De la entrevista a Inmaculada Montalbán una de las
cosas que dijo me quedó flotando en la cabeza mucho tiempo después de haberla
leído, y es esa de los "agentes por
la igualdad" que tendrían por misión enseñar y actuar en los institutos “cuando
los jóvenes inician comportamientos machistas.”
La educación en nuestro país está en los niveles que
está y todos conocemos: elevadísimo fracaso y abandono escolar y ausencia de excelencia, con dificultades y
problemas en todos los tramos educativos, incluida la Universidad, de tal modo
que por ejemplo en relación con esta última no somos capaces de colocar ninguna
entra las 100 primeras del mundo.
Problemas a los que se ha añadido uno y es el que
tiene que ver con la problemática de género, en una doble vertiente. La primera,
cada día los institutos y escuelas se llenan más de folletos, trípticos,
carteles, anuncios, etc. relacionados con esta problemática al tiempo que se
programan montón de actividades extracurriculares en horario escolar, que
comprenden charlas y proyecciones sobre diferentes ángulos de ese problema y
siempre por cuenta de un pretendido o pretendida experta que finalmente viene a
resultar alguien relacionado con alguna agrupación, ong o profesional
relacionado con los grupos de activistas feministas.
La segunda vertiente de esta cuestión es la
dispersión normativa, de tal modo que para estudiar la regulación de nuestro
sistema educativo no basta con ir a las leyes de educación, sino que hace falta
ir a la Ley integral contra la violencia de género para estos
agentes por la igualdad; a la Ley de interrupción voluntaria del embarazo, para
lo relativo a la educación sexual y reproductiva; incluso a la Ley de
economía sostenible que es donde quedaron recogidas algunas de las disposiciones aprobadas
bajo el mandato del ex ministro Gabilondo. Y no sólo normativa, también de
funcionamiento de tal manera que la competencia en lo relativo a la Educación
sexual la tiene el Ministerio de sanidad.
El resultado no puede ser más caótico y contrario a cualquier
principio de economía y simplicidad y las implicaciones tantas, que resulta difícil entender como este aspecto de nuestra realidad educativa está
tan poco atendido en los estudios sobre la misma. Si Inger Envikst reclama para su país: Suecia,
una menor dispersión de los esfuerzos de la escuela en actividades de todo tipo
para concentrarse en la tarea educativa de forma primordial, qué no se debería
estar diciendo en nuestro país, donde lamentablemente todos los problemas de aquélla
están aquí ampliamente agrandados.
Pero una segunda derivada de esta cuestión, ¿por qué
no se incluyen en el currículo esas actividades para ser impartidas por el
profesor de la especialidad como corresponde y se dejan de la mano de personas ajenas
al discurrir diario de la tarea educativa? ¿De dónde nace esa desconfianza
hacia el cuerpo de profesores que la propia Administración ha determinado que
son los idóneos para impartir las materias que tienen que ver con la formación
integral del alumno, pero al que se le arrebatan cuestiones como la sexualidad
o la igualdad?
¿Por qué el feminismo de género necesita siempre
unos “aparte”? Sea con la petición de un tratamiento especial en las leyes que
regulan las actividades y materias más variopintas, sea con la exigencia de organismos
específicos de género en cada nivel y, casi cada instancia de la Administración
pública… Pero también ¿qué concepción se tiene del acto educativo, tal como lo
plantean recuerda a un recorta y pega, cuando se interpreta que unas charlas o actividades pueden sustituir con ventaja a la educación
reglada y continua a lo largo de los años a efectos de promover determinados
valores, o modificar actitudes y comportamientos?
EpC, parece ser, tiene sus días contados. Será Educación Cívica:
ResponderEliminarhttp://www.vozpopuli.com/nacional/educacion-para-la-ciudadania
¿Significará también la desaparición de los agentes/gendarmes de igualdad?
Tranquilos. La crisis va a acabar con todas esas tonterías y los comisarios políticos del hembrismo institucionalizado tendrán que hacer sus trabajos ars gratia artis.
ResponderEliminarAprovecharé para traer el enlace a una nueva y fabulosa encuesta precocinada de esas que demuestran que miles de millones de
españolas viven bajo el yugo del terror:
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/01/11/mujer/1326281496.html
Una pregunta. En tiempos del franquismo, los encargados de dar Formación del Espíritu Nacional en los institutos, ¿eran profesores similares al resto del cuerpo docente, o era suficiente ser miembro del Movimiento?
ResponderEliminarJosé
Yo pertenecí al último curso en el que se impartió F.E.N. Se otorgaba aprobado general, la asignatura la daba el de sociales y aprovechaba la clase para hablarnos del concepto de plusvalía marxista. El que regurgitaba en el test el concepto de plusvalía tal y como el lo explicaba, sacaba notable. Le recuerdo como una persona entrañable en cualquier caso.
ResponderEliminarCreo que los agentes de igualdad actuales presentan un tufillo más norcoreano que el de D. Alberto (mi profesor de F.E.N).
Parecéis atacados de una cierta nostalgia de la FEN. La dictadura felizmente ha sido superada hace más de 30 años y creo que no debemos olvidar su naturaleza de régimen impuesto y negador de la democracia.
ResponderEliminarAfortunadamente la situación hoy no es esa, por lo que no es bueno confundir el carácter totalitario de un grupo o una ideología, con un completo sistema político.
Ya sé que no era vuestra intención inducir a esa confusión pero creo que siempre es bueno dejar estas cosas muy claras para evitar malos entendidos interesados.
