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07 junio, 2008

Derecho a la intimidad

Aún cuando comparto la argumentación de fondo que sustenta lo expuesto por Isabel Burdiel en: Telma Ortíz y la libertad de los modernos, en el sentido de reivindicar un espacio para la intimidad y la libertad individual, creo que se hace necesario matizar y añadir algunas cosas a lo que dice en su artículo.

Y esas matizaciones irían por el lado de que, si al viejo feminismo hemos de atribuir el esfuerzo de sacar a la mujer de su confinamiento privado en la casa, al terreno de lo público y social, no menos cierto es que el actual feminismo se ha construído bajo el lema de “lo privado, público” con toda la serie de consecuencias que eso, al menos en nuestro país, está representando de vaciamiento de la vida personal y familiar, espacio en el que los partícipes ni tan siquiera pueden decidir como repartirse las tareas del hogar y el trabajo fuera de casa, puesto que no sólo está recogido, parcialmente, en la legislación como haya de repartirse, sino que está siendo objeto constante de fiscalización por parte de los poderes públicos.

Pero más allá de esta consideración sería necesario hablar de un quiosco en el que se cuentan por decenas las revistas, dirigidas fundamentalmente al público femenino, cuyo principal contenido consiste en hurgar en la vida privada de los famosos, famosetes y demás, sin olvidar los programas rosa que llenan buena parte del horario de emisión en las televisiones y que hacen de nuestro país el reino del cotilleo. Hace bien la señora Isabel Burdiel en acordarse de los señores Berlusconi y Sarkozy, pero espero que no olvide que otros muchos miles de personas, particularmente mujeres, están empeñadas en el mismo objetivo señalado para ellos.

En fin podriamos quizá añadir que la sociedad de la que nos habla Constant y Berlin tiene al individuo, a la persona, como su núcleo fundamental, y no a los géneros como actualmente sucede en nuestro país.

Con esta breves notas ralizadas a vuela pluma y a instancia del artículo citado más arriba pretendo fundamentalmente, lo que con casi todas mis entradas, abrir un espacio para la reflexión y el debate que vaya un poco más allá de lo que nos ofrece el debate político y social oficial y os animo a que expongais vuestra opinión en un tema que realmente creo debe dar mucho juego a quienes creemos que la actual deriva de los géneros no nos conduce a una sociedad más abierta y plural, sino todo lo contrario.

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