las mujeres (seguros de riesgo) y otra a favor de los hombres (seguros de rentas).
ResponderEliminarSe da la circunstancia de que estos últimos van a cobrar un gran protagonismo económico, mucho más que los seguros de riesgo, por la creciente privatización de los sistemas de pensiones. Mi opinión es que, como cada vez más personas van a tener un complemento privado a su pensión de jubilación pública, es decir, van a cobrar prestaciones de un seguro de rentas, es intolerable para la omnipresente ideología de género que las mujeres cobren menos renta a igual edad y capital invertido. Como ahora no les conviene la discriminación, la suprimen, aunque con ello pierdan algo en los seguros de riesgo; en el cómputo total, salen ganando con el cambio y sospecho que por eso se hace. Si realmente salieran perjudicadas, las cosas seguirían como estaban, porque hay otras muchas discriminaciones que se mantienen, o incluso se crean, si les interesa a ellas (como vemos frecuentemente en este blog).
Probablemente lo mejor de esta noticia a mi modo de ver, y por ser positivo (o sólo optimista tal vez), es que se pueda empezar a poner fecha de caducidad a todos esas normas que se han dictado al amparo de la mal llamada DISCRIMINACIÓN "posistiva" y que aunque se funadamentan en una pretendida corrección temporal no sabemos durante cuánto tiempo van a estar vigentes.
ResponderEliminarEsperemos que se puedan seguir dando pasitos en este sentido, e ir poniendo coto a unas y otras situaciones de este tipo que sabemos que abundan.
Luis