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19 mayo, 2007

Sobre la discriminación positiva.

Para un aficionado como yo, que ni soy filósofo, ni jurista, ni ocupo uno de esos lugares desde los que se conforma la opinión pública, no deja de ser “chocante”, por no utilizar otro término, el “abandono” en el que se encuentra el debate sobre la igualdad por el lado masculino.

Me sorprende que desde el lado de los hombres no exista análisis alguno sobre la actual deriva del feminismo, (cosa bien diferente a lo que sucede por el lado de las mujeres); como me sorprende el silencio existente frente a un concepto como el discriminación positiva, que habiendo nacido con un propósito bien definido y delimitado, cual el de luchar contra la segregación racial y la protección de ciertas minorías, y que habiendo sido trasladado desde su origen los EE.UU. a la Unión europea con una intención algo diferente, como la de facilitar el acceso de la mujer a determinados puestos de la Administración pública; al menos en nuestro país, no ha parado de crecer y a estas alturas resulta difícil precisar cuales sean sus límites, que parecen no existir, y mucho menos su objetivo, ya que lo aquí está sucediendo con ambas nociones no tiene nada que ver con su formulación en el origen.

De hecho la discriminación positiva nació con la intención de reducir las desigualdades de tipo laboral y escolar que sufrían ciertas minorías en los EE.UU. Sus notas justamente eran tres, la de estar destinada a minorías, la de centrarse en determinados ámbitos como el laboral o el escolar, e implícitamente estar concebida con un carácter limitado y temporal. En nuestro país, sin embargo ninguna de las tres parece respetarse, pues difícilmente hoy se puede sostener el carácter de minoría a un grupo social como el que representan las mujeres, aún a sabiendas de que se trata de una noción más de tipo cualitativo que cuantitativo; en cuanto al ámbito de aplicación se han rebasado todos los límites para llevarla también al terreno legal y penal, y por ningún lado se percibe ni su carácter limitado ni tampoco su prescripción en el tiempo. En mi opinión, sin embargo es fácil vislumbrar, algunas de las notas negativas que desde el primer momento se intuían. Paternalismo y minoría de edad, desigualdad individual, y lo que en mi opinión resulta más difícil justificar y un importante paso atrás: la división de la humanidad en dos géneros, cuando justamente de lo que se trataba era de superar las diferencias, no de cristalizarlas. Cuando hemos superado la separación por raza creamos la separación por género.

Teniendo en cuenta el carácter central de una noción como ésta me gustaría animaros a expresar vuestras opiniones en relación con estos asuntos y, si fuera posible, establecer algún diálogo que nos sirviera para avanzar en la definición de lo que esta pasando.

5 comentarios:

  1. Tú lo has dicho Emilio, lo que está pasando es que hablamos de género, no de personas. Justo lo contrario de lo que debería ser, y da título a tu blog.

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  2. Caramba! Lamento mucho que el blog sea tan corto. Nuevamente y a riesgo de ser reiterativo:

    http://jugodeladrillo.blogspot.com/search/label/Feminismo

    Salud!

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  3. Anónimo2:45 a. m.

    Con el burdo argumento que avala el uso de la discriminación positiva, lo que se está haciendo realmente desde mi punto de vista es maltratar, castigar al hombre persé.

    Por ejemplo, hoy he leído la noticia de que, por fin, a los que hicimos el servicio militar obligatorio, se nos contabilizará como año cotizado y computable a la hora de calcular la jubilación, el tiempo que tuvimos que dedicar a hacer el servicio militar obligatorio. (Más vale tarde que nunca).


    Es curioso y no deja de llamarme la atención el hecho de que nunca se hable del servicio militar obligatorio como de una discriminación, cuando de hecho, se trata de una de las más fuertes discriminaciones gubernamentales por razón de sexo que aún existe en la mayor parte de los países del mundo.

    Que la obligatoriedad de convertirse en soldado sea sólo para los hombres, es una discriminación, no me cabe la menor duda, lo que no se acostumbra a recordar es que esta discriminación conlleva otras discriminaciones sociales paralelas, como es el hecho de que se pierde un tiempo precioso en la vida de toda persona joven, tiempo que se debería dedicar a la formación, cara a labrarse un futuro mejor. El hecho de que no se compute como tiempo trabajado, sino como tiempo "perdido", el tiempo dedicado a la formación militar obligatoria, es una burla en toda regla, además de discriminatorio, pues ese timepo, las mujeres trabajadoras sí que lo cotizan.

    La realización del servicio militar obligatorio, es desde mi punto de vista, antidemocrático y discriminatorio y situa a los hombres en clara desventeja con respecto a sus compañeras femeninas, en todos los ámbitos sociales, en el económico, en el laboral, en el formativo, etc.

    Aclarar que, el hecho de que desde hace muy poquitos años en nuestro país, no exista el servicio militar obligatorio, no me tranquiliza en absoluto, pues realmente, basta con que se produzca un giro en la buena salud de nuestra economía o en nuestro entorno internacional, para que nuestros políticos vuelvan a discriminarnos, de la manera que se ha hecho siempre con el hombre, porque realmente estoy convencido de que en el campo de la igualdad de los hombres con respecto a las mujeres, no hemos avanzado nada como sociedad, de hecho, se está retrocediendo en no pocos aspectos.

    En otro orden de cosas y al hilo del tema de la DISCRIMINACIÓN ("positiva"), decir que el hecho de que se PENALICE a todos los hombres con tener que pagar unos seguros de vida más caros por el hecho, penoso en sí mismo, de que nuestra esperanza de vida al nacer es de media 7 años menor que la de las mujeres y sin embargo este mismo dato, no sea tenido en cuenta a la hora de poder obtener la jubilación un tiempo antes y no a los 65 años como ellas, porque si nuestra esperanza de vida es 7 años menor, el tiempo vital disponible una vez finalizada nuestra vida laboral, para "disfrutar" y aprovechar los últimos años de nuestra vida, es mucho menor del que disponen las mujeres de media. Si a todo esto se añade el hecho de que el gobierno de España considere discriminación y legisle en contra del pago de unos seguros sanitarios más caros para la mujer por el efecto de la maternidad sobre el gasto sanitario, en tanto que el mismo gobierno IGNORA el pago de unos seguros de conducción y de vida más caros que debemos afrontar los hombres por nuestra condición y menor esperanza de vida... entonces no me cabe la menor duda de que tenemos un gobierno y unos políticos que castigan al hombre y lo discriminan por su condición sexual.

    Fran.

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  4. Anónimo5:29 p. m.

    Pues espera a divorciarte o separarte y vas a saber lo que es discriminación positiva. (y como tengas niños no te sale a cuenta trabajar mas). No se como hay tanto santo que aguanta, lo suyo seria dejar de currar y largarnos todos al Caribe a gossaaaaarrrrrr!!!

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  5. Anónimo1:57 a. m.

    Tu sabes lo que es que embaraces a una tia y que solo dependa de ella si quiere nene o no??? si tu lo quieres y ella no, va a decir que hace lo que quiere con su cuerpo y si ella quiere y tu no vas a tener que joderte con tu nene indeseado. Definitivamente espero que nos invadan ya de una puta vez los moros que fijo que me alisto a sus filas.

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