Espero que de mis palabras no se haya deducido una defensa de un régimen profundamente anti liberal que forma, afortunadamente, parte de nuestro pasado. Me he limitado a reseñar mi exposición a la asignatura Formación del Espíritu Nacional (denominación de por si ya bastante tétrica y de resonancias norcoreanas). Sólo cursé la asignatura un año, en un colegio de marcada orientación progresista y con unos contenidos que se apartaban bastante de los originarios, eso sí, por cuenta y riesgo del entrañable D. Alberto (es él quien despierta la nostalgia, no la asignatura que impartí ni el régimen).
ResponderEliminarEn cuento a EpC, el hecho de que en la ley se contemplaba la adaptación de contenidos al ideario de cada centro ha contribuido aún más a esa dispersión de la que habla Emilio. Al mismo tiempo, algunas universidades han desarrollado masters de género que probablemente hayan generado esa oferta de “expertos” que se juzgan más idóneos que el cuerpo de profesores de la propia Administración.
Estoy sorprendido de la claridad con la que se ha decantado El País por Carme Chacón. Desde que se ha postulado es la enésima portada en que aparece sonriente y con los brazos en alto, como si ya estuviera celebrando el triunfo.
ResponderEliminarAlberto
De la noticia que aporta Keyser Söze hay un dato que me ha llamado poderosamente la atención. Se indica que el 80% de los hombres maltratados considera que no recibe ningún apoyo, frente al 40% de las mujeres maltratadas. Más allá del dato en sí, que tiene su miga, me sorprenden dos cosas. Primero, el reconocimiento de la existencia de hombres maltratados, lo cual es una novedad insólita en un estudio de este tipo. Y segundo, que aunque parece ser que han pasado el cuestionario también a los jóvenes varones, en la noticia hablan casi exclusivamente de la respuesta femenina ¿será porque las respuestas de los chicos no conviene airearlas?
ResponderEliminarHumberto, quizá debiéramos comenzar a hablar de encuestas, que valen lo que un titular de prensa, presentadas sin los datos imprescindibles para poder saber si se las ha de tomar en consideración o no, y por ello mismo con una finalidad espuria.
ResponderEliminarA mi modo de ver el objetivo que se pretendía ya se ha conseguido y todo lo que se diga ahora no hará más que favorecer la intención que persiguen quienes las promueven.
Quizá añadir que se trata de una estrategia puesta en marcha por aquellas encuestas de la universidad americana de los años 80 y base de casi todo lo que hoy es el feminismo de género y el feminismo institucional.
ResponderEliminarEl proceso se puede calificar de cualquier modo, menos de limpio, transparente, respetuoso con la reglas de la sociología y, sin embargo, se puede decir de él que siempre se ha hecho con la intención de un titular de prensa y una clara intención política, y con el cuidado de esconder a quienes beneficia.
Resumiendo, política pura y dura hecha con todas las prevenciones de quien no desea dejar rastro.
Alberto, creo que El País es más pro Rubalcaba. A algunos de sus editorialistas de siempre les he leído calificar a Chacón de ZP bis, en tono francamente peyorativo. Para muestra, el siguiente artículo de Carlos Carnicero:
ResponderEliminarhttp://ccarnicero.com/2012/01/12/carme-se-convirtio-en-carmen/
Aizpiolea, Calvo y demás clásicos que todavía siguen en el grupo se han mostrado bastante pro Rubalcaba.
En una entrada anterior se mencionó el estudio publicado por El País sobre las diferencias entre hombres y mujeres, que arrojaba más diferencias de las esperadas (conforme a los cánones de la ideología de género, se entiende).
ResponderEliminarAquí os adjunto un debate sobre este estudio, moderado por Julia Otero (una de las participantes, Elisa Beni, todo un descubrimiento del pensamiento neofeminista, las apostillas de Sardá, impagables):
http://www.ondacero.es/audios-online/julia-en-la-onda/gabinete/gabinete-diferencias-hombres-mujeres_2012011200137.html
Cierro con esta cita de Alex Vilenkin: “Un argumento es lo que convence a una persona razonable y una prueba lo que convence, incluso, a la menos razonable de las personas.”
Incluso la extrema derecha, si tiene rostro femenino, es más aceptable para El País:
ResponderEliminarhttp://www.elpais.com/articulo/internacional/Le/Pen/asciende/indomable/elpepiint/20120115elpepiint_6/Tes
Pues no sé qué decirte Plutarco en relación en relación con el programa de Julia Otero. No lo he escuchado completo cosa que espero hacer, pero tengo la impresión de que Elisa Beni es la que única que, desde la ortodoxia feminista culturalista, sabe qué decir en relación con el tema porque Sádaba por ejemplo anda completamente perdido y hasta donde yo escuché Sardá hace alguna buena apostilla pero se nota que improvisa una argumento tras otro.
ResponderEliminarEn cualquier caso en este terreno de la llamada igualdad la norma que rige justamente la de juzgar las cosas en función de tal o cual argumento pueda interpretarse como favorable o desfavorable a tal o cual sexo.
Por ejemplo, es curioso ponen en cuestión este estudio y lo presentan como fruto de algún interés, Sádaba habla incluso del machismo, cuando tanto sabemos aquí de estudios que sin reunir las características de éste circulan por todos los medios sin que se les cuestione. Pero también, Sádaba nos alerta de los peligros de la genética, pero acepta de buen grado hablar de mujeres y hombres como si tal cosa no tuviera que ver con ella.
Beni, rechaza estos estudios porque según ella los psicólogos evolucionistas no distinguirían entres individuos que estarían cortados todos por el mismo patrón genético, sin embargo entiende que ella puede hacer de portavoz de todas las mujeres porque están siendo discriminadas.
Enfin, he escuchado 20 minutos y espero hacerlo hasta el final pero la cantidad de tela que hay para cortar ahí es de lo más interesante, no tanto por lo que dicen, como porque reflejan de forma interesante en qué punto está el debate de los géneros entre personas con una formación importante.