Es verdad que el poder político del que goza hoy el feminismo representa una gran fuerza, pero tengo la sensación de que nos olvidamos de algo todavía más fuerte: la conciencia y la unidad de las mujeres ante sus objetivos sociales y políticos.
Si en una escala reflejásemos la conciencia y unidad de las mujeres y la de los hombres, la situación, según yo la veo, estaría en la dirección del 10 en el caso de las mujeres y en la dirección del 0 en el de los hombres.
Un manifiesto por los derechos de los hombres como el que acaba de publicar Pelle Billing en su bitácora de la encontraréis el enlace en Mi lista de blogs, refleja donde están quienes van por delante en conciencia masculina.
Me supongo que más de uno de los que visita esta bitácora pondrá cara de escéptico ante ese tipo de proclamas, pero os aseguro que en otros círculos la reacción puede ser furibundamente de rechazo. En los medios “oficiales” nada de eso podrá tener cabida.
Sin embargo entiendo que por ahí va el camino. Tenemos que situar a la sociedad ante su espejo y si queremos ser sujetos de derechos hemos de convertirnos en agentes que peleen por conseguirlos. Decir claramente que estamos hartos de ser los sujetos pasivos de las frustraciones de todos los demás.
Recientemente escribí, en un comentario a una noticia sobre la custodia compartida en El País, que los padres lo que debíamos hacer es pedir la declaración de la paternidad como derecho humano, en un tono que buscaba sobre todo provocar, ahora veo que Pelle Billing va por ahí… y la sensación que tengo es de que estamos mucho más cerca de lo que parece.
Otro tanto sucede con la petición de que algo deba moverse en la educación para hacer frente a la actual situación de los varones en la escuela que de seguir por el camino que vamos terminará convenciéndonos a todos de que el fracaso y abandono escolar masculino es algo que se produce de forma natural, como la lluvia o el invierno.
Tengo la impresión de que las cosas avanzarán en la medida en que nos fijemos objetivos. Seguro que seguirá haciendo mucha falta denunciar muchas cosas cada día, pero avanzaremos en la medida que miremos hacia adelante y nos fijemos metas a alcanzar.
"la conciencia y la unidad de las mujeres ante sus objetivos sociales y políticos."
ResponderEliminarCon ánimo de hacer una crítica constructiva me permito cuestionar el contenido del párrafo anterior. ¿Realmente piensas que detrás del feminismo están las mujeres? Yo creo que habría que recordar que no han sido las organizaciones feministas las que han hecho la Ley contra la Violencia de Género, sino que ha sido un parlamento compuesto mayoritariamente por varones quien la ha aprobado. No han sido tampoco las feministas las que han hecho las Leyes de Divorcio y de Igualdad, sino que ha sido también el Parlamento quien las ha promulgado. No han sido las feministas las que han creado el Ministerio de Igualdad, sino un gobierno capitaneado por un varón quien lo ha hecho. No han sido las feministas las que han creado los respectivos Institutos de la Mujer de las comunidades autónomas. No han sido las feministas las que han creado las concejalías de la mujer de los ayuntamientos, sino que tanto aquellos institutos como esas concejalías han sido creadas por políticos en el poder, y que en su gran mayoría son varones. No son las feministas las que han creado toda esa maquinaria al servicio de la ideología de género, sino que han sido y son los partidos políticos los autores de aquello. Zapatero, Garzón y Llorente son varones, y no por eso dejan de ser destacados propagadores de la nueva fe feminista. De igual manera, y a nivel supranacional, la ONU y muchas ONGs (como Amnistía Internacional) son organizaciones que también han hecho suya la ideología de género, al margen de que sus dirigentes sean mayoritariamente masculinos... No, no estamos ante una lucha entre mujeres y hombres, y donde estos últimos hubiesen escogido la estrategia del suicidio de género, vía apoyo de leyes feministas, porque no es eso lo que se esconde detrás de las políticas de "igualdad". No estamos tampoco ante un movimiento surgido de abajo hacia arriba, donde las señoras de la limpieza, las peluqueras y las "marujas" en general se hubiesen organizado para reinvindicar sus derechos como mujeres. Se trata, por el contrario, de un movimiento institucional y subvencionado, que viene de arriba a abajo, porque emana del Poder, y es al mismo al que sirve. Además, en el caso del movimiento feminista que pudiese tener un componente apartidista, en el caso español habría que decir que es algo muerto. Tengo una amiga que es miembro de un Foro contra la Violencia de Género, y ella misma me reconoció que "hemos muerto de éxito", porque el que cada día sean más y más las leyes feministas, no ha impedido que en la actualidad les vaya menos gente a las reuniones que hace un par de décadas. Lo que sí existe es un cúmulo de organizaciones que en la práctica son correas de transmisión de los partidos políticos, donde abunda la doble militancia, y donde el dinero público da vida a unos grupos que, privados de esas subvenciones, tendrían tanta o menos influencia social que los Testigos de Jehová. En ese contexto, hablar de "la conciencia y la unidad de las mujeres ante sus objetivos sociales y políticos" resulta algo que no se ajusta en absoluto a la realidad. No, detrás del feminismo (yo prefiero hablar de ideología de género) no hay mujeres, sino intereses políticos, económicos y sociales (y no precisamente de los colectivos más desfavorecidos). El feminismo efectivo es el feminismo institucional, el feminismo de Estado, y ese feminismo no es el fruto de una organización de las mujeres, sino el resultado de una apuesta de unos grupos políticos, y a la postre sociales. Que sean mujeres las cabezas visibles de dicho movimiento sólo significa que la división sexual del trabajo y las mentalidades, de los roles por sexo, se recrea al mismo tiempo que se diluye en otros campos. Hay hombres y mujeres que tienen mucho que ganar con el feminismo, pero probablemente hay muchos más hombres y mujeres que tienen mucho que perder con esa nueva forma de legitimar el poder de unos grupos sociales sobre otros.
José Perera
Creo, efectivamente, que la conciencia masculina se irá manifestando a través de reivindicaciones. En España, el atroz fracaso escolar masculino debería ser una de las banderas de enganche. En las últimas cifras de desempleo, que han sido presentadas como un repunte del paro femenino, sin embargo, en el tramo de 20 a 35 años, el paro masculino supera ampliamente al femenino, factor directamente ligado al mayor fracaso escolar masculino. Esta tendencia se observa en otros países en los que el sistema educativo a abandonado al alumnado varón.
ResponderEliminarPlutarco, es verdad lo que dices del fracaso escolar, pero pocos se atreven a hincarle el diente.
ResponderEliminarEn cualquier caso mi conclusión es clara, la escuela se adapta peor a los varones pero también mientras lo que se valore sea el razonamiento verbal, y la actitud sólo pese negativamente en el caso de los niños, el problema lo único que hará será agrandarse.
En este asunto como en tantos otros el despiste masculino es mayúsculo y ni tan siquiera se llega a reconocer la existencia del problema.
José Perera, tu escrito me desconcierta un poco cuando repites muchas cosas como novedades cuando en esta bitácora se vienen diciendo desde el origen, o cuando reivindicas el uso de términos que donde primero se utilizaron fue aquí.
Lo que planteas se ha discutido en esta bitácora más de una vez, y si rastreas en ella encontrarás gran cantidad de intervenciones en relación con ese asunto, de las cuales dos bien recientes: 150 años de feminismo, y Qué feminismo.
Lo que expresas significa el sueño para el feminismo que nos gobierna, aparecer confundido con el conjunto social para jamás tener que dar explicaciones y poder estar siempre anunciando un nuevo comienzo.
En una de esas dos entradas hago referencia a ese asunto al hablar de la capacidad para la invisibilidad y la opacidad del mismo, lo que hace que los éxitos le pertenezcan pero los fracasos sean un poco de todos.
En mi opinión tenemos que dar pasos adelante y ver cómo mejor lo combatimos en lugar de estar preguntándonos permanentemente si está ahí o no está. Lo que yo no me creo es que la solución pueda venir vía PP, por ejemplo.