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07 enero, 2017

Secuestro emocional de los temas de igualdad



El feminismo de género ha convertido la igualdad en una cuestión emocional, en un mundo de víctimas y victimarios, y ha cavado una trinchera muy clara y profunda: estando nosotras con las víctimas quien no esté de nuestro lado está con los victimarios. Es un planteamiento que sitúa el problema en la amígdala y prescinde de la corteza prefrontal, un planteamiento que rehúye el debate racional, rechazado porque en su “frialdad” indicaría incomprensión hacia el dolor de las víctimas. Y en este caso víctimas lo serían todas las mujeres.

Pero es un planteamiento que nos retrotrae a algún momento anterior a la modernidad en el que, so pretexto de algún daño colateral, se secuestra un tema que no puede dejar de pertenecer al conjunto de la opinión pública, para convertirlo en materia de expertos que hacen y deshacen, ordenan y mandan, legislan y juzgan, sin que nadie más pueda tan siquiera expresar su acuerdo o desacuerdo. Y todos sabemos que cuando un tema se sacraliza, quien acaba mandando es quien administra el sacramento. En este caso el feminismo de género.

Nada en este asunto es casual o neutro, tampoco la elección de las palabras. Aunque técnicamente brecha salarial no implique discriminación sino simplemente gap o diferencia salarial lo cierto es que la mayoría identifica brecha con un roto, una herida, algo que debe ser recosido o curado. No por casualidad la inmensa mayoría cree que las mujeres cobran menos que los hombres por el mismo trabajo, aunque no conozcan ningún caso ni directamente ni en su entorno. Son las verdades “sentidas” de la posverdad, verdades que para serlo no precisan de la concordancia con los hechos.



9 comentarios:

  1. Como vienes señalando, la paternidad del término "posverdad" casi habría que atribuirla a la ideología de género.

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    1. ¡Tanto tiempo Plutarco! Me alegro de verte por aquí. Un saludo

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    2. Te sigo fundamentalmente vía FB, incluso difundo las entradas de tu blog en mi muro. Creo que tu esfuerzo y el de otros blogeros centrados en los temas de género desde una perspectiva más abierta está finalmente cristalizando.

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  2. Anónimo7:23 p. m.

    Por supuesto que la elección de los términos no es casual, como tampoco lo es la no elección de otros términos que implican brechas de las que resulta difícil concluir un voralictimismo feminista tal como la brecha penal, la de siniestralidad laboral o la de indigencia social por citar solo las más conocidas. Estas brechas ni se citan en el discurso feministo o en la discursa feminista como diría José Mota

    Arturo

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  3. Es verdad. Parece que después de tantos años de denunciar la invisibilización femenina las ha convertido en verdaderas especialistas en el ocultamiento de todos aquellos temas que no interesan: que los varones desarrollan los trabajos más duros y de riesgo y nadie denuncia algún tipo de brecha o que la brecha en esperanza de vida alcanza los 6 años y tantos otros que se podrían mencionar además de los que tú has señalado.

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  4. De los comentarios extraigo las brechas de las que las 'feministas' no hablan y que me parecen sangrantes porque los datos las hacen reales mientras que otras de las que hablan no estan avaladas por nada: brecha penal, brecha de siniestralidad laboral, brecha de indigencia social, brecha de esperanza de vida.

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  5. alitina desconozco que significado das tu a la palabra brecha pero es un dato cierto que las mujeres tienen una esperanza de vida 6 años superior a la de los hombres, o que son estos los que muy, muy mayoritariamente desarrollan los trabajos de mayor riesgo y esfuerzo: en la industria, en la minería, en la agricultura, en la pesca, en la construcción...

    De hecho la práctica totalidad de los accidentes laborales graves o muy graves los padecen los hombres. Llama la atención que en los puestos directivos, los mejor remunerados y los de mayor prestigio social la ocupación deba ser paritaria y los citados más arriba sean para los hombres ¿no? Como llama la atención que se habla de brecha salarial de género para señalar como injusto las diferencias de salario, pero no se tenga en cuenta lo anterior y que las mujeres no quieren optar a esos trabajos, algunos de ellos efectivamente mejor remunerado que otros femeninos.

    Evidentemente mejor sería que ocupando los puestos de menor riesgo y esfuerzo se ganase los mismo que si se ocupase los de riesgo y esfuerzo, pero eso es muy difícil si rige la ley de la oferta y la demanda. Las mujeres no quieren ser candidatas a esos puestos, pero quieren ganar como si en realidad eso no estuviese sucediendo.

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  6. Vuelvo a constatar en mi vuelta a este blog el daño especial que el discurso posmoderno ha causado al debate racional. El concepto de "brecha" adquiere un significado fantástico cuando se aborda desde la ideología de géneo o neofeminismo.

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  7. Para quien desee profundizar en el tema de la brecha salarial entre mujeres y hombres esta entrada de Evolución y neurociencia, aporta gran cantidad de información

    https://evolucionyneurociencias.blogspot.com.es/2016/12/las-mujeres-no-cobran-menos-que-los.html

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